Hsitoria de Iruss Oira

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Oira
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Hsitoria de Iruss Oira

Mensaje por Oira »

Por aquel entonces, en bosque alto, corrian buenos tiempos. Los arollos cercanos se llenaban del griterio de los niños y jovenes que se acercaban para jugar, o tan solo disfrutar de aquella paz y serenidad que en aquel lugar habia. Las mujeres mas ancianas, se reunian los patios traseros para charlar y recordar a las viejas glorias del lugar.

Bosque alto se situaba al final de las montañas, desde el pico más alto se divisaban grandes ciudades y pueblos, pero lo que mas les gustaba a sus habitantes era aquel silencio y binestar que se respiraba, alejado del bullicio de las cuidades.

El pueblo era gobernador por un viejo elfo al que todos querian y respetaban. Nunca fue tratado como a un ser superior, pues el decia que todos y cada uno de ellos, debian recibir los mismos alagos y el mejor trato posible, pues a los ojos de aquellos elfos, nadie era mejor que nadie.

Cada dos lunas se hacia celebraciones, cualquier cosa era buena excusa para reunir al pueblo.. bodas, cumpleaños, partos de la vaca del granjero y todo era debidamente festejado.

Recuerdo una de aquellas fiestas. La hija mayor del Gobernador Biddel contraia matrimonio con un joven muy apuesto al que habia conocido en una competicion de tiro de piedras en la charca.
En las grandes mesas habia de todo.. boroñas de pan, cuencos de maiz, grandes ensaladas, y las mejores carnes y pescados que jamas hubiesen comido. Aunque siempre todos esperaban ansiosos los postres que el señor buguert confeccionaba hasta el mas minimo detalle.
La tarta nupcial de la hija Biddel, media casi metro y medio de largo. Se componia principalmente a base de bizcocho y grosellas, con trozos de fresa, recubriendo estas con palos de chocolate haciendo la forma de corazones.

El gobernador Biddel se veia muy contento, en su rostro reflejaba una gran sonrisa, no paraba de aplaudir y vitorear cada carcajada y movimiento de felicidad que su querida hija desprendia.

A su lado como siempre estaba la menor de las hijas de la familia. No se separaban un solo momento, incluso el mismo le daba clases. le enseñaba a empuñar la espada, a defenderse de cualquier ataque, le daba clases de sociedad y educacion y mientras daban largos paseos por la zona, el le relataba sus hazañas.
Todos sabian que aquella pequeña era la viva imagen de su padre. Su gran orgullo. Seria ella quien le sucediera a su padre en el cargo que ocupaba.

Pero muy a nuestro pesar no todo fue paz y gloria.

Aquel muchacho que tanta felicidad habia dado a la hija de gobernador, resultó ser un espia, un traidor enviado por el mayor enemigo de Biddel, para infiltrarse en su familia. Hacia decadas que nada se sabia de ellos, aquellos que guardaban las criptas y no dejaban descansar en paz a nuestros antepasados.

Una noche al término de la cena, el gobernador sin mediar palabra, abandonó el comedor y se dirigió a las caballerizas. Todo estaba preparado, aquel dia la joven Oira cumplia su mayoria de edad y por ello su padre habia encargado traer una yegua blanca y pura, pues ella le habia insistido.

Onduler salio tras el, y le siguió hasta llegar al pasillo que les llevaria a los establos. Al cabo de un rato, mientras los demas charlaban en el comedor, fuera se escucho un relinche a lo que la joven Oira se levanto velozmente de la silla, y avanzó a gran paso hasta llegar a los establos.
Cual fue su sorpresa, cuando al llegar Ordules sostenia en su mano derecha la cabeza de la yegua blanca y en la mano izquierda la espada de su padre. su vengadora sagrada...
Su padre, arrodillado en el suelo y con las manos entrelazadas, suplicaba a su yerno que no le hicera daño, que se llevara lo que quisiera, pero que por favor no tocara a su familia.
Onduler comenzó a reirse, sus carcajadas podian oirse a lo largo del bosque, aquel sonido se convertia en un ruido aterrador, mienras la joven Oira permanecia quieta, con la mirada fija en la yegua, perpleja por lo que sus ojos contemplaban.

Las risas cesaron, Onduler Tomó en brazos a la joven Oira mientras de seguido su padre intento ponerse en pie. Dos hombres encapuchados aparecieron por detras de el, le ataron de pies y manos y lo metieron en un carruaje que aguardaba a las puertas del establo.
Cuando el resto de la familia apareció ya era demasiado tarde. Padre e Hija habian desaparecido.

Una nota habia en la boca ensangrentada de la yegua. No busqueis, pues solo muerte hallareis.

Aún no consigo entender como logré escapar de allí, ni que fue de mi padre, no se si esta vivo o muerto. Desperté a las puertas de un templo. No conocia el lugar, las calles estaban desiertas, era de noche, el aire para mi resultaba axfisiante, sin duda no estaba en bosque alto. Mis ropas estaban sucias y rotas y un gran dolor invadia mi cuerpo desde la nuca hasta donde la espalda pierde su nombre.

Las puertas del templo se abrieron. Una mano avanzó hacia mi, como si me la tendieran para ayudarme. Por un momento pensé que estaba muerta, pero aquello mas bien parecia un infiero y no el paraiso del que mi padre me habia hablado. Agarré la mano y me puse en pie. Sentí como tiraban de mi pues mis piernas flaqueaban.

Dormi durante dias y al despertame una mujer estaba setnada a los pies de la cama. Intenté levantarme, pero al hacerlo sentí como si un puñado de agujas se clavaran en mi espalda, tenia manos y pies vendados y senti como si mi cabeza fuera el centro de una gran tormenta. La mujer se puso en pie, y fue hasta la comoda mas proxima, cogio unas vendas limpias y las cambio por las otras para curar mis heridas. Ambas permanecimos mudas, yo me fijaba en sus ojos, se paraecian a los de mi madre, ese brillo que la distiguia de las demas, que me aliviaba en los omentos trites de mi niñez y eso.. me tranquilizó.

Pasó mucho tiempo hasta que consegui levantarme de la cama y dar unos pasos. Aquella mujer me contó como me habia encontrado, me dijo que aquel lugar se llamaba Nevesmortas y que ahora ya estaba a salvo.
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Oira
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Mensaje por Oira »

SEGUNDA PARTE


A lo largo del tiempo fui conociendo el lugar, sus habitantes parecian bastante amables conmigo, siempre salia a dar largos paseos por los bosques de nevermostas, quizás lo hacia para sentirme cerca de mi pueblo, recordar a mi familia, y supongo seguir con las tradicciones de mi pueblo.

Me sentia bien el lugar, aunque en mi interior algo sufria. Cada vez que intentaba echar la vista atras, y recordar lo que habia pasado con mi padre y aquellos bandidos, los truenos aparecian de nuevo en mi cabeza. Decidí por ello, intentar olvidarlo.

He conocido a muchos, he entablado amistad con otros, y tambien he conocido el miedo al hablar con algunos, pero aun no he encontrado a esa persona que llene el vacio que sientro en mi alma.

Uno de los ultimos viajes que hice con mis amigos, dio giro de 90 grados a mi vida. Nunca hubiera pensado, que lo bueno podia pasarme a mi. Despues de lo sucedido con mi padre, perdi toda esperanza de encontrar felicidad, de volver a sonreir de nuevo, de tener algo en lo que pensar que no fuera odio y venganza.

Era una tarde de lluvia cuando mis amigos y yo, tomamos rumbo al norte, para dar un paseo. Un pequeño trasgo se nos acercó, suplicando que no lo mataramos, claro esta, que le hicimos caso, y entre llantos y susurros nos dijo que buscaba a sus hermanos, que su familia era buena y que otros trasgos malvados no les dejaban en paz, se reian de ellos y no les dejaban hacer su vida aplaciblemente.
El trasgo nos llevo a una cueva, alli pensabamos que los trasgos malvados estarian, pero no fue asi. El pequeño trasgo desaparecio como un pajarito, sin decir nada y alli mis amigos y yo nos quedamos solos.
No supimos mas de el.

Pasaron varias dias en los que apenas salia del templo. Otra vez habia perdido la fuerza y animo para seguir adelante. Nani, como asi llamaba yo a la mujer que me habia tendido su ayuda, me obligaba a salir, a pasear y conversar por lo menos con mis amigos, y aunque a veces no tubiera demasiadas ganas, lo hacia caso por no hacerle un feo a ella, pues se habia portado conmigo como si de mi propia madre se tratara.
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Mensaje por Oira »

Aún me llegan a la memoria buenos recuerdos. Cuando pienso en mi familia, en la reuniones a la luz de la luna todos sentados en el porche de casa. como mi padre me cogia en su regazo, me abrazaba y los dos nos quedabamos ensimismados mirando las estrellas. El olor de su pipa mientras fumaba...

Tengo un recuerdo en especial. Era un dia de fiesta, como otros tantos en Nordahaeril. Yo estaba ansiosa de que mi padre saliera a dar su discurso. El era bastante chismoso, animaba a todos con sus chistes y sus parodias sobre nuestros primos los drows.. asi los llamaba el. MI madre me habia echo un vestido nuevo, esta vez no me tocaba ponerme alguno viejo de los que mi hermana ya no utilizaba, no, este era especial, de colores suaves verdosos, como los campos en la primavera, tenia unas mangas extrechas que segun iban descendiendo por los brazos se iban ensanchando mas y mas hasta llegar a mis manos.
Antes de que mi padre saliera a dar su discurso, quise salir sola a lucir mi vestido nuevo. estaba tan contenta, que queria que todo el mundo me viera, pues dias asi seguro no se iban a repetir. Las horas pasaron, y no me di cuenta de que mi padre al fin, habia comenzado a hablar, estaba lejos de el, y aun asi, podia sentir las risas de la gente cada vez que mi padre alzaba la voz y hacia de las suyas, dando la bienvenida a tal esperadas fiestas.
Me adentre en las calles, subi y baje los puentes, contenta, brincando con mi vestido nuevo, saludaba a todos para que todos se fijaran en mi. y lo conseguia si......
Mientras caminaba, escuche el bullucio de la gente, parecia que se asustaban por algo. El ruido provenia de las calles del mercado, aunque tan contenta estaba que ni siquiera me pare a mirar que es lo que sucededia. Habia un sitio que me gustaba en especial. El tiempo que no pasaba junto a mi padre, lo hacia en los establos, amaba tanto a aquellos animales... Podia pasarme horas y horas con ellos, dandoles de comer, acariciandolos, o solamente, tumbada sobre la paja seca a su lado, viendo como pasaba el tiempo a traves de las pequeñas ventanas de madera. . Decidí ir hasta alli, y aun desobendeciendo a mi madre, pues me habia dicho que no me alejara para estar presente cuando mi padre diera por comenzadas las fiestas, lo hize.
Al llegar me escondi alli, me senté en una pequeña banqueta, con los ojos cerrados, sumergida en mis pensamientos, un ruido los quebró, parecia como si algo bajara rodando por las escaleras de caracol que daban a la entrada y salida al bosque, oia como se golpeaba escalon por escalon, y curiosa me levante para ver lo que era. Al llegar al final de la escalera, vi a un niño tendido en el suelo, cabizbajo y a su alrededor, miles y miles de trocitos de lo que parecia ser una de las lamparas de Nowinth. El niño se puso en pie, y sin mediar palabra ambos nos miramos fijamente a los ojos. Asi estubimos un rato, hasta que uno de los guardias llegó. No supe su nombre, pero en ese momento me quedé prendada. ¿Que era eso que sentia en mi corazón? Mientras el guardia sujetaba a aquel niño por la solapa de su camisa, yo me agaché y recogi del suelo uno de aquellos trocitos de cristal.
Corrí hacia a casa a paso ligero, mi madre seguro estaria esperando en la puerta para regañarme., y no, no fue asi, estaba vez estaba equivocada. Mi padre habia convocado al consejo de sabios, algo sin duda habia sucedido. Entre en la sala de reunines y a la puerta espere. Mi padre estaba sentado en sillón y los demas miembros a su alrededor. No pude escuchar mucho, pues todos hablaban a la vez, lo unico que deduje entre palabra y palabra, fue que aquello habia sido una chiquillada, y no tenia preocupacion alguna para mi padre.
Despues que terminara el consejo, todos los miembros junto a mi padre, salieron a festejar, raro en mi, pero aquel dia no me encontraba con ganas de ir a las fiestas. Me fui derecha a mi habitación, y saque del bolsillo el cristal que habia recogido del suelo. Lo mire durante horas, no conseguia sacarme de la cabeza la mirada de aquel niño. Algo pasaba en mi interior, el cuerpo se me estremecia cada vez que lo recordaba.
Con aquel crsital me hize un colgante. Pase toda la noche en vela, trabajando, uniendo cada pieza cuidadosamente, el cristal tenia formo de rombo, en cada pico puse un cordon de hilo de oro y los uni a una base circular. A la mañana siguiente, una vez mi finalizado el colgante, baje escaleras abajo y corri hasta la habitacion de estar, donde mi padre como cada mañana me esperaba a mi mis hermanos para tomar el almuerzo. Le mostre el colgante, estaba muy orgullosa de lo que habia echo. Fue mi padre quien me lo colgó y en ese momento, jure, que si algun dia volvia a ver a aquel niño, se lo entregaria, en simbolo del amor que sentia por el.
Última edición por Oira el Jue May 04, 2006 1:47 am, editado 1 vez en total.
Trisquel

Mensaje por Trisquel »

Así que ahora continuamos con la historia eh? bien bien... esto pilla forma...

//Me ha gustado mucho. Pero que mucho mucho muchooooooo.
kragor

Mensaje por kragor »

//muy buena historia, si señorita,de las mejores que he leido si no le mejor,gracias por deleitarnos con ella.
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