Los bardos.

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Unairg

Los bardos.

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Se dice que la música posee una magia especial y el bardo demuestra que ese dicho es cierto. Vagar por el mundo, reunir conocimientos, contar historias, hacer magia con su música y vivir de la gratitud de su audiencia: tal es la vida del bardo. Cuando la casualidad o la oportunidad los atraen a un conflicto, hacen las veces de diplomáticos, mediadores, mensajeros, exploradores avanzados y espías.

La música del bardo procede de su corazón. Cuando éste es bueno, el bardo trae esperanza y valor a los oprimidos y se vale de su música, su magia y sus tretas para frustar los planes de los malhechores. Si los nobles de la región son corruptos, el buen bardo será enemigo del Estado, evitando astutamente ser capturado y animando el espíritu del pueblo. Pero la música también puede emanar de un corazón malvado. Los bardos malignos prefieren la manipulación en lugar de la violencia descarada, dominando las mentes y los corazones de los demás y tomando lo que sus extasiadas audiencias les entregan "voluntariamente".

Amigo de todos, el bardo es el más accesible de todos los lanzadores de conjuros arcanos. menos solitario que un mago y menos amenazador que un hechicero. Aunque comparte muchas habilidades con el pícaro, no sigue su estigma criminal. La mayoría de las gentes o bien le dan la bienvenida con los brazos abiertos como un animador con talento, o al menos le toleran como razonalemente inofensivo. El bardo es uno de los personajes que puede moverse libremente en todos los niveles de la sociead y con prácticamente todos los humanoides. Su laúd y ropas estravagantesson pasaporte para cualquier lugar en el que se disfrute con buena música, desde un bosque élfico hasta una madriguera de trasgos.

Algunos roles de Bardo.

Compositor:
Para este bardo, la música es su modo de expresarse, un arte que conecta a gente de todo tipo de precedentes, razas y culturas. A través del lenguaje universal de la música puede mostrar a cualquiera lo mucho que comparten todos aún en este profundo dividido mundo. La mayoría de los no bardos piensan que los compositores están centrados en sí mismos, interesados sólo n exhibir sus más internos sentimientos a todos los que puedan escucharles.

Estudioso: Un buscador y recolector de música perdida, este bardo siempre está al acecho de canciones que nunca haya oído. Cada vez que visita una nueva zona, hace inmediatamente que los habitantes locales canten para él todas las canciones que conozcan. A veces logra reunir una balada perdida a partir de varias versiones parciales recogidas en diferentes regiones. También le interesa la historia contemporánea, por lo que fecuentemente crea nevas canciones que preserven los detalles de los eventos recientes para la poteridad.

Intérprete: Por supuesto, algunos bardos se regodean con la atención. Son estrellas, al menos a sus propios ojos, y siempre están "en el escenario" dondequiera que vayan. Un bardo intérprete es montruosamente engreído, pero con frecuencia de un modo tan desoronadamente abierto que los demás encuentran fácil perdonas sus excesos (por supuesto, el hecho de que sea tan carisático le ayuda). Todas sus acciones están calculadas para hacer que consiga lo que más desea: Más atención.

Cotilla: La mayoría de los bardos aventureros caen dentro de esta categoría. Cotilla puede ser un término que no se apliquen ellos mismos, pero es una descripción completamente precisa de lo que hacen. Un cotilla hace amigos rapidamete. Un día después de su llegada a una ciudad ya sabe más de lo que está pasando que algunos residentes de toda la vida. La gente confía en él tanto porque realmente quiere saber cómo son sus vidas como porque también ofrece libremente información sobre sí mismo. Uniendo sus asuntos con las piezas adecuadas de su repertorio, el cotilla hace que sus oyentes comprendan que otros han pasado por los mismos problemas a los que ellos se están enfrentando ahora. Esto les proporciona un sentido de conexión con aquellos que han estado antes y con los que vendrán después.


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Como veís, esta clase tiene cantidad de variables que pueden hacer la estancia en el juego muy divertida.


Información sacada de "Canción y Silencio: Una guía para pícaros y bardos"
Última edición por Unairg el Mar Jun 24, 2008 6:47 pm, editado 5 veces en total.
Unairg

Mensaje por Unairg »

El bardo y otras clases.

Bárbaro: El bárbaro tiene un agudo aprecio por la música, en especial por lo cantos de batalla, los largos lamentos y los relatos épicos sobre los héroes de la antigüedad. Todo esto es bueno, pero también tiende a ser impaciente con la gente de otras culturas. Esto significa que puede correr a enzarzarse a por un grupo de extraños antes de que tengas la oportunidad de intercambiar un saludo con ellos.

Clérigo: Los cantos litúrgicos y los himnos son una pieza clave en la fe de casi cualquier clérigo. Tu amigo clérigo, sin embargo, con frecuencia cree que esta gloriosa música es en cierto modo un aspecto secundario o periférico de la religión, adecuado en su lugar pero no esencial. Lucha para demostrarle con el ejemplo que este no es el caso.

Druida: La naturaleza está llena de música maravillosa, desde los cantos de pájaros de toda clase hasta el susurrar de las hojas, el aullido del viento, el retumbar del trueno distante o el golpear de las olas en la costa. Mientras más sencilla sea tu música, más le gustará a tu amigo del druida. Aunque su visión del mundo te fascina, su camino y el tuyo tienen poco en común.

Explorador: Los bosques están muy bien en su sitio, pero te volverías loco si tuvieras que pasar toda tu vida en ellos. El druida al menos tiene la excusa de que ha de estar cerca de los animales y las plantas que tiene a su cargo, pero al explorador simplemente le gusta vivir entre la maleza. Por supuesto, lo respetas (algunos de tus mejores amigos son exploradores, pero el pobre debe haber perdido un tornillo.

Guerrero: Los guerreros son la sal de la tierra. Sin ellos, habrías muerto en varias ocasiones (y tu precioso instrumento habría acabado machacado). Los guerreros son espíritus simples que se enfrentan a las mismas labores desagradecidas día tras día, dungeon tras dungeon. Para mostrarle tu aprecio, toca su canción favorita una y otra vez.

Hechicero: En cierto modo tú y el hechicero del grupo sois dos guisantes de la misma vaina. Ambos confiáis en la personalidad, aunque tú prefieres pensar en ello como encanto.

Sin embargo, parece que algunos hechiceros gustan tanto de ser temidos como apreciados, y esto es una lástima. A pesar de todo, apruebas a los hechiceros; si lo impensable ocurriese y no pudieses ser nunca más un bardo, hechicero sería una atractiva carrera para elegir.

Mago: El mago tiene los poderes más maravillosos, pero paga un precio demasiado caro por ellos. Todo ese planear, estudiar, toda esa espontaneidad que debe negarse te volvería loco. Respetas su pericia (conoce más conjuros de los que tú nunca sabrás), pero te compadeces de sus limitaciones. Tan sólo asegúrate de que nunca lo demuestras.

Monje: El monje del grupo te fascina, pero no le comprendes en absoluto. Se dice que en su cabeza, en vez de música se escucha un silencio que en realidad le ayuda a enfocar su espíritu interior. En lugar de volcarse a otras personas para conectarse, él profundiza más hondo en su interior. A pesar de ello, le sonsacas todo lo que puedes. ¡La de canciones que podrías escribir si tan sólo te hablase de su tierra natal y te narrase las leyendas de su orden!

Paladín: ¿Los paladines nunca se toman un día libre? Son las personas más agradables, más amigables, más atractivas y más fascinantes de todas las que has conocido en tu vida (aparte de otros bardos, por supuesto), pero carecen de sentido de la proporción. La vigilancia eterna está muy bien, pero incluso un paladín debería tener un fin de semana para hacer un descanso y recreo de vez en cuando. Sin embargo, hasta que esto ocurra, es tu misión aligerar la carga de tu amigo paladín siempre que puedas con una canción de "Atrápalos y castígalos a todos".

Pícaro: ¡Camarada! Si no eres tan afortunado como para ser bardo, entonces la siguiente mejor clase para elegir es el pícaro. Tienes mucho en común con tu colega el pícaro, como el gusto por el sigilo, y una certera apreciación del hecho de que es mejor evitar una lucha siempre que sea posible. De acuerdo, nunca dominaste esas cosas de ataque furtivo que hace, pero él no tiene tus conjuros, música o excelente aspecto. Claramente, los dos formais una combinación ganadora. Siempre es divertido ir de aventuras con él, en cualquier momento, a cualquier lugar, él sólo puede meterte en más situaciones interesantes (y problemáticas) que el resto del grupo junto.



Información sacada de "Canción y Silencio: Una guía para pícaros y bardos"
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