Página 1 de 1

Abisail Nulen en "El estoque afilado"

Publicado: Dom Ene 11, 2009 1:40 am
por Luisblasco
Nombre: Abisail Nulen
Sexo:Varón
Raza:drow
Clase:mago
Alineamiento:Chungo... ¿te esperabas otra cosa?

Abisail, ligeramente recostado en la butaca, mira sin ver a la clientela de "El estoque afilado". Tras él, sentada en el suelo semioculta, su yingil devora lentamente un pedazo de pan de hongo blanco atenta a todo lo que ocurre en la sala.

"Vuestro vino, faern"

La voz de Legebril le saca de su ensimismamiento. Su hermano mayor era el encargado del local. Siempre había sido ignorado por él (cuando no despreciado abiertamente) pero de un tiempo a esta parte su actitud se había tornado complaciente, casi servil. Esto era así desde que Abisail entró en la taberna acompañando al sequito de la yhantallar Sisel y fue invitado a compartir mesa con ella ante los atónitos ojos de su hermano mayor. Desde entonces disfrataba con la adulación de su hermano.

Tomó tres monedas de su bolsa y las lanzó con desprecio sobre la mesa. Dos quedarón con el simbolo de Loth hacia arriba, la tercera mostraba el escudo de Menzoberranzan. Lentamente Abisail tomo al tercera moneda y la giró.

"Tres arañas, Loth siempre vence" -dijo el mago, repitiendo la fórmula ganadora de un juego infantil drow.

El camarero tomó las monedas con una mueca de fastidio por el recuerdo de la infancia compartida y la actual diferencia de fortuna. Hizo una reverencia y se retiró tras la barra.

Abisail miró con desconfianza la botella de cristal tallado a juego con una delicada copa.

"Skua, tu taza."

La yingil rebusca rapidamente en su mochila y al momento alza hacia el mago un pequeño cuenco de latón. Abisail vierte un par de dedos de vino en él.

"Gracias amo."

La svniferblin bebe el vino de un trago y se limpia con la manga del jubón. El drow llena lentamente su copa mientras observa a Skua de reojo. Nada extraño. Bebe lentamente. Porta un amuleto de salud que le inmuniza a venenos, pero el sabor amargo del vino envenenado en el paladar le desagrada sobremanera y prefiere utilizar el metodo tradicional de dar de beber a su esclava. Le resulta sin duda más emocionante.

Ahora se puede permitir este tipo de excentricidades. Es uno de los shebalis más ricos de Bel'aragh y por ello debe ser más prudente. La alquimia, el encantamiento de gemas y el saqueo de las guaridas de herejes de Kiaransalee dejan buenos beneficios. Ya han pasado cinco años...demasiado poco tiempo en la vida de un drow y una eternidad en la de un mago ansioso de conocimiento. En ese tiempo habia alcanzado gran soltura con el Arte, mucho más de la que alcanzó su mediocre tío y maestro antes de recibir una hacha duergar en la espalda. A veces pensaba que su progreso se debía más al favor de Azut que a la voluntad de Loth ya que seguía siendo un shebali. Un plebeyo nada más, pero esta condición que al principio le torturaba en lo más intimo había dejado de preocuparle con el tiempo. Había empezado a ver todo con distintos ojos.

Guardaba para si verdades descubiertas que jamás podrían salir de su boca pues serían su sentencia de muerte. Pensaba, por ejemplo, que la mayor parte de las hembras, sacerdotisas incluidas, no erán más que carroña encumbrada por la voluntad de Loth. El hecho de que estuvieran al mando del Inframundo era prueba del poder infinito de Ultrine, que podía mantener a una casta de ineptas al mando de la raza drow destinada a dominar Faerum. Cegadas por su orgullo y vanidad la mayor parte de ellas no serían capaces de ver el brillo del talento aunque bailara ante sus ojos. ¿Y las sacerdotisas? Criaturas pusilánimes dedicadas las más de las veces en vigilarse entre ellas más que en extender el Imperio de Loth. La mayoría no son más que quemadoras de incienso y gemas ante una diosa voluble que las ha encumbrado en un acto de divina locura.

Toma otro sorbo de vino. Un svniferblin cruza la sala sigiloso cargando un saco a la espalda. Llega hasta la chimenea y deposita cuidadosamente la carga en le suelo, saca piedras de carbón que coloca una a una sobre las mortecinas brasas. Ignorado por los elfos saca de una cajita unas plumas de styrge que deja sobre un brasero. Al momento una leve fragancia mezcla de sangre y luurden inunda la estancia.

El aroma le resulta evocador. Plumas de styrge se consumían en la alcoba de su madre agonizante cuando su tío les hizo llamar hace ya muchos años. Allí quedarón los tres hermanos a los pies de la cama de la madre que en su agonía se maldecía de sólo haber traído al mundo varones y de que la única hembra fruto de su vientre hubiese nacido muerta. Era por este último mal parto que la madre se desangraba por dentro desde hacia una semana.

La hembra palida los miró con un mezcla de asco hacia ellos y lástima de si misma mientras exalaba su última aliento. El menor de los hermanos rompió a llorar quedamente. Él por su parte no sintió un pesar espacial, quizás había sido con su madre con quien primero aprendió la lección sobre la ineptitud de las hembras. No obstante sintió la incertidumbre sobre su futuro. Una sonora bofetada de su tío acabó con el llanto del hemano pequeño y le sacó de sus pensamientos.

"Vuestra madre ha muerto intentando traer al mundo a una hembra. Loth estará complacida y ahora mismo estará recibiendo el alma de vuestra madre para devorarla y fundirse con la Diosa. Eso es motivo de gozo."

De la pequeña fortuna de la madre, comerciante en la ciudad, la mitad fue entragada por el tío a la casa de Olathurl para un "entierro digno". En realidad lo que el viejo drow hacia era comprar la libertad de sus sobrinos huerfanos en un raro gesto de generosidad que se cobró qudandose el resto de la herencia. No tardó en colocar a Legebril como ayudante en "El estoque afilado", en mandar al menor con unos parientes a Ched-Nasad y en tomar a Abisail como aprendiz. No habían pasado desapercibidas a ojos del mago las aptitudes para lo arcano de su sobrino.

Tres hembras entran en el salón. El murmullo cesa al instante. Una es sacerdotisa y lleva los colores plata y negro de la casa de Myrlotar. Una de las hembras se acerca a una mesa ocupada por dos oficiales varones del templo, les hace una seña. Los machos toman sus copas y con la mirada clavada en el suelo dejan rápidamente libre la mesa a la yhatrin y sus acompañantes. Toman asiento en silencio y comienzan a conversar... el murmullo vuelve a la sala.

Abisail reconoce a la sacerdotisa. Es la misma que tras la muerte de su tío en una patrulla que acabo mal, llegó a su laboratorio para hacer efectivo un embargo por supuestas deudas contraídas ante la casa Myrlotar. Nada podía hacer un aprendiz frente el poder de la segunda casa de la ciudad. No pudo más que tomar un fardo con un par de pociones, un puñado de monedas, una varita y sus mínimos conocimiento de magia. Hacia de esto sólo cinco años... pero parecía una eternidad.

La sacerdotisas de la ciudad siempre habían mostrado un talento especial para el expolio y la extorsión de los de su propia raza. Habilidades que serían más valorados por Abisail si fueran acompañadas de un mínimo talento para controlar el territorio para Loth. No habían sido capaces de acabar con la insurreción de los svniferblins, ni de asegurar el paso al tráfico de caravanas amenazado de continuo por los saurios, ni siquiera hacían nada por evitar las cada vez más frecuentes bajadas de saqueadores de la superficie a los depositos de gemas y mineral.

Abisail apuró la copa. Esas eran sus taréas. Sobre sus hombros de plebeyo. Servir a Loth donde deberían servir las casas nobles. El trabajo de muchos a cargo de un faern solitario. Si esa es la voluntad de Loth así se hará. Bien sabía como drow que todo inicio y todo final tienen su origen en la muerte que regala Ultrine. Su vida como mago empezó con la muerte de su tío y acabará cuando Loth le regale el descanso final.

"Bel'la Loth"

Publicado: Dom Ene 11, 2009 11:29 pm
por artero
Muy buen relato Abisail ,espero que no levantes ampollas entre las sacerdotisas :twisted:

Publicado: Lun Ene 12, 2009 12:57 am
por Luisblasco
No existen las sacerdotisas. Eran criaturas gloriosas y temibles de tiempos pasados, como los tiranosaurios rex para que me entiendas.
Una pena...lo de los tiranosaurios :cry:

Publicado: Dom Ene 18, 2009 8:13 pm
por Nathaniel
Me ha gustado mucho, ademas que ampollas vas a levantar, no hay nadie a quien ofender, no?, eso o estan muy escondidas....mejor asi, si no entrara alguna despues de un año sin jugar y encima se te meara en el tiesto, estamos mejor solos ;)

Re: Abisail Nulen en

Publicado: Jue Feb 19, 2009 11:58 pm
por DarkBlade
Sin palabras(o letras)...muy bueno,digno de una novela :D

Re: Abisail Nulen en

Publicado: Vie Feb 20, 2009 4:25 am
por Malar
Maravilloso.