Íbamos Iruss, Thomas, Bael (Dharen) y yo a cumplir el encargo de un hombre que debía lelvar sus bueyes cargados de artilugios de vetetuasaber que hasta una ciudad, cuyo nombre exactamente no me acuerdo, Sundabar creo, si, pues pasamos el tramo del bosque rey con bastante dificultat, perdiendo por el camino, al joven novicio llamado... ya no me acuerdo, bueno, que él y el buey de Quín murireron en un ataque osgoide, y tuvimos que abandonarlos para seguir nuestro camino, pues no podíamos con su cadaver. Continuamos y continuamos, sufriendo muchas heridas, y casi a algunos compañeros más, hasta que llegamos al exterior del bosque de Nevesmortas, en el cual, un terrible, hambriento y famélico oso pardo norteño nos atacó de improviso devorando a Bael y dejando desangrandose a Iruss, y a duras penas pudimos matarlo. Allí perdimos otro segundo buey, y el segundo hombre de la expedición. Decidimos que, despues de sanar a Iruss, llevaríamos a Bael para que lo curasen, pues los auxilios médicos de Quín no servían para casos tan graves.
Con el cadaver de Bael a hombros, continuamos el camino, con un buey cansado y nuestras fuerzas más que agotadas, dejando un sendero atrás con osgos, que más que osgos parecían erizos! de las flechas que les habíamos clavado.
Bien, cerca ya de nuestra meta, nos encontramos a Alan, un experimentado combatiente y aventurero de primera linea, que para nuestra felcidad, despejó el camino por donde teníamos que ir. Se lo agradecimos y con tranquilidad fuimos por el camino. Cuales moscas caímos en las trampas que nos prepararon, al cruzar un puente del camino, un oso norteño nos asaltó, oliendo desde la lejanía la sangre de Bael. Lo dejamos mediomuerto, cuando ante los gritos de la bestia, llegaron dos más, su hermanito y su mamá, una osa terrible, junto a otro oso idéntico al que nos asaltó. Corrimos a duras penas, y el buey cayó, que silvanus se apiade de él, y corriendo y disparando flechas a la vez, atraimos tambien a unos bandidos cercanos, que viendo nuestra situación, tambien se lanzaron contra nosotros.
Detrás de Iruss, Thomas, el cadaver de Bael que al ver el peligro tambien echó patas a correr y yo, teniamos a un par de osos pardos, una osa terrible, y a una decena de bandidos.
Finalmente, tanto el cadaver andante de Bael como el atractivo y seductor Quín, cayeron en las garras de los osos, y fueron desbalijados por los bandidos, mientras Thomas y Iruss huyeron más rápido que cualquier monje con botas de acelerar hasta fuerte nuevo.
Hubiera añadido una screen, pero no podía correr y pillar una bonita imagen a la vez.
Tranquilos, está despejado....
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