Historia de Nathan Beleroil
Publicado: Mar Nov 27, 2007 10:21 pm
Bueno, me he decidido a poner aquí algo del pasado de Nathan para darle un poco más de redondez al personaje.
Me daba un poco de miedo ponerlo, sobre todo luego de haber leído las otras historias de diferentes personajes, las cuales están magnificas y sobre todo excelentemente narradas.
Nathan Beleroil
Gresko Beleroil contempló al bebé que dormía plácidamente en la cuna. Este niño era la luz de su vida, y cada vez que su trabajo lo permitía, solía pasar mucho tiempo con él, a veces solamente observándolo.
Ya desde pequeño Nathan presentaba esa energía interior que tienen las personas sagradas. El hombre lo sabía, e imaginaba una vida de servicio que él siempre anheló, pero por varias causas nunca pudo emprender.
Nathan será un buen clérigo de torm, Gresko, ya lo verás. Le enseñaré todo lo que debe saber una persona de bien. La mujer habló con brillo en los ojos, mientras abrazaba a su esposo.
El hombre miró a Lucilla a los ojos y habló pausadamente.
Sé que si, hermosa mía. . . . .pero él no va a quedarse para siempre en este pueblo.
Los caminos se lo llevarán, y nosotros debemos procurar que esté listo cuando eso suceda.
Lucilla asintió, no sin un poco de pena. Como clériga encargada del único templo del pueblo, ubicado en los campos verdes de Amn, sabe que su vida transcurrirá allí, entre cuidados a los necesitados y ocasionales escaramuzas. Además no podría enseñarle completamente el manejo de las armas ni como desenvolverse en una contienda, algo imprescindible en una vida de aventuras.
Gresko se dirigió a la sala principal y comenzó a armar una bolsa de viaje.
Debo prepararme, debo estar en menos de dos semanas en Khóndahz con el cargamento de especias y ya estoy ajustado con el tiempo.
Otro viaje más. Otra temporada fuera de casa. La pareja sabía que, en un pueblo pobre, lo único que podía mantener un templo y las necesidades que requiere, era el comercio casi continuo.
Antes de despedirse de ambos, Gresko le prometió a Lucille:
Volveré antes de que caiga el invierno. Traeré regalos para ambos y dinero suficiente para las camas del templo. Adiós, mi vida. Adiós mi amor.
Me daba un poco de miedo ponerlo, sobre todo luego de haber leído las otras historias de diferentes personajes, las cuales están magnificas y sobre todo excelentemente narradas.
Nathan Beleroil
Gresko Beleroil contempló al bebé que dormía plácidamente en la cuna. Este niño era la luz de su vida, y cada vez que su trabajo lo permitía, solía pasar mucho tiempo con él, a veces solamente observándolo.
Ya desde pequeño Nathan presentaba esa energía interior que tienen las personas sagradas. El hombre lo sabía, e imaginaba una vida de servicio que él siempre anheló, pero por varias causas nunca pudo emprender.
Nathan será un buen clérigo de torm, Gresko, ya lo verás. Le enseñaré todo lo que debe saber una persona de bien. La mujer habló con brillo en los ojos, mientras abrazaba a su esposo.
El hombre miró a Lucilla a los ojos y habló pausadamente.
Sé que si, hermosa mía. . . . .pero él no va a quedarse para siempre en este pueblo.
Los caminos se lo llevarán, y nosotros debemos procurar que esté listo cuando eso suceda.
Lucilla asintió, no sin un poco de pena. Como clériga encargada del único templo del pueblo, ubicado en los campos verdes de Amn, sabe que su vida transcurrirá allí, entre cuidados a los necesitados y ocasionales escaramuzas. Además no podría enseñarle completamente el manejo de las armas ni como desenvolverse en una contienda, algo imprescindible en una vida de aventuras.
Gresko se dirigió a la sala principal y comenzó a armar una bolsa de viaje.
Debo prepararme, debo estar en menos de dos semanas en Khóndahz con el cargamento de especias y ya estoy ajustado con el tiempo.
Otro viaje más. Otra temporada fuera de casa. La pareja sabía que, en un pueblo pobre, lo único que podía mantener un templo y las necesidades que requiere, era el comercio casi continuo.
Antes de despedirse de ambos, Gresko le prometió a Lucille:
Volveré antes de que caiga el invierno. Traeré regalos para ambos y dinero suficiente para las camas del templo. Adiós, mi vida. Adiós mi amor.