La Marca Argéntea

Era ya tarde, cuando Virgi Hammerhead y Julia Ritter acababan de trabajar en la forja y en la fundición respectivamente, cuando decidieron, tras descansar un poco, ir al pozo a por titanio.
Es un sitio peligroso y traicionero, pero necesitaban el mineral para progresar en sus respectivos oficios, y dicho sea de paso, sacar algo de dinero que nunca viene de más.

Estaban en la afueras de Nevesmortas, cuando Briddo Leore se unió a ellos. Resuelto a acompañarlos al peligroso lugar. Y por que no, hacer un poco de recolección para si también.

El camino transcurrió tranquilo. Sólo la lluvia impertinente de siempre, y las acometidas estúpidas de cuatro bandidos desesperados.

El grupo llegó hasta el tétrico bosque que hay antes de llegar a la entrada del pozo. Todo normal. (Si ver apariciones puede considerarse normal claro).
Pero al llegar a su entrada, una extraña sombra comenzó a increparles sin ningún miramiento.

¡Alejaos de mis territorios!. ¡Fuera contempladores del sol!. Y otras cosas decía.

Se trataba de un Drow. ¿Que hacía allí?, sólo su loca diosa lo sabía. La cuestión es, que ignorando la superioridad numérica que tenían Briddo, Virgi y Julia, los atacó sin previo aviso.
Lanzó una oscuridad mágica alrededor del grupo. Fue extraño, pero Briddo con sus dones divinos no pudo contrarrestar esa maldita oscuridad.

Como todos los de su raza, se valió más del engaño que del combate en si : Aprovechando la oscuridad, robó las armas que tenían tanto Julia, como Briddo y Virgi.
Desarmados, poco tenían que hacer salvo acometer los golpes que salían desde la oscuridad.
Fue una suerte que Briddo resistiera las acometidas de ese maldito engendro de las profundidades. Recogió a Virgi y a Julia, que estaban malheridos y se los llevo a la Atalaya de Nevesmortas.
Allí, el gran Ashnar los curó de sus terribles heridas.

Pero para Virgi, no fueron ni la humillación ni las heridas lo que más le fastidió. Perder su maravillosa hacha y su martillo le dolieron profundamente. Tantas horas gastadas en afilar su filo, en limpiar su mango, en grabar sus runas. Todo en manos de un sucio y traicionero drow.

El pozo debería limpiarse de nuevo.

Astucia y determinación

El Narbondel lucía en su cenit cuando Ard’Non Ymrymn salió por las puertas de Belg’aragh. Hacía decanas que no patrullaba los túneles superiores, aquellos de donde extraían titanio, el preciado metal que tan pocos sabían trabajar en la ciudad drow.
Uno, dos, tres, los enemigos del Qu’el‘saruk caían con cada letal golpe que este asestaba con su temido brazo. En pocas horas, la zona de extracción, fue inspeccionada y limpiada de alimañas. Pero algo llamó la atención de Ard’Non…herramientas rivvins por los suelos…el Maestro de Armas se acercó a ellas y las examinó, no cabía duda, eran de algún habitante del mundo brillante. No había informes sobre partidas drow a por titanio, el veterano guerrero sabía que solo él, tenía la experiencia y habilidad necesarias para trabajarlo, los demás habían desaparecido o estaban muertos.

-El drow sonrío para sí levantándose y partió hacia túneles lejanos, túneles que no frecuentaba desde hacía décadas. Iría de caza-

Ascendió y subió con paso firme hacia la entrada a la que los del mundo brillante llaman “El pozo” y allí, elevó plegarías a la Ultrine y esperó. Quien sabe si fue cosa de la providencia o si la Diosa realmente escuchó sus palabras, pero tres rivvins aparecieron tras pocas horas de espera por la entrada al lugar.

El Maestro de Armas observó al extraño trío formado por un enano que portaba un hacha de su pueblo y un martillo, una humana con una espada bastarda que arboleaba no con mucha soltura y un humano entrado en carnes con una espadas larga al cinto. No repararon enseguida en la presencia del drow que los observaba en silencio, evaluándolos. Nada más entrar comenzaron a lanzar conjuros sobre ellos, de protección supuso el drow. El primero en percatarse fue el enano, que tras cebarse a pociones, se dio media vuelta y pudo apreciar que no estaban solos, los dos humanos, debían ser paladines o clérigos de alguna orden hereje por las plegarías que realizaron y las indumentarias.

-¿Quién eres? –Preguntaron los superficiales-
- Eso debería preguntaros yo ¿Qué hacéis fuera de vuestros dominios?- Replicó el drow en un tosco común, con un marcado acento-
-Nosotros hemos preguntado primero -Respondió el humano-
-Aquí quien hace las preguntas soy yo –El Maestro de Armas ya tenía su plan hecho y calculado-
-Esto no pinta bien…-Comentó para sí el enano-
-¿Fuera de vuestros dominios?- Preguntó al aire la humana, que cual autómata a la respuesta, se concentró en sentir el mal de su alrededor, mirando al drow con odio tras ello-
-¿Qué dominios sucio drow?- Apostilló el enano mientras el humano, mantenía una mano levantada mostrando tres dedos-
-Nosotros somos tres, tú uno– Dijo el humano mientras se acercaba convencido de su superioridad táctica-
- Veo que sabes contar –El Maestro de Armas sonrió bajo su yelmo mientras levantó su brazo armado cuando el humano estuvo a la altura que le interesaba- No des un paso más. –Amenazó-
- Y tú que eres un loco suicida y un drow que merece morir por el simple hecho de existir - Espetó el enano-
- Depón las armas – Dijo el humano-
-Eso sería lo más inteligente –Secundó la humana-
-Por toda respuesta el drow se rió en sus caras, una risa malvada, fría y cavernosa que muchos habían oído antes de morir bajo el acero del Maestro-
- Te dejaremos atado si te rindes, así te podrán encontrarte los tuyos. –Pronunció el humano, mientras, la humana y el mismo después seguían usando objetos mágicos y bebiendo pociones-
- Realmente creéis que tenéis la ventaja – Expresó el avezado guerrero drow en más una provocación y distracción que por la propia afirmación que implicaba ese conjunto de palabras-
Pues sí – Expresó el humano, pero ya era tarde para ellos…-
- Os mostraré cuan equivocados estais -Susurró a la caverna-

El Qu’el’saruk Ymrymn apeló a su habilidad innata y creó un globo de oscuridad que los envolvió a todos, dando comienzo a su danza de muerte.
-Primero el humano, parece el más peligroso –Se dijo mentalmente el guerrero de Lloth-
Una tremenda estocada dirigida al arma del humano hizo que esta saliera volando por los aires, sonando con un ruido sordo al caer al suelo.
- Ahora el enano –Pensó el drow-

Girándose sobre si mismo, se encaró contra el enano que ya cargaba enarbolando sus armas como un loco en la oscuridad hacia donde pensaba que debía estar el drow. Con nervios de acero, esperó la acometida del descerebrado enano que cargaba de frente, fintó hacia la derecha de este, propinando al paso un golpe que dio de lleno en la muñeca de este, haciéndole soltar el martillo que portaba. Otro paso más y se colocó tras la espalda de este, usándolo de escudo entre la humana y él. Un rápido golpe dirigido a los pies del enano le hizo caer al suelo, donde le propinó sendos golpes que terminaron de desarmar al pobre desgraciado y con su vida.
Ya sólo quedaba la humana, después daría cuenta del paladín que comenzaba a volver hacia la refriega con un arma nueva en sus manos.
La disciplina de hierro y el entrenamiento de siglos de vida en uno de los hábitat más duros y peligrosos de Faerun se impusieron al ímpetu de la joven, tres golpes bastaron para que el maestro acabara con la amenaza que la humana representaba para él. Primero la desarmó de una rápida estocada, realizando un barrido de seguido que la desestabilizó dejándola de rodillas en el suelo, la humana debió ver venir el golpe antes, pues miró hacia arriba, como esperando el tajo que sabía le vendría. El drow rió burlesco mientras observaba como los ojos de la paladina perdían la chispa de la vida. Era el turno de rendir cuentas con el fanfarrón que llegaba a presentar batalla con su nueva arma en ristre.
Poco le duró en las manos, tan sólo un golpe bastó para desproveerlo de ella. El Maestro de Armas podía ver por la rendija del yelmo del paladín la expresión de asombro y sorpresa ante tal demostración de maestría con las armas, una mezcla de pavor, pánico y admiración. Pero aquello no le salvaría, aquello no pararía los golpes y acometidas del drow, que con fiereza y precisión, hacía blanco en el cuerpo del humano, cada vez más maltrecho. Una poción de invisibilidad lo salvó de una muerte segura.

-Ven aquí cobarde. –Exclamó el drow, no satisfecho aún por la sangre derramada-

Pero no obtuvo respuesta alguna, el humano se había marchado con el rabo entre las piernas cual perro apaleado. Así pues el Maestro de Armas recogió sus trofeos, las armas de los intrusos y las guardó, ya tendría tiempo de examinarlas en Belg’aragh.
Encendió una hoguera y calentó su símbolo de Lloth, con el que marcó los rostros de los cuerpos que estaban tendidos en el suelo, arrojándolos después fuera del pozo, de los dominios drow, como advertencia para todo aquel que se atreviera a volver.

//Me he tomado la libertad de rolear lo del marcado. No tolero que nadie se lleve los cuerpos de los caídos delante mía por muy invisible que vaya y menos moribundo y huyendo. Ya que por lógica aplastante delatas tu posición al arrastrar los cadáveres y por consecuencia, te mato.

Por otra parte me parece sorprendente que despues de que os diera una paliza un solo drow a tres pjs aún tengais ganas de seguir bajando al pozo.

//Me he tomado la libertad de rolear lo del marcado. No tolero que nadie se lleve los cuerpos de los caídos delante mía por muy invisible que vaya y menos moribundo y huyendo. Ya que por lógica aplastante delatas tu posición al arrastrar los cadáveres y por consecuencia, te mato.

//En cualquier caso, el hecho es que eso no sucedió. No los marcaste. Recogí uno de los cuerpos muertos estando tú presente, no así el otro. Son objetos al estar muertos, con un peso y un espacio en inventario. No delatan la posición los objetos que recoges. El otro lo recogí, creo recordar, cuando habías salido. El que no haya recogido nunca cuerpos muertos que tire la primera piedra.

A mi me parece bien la resolucion dada por Loko, dado que podia haber cogido los cuerpos, meterlos en el inventario y pirarse invisible, cosa que no hizo, ni le hubiese permitido, como ese recurso, de coge el cuerpo y corre a pagar a ashnar, tampoco me parece una salida ni mucho menos brillante.

Leidos ambos relatos, un par de marcas es el menos de los males.

Yo no pinto nada en esto, pero quiero dar a entender una cosa.

Visifuz, según dices cogiste un cuerpo estando Ard´Non presente ¿no? Son objetos según dices, pero lo lógico es que lo llevases al hombro, en brazos o arrastrándolo según la fuerza. En ese caso, (Y más si tú estás herido, dejas un rastro de sangre) Ard´Non podría haberte matado a ti también.

Ya sabes, limitaciones del motor del Never.

Por otro lado, pienso lo mismo que Lloth.

Por favor, no es un debate, abstenerse opiniones ajenas a los implicados sobre la escena. Luego ya sabemos como acaban estas cosas.

Va, sorry.

// Una cosa si es segura, y que Visifuz me confirmará....
Maldita Lag !!!

// Por lo demás, bien roleado a mi parecer. Lástima de las armas.



P.D. Y piensas que no volveremos a bajar? Estas cosas nos dan más ganas todavía. ¡Venganza!

//En algún momento estaba convencido de que me había caído y que volvería a aparecer en el Plano de Fuga. El retraso llegó a los 10 segundos, creo, en el peor momento de lag. Pero eso es lo de menos. Yo creo que nos hubiera ganado igual, repasando el combate. Eso sí, fuera no me habría pillado ni de coña, pero para entonces ya daba bastante igual.

//Nuevo relato de las andanzas del Ard'Non contra las fuerzas invasoras de la luz en curso.