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Fuera de lugar, historia del joven Bandy.

Publicado: Jue Feb 12, 2009 10:44 am
por varang
//Bien, la idea sería dar a conocer la historia del pj poco a poco con textos cortos.
Aquí viene el primero.


En una noche de tormenta es fácil para un depredador capaz acechar a su presa. Sus únicos enemigos son los destellos de los rayos cercanos que pueden delatar su posición y su ansia por obtener el premio. Se había acercado por detrás del edificio, pegado al muro. Su piel oscura parecía aliarse con las sombras de la noche; sus pisadas, apenas eran audibles gracias al sonido de la torrencial lluvia. Avanzó un par de pasos más, acercándose a la esquina, los últimos pasos antes de saltar sobre la presa son los más importantes, el depredador establece contacto visual directo con la presa, si ésta se girase podría ver lo que se le viene encima y, si el depredador no está atento, se quedará sin premio.

Ahí estaba la presa, desprevenida, relajada incluso, resguardándose de la tormenta en la esquina de la casa. A su espalda, a apenas 2 zancadas, el ansioso depredador. Afianzando sus extremidades traseras al suelo, tensando los músculos, preparándose para el ataque.

En el mismo momento en el que un rayo cruzaba el cielo, el sonido del trueno llegó acompañado de un rugido hasta la los oídos de la presa. Los demás enanos del hospicio de Marzhammor que se encontraban en las cercanías escucharon tan solo los gritos:

- ¡Por las barbas de mi santa madre, chiquillo! ¿es que no tienes otra cosa mejor que hacer? -el enano hablaba en su lengua natal, era la única que Bandy entendía- .

- No, no hay nada mejor que asustar a Legnar, no, no!- el chiquillo reía y saltaba alejándose del enano que le amenazaba con salir tras él-.

- ¡La madre que lo...!

Legnar corrió tras el crio, pero cuando sólo había dado tres pasos el chico ya se había alejado seis y torcido la esquina, vio entonces lo inútil que sería intentar cazarlo. Se detuvo y alzó el puño mientras gritaba:

- ¡Un enano no olvida renacuajo! ¡y recuerda que sé dónde vives!

El enano volvió a su puesto junto a la puerta de la entrada del hospicio y volvió a alzar la voz, esta vez hacia sus camaradas:

- ¡No sé qué os hace tanta gracia!- comentario que, como era de esperar, provocó aún más risas-.

Lo que el enano no esperaba, era encontrarse con una bolsa de cuero maltrecha junto a la esquina donde solía apostarse. Marmulando y maldiciendo aún al niño que le había dado el susto, se agachó, recogió la bolsa y miró en su interior. En ella habían un montón de monedas, no un tesoro, pero si una cantidad considerable. Alzó la vista al momento y vio al crio torciendo la otra esquina el edificio. El orgulloso enano, borró la sonrisa de su cara al momento, carraspeó y zarandeo su cabeza:

- ¡Brrrbr!… ¡No siempre te van a salvar unas monedas renacuajo! -dijo esto mirando al cielo y alzando la voz para que el muchacho, que debía de estar al otro lado del edificio le oyese-.


Un mes lleva este niño Khultano viviendo con los enanos del hospicio de Marzhammor. Un mes peleándose con Legnar por su negación en rotundo a dormir en otro sitio que no sea el cobertizo, rodeado de cajas. Alejado de todos y todo lo que conoce, desde que escapó de su cautiverio Calishita, la lengua enana es lo único que reconoce en estas tierras norteñas.

Re: Fuera de lugar, historia del pequeño Bandy.

Publicado: Vie Jul 24, 2009 5:45 pm
por varang
Diez años han pasado ya desde que Bandy jugaba a asustar al enano

El sol ha caído hace ya unas horas. Nos encontramos en una posada de Merzo,
capital de Khult. El posadero, atareado en organizar el acondicionamiento de las
habitaciones que han quedado libres esa misma noche, interrumpe su trabajo en
cuanto una pequeña figura encapuchada entra por la puerta. Apresurado, se
esconde bajo el mostrador a la vez que llama la atención de la figura.

- ¡Señorita, apresúrese! ¡Venga! El joven que la acompañaba ha vuelto esta
noche.
- ¿Bandy? ¿Dónde está?- dijo preocupada-.

La elfa se apresuró hasta llegar a la barra. El tabernero apareció de nuevo con un
pequeño libro con las tapas maltrechas en las manos. Era el diario en el que Sylbeth
hacía a Bandy escribir siempre que fuese posible para practicar su escritura durante
el viaje que les habia llevado desde la lejana Marca Argentea hasta la península salvaje.
Ella lo reconoció al instante y se lo arrebató de las manos mientras el tabernero,nada
tranquilizador dijo:

- Dejó esto para usted, dijo que leyese lo último escrito. Parecía que algo no
iba bien.

En pocos segundos, Sylbeth leyó lo que el posadero le había indicado.

- ¡La Cala del Eclipse! ¡Cómo llego allí! – más que a pregunta sonó a amenaza-.

Una vez obtenidas las indicaciones, subió a sus aposentos, al poco rato bajó. La bella y delicada
elfa que habia subido las escaleras, era ahora una guerrera, con armadura a medio poner,
espada y escudo a la espalda. De una embestida que casi la desencaja, abrió la puerta de la
posada ante la atónita mirada del posadero.

Re: Fuera de lugar, historia del pequeño Bandy.

Publicado: Vie Jul 24, 2009 5:50 pm
por varang
Este es el diario del que Sylbeth sólo leyó las páginas que hacían referencia a los días que no había pasado junto a ella.


Tantos años pensando en volver a casa, en buscar a mi madre… ahora que estoy en pleno viaje, tengo la
sensación de estar alejándome de eso mismo.

Tengo tantísimo que agradecer a tantos… me pregunto si son conscientes de lo que han hecho por mí.
Maestros y amigos. Ya los echo de menos a todos. Vuelvo a casa y sin embargo no puedo parar de pensar en
todo lo que dejo atrás. Supongo que es porque a penas recuerdo nada de mi tierra, sólo las enseñanzas de mi
madre… mi madre… ¿cómo era su cara?

Ni en mi recuerdo más reciente logro ver su cara, veo la jaula, esos fríos barrotes que me oprimían el pecho,
los perros ladrando, los gritos del guardia acercándose… pero a ella no, sólo su mano, empujándome para que
no volviese a entrar en la jaula donde nos encerraban por las noches.

¿Conseguiría ella escapar también? Seguro que esa noche no. No conseguimos abrir hueco suficiente para ella.
Pero es la mujer más fuerte de Khult, ganaba todas las peleas para ese cerdo Calishita. Recuerdo que me decía
que yo era quien le daba fuerzas, ahora comprendo que lo hacía para que a mí no me hiciesen daño ¿me llevé
conmigo su fuerza para luchar? Ojalá la esperanza de volvernos a ver, le haya dado tantas fuerzas como a mí.

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No sé cuantos días llevamos de viaje, ahora me empiezo a dar cuenta de lo alejado que estoy de Khult, ni
viajando gracias a los Dones de Silvanus hemos conseguido llegar aún a Calimshan

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Creo que estamos perdidos, sólo sabemos que tenemos que ir al sur-suroeste, pero no hay indicaciones en los
bosques…

Ahora me acuerdo de mis maestros, ellos no necesitan caminos para guiarse, es más, les estorban, incluso les
molestan a la vista. Tengo que recordar lo que me han enseñado, aplicarlo. Eso es, dejar de pensar como un
hombre, ahora tengo que hacerlo como un ser del bosque. Un animal no necesita carteles para orientarse, un
árbol no necesita contar los días para saber en qué estación se encuentra, abrirme camino como un río.

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Todo ha salido bien, de momento. Una vez hemos llegado a una zona cercana a Cálim, Sylbeth se ha convertido
en el guía. Hemos conseguido un pasaje para ir a Mezro desde Puerto Cálim sin muchos problemas. Creo que me
hubiese vuelto loco intentando orientarme yo solo en esta urbe. Recuerdo que Lissy mencionaba mucho este
lugar. A mí siempre me ha causado repulsión y creo que ahora más. Los esclavistas que nos cazaron como a
animales eran Calshitas. Hay muchos hombres en esta zona portuaria que se parecen a él, al jefe de los
esclavistas que nos destrozaron la vida. Cuando me miran, aunque sea de reojo, tengo la sensación de que me
reconocen. Sé que solo son imaginaciones mías, aun así, no pienso soltar la empuñadura de mi arma cuando
pase cerca de ellos… casi desearía que alguno me reconociese, que alguno de ellos fuese Él… y poder sacarle a
golpes qué hizo con mi madre.

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He conocido a un grupo de aventureros en el barco, dicen ser de Azhkatla, han oído que los Batiri, son un
problema constante en estas tierras, venían con la intención de hacer algo de oro a golpe de espada. Pensaban
que sería pan comido, pero se han llevado una buena decepción al escuchar cómo son los trasgos de por aquí.
No les va a resultar tan fácil. Dos de ellos intentaron hacerse amigos míos, por mi aspecto, creían que era un
explorador de estas tierras; pero en cuanto supieron que soy casi tan extranjero como ellos, han dejado de
mostrar interés.

Esto me ha hecho pensar, vamos a necesitar un guía, la selva no es tan “inofensiva” como los bosques del
norte, aquí, hasta las plantas comen personas. Aún recuerdo lo sencillo que me parecía sobrevivir al principio,
en los alrededores de Nevesmortas, o lo débiles que me parecían los Batiri de por allí. Esto va a ser una prueba
bastante dura.

Espero manejar el hacha como Anager, integrarme en el entorno como Aranel y Kirath, combinar instinto y
raciocinio como Sylbeth siempre intentó que hiciese… y por los dioses, correr como Shouzen cuando vea algún
dinosaurio.

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Nos hemos encontrado con el grupo de aventureros que conocí en alta mar, están alojados en la misma posada
que nosotros. Tienen pensado salir a explorar las cercanías de la ciudad, me han invitado a acompañarles, les
he dicho que no, pero pienso seguirles, sé algo que ellos no saben, y no me conviene viajar con personas que
no conozco, si cometen alguna imprudencia lo pagarán con su vida. No conocen a los Ytepka, no son tan
diplomáticos como los Arpistas.

Sylbeth me ha dado permiso para seguirles y hecho prometerle que al mínimo atisbo de peligro volvería a la
ciudad. Sabe que no es una buena rastreadora y sabe que necesitamos conocer el terreno. Le he explicado
quienes son los Ytepka, coincide que conmigo en que, con suerte, me encontraré con uno de ellos y quizá
pueda pedirles ayuda.

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Estaba en lo cierto, en la tercera mañana desde que el grupo partió, he visto a un explorador Ytepka
siguiéndoles la pista, deja rastros demasiado visibles para ser un explorador experto, recuerdo que mi madre se
refería a ellos como los “vigías fantasma”… algo no encaja. Quizá los deje a propósito, es lo más probable, no
creo haberme convertido en tan buen rastreador. Si es así… ¿por qué lo hace? ¿una distracción para mantener
mi atención en ellos?

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Hoy he estado más atento a mis rastros que a los suyos, cuando grupo y rastreador se han detenido a comer,
he vuelto atrás y he retomado mis pasos. He oído algo a mitad de camino. Me sigue un segundo rastreador,
estoy casi seguro de que no me ha visto, creo que no sabe que sé que me sigue. Quizá sea una táctica de los
Ytepka… muy hábiles, no hay duda. Seguiré como antes, a ver a dónde nos lleva esto.

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Hoy han abatido a un grupo de 10 Batiris, no han tenido mucho problema en hacerlo, están bien coordinados,
se nota que saben cazar en manada y llevan tiempo juntos. Aun así, creo que se han confiado demasiado, a
penas se han molestado en borrar sus huellas. Si un grupo de Batiri ve lo que han hecho, les seguirán y les
darán caza, no sé si adelantarme y advertirles, si lo hago me descubrirán. El Ytepka debería de ser quien les
avisase. Voy a permanecer escondido, a ver qué pasa.

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Hoy he perdido el rastro del Ytepka, pero aún sigo al grupo de aventureros, creo que los ha dejado de seguir
porque están volviendo. Supongo que, o tiene mejores cosas que hacer, o bien se avecina la represalia de los
batiri y no quiere interceder. Esta noche no haré nada, pero mañana, cuando amanezca, me acercaré al grupo
para advertirles de lo vengativos que pueden ser los batiri para que aceleren la marcha y se anden con ojo.

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Esta mañana me he acercado, quizá demasiado, pero tenía que ver qué eran esos ruidos de pelea. Estaba a
punto de encontrarme con ellos de frente, preparado para ayudarles, con mis armas a punto, pero una vocecilla
ha resonado en mi cabeza, haciendo que me detuviese un momento antes de entrar a soltar golpes a diestro y
siniestro y me parase a ver qué ocurría. Menos mal que escuché a esa vocecilla.

No eran batiri contra lo que luchaban, era contra una pantera. Me sorprendió gratamente que no quisiesen
matarla, por eso tanto alboroto. Querían capturarla con vida. Lo que vi después de que la capturasen me
sorprendió también, para mal esta vez. Tienen un prisionero, le han tapado la cara y atado de pies y manos,
por sus ropas diría que es el Ytepka .

No sé qué hacer. Por un lado, es normal que sospeches de alguien que te lleva siguiendo días y no reacciones
amigablemente contra él. Voy a esperar un poco, a ver qué pasa, a ver qué hacen con ellos. De todas formas,
son demasiados, no podría contra ellos.

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Mantengo una distancia más que prudencial con ellos, pero hoy me acerqué un poco para escuchar con claridad
los gritos. Se escuchaban golpes de látigo; le preguntaron por su aldea; pero no respondió, amenazaron
también al animal, pero tampoco hubo contestación. Luego he escuchado algo que prefiero no imaginar qué es.
Tengo que hacer algo, no sé qué aún, pero no puede esperar mucho. Por lo que he escuchado, esta noche
sólo pararán un rato para recoger sus cosas de la ciudad y seguirán camino, quieren llegar antes del amanecer
a algún sitio al que se refieren como “la cala del eclipse”.


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He seguido a los dos que han ido a la ciudad, mientras recogen sus cosas voy a aprovechar para escribir estas
últimas líneas que serán para ti. Sé que te prometí que no me metería en problemas, pero no puedo dejar que le
hagan eso a ese explorador y si espero a que vuelvas, será demasiado tarde para él.

Voy a seguir a ese grupo de desgraciados e intentaré liberar al Ytepka. Espero que comprendas por qué voy a
hacerlo. Pero soy realista, sé que no va a ser fácil, seré precavido. Te dejo un dibujo del lugar donde se
encuentra el campamento. El nombre del lugar a donde se dirigen está en lo que escribí ayer.
Sé que me encontrarás y sé que vendrás aunque te pida que no lo hagas. Nos veremos pronto madre.
Te quiero.

Bandy.

Re: Fuera de lugar, historia del pequeño Bandy.

Publicado: Vie Jul 24, 2009 9:52 pm
por _Gominolas_
No hay manera con este crio!!XD (muy buena las historias ;) ), abrigate y come bien y no hables con extraños y y y... :P

Re: Fuera de lugar, historia del joven Bandy.

Publicado: Sab Feb 06, 2010 3:58 pm
por varang
//Musiquilla de fondo http://www.youtube.com/watch?v=BdGeA2lTnvs

Sangre, la tierra huele a sangre, a muerte. El viento arrastra la furia de la madre por sus hijos asesinados.
Hasta los ríos parecen teñirse de rojo al atardecer. Sólo aquí, en lo más profundo del bosque, corriendo
junto a mi hermano entre la espesura, cazando juntos, como los dos hambrientos carnívoros que somos,
durmiendo en el cobijo de alguna cueva, como animales, como seres libres de toda obligación que no sea vivir,
sólo aquí he conseguido perder el miedo; el miedo al fracaso de esta empresa, a la muerte de todo lo que
me importa, incluso a la mía.

Sólo soy un insignificante animal que va a luchar por cosas que no termina de comprender. Mi muerte no será
importante, pero si no voy, mi vida tampoco lo será. Es la hora de reunirme con aquellos que ahora me llaman
hermano para mostrarle nuestros colmillos a la muerte.

Atrás dejo a una persona a la que llamo madre, a sus hijos a los que llamo hermanos. Ella no lo entiende, no lo
apoya, pero qué madre lo haría.

Antes de salir del bosque de Nevesmortas, detengo mi carrera, corro usando pies y manos, así que no necesito
agacharme para que mi frente y la de mi hermano D’Leh se unan, nuestras miradas se encuentran, nos entendemos.

Es un animal orgulloso y mal carado, no voy a obtener de él ninguna muestra de cariño. Sólo un gesto brusco
con el que se separa de mi para luego alejarse entre la espesura y desaparecer. Lo último que sé de ese tigre
es el sonido de un rugido de furia y tristeza. Si fuese una persona, seguramente hubiese dicho algo así como
“más te vale volver vivo”.

Paso junto al campamento en el linde sur del bosque. A penas quedan miembros de la tribu, todo hombre y mujer
capaz de luchar se ha ido a Felbar. Paso por delante, me ven, aunque yo no les miro, no quiero que vean mi cara,
mi gesto no debe ser muy alentador, no quiero que se desanimen aun más. Cuando ya me he alejado de ellos
escucho un grito unísono de los que quedan en el campamento en esa lengua norteña tan característica. No sé lo
que dicen, pero me hace sentir mejor, lo dicen una y otra vez, deben de ser ánimos.

Después de un rodeo paso por la zona este de la villa. Ahí están mi madre y mis hermanos, en el jardín de la casa,
jugando. Miro al cielo, tomo aire y decido acercarme para despedirme, pero cuando bajo la vista ya no están; no
hay nadie en la casa, hace tiempo que no. Qué tonto, lo había olvidado.

Me encamino hacia el portal mágico que ha de llevarme a la fortaleza enana, sólo es un viaje de ida. Pienso volver
a pie, con mis hermanos y con los demás: arcanos, caballeros y todo el mundo que se ha implicado en esto. Soy
uno más, cada uno tiene sus razones, su historia. La mía es una de tantas. Veremos cómo acaban.