La Marca Argéntea

Su historia comienza en las lejanas tierras de Jhale. De familia pobre y de padres peculiares. Su madre, Anne, una humana morena de pelo largo y ojos claros, guapa y una gran mujer que cuidaba a todos los niños huerfanos de la ciudad, y su padre, Isai, un gran guerrero Elfo, rubio de ojos claros, piel pálida y pecas en la cara, que combatía con cualquier bestia que se le cruzaba en el camino. Nina era hija única, pero nunca mimada, su madre se preocupo más de cuidar a los huérfanos de Jhale que a ella, y su padre casi nunca estaba en casa. A sus siete años, ya se consideraba toda una mujer, eso si, rebelde y maleducada, los niños de la escuela nunca le agradaron, para ella eran demasiado infantiles.

Se empezó a integrar con unos elfos malvados de Jhale, cual grupo se dedicaba a robar en las casas ajenas, espías de poderosos gobernadores, asesinos... A ella solo le tocaba el trabajo sucio de robar a la gente humilde, y aunque al principio la obligaban por que ella se negaba, al final acabó agradándole la idea ya que su banda le proporcionaba grandes cantidades de monedas que tenia que enterrar cerca de un árbol para que sus padres no le descubrieran.

Muchas cosas le pasaron a Nina hasta los 8 años, desde discusiones con sus padres por escaparse de la escuela, pasando por peleas con niños de su edad, sobornos y hasta palizas de mayores por su mala educación hacia los demás. Pero a ella no le importaba todo aquello que le sucedía por su mal comportamiento, a ella le gustaba ser así, por que no conocía sentimiento bueno alguno y no podía comparar que era bueno y que era malo.

Un día cuando ella estaba en la escuela, el rector subió a clase y se dirigió a Nina con tono apenado:
Rector: “Nina tus padres han muerto”
Nina no pronunció palabra y se marchó. Se dirigió a casa de uno de los elfos, Klo, con el que compartía afición por robar y pronunció unas palabras:

Klo: “te sucedió algo Nina?”

Nina: “Descubre quien mató a mis padres y arráncale poco a poco las partes de su cuerpo una a una”

Klo: “Nina…tus padres….? *Asombrado*

Nina: Hazlo, o me marcharé yo misma a buscarle, y confesaré todos los crímenes que habéis cometido.

Klo: Hmm…maldita niña, sabía que no podríamos confiar en ti….-Esa fue una de las palizas más dolorosas que pudieron darle a Nina, ya que procedía de su único amigo, o eso creía- (Estúpida niña, se cree que todo es tan fácil…)

Al cabo de un tiempo se vió sola, en busca de los asesinos de sus padres -ella creía que los habían asesinado pero en verdad no sabía ni lo que había pasado-. Pensó que pudo ser uno de sus supuestos amigos matones, y llegó a quemar la casa de Klo, por el odio que le tenía después de la paliza que le propinó. Como nada se resolvía acabó pensando que todo fue por su culpa, por su mal comportamiento, por que ya estaban cansados de ella y empezó a odiarles después de muertos al pensar que ellos la habían abandonado como unos cobardes en vez de educarla.

Nina emprendió su viaje a Nevesmortas, a sus 10 años de edad, ciudad de la que había oído hablar bien, después de haber cogido todo el dinero ahorrado enterrado al lado del árbol. Allí se dirigía con actitud positiva, intentando borrar el pasado oscuro, por ello es tan alegre, o finge serlo, disimula muy bien. Con intenciones de ser una gran guerrera, y poder evitar que nadie más la maltratase en la vida. Seguramente haga más enemigos que amigos, dada su actitud propensa a la sinceridad –para ella valor muy importante-, pero intentará no ser tan mala como fue. Lo malo de todo esto, es que tendrá que residir en Atalaya, donde los sacerdotes deberán cuidar de ella, esto ha sido un problema para que su actitud cambie a mejor, ya que los sacerdotes la sacan de quicio…

Cabe destacar sus aficiones por el vino y el ron, empezó a tomarlo con Klo y los demás ladrones de Klo, de los cuales algunos abusaron de ella.

Nina: No os preocupeis! La gran guerrera Nina os protejera a todos, y pronto sere la diosa!