El explorador.
Publicado: Mar Jul 08, 2008 10:05 pm
Los bosques albergan a criaturas astutas y feroces, como los sangrientos osos lechuza y las maliciosas bestias trémulas. Pero hay alguien más astuto y fuerte que esos monstruos: el explorador, un hábil cazador en ese terreno. Éste sabe moverse por el bosque como si estuviera en su propio hogar (lo está, de hecho) y conoce a sus presas con una profusión de detalles peligrosa.
A pesar de su asociaciión con el bosque, no puede decirse que el explorador haya "echado raíces". Una unión demasiado estrecha con lugares, posesiones materiales y tradiciones no es algo sano desde su punto de vista. Después de todo el cambio es un aspecto fundamental en la naturaleza, y no tiene sentido luchar contra él.
De hecho, el explorador es uno de los personajes más versátiles. Sí, lleva armadura, pero nunca tan ruidosa como la del paladín. Sí, lanza conjuros, pero nunca confía plenamente en ellos para su supervivencia como el mago. Sí, se mueve como la brisa, pero nunca con el miedo que tantos ladrones exhiben ostensiblemente. Aunque el bardo se enorgullece de ser un hombre de mundo, es el explorador quien demuestra discretamente tener un perfecto equilibrio de disciplinas.
La versatilidad del explorador hace de él alguien con amplios conocimientos generales, más que la mayoría de otros personajes, lo cual puede ser tanto un impedimento como una ayuda. No puede infringir tanto daño de un golpe como un guerrero de gran espada que tenga además Especialización en armas o como un mago con una Bola de fuego maximizada. Lo que sí puede hacer es administrar una salvaje ráfaga de ataques de varias fuentes y después resguardarse antes de que su oponente pueda devolverle el favor. Un explorador de nivel moderado puede lanzar tres certeras flechas de un asalto, cambiar de armas y acercarse en el siguiente asalto, y finalmente hacer morder el polvo a su oponente de cuatro golpes de sus dos armas en el tercero. Si el oponente era su enemigo predilecto, puede que el segundo y tercer asalto no fuesen necesarios.
En cierto modo, la mayor fuerza del explorador es el liderazgo. Como el pícaro, con frecuencia explora delante del resto del grupo, donde puede sacar mayor provecho de su dote de Rastrear y de sus habilidades de clase orientadas a los sentidos. Sin embargo, a diferencia del pícaro, no se siente físicamente superado por los encuentros que revelan esos talentos. Al ser el primero en avistar a un enemigo, él debe decidir si acercarse o retirarse, y las vidas de sus amigos pueden depender de la sabiduría de su decisión.

Información sacada de "Señores de lo Salvaje: Una guía para bárbaros, druidas y exploradores".
A pesar de su asociaciión con el bosque, no puede decirse que el explorador haya "echado raíces". Una unión demasiado estrecha con lugares, posesiones materiales y tradiciones no es algo sano desde su punto de vista. Después de todo el cambio es un aspecto fundamental en la naturaleza, y no tiene sentido luchar contra él.
De hecho, el explorador es uno de los personajes más versátiles. Sí, lleva armadura, pero nunca tan ruidosa como la del paladín. Sí, lanza conjuros, pero nunca confía plenamente en ellos para su supervivencia como el mago. Sí, se mueve como la brisa, pero nunca con el miedo que tantos ladrones exhiben ostensiblemente. Aunque el bardo se enorgullece de ser un hombre de mundo, es el explorador quien demuestra discretamente tener un perfecto equilibrio de disciplinas.
La versatilidad del explorador hace de él alguien con amplios conocimientos generales, más que la mayoría de otros personajes, lo cual puede ser tanto un impedimento como una ayuda. No puede infringir tanto daño de un golpe como un guerrero de gran espada que tenga además Especialización en armas o como un mago con una Bola de fuego maximizada. Lo que sí puede hacer es administrar una salvaje ráfaga de ataques de varias fuentes y después resguardarse antes de que su oponente pueda devolverle el favor. Un explorador de nivel moderado puede lanzar tres certeras flechas de un asalto, cambiar de armas y acercarse en el siguiente asalto, y finalmente hacer morder el polvo a su oponente de cuatro golpes de sus dos armas en el tercero. Si el oponente era su enemigo predilecto, puede que el segundo y tercer asalto no fuesen necesarios.
En cierto modo, la mayor fuerza del explorador es el liderazgo. Como el pícaro, con frecuencia explora delante del resto del grupo, donde puede sacar mayor provecho de su dote de Rastrear y de sus habilidades de clase orientadas a los sentidos. Sin embargo, a diferencia del pícaro, no se siente físicamente superado por los encuentros que revelan esos talentos. Al ser el primero en avistar a un enemigo, él debe decidir si acercarse o retirarse, y las vidas de sus amigos pueden depender de la sabiduría de su decisión.

Información sacada de "Señores de lo Salvaje: Una guía para bárbaros, druidas y exploradores".