"Dale esta carta a mis padres, la familia Danch. Viven en Suzail, en la parte burguesa, pregunta por "telas Danch" y enseguida te señalarán una Casa situada a dos calles de la Gran Avenida"
Esas fueron todas las indicaciones que la joven bardo le había dado a Relenar, tras ofrecerle una carta. Con la excusa de saber que muchas veces no llegaban, y confiar más en su compañero, Arianne se habia ahorrado una pequeña fortuna en enviar una de las pocas Cartas que llegaban a su familia.
Hacía mucho tiempo que no pisaba la capital Cormyreana. Tanto, que en su mente aún permanecía el recuerdo de su hermano Eric de 10 veranos, o de Samantha...cuando apenas tenia cuatro años. La última carta recibida, incluso, afirmaba que sus padres había tenido otra criatura, un pequeño hermano menor que respondía al nombre de Nathan, como su padre.
Pasados los 7 años desde que partio de la capital, sus hermanos y hermanas habrian hecho su vida, seguramente, centrada en el Comercio de telas, tal y como esperaban sus padres. Ella habia sido la única hija que había decidido seguir otro camino, lejos de la tutela y el abrigo de sus progenitores.
Ahora, echando la vista atrás, comprendia los motivos. Sólo bastaba un vistazo a su fisionomia para comprender que sus padres, aunque sí de corazón, no debian serlo de sangre. La figura, bella y exótica de su madrastra, con grandes curvas y tez morena al sol, nada tenia que ver con la espigada y marmólea blancura de Ari. Tampoco se habia molestado en seguir indagando, para ella, eran y serian, siempre, sus padres.
Ahora, con dos familias aunadas, Arianne se sentía libre, feliz y tranquila. Por eso, la carta que Relenar llevaba, decia asi:
Querida Familia:
Os escribo para contaros la alegria que me produce haber encontrado, por fin, un lugar que poder llamar mío. La Marca es bella y hermosa, cada dia que pasa, se transforma aún más en un tesoro que guardar, proteger y cantar...Ah!! Cómo comprendo ahora a tantas y tantas criaturas que moran aqui, y lo que me queda aún por descubrir!
Como ya sabeis, sigo alojándome en la Orden Arcana. Me temo que es harto dificil que ninguna de vuestras cartas llegue, por lo que tendreis que seguir enviandolas a Rosa, que me las guarda muy amablemente. Nebiros es un buen director, y, aunque ciertamente se evade del mundo entre libros y grimorios, si logras sacarle de estos es encantador, siempre que no terminamos discutiendo, claro. Shaüni, la nueva bibliotecaria, es mi otra compañera de habitación...y aunque tiene mucho genio -quizas demasiado- no puedo quejarme, tampoco, de ella.
Ander volvió a Argluna con su recien hija adoptada, no sé cuando se casará, pero Luna y yo estamos esperandolo con impaciencia. Y Damián, va a ser padre. ¡Qué peligro! Ha encargado un precioso anillo al mejor joyero de Argluna, todo un detalle para con Claire.
El que no camnia es Stan, sigue igual que siempre. Creo que ultimamente me evita, porque le robo las botellas de alcohol. Ciertamente, es un buen hombre, pero se echa a perder con la bebida. Y de Jack, hace much oque n osé nada de él, igual que de muchos otros...Nevesmortas suele ser un lugar tanto de encuentros como de despedidas.
Todavía sigo aprendiendo de Ryndun. Estoy descuidando demasiado la magia Arcana, pero lo cierto es que las historias siempre me atrayeron mucho más. Lynn dice que simplemente, estoy fortaleciendo mi sangre dracónica, y que eso se notara en mi magia. Realmente, nunca pienso mucho en ello.
La buena nueva es que comienza a haber muchos bardos prometedores en la villa: un joven llamado Sebastian y Relenar, quien os envia esta carta. Por favor, mostradle bien la esplendorosa Suzail, y no os olvideis de visitar los Jardines del Palacio, sé que le encantarán.
Me gustaria seguir escribiendo, tengo tantas y tantas cosas que contaros... Cuando los vientos me lleven de nuevo a Cormyr, por fin, podremos volvernos a vernos.
Os quiero.
Arianne.
//Po eso, aqui dejo roleado lo de la Carta, que Arianne no es una desgraciada que se olvida de los que la dieron de comer 