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LOS VIGILANTES DEL CLARO DEL BOSQUE
Publicado: Jue Sep 28, 2006 11:47 pm
por Trisquel
La noche era fria... muy fria. Los ogros de las tiendas tendrían que haber estsado durmiendo a esas horas. A los ogros del camino de la bifurcación les gusta beber. Eriu lo sabia. Siempre que mataba a los que estaban de guardia olian como a vino del barato. Solian robarselo a los pobres transeuntes que pasaban hacia Sundabar. Bueno, mas bien, el vino, el oro y la vida. Aquella noche Eriu no queria armar mucho jaleo. Tenia que investigar una cosa que se le habia ocurrido hacia poco...
Estaba Eriu en la posada bebiendo cerveza. A Eriu siempre le ha gustado la cerveza que hacía Lónnor. No es tan refinada como la quie hacian en su circulo druidico. Puede que por eso le gustara tanto. Ese sabor a tierra que deja al final... como a humedo. Ese dia se habia bebido unas siete. No esque anduviese ya borracho pero si divagando y recordando los grises dias de cuando le espulsaron del círculo. Ultimamente la vida le habia sonreido. Iruss es todo lo que el tenia, pero ese todo era tan grande que no se habia dado cuenta de que como elfo, él habia dejado de ser importante para si mismo. No tenía trabajo ni un fin en la vida, tan solo amar a Iruss y vivir de lo que la madre naturaleza le daba. ël tan pequeño... e Iruss tan... tan grande. Si, Eriu sentia celos del exito de Iruss y de su orden de caballeros. Ella tenía deberes, obligaciones... era conocida por todos por sus gestas. ¿Como le habia pedido que se casara con un pobre vagabundo sin casa? El no tenia nada, tan solo una tienda de campaña que solia plantar en un claro del bosque al lado de una casa abandonada hecha en un tronco. La verdad esque el sitio era precioso. Iruss pasaba alguna noche que otra con él, pero muy pocas veces. ël lo entendia. Una dama como ella no podia estar durmiendo en el suelo, pasando frio y sufriendo las picaduras de mosquitos. Además, todo el equipo y las armas de Iruss estaban el la orden. Eriu oyó el sordo sonido de algo que caia al suelo. Sus botas se habian mojado, habia tirado su cerveza sin darse cuenta.
-¡Eriu! No bebas más- le gritó Lónnor desde detrás de la barra. El dueño del Blasón reia a carcajadas ante la cara de vergënza del elfo con nariz roja. El elfo debía de estar muy borracho porque no paraba de mirar sus botas de piel.
Eríu estaba convencido de que hacía unos momentos habia visto un charco inmenso formado por la cerveza que acababa de tirar. No acababa a comprender como podía haberse esfumado de una forma tán rápida. -Anda, toma Eriu. Invita la casa- le decía Lónnor mientras le dejaba otra jarra encima de la mesa y recogía la del suelo.
-Pero... esto... er... -el druida no sabia como preuntárselo. - Esto... Lónnor.. ¿tu cerveza se evapora?- apremiaba a preguntale avergonzado antes de que volviera a la barra. Lónnor casi le quita la nueva cerveza de la mesa pensando que había sido mala idea traerle otra. -No, que va.- dijo Lonnor serio y mirando a Eriu.
Eriu se sentia avergonzado -Eh... ee... entonces.. como esque mi cerveza...- rojo como un tomate. -¿Ya no esta?- acabó de preguntar al posadero.
Lonnor inspiró un poco de aire poniendo las manos en sus caderas. - Aver Eriu,¿Tu no has visto nunca llover?- le espetó mirandole como si fuera tonto de remate. - ¿Donde va el agua cuendo llueve Eriu? ¿se inunda todo cuando llueve?
Eriu se sentia muy , pero que muy tonto. - Esto... ¿Se lo traga el suelo?¿Quieres decir que mi cerveza ha sido absorbida tán rápidamente por el suelo? Pero eso no es posible, tienes un suelo de madera. No absorbe tan rápido el suelo como lo que he visto...
-Cierto elfo, cierto... pero esque debajo de El Blasón tengo mi bodega. Y cada vez que a alguien se le cae una jarra se me llena de goteras. Es por eso que tu cerveza al caer como que se ha esfumado de golpe.- le explicó el viejo de una forma más tranquila. -Pero tranquilo, las goteras de las bebidas no son nada comparado con las fuertes lluvias primaverales. Muchas veces me entra agua, lo inunda todo, y se pasan los barriles varios dias flotando como barcos. Es por eso que las bebidas que hago aveces saben tanto a tierra humeda.
Algo en la cabeza de Eriu habia saltado como un resorte.
Publicado: Vie Sep 29, 2006 1:44 am
por Trisquel
Tenia que comprovar si era cierto o no antes de decirles nada a Haitz y a Wuivre. No podía dar tan falsas esperanzas.
¿Como no había caido antes? Había estado viviendo al lado de esa casa admirandola cada mañana, enamorandose de ella. Iruss y él siempre habian dicho que algún día tendrían una casa como esa. Estaba hecha en un tronco hueco, era sencilla pero preciosa. Una puerta de diseño élfico era lo primero que se divisaba al acercarse a ella. Si le dabas la vuelta al enorme tonco, se veia una preciosa ventana hecha de pedazos de cristales. Era la armonía del bosque en estado puro. Era perfecta. Eriu nunca habia osado a ontntar abrir esa puerta. Esa noche iba a hacerlo. Pero antes, antes debía comprobar una cosa. Una corazonada le decía que eso que el intuía iba a ser cierto.
Llegó al claro del bosque y miró la enorme casa con otros ojos. Esta vez la vio distinta. No era esa enorme casa que tanto lo enamoraba. La veía grande , majestuosa, llena de poder. Estuvo mirandola largo rato y despues se dispuso a ir hacia la cueva de los ogros. Se escondió en las sombras y sin hacer casi ruido se dispuso a adentrarse en territorio enemigo.
Tenia razón, los de la tienda roncaban y el que tenía que estar de guardia, también. Fue fácil llegar hasta la cascada apoyandose en la inmensa pared que formaba la roca madre donde se alojaba la cueva.
El agua venía de un río y se precipitaba al vacío delante de la apertura de la cueva, haciendo un terible y enorme agujero en el suelo. Eriu ya habia estado ya antes allí pero no le había dado importáncia a esa singularidad. Nunca se había preguntado donde iba a parar todo ese agua. En realidad imaginaba que como todas las filtraciones: formaban rios subteraneos o acuiferos que resurgían en otra parte del bosque. Este rio no parecía resurgir por ningun lado. Pero a Eríu no le interesaba saber por dónde resurgía... sino por dónde pasaba. Ató una cuerda enorme a un arbol y se dispuso a bajar por ella adentrandose en la cavidad. La cavidad se iluminó. Eríu le había pedido a la madre tierra que iluminase su búsqueda.
Publicado: Sab Sep 30, 2006 5:25 pm
por drupad
hable con khellendros y el ha hecho un boceto de la casa, por si te interesa.
asi podemos ir avanzando sobre el circulo
Publicado: Sab Sep 30, 2006 9:06 pm
por Trisquel
//Espera, que Haitz continua con el relato. Cuando acabe le toca escribir a Wuivre desde su punto de vista. Luego Aliaris. Después ya veremos, depende de como vaya la cosa seguiremos con turnos de otros pj. Tranqui, que para todo eso ya avisaremos. Pero que id pensando en todo eso, muchas gracias.
Publicado: Lun Oct 02, 2006 12:51 am
por Haitz
Haitz: Levantaste tu espada contra el lobo !
Rick: No fué así Haitz, tranquilízate, te lo estaba tratándo mostrar...
Haitz: Fuiste corriendo hacia él, te separaste del camino para ir en su busca !
Rick: Haitz tranquilo, lo vi desdel camino, me separé de éste para llevarte hasta el animal, y así que pudieras llevártelo más lejos del paso de los viajeros, para evitar pérdidas innecesarias...
El desmemoriado de Haitz hizo el ademán de hablar para soltar algun improperio más a Rick pero las últimas palabras de éste le desconcertaron de tal forma que dejó de frunzir el ceño y pasó de su estado de sulfuración a la duda y posteriormente al arrepentimiento en un abrir y cerrar de ojos.
(Vaya, ...., de verdad hizo eso ? juraría que levantó su espada,....realmente lo vi ? o sólo le vi correr ?...quizás....quizás tenga ...razón....si es así entonces...creo que le debo....una disculpa)
Bajó la vista pensativo tratando de recordar los hechos mientras Eriu distingue la voz a lo lejos del griterío y se acerca algo apresurado a poner paz.
Eriu: Haitz, Rick....¿qué ocurre aquí?
Publicado: Lun Oct 02, 2006 12:51 am
por Haitz
Llevábamos poco rato caminando bajo la lluvía desdel río de Lanzagélida dónde dejamos a Rick y encontramos a Wuivre. Eriu nos llevó a mi y a Wui al norte del malentendido con el lobo, concretamente al oeste del asentamiento de Ogros, pasados los Hojazules. Eriu se paró, dibujó una amplia sonrisa y señalando un gran arbol nos dijo:
Eriu: Mirad, este arbol fué habitado hace algun tiempo, ahora parece abandonado - se acercó un poco mas al árbol y nos mostro una puerta - Mirad esta puerta, parece que lo abandonaron, está cerrado, quizás con magia incluso.
Me acerqué al arbol y a pesar que oía a Eriu no podía dejar de contemplarlo, siempre que pasaba por ahí miraba al árbol y me preguntaba que uso podrian haberle dado....o le daban todavía....La madera bajo la llúvia desprendía un olor muy fuerte a vida que me llenaron de ganas de abrazarlo...
Eriu: Los círculos druídicos necesitan de un río para poder formarse, y creo que en este árbol había un círculo - miró nuestras caras divertido, pues sabía que no había nigún río cerca - Este árbol, sí, éste debió ser habitado por druidas en antaño.
Un círculo druídico dijo, me pareció la mayor sandez que se le había ocurrido a Eriu, cosa realmente digno de mención a resultas de su alto nivel de sandeces diarias tan exhageradas como divertido le hacen. Me acerqué al árbol y puse mi mano mojada encima la corteza del árbol, por un momento dejé de oir las gotas de lluvia repicar sobre mi capucha, la fuerza del árbol era mas que notoria y junto al olor que se arremolinaba dentro de mis cavidades nasales me hizieron dibujar una leve sonrisa.......está vivo.....la savia corre por sus venas...
Eriu: Venid conmigo - Eriu se giró sobre si mismo y corrió hacia el este, justo al pié de la montaña que alberga el pozo de las profundidades se paró para hablar - Haitz, Wui,...fíjaos bien, al pié de la montaña....lo veis ?
Haitz: No veo nada mas que tierra y la roca de la montaña hundirse en ella.
Eriu: Sí, mirad la roca, es roca madre, esta montaña de roca madre pasa por debajo de todo este bosque!
Me acerqué y levanté un poco de tierra con la mano. La tierra madre parecía bajar por la montaña y hundirse en la tierra, probablemente todo el bosque tenía substratos provinientes de los minerales de la roca madre, y ésta debía extenderse por todo el bosque hasta el otro lado dónde la montaña volvía a resurgir. Estos minerales, y matería orgánica proviniente de la roca madre han dado a estos bosques buenas condiciones para que un árbol de belleza tan amplía se haya alzado de tal manera que parezca arañar los cielos de la marca. Pero, un árbol tan grande...de dónde sacaba el agua ? estaría el árbol ya muerto y un rió había cruzado por ahí tiempo atras ? No, el árbol estaba vivo pensé mientras recordaba el momento en que puse mi mano sobre él. Además, si hubiera pasado nunca un río por ahí durante el tiempo necesario como para formar ese árbol habría indicios....pero entonces como se había formado el árbol ? De dónde sacaba el agua suficiente para estar tan lleno de fuerza ? La sonrisa de Eriu parecía reirse a medida que yo fruncía el ceño, sus comisuras divertidas parecían saber la respuesta...
Eriu: Venid conmigo, debo enseñaros lo más importante todavía ...
Wui y yo seguimos a Eriu curiosos hacia el este, cruzando los hojazules en zig zag, cuando llegamos cerca de un asentamiento de Ogros,...., sí,.....había estado allí....La batalla se fraguó bajo la lluvía antes que pudiera darme cuenta, Eriu usó sus vinculos con la naturaleza mientras yo lanzaba mis flechas a los apestosos Ogros, perdí de vista a Wui....mis ojos buscaban su figura mientras trataba de ensartar todas las flechas de mi carcaj a esos malolientes.....Wui......Wui........."Ahí estás!", la ví luchando con sus espadas entre dos Ogros, parecía en apuros. Un Ogro trató de asertarme un hachazo cuando rodé por debajo de este salvando mi pellejo, Eriu pendiente de mi no tubo compasión de él. Corrí hacía Wui mientras ponía mi mano en el zurron buscando vendas, Wui clavó una de sus espadas el el corazón en uno de los ogros e hizó unos rápidos movimientos girando en torno al otro Ogro y desorientándolo para colacarse a sus espaldas detrás de un árbol del cual se encaramó en sus ramas a gran velocidad. Traté de dirigirme hacia el árbol esquivando la mirada perdida del Ogro, me subí al árbol algo torpe por las prisas sirviéndome de una gran roca cercana y venda en mano vendé el muslo de Wui que sangraba con mal aspecto...
Haitz: Luego te limpiamos esa herida, tiene... - le dije susurrándole mientras terminaba de vendarla.
Wui asintió y sin darme tiempo a terminar la frase saltó del árbol encima el Ogro que recién nos había descubierto, por suerte para mi, Wui lo divisó y tras dejar caer su peso sobre su cabeza giró sobre si misma clavando su espada en el pecho del Ogro.
Wui: Ha estado cerca...
Bajé del árbol, mirando a Wui algo confuso por el momento mientras ella esbozaba una sonrisa al ver a Eriu acercarse dejando atras a varios cuerpos inertes tendidos en el suelo.
Eriu: Estais bien ?
Haitz: Sí Eriu, estamos bien...
Publicado: Lun Oct 02, 2006 10:58 pm
por Haitz
Tras serciorarnos de estar bien, y curar la herida de Wui, Eriu nos condujo hacia la catarata que oculta la entrada de una cueva asestada de Ogros cerca del asentamiento. Nos acercamos sigilosos hasta la entrada para ver la caida del río dentro de una gran cavidad, no sabría ni ahora decir a dónde daba lugar esa cavidad por donde el agua se escurría...debajo del bosque.
Eriu: Este rió nace en la cima de la montaña y cae hasta aqui para esconderse bajo nuestros pies, el rió continua por debajo del bosque a través de unas cavidades rocosas cruzando por dónde se encuentra el gran árbol...
Mi cara se iluminó al comprenderlo por fin...Cuantas veces habría pasado por delante sin darme cuenta, ni tan sólo preguntarmelo ? No lo se, ni quiero saberlo por que de sólo imaginármelo me avergüenzo de mi mismo. Ahora, estoy radiante de alegría,....Eriu......tiene razón....ese árbol quizás albergó un círculo....y podría albergar el círculo de los vigilantes en breve si nos ponemos a trabajar codo con codo todos juntos...
Publicado: Jue Oct 05, 2006 1:52 am
por Wuivre
Era presa de días inciertos, la repentina desaparición de Bael despues de que Kaliz; mi hermana gemela, diese coordenadas incompletas de su pasado sin motivo ni razón aparente, dejaron tal huella en mi que dejé de mostrar interés por los aspectos más primordiales de la vida. Mi locura se extendía, la Wuivre que todos conocían poco a poco dejó de existir.
El proceso fue lento, hasta que irremediablemente mis expectativas y mi lucha interior por mantener el equilibrio entre la sensatez y la visión de la realidad hicieron que finalmente, perdiera el juicio.
Ahora cuando echo la vista atrás, recuerdo no sin nostalgia, aquella tarde donde las hojas perennes de los robles se dejaban caer, donde la tenue luz del atardecer se perdía entre destellos otoñales cubiertos de tal belleza, que las palabras de Eriu se mezclaban entre la melodía del paisaje. Y es que tenía tantas cosas que explicar, tanta emoción por derrochar, que tanto Haitz como yo nos vimos arrastrados por su euforia inicial. Pero he de reconocer que no le escuché como debiese, más cuando más me esfuerzo por recordar cada palabra acabo con una repentina jaqueca. ¿Por qué será? Su verborrea no tenía limite, hablaron sus labios, hablaron sus ojos, habló su cuerpo que corría de un lado a otro enseñándonos las maravillas de aquel lugar donde según el, la madre tierra había dotado ya en su tiempo con un círculo druídico.
Seguir los pasos del inconsciente elfo nos llevó a un asentamiento ogro cerca de la cascada, y a pesar de que reaccionamos a tiempo, no sin esfuerzo, entre los cuerpos de los caídos y sujetando mis heridas con las pocas vendas que me quedaban, emanó de mi una lluvia de preguntas que recayeron sobre Eriu, totalmente ileso y con esa cara de embobamiento que tan común llega a ser en el.
- Eriu.. ¿vos ya estuvisteis en un círculo druídico?
- Si .- contestó sumiéndose en los recuerdos del pasado.
- Ahm.. ¿y que representa que tenemos que hacer los exploradores en el? ¿acatar las ordenes de un druida como vos? ¡¡Por que dejadme deciros que sois un mandón!! .- Al decir esto, las risas de Haitz atolondraron más a Eriu, haciendo que frunciera el ceño.
- Si.. Si, Wuivre tiene razón Eriu. - dijo el explorador riéndose.
- ¿Eh? En un círculo druídico todo el mundo trabaja por igual, y todos tenemos los mismos derechos y deberes. Incluso el Gran Druida es uno más.- contestó ofendido el druida.
- ¿Y vos que vais a hacer? ¿Plantar nabos? - interrogué socarrona.
- Esto….pienso plantar bastantes, pero también pienso hacer otras cosas.- defendiéndose.
- ¡Entonces empezad a hacerme la colada Eriu! - le propiné inesperadamente.
- ¡Pero si no podemos ni abrir la puerta del árbol como quieres que te haga la colada!
Y mientras debatíamos tales aspectos primordiales en lo que podría ser nuestro futuro, bajo un esperanzador círculo druídico, nuestros pasos se encaminaron de nuevo hacia el gran árbol lleno de vida que nos aguardaba con las ramas extendidas. Cual fue nuestra sorpresa al ver a Aliaris bajo ellas, observando a su alrededor con la mirada perdida. Aquella exploradora tenía algo que me gustaba, su nariz respingona, sus ojos vivaces y su buen humor, me llenaban de júbilo cada vez que la veía. No hacía mucho que Haitz había dado con ella en los bosques de Nevesmortas, y aunque algo inexperta aun en el rastreo y uso del arco, sabía que no tardaría en florecer de ella una de las mejores guardabosques de las que dispondríamos. Por lo visto, los designios de los Dioses habían hecho que aquel día selláramos un pacto de unión con la naturaleza. Pero largo fue el día, y larga la noche que nos hizo acordar la primera e importante decisión de todas.
- ¿Cómo nos vamos a llamar? .- pregunté con inocencia sin saber la magnitud de mi pregunta.
Los rostros de mis amigos sucumbieron ante la duda, pero Aliaris tenía continuamente el nombre en la punta de la lengua…
- ¡Arbol sagrado! - inauguró la entusiasta elfa.
- ¿Arbol sagrado? - repitió con incredulidad Haitz. - no, no.. Que tal simplemente.. ¿La Savia?
- ¡Los Vigilantes de la Savia! - añadió Eriu emocionado
- ¡No, no! ¿pero que decís?!! ¡Qué nombre más simplón! ¡Nos llamaremos El Arbol Eterno!- dije al instante guiñándole un ojo a Aliaris.
- ¡El Claro Sagrado!
- ¡La Savia Sagrada!
- ¡Los Guardianes del bosque!
- ……
Y se nos hizo de noche, la luna bajó de posición ante nuestros ojos y los primeros rayos del sol incipiente, amenazaban por hacerse un hueco entre las nubes.
- ¡El Claro! - insistí con la boca seca ya.
- Eeeee ¿El Claro? .- preguntó Haitz mirando a todos interrogatoriamente.
- ¡Siiiiiiiii! ¡El Claro del bosque!! - insistí sin darle tiempo a más replicas, mientras exhaustos como estaban ya por el agotamiento, se miraban en silencio. Eriu finalmente tomó aliento, y asintío: -Seremos Los Vigilantes del Claro del Bosque.
Sin embargo Aliaris aun tenía fuerzas para retomar la ultima palabra..
- ¿Y por que no Los Vigilantes del Claro del Bosque Sagrado?
Creo que en ese mismo momento, si las miradas hubiesen hablado, nuestra pequeña elfa hoy ya no estaría con nosotros..
Mas cuanto más pienso en aquel día, más cuenta me doy del destino que había forjado mi vida... y cuan resistencia había ofrecido a lo único que parecía real...
Publicado: Jue Oct 05, 2006 4:20 am
por Elenthyl
Encuentro
La lluvia caía rítmicamente sobre las altas copas de los árboles, llenado la tarde con su sonido. A pesar del frío imperante, una sombra se agazapaba inmóvil tras unos arbustos. Llevaba horas sin comer, y estaba hambriento. Afortunadamente, un pequeño jabalí se acercaba a su posición lentamente, escarbando de vez en cuando con su hocico, ajeno a los dos puntos de luz que no perdían ni uno de sus movimientos. En el bosque se hizo el silencio. Lentamente, paso a paso… El enorme lobo de pelaje gris comenzó a levantar su peso del suelo helado, preparándose para saltar. Un último esfuerzo y… Con un chillido de sorpresa, el jabalí salió huyendo. El lobo, perplejo, se echó a tierra para evitar la colisión contra “algo” que pasaba fugazmente, sobrevolando la escena de caza.
El elfo salvaje atravesaba fugazmente el bosque, en paralelo al camino que algunos metros atrás ocupaban Haitz y Wuivre. Flanqueaba los senderos como era su costumbre desde niño, para evitar encuentros inesperados y apartar la fauna salvaje de los viajeros.
Sus rápidos y sigilosos movimientos, practicados a lo largo de los años, hacían de su desplazamiento un automatismo que le permitía recogerse a tramos en sus pensamientos.
Recordaba su llegada a aquella inhóspita zona, atravesando el continente en su largo viaje de aprendizaje. ¿El final del camino? Ya se vería… Lo cierto es que jamás había sido tan bien acogido por los exploradores de ningún territorio como allí. Le recibieron entre vítores de alegría, como a un hermano, sin conocerlo de nada… Al parecer se estaban organizando en ese momento para fundar un círculo druídico, Los vigilantes del Claro del bosque. Fue Haitz quien le habló sobre un “gran árbol” que les había inspirado la idea. Al verlo interesado, Haitz prometió a Elenthyl llevarlo ante aquel fantástico ser lo más pronto posible. De aquello hacían dos semanas pero al fin, aquella lluviosa mañana, estaban en camino.
La lluvia regó incesantemente el bosque durante toda la noche, sin evitar que los tres exploradores avanzaran a paso vivo hasta que, ya de madrugada, se internaron en una zona indudablemente diferente. El bosque allí parecía más viejo, los árboles mas imponentes. El suelo irradiaba una suerte de magnetismo. Y estaba lleno de pisadas de ogros… ¡Ogros!
Elenthyl extremó la precaución mientras un sonriente Haitz guiaba a Wui a través del anciano territorio, seguidos de cerca por el elfo salvaje. El viaje finalizaba sin mas incidencia que un estúpido ogro perdido en aquellos parajes, fácilmente abatido por los arqueros.
La lluvia finalmente cesó. Los primeros rayos de sol iluminaban ya las capas más altas de aquellos gigantescos árboles, derramando una argéntea luz que pronto se tornó en un suave rojizo para resbalar sobre el árbol más grande que jamás vieron ojos de elfo alguno. O, al menos, eso es lo que pensó Elenthyl, entre silbidos de admiración.
Ya hemos llegado –Haitz sonreía señalando hacia lo alto- ¿Veis aquella ventana?
¡El árbol tenía ventanas! Tallada con increíbles filigranas, una gran puerta conducía a su interior.
Wui miró hacia donde su amigo le indicaba, dejando caer su empapada capucha en una cascada de seda roja; sus cabellos enmarcaban una amplia sonrisa, y comenzó a darle la vuelta, fascinada.
Elenthyl se acercó a la puerta, examinando sus fantásticos grabados. Indescifrables para él, admiraba su belleza. Detrás, Haitz comenzaba a contarle lo que creía que podría ser aquel lugar.
Si este lugar acogió un círculo druídico, inevitablemente ha de existir un río. Eriu cree que un río recorre las entrañas del bosque a través de grutas –señalado al Oeste, el explorador continuó hablando-
¿Ves aquellas montañas? Es Roca madre, que se hunde en las entrañas del bosque, recorriéndolas y dotando a este gigantesco árbol de base suficiente para sustentarse. Creemos que el árbol esta vivo. Te mostraré el río, ven.
Rodeando el árbol, se reunieron con Wui. Lamentablemente el río subterráneo atravesaba cuevas ocupadas por ogros. Aquel que encontraron perdido en el bosque no fue una casualidad, y se prepararon para un más que posible enfrentamiento. Antes de partir, Wui impuso sus manos sobre sus compañeros recitando un conjuro. De inmediato ambos se sintieron mejor, protegidos por la magia. Se miraron complacidos, pero al ver la expresión del rostro de Wui la sonrisa se quedó en una mueca de preocupación.(Algo… algo no funciona) –pensaba Wui, sus ojos clavados en las palmas de sus manos que mantenía separadas del cuerpo-
¿Estas bien? –preguntaron los dos exploradores al unísono, mientras Wui retrocedía perpleja, sin dejar de mirar sus manos-
El conjuro había sido poderoso. Demasiado poderoso para que Wui pudiera crear tal efecto sobre ellos. Una mirada a los ojos de sus compañeros y compartieron todos la misma idea… Ella no había ejecutado tal magia. Otro lo había hecho. Recordando anteriores enfrentamientos, Elenthyl pensó de inmediato que un mago se escondía en la espesura, había conocido a varios capaces de hacerlo. Se separó de la pareja y comenzó a rastrear alrededor de su posición. Gritos de combate a lo lejos terminaron de disparar los nervios del grupo, y el elfo salvaje se precipitó hacia delante, arco en mano. Un humano se batía contra varios ogros tras una hondonada, en dirección a la gruta que permitía el acceso al río.¡Por el Bien y la Justicia! – Alguien gritaba mientras descargaba mandobles con su enorme espada imbuida de fuego divino- ¡Debéis morir! -su vozarrón llenaba el bosque-.
Un joven caballero llamado Tero machacaba sin piedad a todo ogro que se le acercara. No era consciente de las flechas que oportunamente detenían furtivas estocadas de sus enemigos, haciendo blanco en ellos. Una vez muerto el último de los ogros, Elenthyl se hizo visible ante el caballero. Le dijo que estaba reconociendo la zona junto a unos compañeros, y el poderoso guerrero se ofreció a ayudarles en caso de que se encontraran con más ogros. Pensando que esto último iba a ser inevitable, condujo al grandullón hacia éstos, que se habían desviado hacia la gruta para detener la retirada de los monstruos. Los encontraron al borde de una sima, la elfa pelirroja mirando hacia abajo, ensimismada en el agua que contenía su interior. Una cascada se perdía en su interior, junto a los ojos de la elfa.
Apenas tuvo tiempo de saludar cuando notó que Wui estaba demasiado ensimismada en la sima. Tenía la piel pálida, comenzaba a tambalearse. Elenthyl gritó a tiempo de que Haitz detuviera la terrible caída.
Me… me llama –Wui señalaba a la profundidad de la sima, donde se perdía el río-
Haitz sujetó a la elfa en sus brazos justo en el momento en que perdió el conocimiento. Su piel ardía. Levantándola en peso se separó de la sima, y comenzaron a retroceder por el antiguo bosque. Debía encontrar un clérigo y averiguar que le ocurría a su amiga. Comenzaron la marcha de inmediato pues el sol brillaba ya en lo alto, y no querían que anocheciera cerca de aquellos parajes. Elenthyl se quedó rezagado cubriendo la retaguardia y eliminado los primeros rastros del grupo, para evitar ser perseguidos por algún ogro rezagado ó quien fuera que le estaba haciendo aquello a Wui. Cuando al cabo de algunos minutos los alcanzó, Haitz no supo responder a su pregunta sobre el estado de la elfa. Parecía sufrir los mismos síntomas que ella. Completamente pálido, fuera de sí, comenzó a deshacer el camino con la expresión de su rostro perdida en las profundidades del bosque.
Tero y Elenthyl le increparon con preguntas sin atreverse a detener su movimiento, pues parecía haber entrado en trance. El explorador apenas conseguía farfullar palabra. Su mirada inexpresiva le conducía inexorablemente a él. Al ser más viejo del bosque, al más grande entre todos ellos. Aquel cuyas raíces se hundían en el pasado.
El Gran Árbol
Continuara… ............................................................... Misión
Elenthyl Quart´Hadast, explorador
Publicado: Mié Oct 11, 2006 10:07 am
por Aliaris
*Espacio reservado para Historia de Aliaris*
// Proximamente....