La Marca Argéntea

//Voy a ir escribiendo primero el back, y poco a poco el desarrollo de la historia de Eufrosine en Bel´aragh. Por supuesto, el post esta a merced de la supervision de los dms, por si ellos decidieran un cambio conveniente, eliminar o modificar lo que sea a su conveniencia o simplemente mejorarlo con sus aportaciones, tan solo tienen que comentarmelo por pm u otros medios.

//Como contara el desarrollo on rol, ruego que los lectores interesados no caigan en el metagame, pues escribo solo esto para lograr mayor interpretacion y no me gustaria tener que dejar de escribirlo porque se dediquen a romper tramas e intrigas.


CAPITULO I: Del diario de Eufrosine

Quince dias llevo desde que consegui salir de los dominios haszakkin, sin saber cuanto tiempo he pasado siendo su esclava mental, gracias a la ayuda de la incursion de un grupo de guerra ilythirii, escribo este diario pues el control mental de esos inmundos podria hacerme olvidar quien soy.

Si vuelven a atraparme, y vuelvo a escapar, este diario me recordara mi historia, mi pasado y mi presente. Empezaré por el principio pues sera de suma importancia conocerme desde mi inicio hasta el momento en que escribo estas lineas.

Soy Eufrosine, anteriormente Eufrosine D´Este, mi antigua qu´ellar, fue la décima de la ciudadela de Ched Nassad y estaba regida por Valdrin, ilharess y madre de cuatro hijas, la cuarta soy yo.

Las tres primeras fueron Velune, yathtallar; Seina y Phaire yathrins de la qu´ellar. Yo, Eufrosine, por ser la cuarta y ultima hija de la ilharess, fui reservada a la propia proteccion de ella, se me negó el acceso a los favores de la valsharess como yathrin y fui entrenada sin descanso con Ern´Diul qu´el´saruk de la qu´ellar, fuerte y agil para ser varon, me enseño los secretos del Bautha Z´hin, Kyone Veldrin y el Orb Alur, los cuales domino a la perfeccion, y el Jivvin Golhyrr, Kyorne Plynn y Z´ress A´thalak de los cuales aun estoy perfeccionando.

En la qu´ellar, salvo Ern´Diul todas eramos hembras, lo cual parecia tener muy complacida a la valsharess, pues es sabido que ella concede mas favores a las qu´ellar en las que predominamos y en las que se repudia a los debiles varones. Aparte, Thiel´Angless, qu´el´faeruk de la casa, una maga de creciente poder, era mantenida bajo el duro brazo de Valdrin en su habitacion trabajando sin descanso para mantener las defensas magicas de la qu´ellar, pocas veces salia de alli, y la ilharess la trataba duramente. Eremyl´Do´Luth, qu´el´velguk de la casa, estaba siempre fuera, consiguiendo informacion para nuestra ilharess y creo, que yo era la unica que podia llegar a verla y conocerla, pues la defensa de mi ilharess me mantenia siempre cerca suya y me encontraba presente cada vez que hablaban, aparte de eso, rara vez se la veia en la qu´ellar.

En cuanto a mi, la Ilharess me tenia el respeto que me merecia siendo una hembra sargltin, el qu´el´saruk me tenia en alta estima pues mi fuerte constitucion, fuerza y agilidad superaban con creces a las suyas.
En cuanto a Velune, Seina y Phaire, la yathtallar me trataba con el respeto que merecia al igual que la yathrin Seina, pero Phaire, que era la tercera hija y envidiaba mi costante contacto con la ilharess, me odiaba y repudiaba, me trataba como a un varon sargltin y yo no podia hacerla frente pues ella tenia el favor de Lolth que a mi se me habia negado, aunque mi devocion por la Valsharess fuera mil veces mayor que la de Phaire.

CAPITULO II: El precio del favor de la Valsharess

En Ched Nassad, las diez principales qu´ellars, habían pactado sucesivas veces en el consejo la organizacion de las incursiones a la superficie, rápidas y destructivas, ascendiamos unas horas, lo maximo que nuestros malacostumbrados cuerpos lograban aguantar, y retornabamos con multitud de esclavos, rivvin y harglukkin, pues a los darthir se les mataba en el acto para malla de la valsharess.

De la qu´ellar D´Este, solo participabamos Phaire y yo, pues al ser la décima qu´ellar, las remesas de esclavos que nos pertenecerian tras la incursion era muy reducida en comparacion con las demas qu´ellars.

Fue durante la ultima incursion a la superficie, cuando Phaire desato su ira contra mi, pues mi habilidad en la lucha habia impresionado a las yathrins que nos acompañaban en la caza, mientras que la malla de Phaire era insignificante frente a las demas yathrins.

Tras descender de nuevo a la infraoscuridad, ella me mando escoltarla por un desfiladero apartado de Ched Nassad, al llegar a la mas oscura grieta, saco su latigo y tras unas bendiciones a Lolth, empezó a azotarme cruelmente, mientras me gritaba sadicamente que no era mas que una sargltin que no merecia ni el favor de la ilharess ni la propia estancia en la qu´ellar, que debía mantenerme al margen de los intereses de las yathrins de la qu´ellar y no debia inmiscuirme en sus asuntos.(claramente envidiaba que yo estuviera presente en las conversaciones de la ilharess con la qu´el´velguk) Tras terminar de azotarme, yo sangraba por muchas partes de mi cuerpo, dos veces mas grande que el de la yathrin y ella, dandome la espalda continuo sus alabanzas a la Valsharess por su sadica demostracion de poder.

Yo, que siempre he sido una fanatica creyente de nuestra valsharess, aunque no tuviera sus favores por mi condicion, no desperdicie la oportunidad que la estupida Phaire me estaba dando. Me levante lentamente, dolorida aun por las heridas que su latigo me habia provocado, saque la cimitarra aun manchada con la sangre de los darthir que habia liquidado en la incursion y de un golpe certero cercene la cabeza de la yathrin en medio de su invocador trance a la valsharess, ésta callo rodando poco a poco hasta perderse por la grieta del desfiladero, dejando el cuerpo sin cabeza sangrando por el cercenado cuello y llenando toda la estancia de su sangre.

Las invocaciones que la yathrin habia estado llevando a cabo antes de su muerte no se desvanecieron, y se mantuvieron rojos flujos de energia flotando delante de mi. Yo, manchada de mi propia sangre, de la sangre de los pobres debiles que habia acribillado en la incursion y de las propias salpicaduras de la yathrin, los miraba temerosa, aunque sabia que si mis actos hubieran molestado a la la valsharess ya estaria muerta en el suelo acompañando a mi difunta hermana.

Pero no fue asi, la plegaria de la yathrin fue tomando poco a poco cuerpo delante de mi, yo, sumamente interesada me quede quieta y firme frente a la aparicion; el rojo flujo de energia fue transformandose hasta acabar formando un cuerpo de una araña enorme, delante mia. En ese momento sabia que mi destino iba a ser carne de la valsharess para que sus arañas disfrutaran comiendome viva, pero no fue asi, la myrlochar no me atacó sino que me habló.

Una voz profunda y ronca, entre siseos que estremecian mis entrañas, me predijo que, la accion habia encantado a la valsharess, y que se sentia orgullosa que una simple sargltin hubiera tentado el favor de la valsharess con semejante sacrificio. No me dijo que tuviera el favor de Lolth, y supe que no lo tenia, pues mis rezos dias mas tardes seguian siendo igual de infructuosos, pero la aparicion de la myrlochar me mantenia la esperanza de que algun dia conseguiria lo que tras mi nacimieto se me habia negado.

CAPITULO III: Rios de sangre y traición

Mi vuelta a Ched Nassad es digna de recordar en este diario, nadie se atrevio a dirijirme la palabra ni a mirarme altivamente, yo, con mi cuerpo lleno de salpicaduras, y mi cimitarra en la vaina aun goteando sangre, me diriji al edificio de la qu´ellar sin ser molestada, incluso algunas yathrins con las que habia participado en la incursion a la superficie me miraban suspicazmente sonriendome por mis habilidades mostradas.

La ilharess me recibio gustosamente, y acepto de buen grado la muerte de su dalharil Phaire, me dijo que si habia muerto a manos de los darthir es que no era digna de la qu´ellar D´Este y mucho menos de los favores de la valsharess.

Nadie parecia sospechar que Phaire hubiera sido asesinada, pues tampoco fue importante la perdida de una hembra demasidado debil. Yo, que mantenia la esperanza de que la ilharess me tuviera en cuenta ahora que tenia la posibilidad de ocupar el puesto de mi hermana como yathrin, me mantenia ferreamente a su lado cuando no estaba practicando con el qu´el´saruk.

Sin embargo, dias mas tarde mis ambiciones se vieron nuevamente frustradas, es cierto que mis habilidades como sargltin eran tan buenas que mi posicion en la casa como guardaespaldas de la ilharess era merecedor, pero yo ambicionaba el poder ser yahtrin.
La ilharess me mantuvo en su habitacion pues iba a recibir una invitada y yo debia mantenerme firme frente a posibles intentos de asesinato.

Vlinn´Dearin, la invitada de mi ilharess, fue presentada en la habitacion como ahijada de ésta, y proclamada yathrin delante de todos los miembros de la qu´ellar, ella seria la que ocuparia la posicion de mi difunta hermana y yo seguiria mis labores de defensa y maestria con las armas.

Pasaron los años, que para nosotros los ilythirri son muy longevos y nuestra qu´ellar se mantenia firme en la sociedad de Ched Nassad, sin embargo, la qu´el´velguk, traia informes a la ilharess cada vez mas preocupantes. La qu´ellar Teh’Kinrellz estaba consiguiendo grandes logros en la ciudadela y su poder y supremacia se hacia sentir poco a poco en las demas qu´ellars que desparecian paso a paso bajo su influencia.

Al parecer, el siguiente objetivo eramos los D´Este.

Te está yendo muy bien la historia. Pronto pondré la mia.

Sigue así.

CAPITULO IV: Caida y evasión

Efectivamente, nosotros fuimos la siguiente qu´ellar en caer por el poder de los Teh’Kinrellz. Vlinn´Dearin, la yathrin que ocupo el puesto de Phaire, traicionó a los D´Este anunciando en el salon del consejo del templo de Lolth que los D´Este eramos sucios traidores de la raza ilithirii pues nuestras plegarias a Lolth erean falsas, y que en realidad adorabamos a Eilistrey.

Esas declaraciones, junto al hecho de que Vlinn´Dearin era qu´abban de los Teh’Kinrellz que ya dominaban el consejo, supuso una caceria a nuestra qu´ellar, que se termino cuando la qu´el´faeruk Thiel´Angless fue asesinada en su misma habitacion del edifico de la qu´ellar, con ello, las defensas magicas se desvanecieron y el asalto comenzo.

Todos, uno a uno iban cayendo en el sangriento combate, pues no solo los Teh’Kinrellz participaron, sino que las pocas qu´ellars que sabian que serian las siguientes querian participar del lado de los Teh’Kinrellz.

La primera en caer habia sido la ilharess en sucio asesinato que nos cogio a todos desprevenidos, cuando entre a la habitacion, un jaruk mancillaba el inerte cuerpo de mi ilharess; mi accion fue aun mas perversa que la suya y la valsharess seguro tendra en cuenta aquella demostracion de sadismo y tortura que desempeñe. Sin embargo, tras la muerte de la ilharess, todo se habia derrumbado, los combates se sucedian de habitacion en habitacion y uno a uno nos iban asesinando, acabamos Ern´Diul el qu´el´saruk de la qu´ellar y yo en una sala secreta preparandonos para la embestida que aconteceria tan pronto como nos descubrieran.

El me habló, el temor a su cercana muerte parecia haberle soltado la lengua a limites insospechados, me confeso sentimientos hacia mi que nadie conocia y que se castigarian con duras torturas. Me propuso su sacrificio para salvarme, tras un tiempo en el que vi como su pasion y devocion por la valsharess se tornaban hacia el amor a mi persona... accedi a su plan, pues de una u otra forma el iba a morir, seria mejor matarle yo misma por la blasfemia que habia cometido.

Cuando la puerta de la sala secreta en la que nos encontramos fue derribada, los asaltantes quedaron quietos al ver al qu´el´saruk y a mi luchando de forma insospechada, saltos, fintas y giros a gran velocidad, parecian divertirse viendo tal demostracion de habilidad en la lucha y parece que prefirieron ver como acababa el duelo antes de matarnos, por lo que el plan del qu´el´saruk salio a la perfeccion.

-¡La malla de Eilistrye te vencerá sucia dalharil de la falsa valsharess!- Me grito subitamente Ern´Diul en medio del combate, acababa de sentenciar su muerte, pues lo matara yo o no, los asaltantes le acribillarian.

Siguiendo el plan del maestro, le respondi con una exagerada plegaria a la Valsharess por lo que los asaltantes, junto al temor que les daba tener que enfrentarse a alguien de mi talento, supieron que yo, la ultima hembra que quedaba de los D´Este tenia clara su fidelidad a Lolth.

Y tras ese grito, deje de luchar defendiendome y use mi talento de verdad, realmente, no me duró mas de un minuto, tras dos peligrosos giros en el aire blandiendo mi cimitarra, la cabeza de mi maestro rodó a los pies de los asaltantes.

Éstos, quietos y bloqueando la entrada parecian no querer enfrentarse a mi tras esa exhibicion y ya que habia declarado mis lealtades, no tuvieron ningun problema en mantenerme en esa sala hasta que la Ilharess de los Teh’Kinrellz aparecio ante mi.

CAPITLO V: Shebali

La Ilharess de la qu´ellar Teh’Kinrellz, era casi tan grande como yo, lo cual era muy raro pues pocas hembras han llegado a tener mi tamaño y fuerza y mucho menos un varon.

Con una voz que me hizo recordar a la myrlochar que se aparecio cuando asesine a mi hermana, la Ilharess me hablo duramente.

-La qu´ellar D´Este ha desaparecido, solo tu maestria en la lucha y tu devocion a la valsharess te mantiene en vida, sal de Ched Nassad y no vuelvas jamas pues tu cabeza caera tan rapido como la de tu qu´el´saruk, reconoce a la qu´ellar Teh’Kinrellz y eso se cumplirá-

Sin pensarmelo, arranque la qu´ilinsar que mantenia en mi capa y se la entregue a la Ilharess. Ella se aparto y los asaltantes que bloqueaban la sala me dejaron pasar y salir. (cuando pase esa puerta, corri como nunca hasta haber salido del edificio de la qu´ellar)

Shebali, con mi armadura, escudo, cimitarra y manto como unicas pertenencias, me diriji al cuartel, donde yo era al menos conocida, partí con el primer grupo de guerra ilithirii que salió de Ched Nassad.

Lucha tras lucha fui ganando algo de respeto en el grupo, sin embargo, los nobles que lo formaban no aceptarian a una shebali solo por su destreza en la lucha y poco podia hacer yo mas que seguir sus ordenes.
Al cabo de unos meses de escaramuzas y batallas contra las debiles criaturas que habitan en la infraoscuridad y que los ilithirii tenemos el deber de dominar y matar, llegamos a los dominios de los haszakkin.

A partir de este punto de mi diario, no puedo continuar la linea temporal del relato, pues mi estancia como esclava de esos inmundos seres ha sido un continuo castigo a mi mente y memoria, y por la malla de la valsharess que yo haya conseguido recordar todo lo que en este diario he escrito.

Sin embargo, y como dije al principio del diario, consegui escapar de sus mentes y sus dominios, por lo que continuare narrando mi historia desde el punto en el que sali de alli. Pues si mi destino vuelve a llevarme a ese lugar, mi mente podria caer y necesitare este diario para recuperar lo que los haszakkin puedan robarme.

CAPITULO VI: Bel´Aragh

Tras muchos dias deambulando sin rumbo por la infroscuridad, a veces acompañando a grupos de ilythirii en escaramuzas y otra veces viajando sola, llegue a las puertas de mi destino. Bel´aragh.

Los guardias, apostados en las puertas me asaltaron con preguntas sobre mi condicion, tras el largo viaje por la infraoscuridad y sin un emblema que me distinguiera, no parecia importales que yo fuera una hembra muy superior a todo a lo que llos quisieran aspirar, pero aun asi, no fue facil explicarles el que hacia una forastera de Ched Nassad, shebali, intentando entrar a Bel´Aragh.

Tras conseguirlo, sin dudarlo, lo primero que hice fue ir al mercado, comprar con lo poco que tenia algo nuevo con lo que vestirme, pues mi armadura estaba seriamente desgastada y mi cimitarra muy mellada y tras esto, dirijirme a una de las tabernas de la ciudad, El estoque afilado, pobremente decorado para lo que estaba acostumbrada en Ched Nassad, pero... ¿Que podia pedir ahora que era una shebali?

Tras meditar durante mucho tiempo y limpiarme y acicalarme todo lo que pude decidi salir a conocer la ciudad y lo que me podria ofrecer, averiguar las qu´ellars que la regían y tal vez rezar en el templo de la valsharess por la oportunidad que me brindaba de poder enseñarle mi poder a las razas inferiores.

Frente a la plaza, una sastreria me llamo la atencion, tal vez pudiera teñir la nueva armadura de negro, si iba a tener que salir de la ciudad para poner en practica mis dotes de lucha, lo mejor seria no llamar mucho la atencion. Entre en la sastreria y para mi sorpresa, el sastre atendia a una jalil, la observe furtivamente pues no conocia a nadie y reconocí una qu´ilinsar en su pecho, una daga en forma de araña, atravesando un corazon desangrandose bajo un fondo de telerañas, sin duda una qu´ellar de Bel´aragh, me senté a esperar a que el sastre terminara con la hembra y al terminar salió dedicandome una mirada...

Tras teñir mi armadura de negro, salí del sastre, bebería agua y pasearía por la ciudad, pero para mi sopresa, tras beber agua de la fuente de la plaza, la hembra se me acerco y me miro altivamente.

Como se dio cuenta de mi condicion de shebali, agaché la cabeza ante su autoridad (tan solo soy una sargltin... que podia hacer) Se presentó como Amywiel Do´Vlin yathtallar de la qu´ellar Do´Vlin de Bel´Aragh, sus finas ropas negras con partes teñidas de un intenso púrpura hacían reconocible que no mentía en su posicion.

Al parecer, una avanzadilla de guerra ilythirii de la ciudad de Bel´Aragh, encargada en el asalto de Racklestone necesitaba rapidamente un cargamente de provisiones, la yathtallar de la qu´ellar Do´Vlin me ofrecio (casi como una orden...) que la acompañase en tal mision, parece que mi poderio físico le parecio util para ese cometido.

Anduvimos acompañados del rothé de carga y un esclavo hargluk por los caminos hacia la encrucijada donde debiamos entregar las provisiones, no nos molestaron las criaturas de la infraoscuridad, supongo que una sargtlin tan buena como yo al lado de una yathtallar como Amywiel y el esclavo hargluk eramos una comitiva temible.

Fue en el paso de las caravanas, tras acribillar a una partida de exploracion de debiles sauriones cuando sucedio lo que me hizo ganar algo de respeto frente a la yathtallar. Un sucio y horrendo duergar, que mas tarde se nombro como Hotgar, se cruzó en nuestro camino.

Esta débil raza parece tenerle apego a su ficticia libertad, pues el duergar parecia no aceptar nuestras ordenes, y tras unos intentos de disuadirle, arremetio con el esclavo hargluk, tras dos golpes, el esclavo yacía en el suelo inerte y desangrado.

Amywiel y yo, habiamos contemplado la escena divirtiendonos por la sangre vertida, y ahora que la yathtallar habia perdido su esclavo, decidio que el duergar podia ser el que ocupara su puesto.

Tras unos cuantos minutos de insultante conversacion con ese inmundo duergar, éste desenvaino su hacha atacandome, el primer golpe me dio de lleno pues no esperaba esa actitud de una raza inferior, pero me compuse rapidamente, saque mi nueva cimitarra que lucía una hoja nueva y bien afilada y luche contra el duergar mientras Amywiel realizaba sus pleagrias para llamar a la valsahress a ayudarnos. Tras un duro combate en el que tanto el duergar y yo estabamos heridos, éste me dio un golpe inesperado, me aleje del combate pues Amywiel se había puesto a golpear al duergar por detrás y me dio tiempo a recuperarme.

Sutilemente, me acerque por detras y descargué mi ira sobre la espalda del duergar, el golpe, aunque amortiguado por la durisima armadura de éste, consiguió derribarle; rápidamente coloque el filo de mi cimitarra al cuello de Hotgar esperando la señal de la yathtallar para que le sacrificara.

Pero ella en vez de asentir, nego con la cabeza, le obligó a prestar juramento bajo una maldicion de Lolth para que le sirviera a ella y a la qu´ellar Do´Vlin como esclavo y él, sin ninguna otra alternativa, aceptó.

Lo que quedaba del viaje hasta la encrucijada fue aun mas tranquilo que la salida de Bel´aragh, Hotgar abria la marcha luchando contra todo lo que osara ponerse en nuestro camino, yo cuidaba del rothé y las provisiones que transportaba y Amywiel paseaba tranquila observando divertida los esfuerzos de su nuevo esclavo.

Tras cobrar la recompensa que arriegar la vida por llevar las provisiones a la encrucijada valía, la yathtallar pagó mis servicios gustosamente y nos despedimos.

Sabía que aunque fuera una shebali, mi valor para con esa yathtallar daría sus frutos tarde o temprano, pues ella ostentaba uno de los puesto mas importantes de la qu´ellar Do´Vlin de Bel´Aragh.

CAPITULO VII: Encuentro afortunado

Tras haber sido de ayuda a la Yathallar Amywiel Do´Vlin e incluso haber recibido un ofrecimiento de pertenecer a la qu´ellar Do´Vlin de Bel´Aragh, anduve por la ciudad descansando gracias a la suma con la que me pago la yathallar. Pertenecer a la qu´ellar, sin duda un atrevimiento en esa oferta, pero mis verdaderas ambiciones no me las podia ofrecer esa qu´ellar, soy sargltin y mi ambicion es ser qu´el´saruk.

Durante esos dias de descanso, me habia cruzado con bastantes personas interesantes, Elwewyn Do´Vlin qu´el´saruk de la qu´ellar, fuerte y ágil, maestro del Draa Velve, aunque un jaluk nunca estara a mi altura, sin duda era un buen sargltin. Alak Abeir, un extraño mago de la casa Do´Vlin, sabia que habia algo extraño en el, pero la magia me es bastante desconocida como para saber realmente que hacia tan extraño a ese mago, sin embargo, sus facciones y corpulencia me eran muy agradables, tal vez si no fuera estupido como los demas jaluks, podria haber yacido en mis aposentos...

Pero ninguno de esos dos encuentros podria compararse al que tuve el ultimo dia de mi descanso en Bel´Aragh, fue en la plaza de la ciudadela, habia salido del cuartel de practicar mis habilidades en la lucha cuando me encontre con aquella jalil, o me encontro ella, pues parecia esperarme.

Mi cuerpo era casi dos veces mas grande que el de aquella jalil, su piel mas clara que la mia, mis ojos rojisimos no se parecian en nada a sus negras cuencas sin pupila y mi acostumbrado semblante serio y firme, diferia del suyo acostumbrado a ser altivo y orgulloso, en parte porque en su pecho lucía un elaborado collar que la reconocia como yathrin y un qu´ilinsar con una araña cruzada con una maza de armas bajo un fondo en verde oscuro.

Yathrin Nedylenna de la qu´ellar Illystin de Usth Natha, asi se me presento mientras yo mantenia la cabeza agachada ante su importancia.
Trasladaba su qu´ellar a Bel´Aragh por motivos que no eran de mi incunbencia y me hubiera ganado un duro castigo si hubiera tenido el atrevimiento de preguntarlo.

Pero y como ya me iba acostumbrando, mi corpulencia y manejo en la lucha parecia ser un punto a favor a los tratos que me daban los habitantes de la ciudadela, Nedylenna me ofrecio acompañarla al Estoque afilado, donde ya me conocian y al que poco a poco me iba acostumbrando.

Alli, en una habitacion privada, Nedylenna me hablo de los planes que la yathrin tenia para con su qu´ellar. Planes, en los que si yo era inteligente, me veria muy bien recompensada. El traslado de la qu´ellar Illystyn a Bel´Aragh se llevaria a cabo tan pronto como la yathrin tuviera el favor de nuestra Ultrine Valsharess, yo seria qu´el´saruk y me dedicaría a la propia proteccion de la futura ilharess. Al fin mis ambiciones de poder eran recompensadas por alguien poderoso e inteligente, solo alguien asi sabria apreciar mis habilidades como lo hizo Nedylenna.

Pero no iba a ser un camino de rosas, ganarse el favor de la Tejedora no es tarea facil, aunque yo como sargltin pocas posibilidades tenia, seria trabajo de Nedylenna, y hasta que la qu´erall no gozara de esos dones, Nedylenna no seria ilharess, y yo seguiria siendo una shebali. Sin embargo, aun siendo shebali,mi condicion cambio positivamente, Nedylenna seria mi malla jabress y yo seria su protegida, bajo el titulo de Draada Eufrosine, lo que me concedia ya amplia autoridad en la ciudad, nadie se atreveria a cuestionar las ordenes de la yathrin Nedylenna y por lo tanto yo seria Draada a ojos de todos.

La malla jabress Nedylenna preparaba sus tareas para complacir a Lolth mientras yo me encargaba de su propia seguridad, pues las hostilidades de las demas casa de Bel´arag, aunque sutiles algunas y violentas otras se hacian sentir, entre otras, los Do´Vlin.

CAPITULO VIII: Las ordenes

A partir de ese dia, mis quehaceres en el cuartel de Bel´Aragh se redujeron al entrenamiento, siendo la Draada Eufrosine, ya no se atrevian a mandarme en patrullas o de caza, eso estaba reservado a jaluks.

Me mantenia siempre cerca de mi malla jabress Nedylenna, protegiendola en la ciudad y en sus viajes, a cambio, ella que parecia tenerme en alta estima parecia tenerme un destino mas glorioso que ser simplemente una qu´el´saruk de la futura qu´ellar Illystyn una vez establecida. Me hacia ir con ella al mallalis templo de nuestra Ultrine Valsharess y me aleccionaba en los rezos. Parecia estar adiestrandome como si de una yathrin se tratara, aunque mi condicion nunca me permitira llegar a esas posiciones, tal vez mi poderosa malla jabress encontraria algo mas util en mi que la simple habilidad en la batalla, sea como fuera parecia saciar bien mis ambiciones, y mientras eso se mantuviera yo sabia a quien seria fiel.

Nedylenna parecia conseguir progresos en cuanto a sus intentos de llamar la atencion de nuestra mallalis Valsharess y me pidio que la escoltara a buscar un buen sacrificio, digno de mostrar a Lolth.
El viaje fue facil, y mi malla jabress parecia darse cuenta de que su eleccion sobre mi no habia sido un error, pues mis habilidades en la lucha contra las hormigas gigantes que se nos hechaban encima parecia complacerla.

Hora tras hora ibamos descendiendo por esos bien logrados agujeros donde las hormigas se amontonaban y mi cimitarra las cercenaba a mi paso. Al final de ese horrible laberinto, llegamos a la gran sala de la falsa valsharess... la reina hormiga, ¡que placer recorria la mirada de mi malla jabress cuando ensartaba el cuerpo de la hormiga con mi cimitarra!
El sacrificio realizado y el camino de vuelta a Bel´Aragh mas tranquilo que la ida, pues las debiles hormigas que aun quedasen vivas parecian huir de las arañas que eramos.

Al llegar a Bel´Aragh, llevaba ya mas de dos dias desde que partimos de viaje sin haber descansado... pero yo lo sabia, mi malla jabress estaba probando mi resistencia y no iba a cesar, como podia, me intentaba mantener ferreamente firme y sin flojear a sus ojos.

En la entrada, la malla jabress Nedylenna que ya observa en mis facciones el cansancio, me dijo que estaba dispensada y que fuera a descansar al Estoque afilado. Que estupida fui de negarle las palabras a mi malla jabress, una orden es una orden y jamas volvere a discreparlas, pues tuve que arrodillarme delante de dos guardias y recibir azotes con el horrible latigo de mi malla jabress, aunque su fuerza es considerable, lo es aun mas mi resistencia y ahogando los gritos de dolor y aguantando el incipiente cansancio que recorria mis musculos, mentuve mi porte mientras recibia mi merecido castigo.

CAPITULO IX: La reunion en la sombra

Paseabamos mi malla jabress Nedylenna y yo por la ciudadela de Bel´Aragh cuando, a las puertas del Estoque afilado, una singular pareja se mostró a nuestro encuentro.

Una jalil que andaba altiva y con la cabeza bien alta, acompañada de un jaluk sumiso a ésta. El encuentro fue algo tenso, la conversacion algo hostil, yo me mantuve al lado de mi malla jabress con mi mano derecha acariciando el mango de mi cimitarra y esperando la orden de mi jabress para abrir un enfrentamiento hostil, pero ella parecia querer sacar otra cosa de la singular pareja.

Alyssza Olth´sa, saludo a mi malla jabress, parecia cansada de un largo viaje y nos pidio donde encontrar un lugar de descanso, Nedylenna le señalo el cartel del Estoque afilado y la jalil, seguida de su jaluk se metieron dentro de la taberna.

Yo ya habia escondido mi cimitarra tras mi manto pues Nedylenna asi me lo habia hecho saber, cuando me indico las ordenes que me tenia preparadas; Mi malla jabress deseaba verse en un sitio tranquilo y lejos de miradas furtivas, con esa jalil que se hacia llamar Alyssza.

Asenti a su orden, y le indique que se sentara en la mesa en que deseara tener aquella reunion. Mis habilidades como sargltin no tienen igual, pero no soy diestra unicamente en ello, y asi se lo demostre a mi malla jabress.

Una vez vi donde se sentó Nedylenna, ne encamine al piso superior del Estoque Afilado en busca de Alyssza Olth´sa y su jaluk. Tras unos minutos de espera rondando los pasillos, les divise en la penumbra.

-Malla yathrin Alyssza Olth´Sa, siento molestarla con mi insignificante presencia, pero su llegada a Bel´Aragh ha sido vista con buenos ojos por alguien poderoso que desea tener una reunion con vos.-

(Sabia que no me merecia tal humillacion, pero tambien sabia que era la unica forma de convencer a una yathrin...)

Preguntó quien era esa persona que queria verla, pero me negé rotundamente a dar tal informacion, sin embargo, le ofrecí un liviano vestido que llevaba en mi mochila, pues la yathrin vestia una desgastada armadura tras su viaje, ademas de predecirle que podria desgutar vino con miel en la reunion por cortesia de esa persona que la queria hablar.

Aunque al principio se mantuvo reacia, el vestido de fina tela y el vino endulzado con miel que yo le prometia parecieron dar resultados y la yathrin accedio a los deseos de mi malla jabress.

(Una vez mas, Nedylenna podria contemplar lo util que resulto y que no se equivoca en tenerme en cuenta cuando aspire a cumplir mis ambiciones de poder...)

Bajé donde se encontraba mi malla jabress y aguarde apartada cerca de la pared mientras Nedylenna se mantenia comodamente sentada. Tras unos minutos, Alyssza bajo por las escaleras luciendo el lujoso vestido que yo le habia suministrado y se sento junto a mi malla jabress.

Alyssza Olth´Sa tercera qu´ellar de Arach´nos acompañada de Easshir, su jaluk, las presentaciones y el vino con miel que se sirvio en la mesa hizo amena la conversacion entre las yathrins, mientras Easshir y yo nos manteniamos al margen observando la sala contra posibles vel´garns.

La conversacion divagó por muchos temas, desde el incipiente poder de la futura qu´erall Illystyn, del porque de su traslado a Bel´Aragh, de las posibilidades que tendria Alyssza si apoyaba la causa de nuestra qu´erall y entre otros muchos temas, de las qu´eralls de Bel´Aragh, los Do´Vlin y los S´larin.

Tras horas de interesante conversacion, el trato quedo sellado, tanto Alyssza como Easshir apoyarian a la qu´ellar Illystyn en Bel´Aragh frente a las debiles qu´ellars que regian la ciudadela, nosotros, con el favor de la Valsharess y una mano fuerte y dura podriamos dominar la ciudadela.
Claro que su aceptacion fue mas clara cuando mi malla jabress le predijo que Alyssza ostentaria el puesto de Yathrin de la qu´ellar, lo que suponia un gran aliciente para ella, Easshir lejos de poder elegir, accedio a lo que ella le encomendaba y ordenaba.

Asi, en la reunion, conseguimos dos nuevos aliados para llevar a cabo nuestro poder en Bel´Aragh.