Elendor J'rendell
Publicado: Mar Dic 25, 2007 7:40 am
//Bueno, dado que el viejete se convirtió en mi mejor pj, ví adecuado dar algunos datos de su vida, asi como características propias, y cosas de cuando llegó a Nevesmortas. De a poco voy a ir profundizando un poco más, nombrando a mas gente, etc.
Comencemos...
Su familia:
No hay muchos datos de la familia de Elendor, pues él no habla casi de su vida personal.
Su padre, Aledhor J’rendell, fue un Mago Rojo que tenía el hábito de nunca quitarse la capucha. Los pocos que lograron verle el rostro hablaban de un hombre de pelo negro y facciones delicadas, aunque de mirada fría. Aledhor era retorcido, cruel, y sus experimentos siempre implicaban la invocación de algún demonio, o sacrificar a sus esclavos para ganar algo de poder. Tenía el mal hábito de hablar fuerte y, para ser un elfo, era muy corpulento, a tal punto de ser fácilmente confundido por un humano a simple vista. Elendor perdió contacto con su padre cuando se fue de Thay, pero por la edad no podría estar vivo actualmente.
La madre de Elendor, Jelania J’rendell, era una joven elfa muy hospitalaria y reservada. Irradiaba una gran belleza. Sus ojos eran verdes y su cabello era dorado y largo. Se sabe que Jelania desapareció sin más en una noche fría y neblinosa, poco tiempo después de haberle dado el bastón de su abuelo a Elendor, en su cumpleaños numero 150.
Aunque Jelania no era muy buena con la magia en general, tenía ciertas aptitudes como ilusionista.
Se sabe que Elendor tiene un hermano, llamado Eleador J’rendell. Las habilidades de éste siempre fueron inferiores a las de Elendor. Los que lo han visto describen a un elfo de pelo negro y piel muy pálida. No se sabe si Eleador vive actualmente, pues dejó a los Magos Rojos hace tiempo, y no se lo volvió a ver.
Su vida:
Se sabe que Elendor fue desde pequeño muy hábil con la magia. Siempre fue muy estudioso, y pasaba horas encerrado leyendo antiguos pergaminos o experimentando con distintos componentes magicos. Al ver un gran potencial, su padre logró hacerlo ingresar en los Magos Rojos cuando Elendor ya tenía la edad suficiente, pero éste se fue luego de algunos años. Aprendió todo lo que pudo de los Magos Rojos, y llegó a convertirse en un gran demonólogo. Siempre estuvo en contra del esclavismo de los mismos, razón que le llevó a dejarlos un tiempo después.
Su partida no fue bien vista por sus compañeros, ni por su propio padre.
Ya manejando una amplia gama de conjuros, y con grandes conocimientos en demonología, Elendor partió de Thay en caravana, en un viaje que le llevó casi toda su vida. Recorrió casi todos los recodos de Faerun, aprendiendo el arte de la magia desde todos los aspectos posibles. Algunos dicen que llegó a convertirse en uno de los mejores magos, pero esto le duró poco.
En uno de sus viajes volvió a Thay, y fue atacado a traición por uno de sus viejos compañeros de los Magos Rojos.
El mago selló los poderes de Elendor con un poderoso y antiguo conjuro, pero antes de perder sus poderes, Elendor logró convertirse en dragón y matar al mago rival, ganándose el apodo de “El Dragón Rojo de Thay”.
Muerto el mago, Elendor le quitó el corazón y lo guardó en una bolsa, para experimentar con él y buscar una forma de disipar la maldición.
Sin sus poderes, se vió forzado a viajar junto con caballeros y mercenarios que le protegiesen, pero nunca dejó de estudiar.
Su facilidad para enseñar y sus amplios conocimientos le llevaron a conocer a cientos de grandes magos que viajaban en caravanas, o que residían en los pueblos que visitaba.
Elendor solía enseñar magia en las plazas y, a medida que la maldición comenzaba a disiparse con el tiempo, sus enseñanzas iban pasando de teóricas a prácticas.
Los magos que viajaban con él lo apodaron “El Profesor” y, aunque tenía facilidad para enseñar, no tuvo muchos alumnos estables.
Se conocen tres de los alumnos de Elendor en sus tiempos de peregrinación: Iverius Flame, “El Evocador”; Valvolt “El Conjurador”; y Zodiac “El Adivinador”.
Iverius Flame fue el aprendiz favorito de Elendor. Un joven humano con grandes aptitudes en Evocación, capaz de crear grandes masas de fuego con solo chasquear los dedos.
En un invierno que Elendor enfermó a causa del clima hostil de las montañas, Iverius defendió a la caravana ahuyentando a un grupo de gigantes de la escarcha con trombas de meteoritos y muros de fuego.
Por sus progresos, el mago le regaló el “Amuleto de las Cien Llamas”, un objeto muy curioso que le permitía a su portador lanzar cien bolas de fuego en todas direcciones.
Se sabe que Iverius partió hacia el Espinazo del Mundo tras haber oido noticias de su hermano desaparecido, pero todo lo que se encontró del mago fue el amuleto que Elendor le regaló roto.
Valvolt fue quizás el mayor error de Elendor. A pesar de tener un gran potencial, era perverso, envidioso, egoísta y egocéntrico.
Viajó durante dos años con el mago, intercambiando opiniones. La relación entre ambos era bastante distante, por lo que comentaban algunos de los comerciantes de la caravana.
Luego de una fuerte discusión con Elendor, Valvolt partió hacia Luskan y nunca más se lo volvió a ver.
Las malas lenguas dicen que Valvolt se volvió loco y tras un intento frustrado para destruir Luskan, fue asesinado por un mercenario apodado “Hoja Voraz”.
La relación entre Zodiac y Elendor no era la de un maestro y un aprendiz, sino la de dos hombres que intercambiaban historias e ideologías. Conversaban durante horas, enredándose en discusiones filosóficas sobre el origen de la magia y sus secretos.
Fue uno de los pocos con los que Elendor se sentía realmente a gusto.
Zodiac pasó cerca de doce años con Elendor, y partió a vivir al bosque poco tiempo antes de que Elendor llegase a la Marca Argentea.
La llegada a Nevesmortas:
Aún con sus poderes limitados, y con el peso de la edad en sus hombros, Elendor llegó un día nevado a Nevesmortas, buscando aún la forma de liberarse de su maldición.
Pasó un tiempo desapercibido, aprendiendo el oficio del encantamiento de gemas, y la joyería.
Un día, tras una charla de taberna con Amara My’zhair, Elendor entró en contacto con otros magos, e ingresó en la Orden de Magos y Hechiceros de Nevesmortas.
Elendor nunca trató a Amara de “Maestra”, sino que su relación era mas bien como con Zodiac: “Dos grandes conocedores de la magia que se beneficiarían el uno del otro”.
Al pasar el tiempo, Elendor comenzó a tener cierto renombre entre los magos y los pueblerinos. A muchos los conoció en viajes desde Nevesmortas hasta Sundabar, a otros los conoció a través de su oficio.
Para la suerte del mago, la maldición terminó de disiparse un tiempo después de su ingreso en la Orden, por lo que el viejo mago no tardó en acaparar la atención de Amara, quien lo consideraba un gran arcano.
A pesar de esto, y de haber ayudado durante mucho tiempo a la Orden, el rango de Elendor siempre fue bajo.
Nunca presentó queja alguna, pues los rangos y títulos siempre fueron algo de poca importancia para un mago que pasó toda su vida estudiando magia.
Elendor en la actualidad:
Luego de la misteriosa desaparición de Amara, la Orden de Magos comenzó a reestructurarse, y el mago fue invitado a ocupar un cargo de mayor importancia. Se convirtió ahora en Maestro Miembro del Consejo.
Con un nombre ya bien conocido por todos, y contactos en toda la Marca Argéntea, Elendor comenzó a enseñar en la Escuela de Magia de Nevesmortas. Se convirtió en el profesor de los magos, y aún sigue enseñando en la escuela, dando lo mejor de sí mismo a sus estudiantes.
Sus grandes conocimientos y sus interminables años de estudio le dieron el título de “Archimago”, con el que Elendor se siente bastante a gusto.
Fuera de la Orden de Magos, se sabe que Elendor ha establecido relaciones comerciales con su socio, el herrero Balrock Etiron.
Balrock ocuparía el rol de fabricante de armas, mientras que Elendor desempeñaría las tareas de buscar gemas, tallarlas, encantarlas, y engarzarlas en las armas que el maese fabrique. La sociedad ha tenido también otros miembros, que desempeñaron principalmente tareas de fundición de metales y minería, entre los cuales se destaca Gard Jard.
Entre los clientes habituales del mago se encuentran personalidades como Sevel, Miroku, Linduin, Elenna y Kuzadrepa. Con algunos de ellos ha establecido lazos de amistad.
Elendor el combatiente:
A pesar de su avanzada edad, el viejo mago ha participado en varias batallas conocidas en Nevesmortas.
Entre las mismas se destacan una de las primeras incursiones a Felbarr; el combate contra un poderoso mago, al cual Elendor convirtió en piedra; y varias veces ha defendido Nevesmortas del ataque de hordas de demonios, liderando a un grupo de mercenarios, actuando en nombre de la Orden de Magos.
Aspectos de su personalidad:
Elendor ha perdido su costumbre de realizar largos discursos sobre magia, tal y como hacía en sus viajes.
En cambio, ahora pasa días enteros encerrado en su estudio, realizando experimentos o leyendo libros antiguos.
Muchos le han visto también en la Arena de Sundabar, entrenando con sus alumnos.
El viejo mago ha perdido con la edad la paciencia que tanto tiempo lo caracterizó, volviéndose cascarrabias en ciertas ocasiones, aunque generalmente se lo ve amable y educado.
Siempre dispuesto a enseñar o intercambiar opiniones, Elendor es el tipo de persona que disfruta de conversar sobre magia con otros arcanos.
Prefiere no hablar de magia con ajenos a la misma, puesto a que la mayoría son de “mente cerrada”, y no le gusta explicar varias veces lo mismo.
Elendor suele no meterse en asuntos que no le incumben, mostrándose neutro ante algunas situaciones de la vida cotidiana, salvo que se viese directa o indirectamente afectado.
Es un hombre que siempre tiene la mente ocupada con algo, le es imposible pasarse un día entero descansando. Siempre tiene un libro que leer, o algo con qué experimentar.
Disfruta mucho de las innovaciones tecnológicas de los gnomos, a quienes les tiene bastante paciencia y los respeta.
No muestra desprecio a otras razas, ni siquiera a los enanos, aunque intenta evitar discretamente a los semiorcos y a algunos medianos.
Prefiere no enrolarse con caballeros, ni meterse en asuntos de política. Su vida es la magia.
Aunque evita infringir la ley, suele ofuscarse si ajenos a la magia cuestionan su manera de pensar o actuar.
Características propias:
-Viste siempre una vieja túnica de sus tiempos como Mago Rojo, pues según él, las propiedades mágicas de su túnica y el solo hecho de vestirla, le dan otro trato con los demonios.
-Evita quitarse la capucha, muy pocos le han visto el rostro.
-Lleva un bastón artesanal, tallado y grabado con caracteres élficos antiguos. Una verdadera obra de arte, aunque irradia una sensación extraña.
-Sus maneras son generalmente educadas, y tiende a no nombrar a la gente por el título que tenga.
-No tolera la estupidez y la torpeza.
-Su voz delata que tiene una avanzada edad.
-A pesar de su edad, algunos dicen que es realmente rápido en su oficio.
-Se sabe que conoce el arte de la esgrima, seguramente a causa de alguno de sus viajes, y que lleva un estoque artesanal.
-El escriba comenta que domina cuatro idiomas, y que varias veces el viejo mago le comentó sus deseos de aprender a hablar Enano.

Comencemos...
Su familia:
No hay muchos datos de la familia de Elendor, pues él no habla casi de su vida personal.
Su padre, Aledhor J’rendell, fue un Mago Rojo que tenía el hábito de nunca quitarse la capucha. Los pocos que lograron verle el rostro hablaban de un hombre de pelo negro y facciones delicadas, aunque de mirada fría. Aledhor era retorcido, cruel, y sus experimentos siempre implicaban la invocación de algún demonio, o sacrificar a sus esclavos para ganar algo de poder. Tenía el mal hábito de hablar fuerte y, para ser un elfo, era muy corpulento, a tal punto de ser fácilmente confundido por un humano a simple vista. Elendor perdió contacto con su padre cuando se fue de Thay, pero por la edad no podría estar vivo actualmente.
La madre de Elendor, Jelania J’rendell, era una joven elfa muy hospitalaria y reservada. Irradiaba una gran belleza. Sus ojos eran verdes y su cabello era dorado y largo. Se sabe que Jelania desapareció sin más en una noche fría y neblinosa, poco tiempo después de haberle dado el bastón de su abuelo a Elendor, en su cumpleaños numero 150.
Aunque Jelania no era muy buena con la magia en general, tenía ciertas aptitudes como ilusionista.
Se sabe que Elendor tiene un hermano, llamado Eleador J’rendell. Las habilidades de éste siempre fueron inferiores a las de Elendor. Los que lo han visto describen a un elfo de pelo negro y piel muy pálida. No se sabe si Eleador vive actualmente, pues dejó a los Magos Rojos hace tiempo, y no se lo volvió a ver.
Su vida:
Se sabe que Elendor fue desde pequeño muy hábil con la magia. Siempre fue muy estudioso, y pasaba horas encerrado leyendo antiguos pergaminos o experimentando con distintos componentes magicos. Al ver un gran potencial, su padre logró hacerlo ingresar en los Magos Rojos cuando Elendor ya tenía la edad suficiente, pero éste se fue luego de algunos años. Aprendió todo lo que pudo de los Magos Rojos, y llegó a convertirse en un gran demonólogo. Siempre estuvo en contra del esclavismo de los mismos, razón que le llevó a dejarlos un tiempo después.
Su partida no fue bien vista por sus compañeros, ni por su propio padre.
Ya manejando una amplia gama de conjuros, y con grandes conocimientos en demonología, Elendor partió de Thay en caravana, en un viaje que le llevó casi toda su vida. Recorrió casi todos los recodos de Faerun, aprendiendo el arte de la magia desde todos los aspectos posibles. Algunos dicen que llegó a convertirse en uno de los mejores magos, pero esto le duró poco.
En uno de sus viajes volvió a Thay, y fue atacado a traición por uno de sus viejos compañeros de los Magos Rojos.
El mago selló los poderes de Elendor con un poderoso y antiguo conjuro, pero antes de perder sus poderes, Elendor logró convertirse en dragón y matar al mago rival, ganándose el apodo de “El Dragón Rojo de Thay”.
Muerto el mago, Elendor le quitó el corazón y lo guardó en una bolsa, para experimentar con él y buscar una forma de disipar la maldición.
Sin sus poderes, se vió forzado a viajar junto con caballeros y mercenarios que le protegiesen, pero nunca dejó de estudiar.
Su facilidad para enseñar y sus amplios conocimientos le llevaron a conocer a cientos de grandes magos que viajaban en caravanas, o que residían en los pueblos que visitaba.
Elendor solía enseñar magia en las plazas y, a medida que la maldición comenzaba a disiparse con el tiempo, sus enseñanzas iban pasando de teóricas a prácticas.
Los magos que viajaban con él lo apodaron “El Profesor” y, aunque tenía facilidad para enseñar, no tuvo muchos alumnos estables.
Se conocen tres de los alumnos de Elendor en sus tiempos de peregrinación: Iverius Flame, “El Evocador”; Valvolt “El Conjurador”; y Zodiac “El Adivinador”.
Iverius Flame fue el aprendiz favorito de Elendor. Un joven humano con grandes aptitudes en Evocación, capaz de crear grandes masas de fuego con solo chasquear los dedos.
En un invierno que Elendor enfermó a causa del clima hostil de las montañas, Iverius defendió a la caravana ahuyentando a un grupo de gigantes de la escarcha con trombas de meteoritos y muros de fuego.
Por sus progresos, el mago le regaló el “Amuleto de las Cien Llamas”, un objeto muy curioso que le permitía a su portador lanzar cien bolas de fuego en todas direcciones.
Se sabe que Iverius partió hacia el Espinazo del Mundo tras haber oido noticias de su hermano desaparecido, pero todo lo que se encontró del mago fue el amuleto que Elendor le regaló roto.
Valvolt fue quizás el mayor error de Elendor. A pesar de tener un gran potencial, era perverso, envidioso, egoísta y egocéntrico.
Viajó durante dos años con el mago, intercambiando opiniones. La relación entre ambos era bastante distante, por lo que comentaban algunos de los comerciantes de la caravana.
Luego de una fuerte discusión con Elendor, Valvolt partió hacia Luskan y nunca más se lo volvió a ver.
Las malas lenguas dicen que Valvolt se volvió loco y tras un intento frustrado para destruir Luskan, fue asesinado por un mercenario apodado “Hoja Voraz”.
La relación entre Zodiac y Elendor no era la de un maestro y un aprendiz, sino la de dos hombres que intercambiaban historias e ideologías. Conversaban durante horas, enredándose en discusiones filosóficas sobre el origen de la magia y sus secretos.
Fue uno de los pocos con los que Elendor se sentía realmente a gusto.
Zodiac pasó cerca de doce años con Elendor, y partió a vivir al bosque poco tiempo antes de que Elendor llegase a la Marca Argentea.
La llegada a Nevesmortas:
Aún con sus poderes limitados, y con el peso de la edad en sus hombros, Elendor llegó un día nevado a Nevesmortas, buscando aún la forma de liberarse de su maldición.
Pasó un tiempo desapercibido, aprendiendo el oficio del encantamiento de gemas, y la joyería.
Un día, tras una charla de taberna con Amara My’zhair, Elendor entró en contacto con otros magos, e ingresó en la Orden de Magos y Hechiceros de Nevesmortas.
Elendor nunca trató a Amara de “Maestra”, sino que su relación era mas bien como con Zodiac: “Dos grandes conocedores de la magia que se beneficiarían el uno del otro”.
Al pasar el tiempo, Elendor comenzó a tener cierto renombre entre los magos y los pueblerinos. A muchos los conoció en viajes desde Nevesmortas hasta Sundabar, a otros los conoció a través de su oficio.
Para la suerte del mago, la maldición terminó de disiparse un tiempo después de su ingreso en la Orden, por lo que el viejo mago no tardó en acaparar la atención de Amara, quien lo consideraba un gran arcano.
A pesar de esto, y de haber ayudado durante mucho tiempo a la Orden, el rango de Elendor siempre fue bajo.
Nunca presentó queja alguna, pues los rangos y títulos siempre fueron algo de poca importancia para un mago que pasó toda su vida estudiando magia.

Elendor en la actualidad:
Luego de la misteriosa desaparición de Amara, la Orden de Magos comenzó a reestructurarse, y el mago fue invitado a ocupar un cargo de mayor importancia. Se convirtió ahora en Maestro Miembro del Consejo.

Con un nombre ya bien conocido por todos, y contactos en toda la Marca Argéntea, Elendor comenzó a enseñar en la Escuela de Magia de Nevesmortas. Se convirtió en el profesor de los magos, y aún sigue enseñando en la escuela, dando lo mejor de sí mismo a sus estudiantes.
Sus grandes conocimientos y sus interminables años de estudio le dieron el título de “Archimago”, con el que Elendor se siente bastante a gusto.

Fuera de la Orden de Magos, se sabe que Elendor ha establecido relaciones comerciales con su socio, el herrero Balrock Etiron.
Balrock ocuparía el rol de fabricante de armas, mientras que Elendor desempeñaría las tareas de buscar gemas, tallarlas, encantarlas, y engarzarlas en las armas que el maese fabrique. La sociedad ha tenido también otros miembros, que desempeñaron principalmente tareas de fundición de metales y minería, entre los cuales se destaca Gard Jard.
Entre los clientes habituales del mago se encuentran personalidades como Sevel, Miroku, Linduin, Elenna y Kuzadrepa. Con algunos de ellos ha establecido lazos de amistad.
Elendor el combatiente:
A pesar de su avanzada edad, el viejo mago ha participado en varias batallas conocidas en Nevesmortas.
Entre las mismas se destacan una de las primeras incursiones a Felbarr; el combate contra un poderoso mago, al cual Elendor convirtió en piedra; y varias veces ha defendido Nevesmortas del ataque de hordas de demonios, liderando a un grupo de mercenarios, actuando en nombre de la Orden de Magos.
Aspectos de su personalidad:
Elendor ha perdido su costumbre de realizar largos discursos sobre magia, tal y como hacía en sus viajes.
En cambio, ahora pasa días enteros encerrado en su estudio, realizando experimentos o leyendo libros antiguos.
Muchos le han visto también en la Arena de Sundabar, entrenando con sus alumnos.
El viejo mago ha perdido con la edad la paciencia que tanto tiempo lo caracterizó, volviéndose cascarrabias en ciertas ocasiones, aunque generalmente se lo ve amable y educado.
Siempre dispuesto a enseñar o intercambiar opiniones, Elendor es el tipo de persona que disfruta de conversar sobre magia con otros arcanos.
Prefiere no hablar de magia con ajenos a la misma, puesto a que la mayoría son de “mente cerrada”, y no le gusta explicar varias veces lo mismo.
Elendor suele no meterse en asuntos que no le incumben, mostrándose neutro ante algunas situaciones de la vida cotidiana, salvo que se viese directa o indirectamente afectado.
Es un hombre que siempre tiene la mente ocupada con algo, le es imposible pasarse un día entero descansando. Siempre tiene un libro que leer, o algo con qué experimentar.
Disfruta mucho de las innovaciones tecnológicas de los gnomos, a quienes les tiene bastante paciencia y los respeta.
No muestra desprecio a otras razas, ni siquiera a los enanos, aunque intenta evitar discretamente a los semiorcos y a algunos medianos.
Prefiere no enrolarse con caballeros, ni meterse en asuntos de política. Su vida es la magia.
Aunque evita infringir la ley, suele ofuscarse si ajenos a la magia cuestionan su manera de pensar o actuar.
Características propias:
-Viste siempre una vieja túnica de sus tiempos como Mago Rojo, pues según él, las propiedades mágicas de su túnica y el solo hecho de vestirla, le dan otro trato con los demonios.
-Evita quitarse la capucha, muy pocos le han visto el rostro.
-Lleva un bastón artesanal, tallado y grabado con caracteres élficos antiguos. Una verdadera obra de arte, aunque irradia una sensación extraña.
-Sus maneras son generalmente educadas, y tiende a no nombrar a la gente por el título que tenga.
-No tolera la estupidez y la torpeza.
-Su voz delata que tiene una avanzada edad.
-A pesar de su edad, algunos dicen que es realmente rápido en su oficio.
-Se sabe que conoce el arte de la esgrima, seguramente a causa de alguno de sus viajes, y que lleva un estoque artesanal.
-El escriba comenta que domina cuatro idiomas, y que varias veces el viejo mago le comentó sus deseos de aprender a hablar Enano.