Página 1 de 1

Ascensión

Publicado: Vie Jun 05, 2009 7:33 pm
por obijuankenobi
………Nada mas franquear las dobles puertas de entrada a la Orden, Jaina y Nerea se encontraron con el caballero que estaba de guardia, este último al ver a la paladina se acerco a ella.
-“Lady Jaina, un hombre ha solicitado hablar con usted, como comento que le conocía lo acompañe hasta su habitación donde le esta esperando ahora mismo.”
Al oír lo que acababa de decirle el caballero Jaina no pudo evitar sorprenderse, era una grave infracción al protocolo de seguridad.
-“¿Quién es ese hombre que afirma conocerme, cual es su nombre? “Le pregunto Jaina al guardia.
-“Lo ignoro milady, no se lo pregunte, ni él me lo dio.” Contesto el caballero algo extrañado, como si el mismo no se creyera lo que había hecho.
-“¡Por Torm!” Exclamo Jaina “¿Me esta diciendo que ha permitido el acceso a mis aposentos a un desconocido?”
-“Lo siento Lady Jaina no sentí maldad en él incluso me pareció digno de confianza reconozco que no se porque pensé eso, aceptare cualquier castigo por mí error.” Contesto el caballero algo afligido.
-“No se preocupe, veremos si su confianza en él esta justificada, siga con su guardia.” Dijo Jaina, acabando la conversación a la vez que avanzo con paso decidido hacia la escalera que llevaba a los aposentos de los caballeros seguida de cerca por Nerea.

De frente a la puerta de su habitación Jaina se paro, miro de reojo a Nerea la semi-dragón que le devolvió la mirada, ambas mujeres se desplegaron a cada lado de la puerta prestas a desenvainar sus armas con la mayor rapidez posible, tras unos momentos, por fin Jaina llamo a la puerta. No hubo contestación con lo cual la abrió, la habitación estaba sumida en una extraña penumbra, oteo el interior en busca del extraño hasta adivinar su presencia en una esquina casi oculto entre las sombras.
-“Pasa Jaina te estaba esperando.” Dijo el hombre.
La paladina frunció sus cejas extrañada ante tanto misterio y tras unos segundos se decidió a entrar, dando unos pasos dentro del cuarto, Nerea se apresuro a seguirle pero de repente la puerta se cerro ante sus morros y a pesar de los esfuerzo de la semi-dragón le fue imposible volver a abrirla. Iba a golpear la puerta cuando algo la tranquilizo y sintió el deseo de irse al jardín de la Orden a meditar.

Dentro Jaina no se percato ni que la puerta se había cerrado ni que Nerea ya no estaba con ella, su prudente y desconfiante actitud hacia quien estaba en la habitación desapareció nada mas entrar, al igual que la penumbra. El hombre llevaba una armadura completa con el yelmo puesto y el símbolo de la furia leal en su túnica.
-“¿Quién sois?” Acabo diciendo Jaina.
-“No temas Jaina, solo soy un mensajero, quien me envía a seguido tus progresos por la senda que has elegido desde tu temprana edad, complaciéndose con las decisiones que has tomado, es hora de que recibas tu bendición.” Le contesto
Jaina no conseguía entender muy bien lo que quiso decir solo sabia que el hombre le inspiraba una total confianza, de el emanaba un aura de bondad que pocas veces había sentido con tal intensidad, ni siquiera entre sus compañeros de la Orden.
-“Debes de sentirte cansada Jaina porque no te recuestas en tu cama, debes descansar.” Siguió el hombre.
Su voz sonaba serena y sincera, resultaba difícil ignorarlo así que Jaina se sentó en el borde de su cama y miro de nuevo al hombre como buscando su conformidad para seguir, este asintió con la cabeza haciendo que la paladina de Torm se tendiese por completo en su cama, la cual había abandonado hace poco.
-“Cierra los ojos.” Le susurro el mensajero.

Y así lo hizo Jaina, no supo si se durmió, ni cuanto tiempo transcurrió hasta que volvió a oír la voz del mensajero que le decía que abriera los ojos de nuevo. Seguía tumbada en su cama, sin embargo cuando se incorporo pudo comprobar con gran sorpresa que su cama ya no estaba en su habitación. El paisaje era montañoso y no muy lejos diviso una fortaleza de donde salía una columna de soldados. El monte parecía tener grandes dimensiones sin embargo rápidamente se dio cuenta que aunque el lugar albergaba otras dos montañas de dimensiones parecidas en el medio de las tres había una aun mayor, reconoció el lugar por las clases de teología impartidas por la sacerdota Ariel. La montaña del centro era el monte celestial y las otras tres eran la corte, el corazón leal y el martirio; los reinos de Tyr, Torm Y Ilmater. Estaba en el plano celestial de la casa de la triada. Jaina sintió su corazón latir con fuerza por la emoción que la sumergía. ¿Era un sueño o acaso estaba realmente allí?

El mensajero se acerco y sin mediar palabra señalo hacia un precipicio situado detrás de ellos, su brazo se alzo para acabar indicando lo alto del precipicio. Allí Jaina pudo distinguir una figura, esta también iba equipada con una armadura completa en su mano izquierda empuñaba un espadon que brillaba intensamente. Al percatares de la presencia del mensajero y de Jaina alzo el brazo derecho, con la mano abierta y la palma hacia delante, como si de un saludo se tratara. Para la paladína fue algo más que un saludo reconoció en la figura su patrón: Torm, la furia leal. Se arrodillo e inclino la cabeza de forma respetuosa, El mensajero hablo.
-“Como te he dicho se ha observado tu cumplimiento con el deber, tu esfuerzo para mantener la ley y el orden ante todo, tu sentido de respeto y obediencia hacia lo establecido y tu lucha contra la corrupción y el mal. Por ello mi señor te nombra su paladina-campeona.”
Jaina levanto la cabeza sorprendida por esas últimas palabras.
-“Recibe la bendición de Torm a través de mi Jaina”

Imagen

Una bola de luz se creo delante la mano de derecha de Torm dirigiéndose posteriormente hacia la paladina alcanzándola en el pecho, no sufrió ningún dolor físico pero sintió como de repente una aura de energía la rodeaba otorgándole una mayor fuerza, mayor protección, mayor seguridad y confianza: La bendición de una deidad.
A continuación el aire crepito delante de Jaina y algo empezó a crearse de la nada, el objeto parecía ser consumido por unas llamas de color amarillo, hasta que adopto su forma final: una espada.
-“Tu fe en la furia leal te ha hecho merecedora de una espada divina paladina, tómala y úsala sabiamente para castigar a tus enemigos.” Le dijo el mensajero.
Jaina agarro la empuñadura de la espada y la alzo hacia Torm, la deidad como respondiendo al saludo alzo igualmente su espadon “el vinculo del deber”.

-“Debes regresar con los tuyos Jaina, tu tiempo aquí todavía no ha llegado.” Afirmo el mensajero mientras le señalaba la cama.
Jaina entendió y se tumbo de nuevo en la cama mientras echaba una última mirada hacia la figura en lo alto del precipicio.
-“no me has defraudado hija mía.” Esas palabras las acababa de pronunciar el mensajero, Jaina giro rápidamente su cabeza hacia el otro lado donde el estaba situado, se había quitado el yelmo y la paladina reconoció su rostro, a pesar de que muchos años habían pasado desde que lo vio por ultima vez.
-“¡Padre!”
Una brillante luz lo ilumino todo y la paladina cierro los ojos.
-“¡Jaina, Jaina!”
A la vez que oyó su nombre sintió un fuerte dolor en su mejilla, abrió los ojos para descubrir que se encontraba en su habitación teniendo a Nerea delante de ella, la cual le acababa de propinar una fuerte bofetada.
-“Jaina, ¿estas bien?” Le pregunto la semi-dragón. “Estaba meditando en el jardín, cuando de repente me acorde que estabas aquí.”
La paladina tenia en su mano la espada divina, se levanto de la cama acercándose a la cómoda donde dejo la espada con gran respeto.
-“Estoy bien, no te preocupes.” Dijo mientras miraba la espada.

Re: Ascensión

Publicado: Vie Jun 05, 2009 11:20 pm
por Ryudo_Tenjin
// Muy buena, bien merecida la tienes n.n

Re: Ascensión

Publicado: Sab Sep 26, 2009 8:30 am
por obijuankenobi
Aún no había amanecido pero Jaina ya se había levantado, desayunado e incluso llevaba puesto, casi como de costumbre, su pesada armadura disimulada en parte por la túnica con los colores de la Orden de caballeros, ahora mismo se encontraba en los establos del patio de armas ensillando su montura; el corcel llamado Vif Argent. A pesar de que numerosos caballeros se encontraban lejos de la aldea cumpliendo diversas misiones los restantes miembros de la Orden tenían como obligación cumplir con sus tareas habituales; entre ellas se encontraba la de seguir vigilando los orcos del clan del colmillo ensangrentado cuyas ultimas noticias seguían ubicándolos en torno de la fortificación enana de Adbar, la cual seguía resistiendo a su asedio, produciéndose ocasionalmente entradas de provisiones a la fortaleza gracias a valiente aventureros.

La paladina de Torm agarró su montura por las riendas y la saco del establo caminando a su lado por el patio, al llegar al portón informo a los caballeros de guardia de su destino y a continuación coloco su pie izquierdo sobre el estribo y se afianzo sobre el lomo del caballo. Siguió el camino hacia el norte llegando a la bifurcación; hacia el oeste llevaba a Sundabar y hacia el este a Ascore, el jinete giro su corcel hacia la derecha a la vez que sus espuelas rozaban el caballo haciendo que del trote pasara al galope. En la siguiente bifurcación giro hacia la izquierda tomando de nuevo dirección norte. Poco a poco el color verde de la hierba fue dejando paso al blanco de la nieve, el caballo ya había dejado de galopar e iba a un paso lento parándose cada cierto tiempo. Durante esas paradas Jaina observaba el terreno en busca de alguna actividad del enemigo. Desmontar para buscar huellas hubiese sido lo indicado pero la paladina no era ninguna rastreadora, de todas maneras poco importaba los orcos solían ser bastantes descuidados y sus rastros se dejaba ver fácilmente.

La paladina se encontraba observando varias columnas de humo cuyo origen estaba disimulado por unas colinas, sin lugar a dudas debía de ser un campamento orco; las pocas aldeas existentes en las cercanías entre ellas la de una tribu de bárbaros habían sido arrasadas tiempo atrás. La mujer estaba meditando que decisión tomar cuando de un bosque cercano aparecieron dirigiéndose, a toda velocidad, hacia ella dos jabalíes enormes. Instintivamente echo mano a su espada pero Vif Argent alzo sus dos patas delanteras para defenderse de la amenaza de los animales salvajes obligando Jaina a tomar las riendas con las dos manos, una de las pezuñas del caballo golpeo a un jabalí pero el otro aprovecho para con sus colmillos rasgar el vientre del corcel que se encabrito aun más produciendo la caída de Jaina. Dolorida la paladina se levanto lo más rápidamente posible a la vez que desenvainaba su espada sagrada, al salir de su funda el metal de la espada fue rodeado por unas llamas de color amarillo. El primer jabalí recibió un tajo a lo largo de todo su costado cayendo gravemente herido en cuanto al otro al atacar de frente la paladina, esta le golpeo la cabeza con tal fuerza que se la partió parando en seco su carga. Inmediatamente después se acerco a Vif Argent para comprobar como estaba cuando el caballo recibió una flecha en el cuello haciendo que cayera al suelo sufriendo violentos espasmos.

Al girarse hacia la dirección de donde había sido disparada la flecha, Jaina vio con horror como un grupo numeroso de orcos salía del bosque y avanzaban hacia ella, quizás una partida de caza penso primero la paladina pero el grupo era demasiado numeroso quizás era la vanguardia de otra incursión por parte de los orcos hacia Nevesmortas no era la primera vez que se acercaban a la aldea para atacarla. Tras ella Vif Argent seguía tumbado perdiendo sangre tanto por la herida producida por el jabalí como por la flecha, no había posibilidad de contar con el caballo para combatir o huir solo quedaba acabar con los pieles verdes. Jaina recupero su escudo y le planto cara a los orcos, estos seguían saliendo del bosque avanzando poco a poco hacia ella. Los primeros que llegaron a su proximidad cargaron contra ella, estrellando el primero de ellos una enorme hacha contra el escudo de Jaina, inutilizándolo al instante. Una enorme raja vertical casi lo parte por la mitad. El dragón que la paladina había hecho dibujar en el escudo en honor a su amistad con Radha descendiente de un dragón dorado estaba cortado por la mitad. El orco no tuvo tiempo de celebrarlo recibió un tajo en todo el cuello, por parte de la paladina, soltando su hacha e intentado tapar con las manos el chorro de sangre que salía de la herida, acabo muerto desangrado unos pocos metros mas lejos. Otro orco se acerco cargando con un sable pero Jaina le hundió su espada en el pecho atravesándolo por completo, Jaina retiraba la espada sagrada del orco muerto cuando tuvo que golpear con los restos del escudo a otro orco que intentaba apuñalarla con una espada corta. El escudo quedo inutilizado del todo y la paladina se deshizo de el mientras el orco se echaba hacia atrás tapándose la nariz por la cual estaba sangrado.

Tras los primeros lances el silencio cayo sobre el campo de batalla, los primeros orcos en llegar hasta la paladina habían visto su velocidad recompensaba por la muerte, tal hecho había frenado los siguientes que se estaban desplegando en torno a Jaina aunque manteniendo una prudente distancia. La paladina comprendió que si no se movía quedaría rodeada del todo, se dio la vuelta y corrió hacia el hueco que aun quedaba en la formación de los pieles verdes, los más próximos se abalanzaron sobre ella, Jaina esquivo a dos, al tercero le golpeo con su hombro derribándolo. No sabia hacia donde ir, lo único que sabia es que detrás de ella tenia los orcos que la perseguían, tampoco podía estar corriendo mucho tiempo su pesada armadura le estaba produciendo un desgaste físico del cual carecían los orcos al llevar armaduras más ligera, al final acabarían por darle caza. Vio un promontorio enfrente de ella y aceleró el paso, a pesar de notar como su corazón latía velozmente, para dirigirse hacia allí pero de pronto se paro. Ante ella se abría el vacío, el suelo caía en picado de forma vertical hacia un pequeño río, un precipicio de entre veinte y treinta metros le impedía seguir. Se dio media vuelta solo para ver como un orco se precipitaba hacia ella, lo esquivo y lanzando como estaba acabo cayendo por el precipicio, el siguiente intento golpear a la paladina con su hacha, el ataque fue parado por la espada sagrada, los metales se entrechocaron durante unos instantes hasta que Jaina consiguió desarmar a su oponente para a continuación hundir su espada en el pecho del orco que mientras moría aun la miraba sorprendido.

Jaina respiraba profundamente, los orcos se agrupaban delante de ella aunque sin acercarse demasiado, la paladina pudo comprobar desde su promontorio que por la cantidad de tropas que tenían delante no había duda que no era una partida de caza sino que era algo mucho más importante. Oyó gritar una voz femenina en orco, lo que le sorprendió mucho, todos los pieles verdes que tenia delante se apartaron a un lado dejando un “pasillo” al final del cual Jaina pudo reconocer por los informes de Zenhit a una de las malditas brujas. Apenas la reconoció que un relámpago azul que provenía de la bruja recorrió el espacio dejado libre por los soldados orcos alcanzando a la paladina de lleno sin que tuviese el tiempo de esquivarlo. La paladina se sobresalto mientras gritaba de dolor, aprovechando ese momento los orcos retomaron su ataque, Jaina agarro con sus dos manos la empuñadura de su espada a la vez que gritaba “Torm dame tu fuerza” entonces la espada pareció resplandecer aun más. La vengadora sagrada cayo sobre el primer orco que se aproximo produciéndole un profundo corte que iba desde su hombro derecho hacia su cadera izquierda casi cortándolo por la mitad, de nuevo Jaina golpeo a otro piel verde con tanta fuerza que la espada corto su cuello haciendo que su cabeza saliera volando hacia atrás, sin embargo tras ese ultimo golpe desapareció el resplandor de la espada.

La bruja ordeno algo y los orcos de nuevo se hicieron a un lado, otro rayo golpeo a Jaina que volvió a gritar de dolor mientras aguantaba los efectos del conjuro. Se quito el yelmo para poder respirar mejor, el olor a carne chamuscada le alcanzo de lleno, los orcos de nuevo aprovecharon el momento para renovar su ataque. Jaina paro el estoque de uno de ellos con su espada sin embargo otro le hundió su lanza en el costado izquierdo de la paladina, tras desarmaba el orco de su estoque volvió su atención hacia el de la lanza. Sus dos miradas se cruzaron y Jaina pudo comprobar como el orco esgrimía una sonrisa en su horrible rostro. “¡Por Torm, muere!” Le grito la paladina a la vez que le hundía su espada, que de nuevo brillaba con más fuerza, profundamente en su cuello. Tras morir el orco rompió el manco de la lanza con su espada, sin embargo la punta había penetrado su armadura y noto un fuerte dolor al intentar quitársela. Abandono la idea mientras noto como un filo de sangre se le salía por la boca. Los cadáveres de los orcos se empezaban a acumular a los pies de la paladina, sin embargo por cada uno que cayese bajo su espada otro parecía ocupar su lugar, además tenían el apoyo de la bruja, Jaina se mordió los labios probando el sabor de su propia sangre era cuestión de tiempo de que acabaran con ella, la dama de la fortuna parecía haberse olvidado de ella hoy.

Miro su espada sagrada no deseaba que los orcos se hicieran con ella como trofeo, cerca de ella había una roca, golpeo con sus ultimas fuerzas la espada en ella aunque sabia que poco daño ocasionaría a la espada divina, sin embargo ante su sorpresa la espada se partió en dos desapareciendo del metal las llamas. Jaina, algo incrédula, lo interpreto inmediatamente como una señal divina ¿acaso los dioses estaban descontentos con ella o su tiempo en el reino de los vivos había acabado? Ya no importaba. Se echo hacia atrás aproximándose al precipicio con la espada rota en su mano, los orcos iban hacia ella avanzando poco a poco sus bocas parecían dibujar una sonrisa absurda como si supiesen que la victoria fuese suya. Sin embargo Jaina no les iba a dar ese placer, la herida producida por la lanza sangraba sin parar manchando su túnica y parte de su piel estaba quemada, se paro al borde del precipicio y agarro con su mano su medallón con el símbolo de Torm, alzo la mano hacia el cielo sosteniendo el medallón y mientras gritaba “¡Mi honor es mi vida!” Se tiro al vacío.

Cuando la bruja orca se asomo, vio en el fondo del precipicio el cuerpo sin vida de la paladina. Chasqueo la lengua, se había quedado sin un trofeo que enseñar a sus hermanas, pero poco importaba había eliminado a uno de esos caballeros que tanto daño había causado a su clan, dentro de poco mas le seguirían.

Al día siguiente y sin noticia de Jaina una patrulla fue enviada desde el castillo de la orden para buscarla. Tras encontrar los restos de la batalla, con los numerosos cadáveres de los orcos, el cuerpo de la paladina fue hallado en el fondo del barranco, sus restos fueron rescatados y devueltos a la Orden.

Epilogo: Jaina se despertó, su primera reacción fue comprobar la herida provocada por la lanza pero sorprendentemente descubrió que no había ningún rastro del daño, en su mano tenia la espada sagrada intacta. Miro a su alrededor y descubrió que no estaba en el sitio donde había luchado contra los orcos sino en un lugar que reconoció por haberlo visitado brevemente una vez; el plano celestial.

Re: Ascensión

Publicado: Sab Sep 26, 2009 3:08 pm
por Malar
//Buenísimo, lamento no haber podido dirigir esta escena, pero la doy por válida por si la quieres colgar en el hilo de la quest.

Re: Ascensión

Publicado: Sab Sep 26, 2009 4:42 pm
por Monja
Estas diciendo que Jaina...Kaput?!
:|

Re: Ascensión

Publicado: Dom Sep 27, 2009 3:51 pm
por Malar
Lady Jaina ha muerto en desigual batalla y se añadirá su nombre al monumento a los héroes caidos en el patio de la Orden de Caballeros.

¡Gloria a Lady Jaina, Caballero de Nevesmortas!

Re: Ascensión

Publicado: Lun Sep 28, 2009 8:10 am
por LordWill
*tras enterarse de la noticia se oculta en varias minas y talleres durante unos dias trabajando incesantemente. Al cabo de esos dias llega al monumento donde esta inscrito su nombre y deja a los pies del mismo una figura hecha de metal y cristal*

*La figura muestra a Jaina con la armadura y el casco de la orden, tallados en zafiros, alzando su espada al cielo sobre una plataforma de hierro pulido con su nombre grabado con excelente y maravillosa caligrafia. La figura mide 30 centimetros de alto desde la base a la punta de la espada de hierro y diamante brillante que sostiene. El nivel de detallismo es impresionante y a parte del misterioso brillo de la espada la figura tambien parece tener un tenue brillo propio. Como siempre una gran "L" gotica esta grabada en la parte inferior de la figura, oculta a no ser que se levante la misma, para no estropear la belleza de la figura con la firma del fabricante.*

*admira la figura y el monumento una vez mas* Otra que te llevas Torm... no nos hemos llevado bien nunca pero agradeceria que le presentaras a los Ashbringer, seguro que se llevarian bien... Quizas la proxima vez que pase por un templo me detenga un momento... aunque seria blanco facil para otro castigo *sonrie y se marcha*

//Ea, no digais que L no tiene su corazoncito xDDD Y por cierto, si lo estais pensando, L es el Unico ashbringer que es asi... medio loco vamos xD todos los demas eran campeones de torm de toda la vida.

Re: Ascensión

Publicado: Lun Sep 28, 2009 10:00 am
por Sr_J
Descanse en paz o gran dama de la Orden. :cry:

Re: Ascensión

Publicado: Sab Oct 03, 2009 8:01 am
por Evòn
exelente final muy digno para una gran paladina que por sus epicos logros llego a estar ala mano derecha del propio torm:

descanza en paz jaina !!esos malditos orcos ya veran!!!

*Evòn pone rosas y su cruz en honor a jaina*