Un golpe de suerte: La Fuga.
Krusk estaba ya asqueado de pudrirse en las celdas del bastión de Los Caballeros, llevaba años ya allí y comenzaba a creer que moriría allí olvidado, abandonado. Sus hermanos, todos desaparecidos, muertos o quien sabe si algo peor, así que en su mente comenzó a urdir un plan, una argucia que lo sacaría de ese lugar o acabaría con su vida.
-Mejor muerto que cautivo. Pensó Krusk mientras se echaba hacia el fondo de la celda que le recluía. Comenzó a insuflar aire en sus músculos y a tensarlos, la sangre, se agolpaba en sus sienes mientras la adrenalina comenzaba a recorrer sus venas y un frenesí salvaje se apoderaba de el. GROOOOAAAAGGGHHHH!!!! El coloso de carne y músculo se lanzó como si de un animal enfurecido se tratara contra la reja de la celda. El golpe fue tremendo, así como el estruendo que ocasionó el choque, los goznes chirriaron con un quejido digno de un ser vivo siendo desmembrado, lo que produjo que el bárbaro semi-orco diera con sus huesos en el suelo y atrajera a uno de los Caballeros que custodiaban las celdas. Excelente…El sanguinario y despiadado bárbaro se quedó inmóvil en el suelo, como inconsciente, ese era su cebo, simple y directo y…por un extraño capricho del azar, funcionó…
…El Caballero se aproximó a la celda y viendo al coloso tendido en el suelo, quien sabe si por ya cansancio de escucharlo golpearse contra la puerta una y otra vez, o por compasión hacia el ser, decidió que entrar en ella y atar al bárbaro para que no se auto lastimara en su empeño de tratar de arrancar las puertas, sería lo más conveniente y acertado…craso error. PLACK!! El sonido sordo del cráneo del Caballero al romperse contra la pared de la celda rompió el silencio. Con rapidez presa de la tensión del momento, el semi-orco, cogió cuanto pudo del puesto de guardia y se lanzó contra un ventanal que daba al exterior corriendo como alma que lleva el diablo.
JAJAJAJAJAJA!!!Rió el bárbaro mientras corría. Krusk es libre!!!
Corrió y corrió, sus músculos le ardían, el aliento le faltaba, pero no podía pararse, sin duda, esos Caballeros estarían organizando una partida para darle caza, así que siguió corriendo hasta casi desfallecer, sin saber muy bien a donde ir, vagando por La Marca, viviendo en cuevas y ruinas, hasta que…bueno, eso, es otra historia…
Fuga de prison, Krusk Kalakaras el asesino despiadado.
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