Julia Ritter lucha contra el Mal
Publicado: Dom Jun 28, 2009 7:07 pm
Julia Ritter, Paladín de Torm.
Nacida en una familia militar de Suzail (Cormyr) y llamada a las filas de Torm.
Un informe de sus superiores en Suzail, recomendaba enviarla a la Marca Argéntea por su caracter arrojado e impulsivo, que la convertían en un muy buen agente solitario, en un lugar con problemas.
Aunque respetaba las ordenes recibidas, siempre tendía a tensarlas por un bien mayor a su parecer, normalmente de forma belicosa.
A raíz de los últimos hechos acaecidos en el bosque de Nevesmortas relacionados con vampiros, y en la villa misma, se organizó un grupo de investigación. Este grupo operaba al margen de las ordenes de la Orden, y probablemente del sentido común.
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Julia llegó por el sur de Nevesmortas, encontrandose con la ciudad a oscuras. Con esa oscuridad que todos sus sentidos de paladín le decían que no era buena.
Cuando el hechizo que atacaba la villa desapareció, se encontró en medio de una reunión de rangos de la Orden de Caballeros, y se enteró de lo ocurrido.
Llena de rabia por el ataque de los vampiros, propuso atacar su guarida y fue reprendida por su imprudencia.
Después, en una reunión privada en el Blasón, la Dama Nerea les expuso a los presentes (los enanos Zenhit y Virgi, el druida Kirath y Julia) el porqué no se podía atacar su base: eran muchos, estaban bien equipados y eran extremadamente poderosos. Además el primer grupo de ataque (Nerea, Iruzar y otros igual de poderosos) sólo habían podido acceder a la primera sala del complejo. El resto estaban selladas por algún ritual de protección.
Habiendo comprendido el porqué de su error (de Julia), decidieron investigar sólo los alrededores.
El grupo estaba compuesto por el druida Kirath y alguno de sus discipulos y Julia.
Los primeros problemas empezaron nada más llegar al santuario druida al norte del bosque. Parece ser, que aunque no puedan entrar allí, los vampiros tienen agentes por la zona e intentaron capturar a uno de los discuipulos de Kirath. Por suerte, Van Kellen (la otra discipulo presente) y Julia se dieron cuenta y salieron a ayudarle.
Estos vampiros parecen tener poderes sobre los animales salvajes, pues un oso muy grande era la fuente del problema y con druidas y exploradores por en medio eso no es normal.
Finalmente conseguimos salvar la situación y empezamos nuestra búsqueda de pistas.
Nos internamos en el bosque. Hacía el frío típico de esos lares, lo que no anunciaba nada raro, al contrario de lo que Julia esperaba. Pero el Mal estaba cerca. Ella podía presentirlo. Cosa que le ponía de los nervios, por no poder hacer nada más que esperar a que se presentase.
Pero después de dar vueltas y más vueltas por el bosque, un vampiro se les apareció.
El bosque era lo suficientemente frondoso como para protegerle del sol, lo que indica que no había escogido el lugar al azar y demuestra su inteligencia y peligrosidad.
Después de la chachara de ese ser, se fue corriendo. Impulsados por la arrogancia y las ganas de acabar con ese engendro del mal, le perseguimos hasta lo que parece ser su hogar. Posiblemente allí fué dónde tuvieron que replegarse y retirarse los primeros atacantes.
Creyendo que había huido, decidieron que debían entrar y capturarle.
Se dirigieron directamente hasta un sótano dónde les esperaba uno de ellos, junto a un portal. Después de varios esfuerzos por no atacarles de immediato, llegaron a la conclusión que esos seres eran más poderosos de lo que les habían hecho creer. Pero era demasiado tarde.
Les emboscaron y capturaron a Van Kellen, pese a los esfuerzos de todos y huyeron por el portal.
Era evidente que habían caído en una trampa y que el juego continuaba para ellos. Les querían a todos al otro lado del portal, en terreno desconocido e impulsados por la ira de haber perdido a un miembro del equipo.
Si les dejaban salirse con la suya, Van Kellen se convertiría en vampiro, y sería por su culpa. Si entraban, podían salvar a Van Kellen o no, pero almenos morirían con honor. Y se metieron de lleno en la boca del lobo.
Una vez a bajo, las cosas pasaron más bien deprisa.
En un espacio estrecho un vampiro de los que habían raptado a Van Kellen se les interpuso y no les dejaba avanzar. Mientras, otro les atacó por la espalda, matando a Sheal, el lobo de Kirath.
Llegados a este punto, las fanfarronadas para intimidar ya quedaban muy lejos y empezó el combate.
Aprovechando la confusión, desapareció el otro de los discipulos de Kirath. Una sombra (se supone que era él) que se dirigía hacia adelante, para intentar encontrar y rescatar a Van Kellen.
El combate no duró mucho.
Aun y los poderes otorgados por Torm, la Paladín no pudo aguantar demasiado rato. Esas bestias del Mal eran demasiado poderosas para ella y acabó inconsciente al cabo de poco.
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En estos momentos, acabo de escribir estas lineas tras varios días de hablar con Julia, entre sus episodios comatosos y sus pesadillas.
Apareció en el rio inconsciente. La trajeron al Hospicio de Marzhammor y la curamos. Nuestros clérigos dicen que no tiene nada, que sólo necesita recuperarse.
Quizá los poderes divinos la ayudaron, o quizá los vampiros no la querían tocar por algún motivo que se me escapa. Igual su liberación forma parte su algún juego de esas bestias. Quien sabe.
Confiemos en que la bendición de Marzhammor nos proteja.
Dentro de unos días, Julia volverá a estar en condiciones. Aún no sabe Kirath está bien, pero yo tampoco he oído notícias sobre los dos discipulos de Kirath. Y eso me preocupa. No sé como le afectará esto a Julia.
Esperemos que aprenda algo de esta lección.
(por fin he acabado ese informe antes de terminar el turno...)
Nacida en una familia militar de Suzail (Cormyr) y llamada a las filas de Torm.
Un informe de sus superiores en Suzail, recomendaba enviarla a la Marca Argéntea por su caracter arrojado e impulsivo, que la convertían en un muy buen agente solitario, en un lugar con problemas.
Aunque respetaba las ordenes recibidas, siempre tendía a tensarlas por un bien mayor a su parecer, normalmente de forma belicosa.
A raíz de los últimos hechos acaecidos en el bosque de Nevesmortas relacionados con vampiros, y en la villa misma, se organizó un grupo de investigación. Este grupo operaba al margen de las ordenes de la Orden, y probablemente del sentido común.
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Julia llegó por el sur de Nevesmortas, encontrandose con la ciudad a oscuras. Con esa oscuridad que todos sus sentidos de paladín le decían que no era buena.
Cuando el hechizo que atacaba la villa desapareció, se encontró en medio de una reunión de rangos de la Orden de Caballeros, y se enteró de lo ocurrido.
Llena de rabia por el ataque de los vampiros, propuso atacar su guarida y fue reprendida por su imprudencia.
Después, en una reunión privada en el Blasón, la Dama Nerea les expuso a los presentes (los enanos Zenhit y Virgi, el druida Kirath y Julia) el porqué no se podía atacar su base: eran muchos, estaban bien equipados y eran extremadamente poderosos. Además el primer grupo de ataque (Nerea, Iruzar y otros igual de poderosos) sólo habían podido acceder a la primera sala del complejo. El resto estaban selladas por algún ritual de protección.
Habiendo comprendido el porqué de su error (de Julia), decidieron investigar sólo los alrededores.
El grupo estaba compuesto por el druida Kirath y alguno de sus discipulos y Julia.
Los primeros problemas empezaron nada más llegar al santuario druida al norte del bosque. Parece ser, que aunque no puedan entrar allí, los vampiros tienen agentes por la zona e intentaron capturar a uno de los discuipulos de Kirath. Por suerte, Van Kellen (la otra discipulo presente) y Julia se dieron cuenta y salieron a ayudarle.
Estos vampiros parecen tener poderes sobre los animales salvajes, pues un oso muy grande era la fuente del problema y con druidas y exploradores por en medio eso no es normal.
Finalmente conseguimos salvar la situación y empezamos nuestra búsqueda de pistas.
Nos internamos en el bosque. Hacía el frío típico de esos lares, lo que no anunciaba nada raro, al contrario de lo que Julia esperaba. Pero el Mal estaba cerca. Ella podía presentirlo. Cosa que le ponía de los nervios, por no poder hacer nada más que esperar a que se presentase.
Pero después de dar vueltas y más vueltas por el bosque, un vampiro se les apareció.
El bosque era lo suficientemente frondoso como para protegerle del sol, lo que indica que no había escogido el lugar al azar y demuestra su inteligencia y peligrosidad.
Después de la chachara de ese ser, se fue corriendo. Impulsados por la arrogancia y las ganas de acabar con ese engendro del mal, le perseguimos hasta lo que parece ser su hogar. Posiblemente allí fué dónde tuvieron que replegarse y retirarse los primeros atacantes.
Creyendo que había huido, decidieron que debían entrar y capturarle.
Se dirigieron directamente hasta un sótano dónde les esperaba uno de ellos, junto a un portal. Después de varios esfuerzos por no atacarles de immediato, llegaron a la conclusión que esos seres eran más poderosos de lo que les habían hecho creer. Pero era demasiado tarde.
Les emboscaron y capturaron a Van Kellen, pese a los esfuerzos de todos y huyeron por el portal.
Era evidente que habían caído en una trampa y que el juego continuaba para ellos. Les querían a todos al otro lado del portal, en terreno desconocido e impulsados por la ira de haber perdido a un miembro del equipo.
Si les dejaban salirse con la suya, Van Kellen se convertiría en vampiro, y sería por su culpa. Si entraban, podían salvar a Van Kellen o no, pero almenos morirían con honor. Y se metieron de lleno en la boca del lobo.
Una vez a bajo, las cosas pasaron más bien deprisa.
En un espacio estrecho un vampiro de los que habían raptado a Van Kellen se les interpuso y no les dejaba avanzar. Mientras, otro les atacó por la espalda, matando a Sheal, el lobo de Kirath.
Llegados a este punto, las fanfarronadas para intimidar ya quedaban muy lejos y empezó el combate.
Aprovechando la confusión, desapareció el otro de los discipulos de Kirath. Una sombra (se supone que era él) que se dirigía hacia adelante, para intentar encontrar y rescatar a Van Kellen.
El combate no duró mucho.
Aun y los poderes otorgados por Torm, la Paladín no pudo aguantar demasiado rato. Esas bestias del Mal eran demasiado poderosas para ella y acabó inconsciente al cabo de poco.
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En estos momentos, acabo de escribir estas lineas tras varios días de hablar con Julia, entre sus episodios comatosos y sus pesadillas.
Apareció en el rio inconsciente. La trajeron al Hospicio de Marzhammor y la curamos. Nuestros clérigos dicen que no tiene nada, que sólo necesita recuperarse.
Quizá los poderes divinos la ayudaron, o quizá los vampiros no la querían tocar por algún motivo que se me escapa. Igual su liberación forma parte su algún juego de esas bestias. Quien sabe.
Confiemos en que la bendición de Marzhammor nos proteja.
Dentro de unos días, Julia volverá a estar en condiciones. Aún no sabe Kirath está bien, pero yo tampoco he oído notícias sobre los dos discipulos de Kirath. Y eso me preocupa. No sé como le afectará esto a Julia.
Esperemos que aprenda algo de esta lección.
(por fin he acabado ese informe antes de terminar el turno...)