Forero el Mago Idiota Tomo I –Vol.1-
Publicado: Jue Sep 24, 2009 8:10 pm
Forero el Mago Idiota Tomo I –Vol.1-
*Un libro de portadas en cuero con los colores blanco, azul y rojo. Bordes dorados y un bonito gancho que ajusta su cierre, en su centro aparecen anotados el titulo “Forero el Mago Idiota .vol.1” más abajo con los nombres “Autor: Merlinius Amaya, Editor: Mia Stormwhispers, en una tinta dorada con pequeños brillos resaltándola*
*Atrás de la portada aparece una pequeña letra de color azul*
Nota del autor:
La vida de Forero el mago Idiota es una serie de enseñanzas con humor, un libro con los que se puede divertir cualquiera y los arcanos que inician su carrera pueden aprender muchas cosas dentro de la ridiculez del pobre forero.
Capítulo I
Foreo era un niño de ciudad, como cualquier otro, como todos, solía pasar sus tardes jugando escondidillas, canicas y esos juegos a los que todos hemos jugado alguna vez. Sus amigos acostumbraban decirle “Foreo el Forreo”, y si bien ni ellos ni él sabían muy bien qué significaba, el mote le molestaba bastante.
Fue así que en una ocasión y para demostrarle a todos que no era nada tonto decidió algo que cambiaría su vida para siempre. Sucedió cuando por una de esas casualidades del destino, Foreo encontró en un rincón olvidado de la vieja tienda del poblado un libro de magia básica y sin dudarlo se dijo a si mismo que debía ser un gran mago.
En un principio practicaba hechizos simples pero luego de un tiempo ya manejaba bastante bien algunas técnicas como la levitación de objetos, tal es así que aquella tarde de primavera memorable mientras se lucía con una niña de trenzas rojizas logró levantar una piedra casi del tamaño de su cabezota. Tal fue la mala suerte que no muy lejos de ahí el viento se arremolinó de tal forma que levantó por los aires todo cuando había a su paso, entre otras cosas el pañal sucio del bebé de la vieja Marie, de apenas seis meses de edad. El viento inescrupuloso no tuvo piedad y el pañal fue a dar de lleno en la cara del pobre Foreo que ante el olor nauseabundo perdió por un instante la concentración tanto que, la piedrota que se mantenía sobre su cabeza cayó cual hoja seca en el otoño de Zhákara y dejo sendo chichón en medio de su mollera. Todos cuantos observaban la escena cayeron al piso en medio de un ataque compulsivo de risa al tanto que muchos, entre carcajadas gritaba “¡Es Foreo, el Forrero el mago más tonto jamás visto…!”
Esa misma tarde, el joven decidió marcharse para evitar las burlas y lograr quizás ser el gran arcano que soñaba…
Al emprender el viaje y sabiendo poco y nada del mundo que lo esperaba el muchacho decidió, luego de varios días de caminata para a descansar en una vieja y húmeda construcción que halló entre medio de piedras erguidas grabadas con nombres que parecían crecer entre la maleza, claro, Foreo no sabía que acababa de sellar su destino al decidir acampar en aquel cementerio abandonado…
La soledad agobiante hacía que el pobre Foreo muchas veces hablase solo o con los objetos que le rodeaban como sucedió en esa ocasión en la cual se dirigió a una enorme estatua que se erguía orgullosa a su lado, ni idea tenía el pobre Foreo de la tempestad que se avecinaba.
-¡Mucho gusto, soy Foreo el gran Mago en busca de aventuras y deseoso de ser el más poderoso de todos los magos que jamás hayan existido en los Reinos!- Dijo viendo la escultura que se posaba a su lado.
De prono en medio del silencio de aquel inhóspito sitio la boca de piedra articuló unas palabras ante la mirada atónita del joven.
-Mucho gusto Foreo… ¡BURAGGG!-
Foreo miró por un instante a la estatua hasta que al asegurarse que no era esa voz obra de su imaginación le preguntó:
-¿Qué es lo que le causa náuseas que hace usted esas asquerosas arcadas?-
La estatua casi sin mirarlo respondió:
-¡CEREBRO…!-
Foreo entonces dijo a la escultura que no debía imaginar cerebros si estos le causaban vómitos y que sin dudas él también tenía ganas de devolver el almuerzo puesto que un olor irrespirable inundaba la zona. Fue en ese mismo momento que entrando en confianza posó su mano sobre la estatua quedando esta adherida a la piedra. Creyó Foreo entonces que una paloma había defecado en la roca tallada puesto que la mucosidad viscosa que de ella emanaba parecía sin dudas oler muy mal.
-¡CEREBRO…!- Volvió a gritar la estatua a lo que Foreo respondió:
-Pues claro, CEREBRO…! El más grande y brillante de todos los cerebros en mi cabezota puesto que soy el más inteligente de todos los magos sobre la faz de Faerûn…!-
Al terminar la frase la enorme bocota rocosa de la escultura, o de lo que él pobre tono mago creía eso era se abrió babeando sobre su cabeza…Tal fue el susto de Foreo al notar que lo que creía tan solo una obra de arte esculpida en piedra no era ni más ni menos que un verdadero “No Muerto” de esos que sólo conocía por los libros, corrió sin mirar atrás tan a prisa que olvidó en el sitio todas sus pertenencias, entre ellas…su ropa.
El pobre maguete corría despavorido por los bosques y entre las secas ramas de los abetos y los sauces enroscase la tela que anudada a sus caderas hacías las veces de calzoncillo dejando al pobre muchacho tal y como Dios lo trajo al mundo.
Corrió y corrió hasta caer casi desmayado a la vera de un camino que conducía a los viñedos en donde las damas del poblado cercano juntaban uvas en sus canastas, tal fue su mala suerte que una jovencita de apenas quince años le vio, tendido y desnudo, agitado y pálido lo que la asustó de tal forma que cayó desvanecida al piso.
Enseguida Foreo al recuperarse intentó ayudar a la muchachita logrando reanimarla en pocos segundos.
Pero claro la mala racha aún no acababa ya que por el lugar pasaban dos caballeros que al ver tal escena en la cual un joven sin ropas tenía en sus brazos a una niña semiinconsciente se abalanzaron sobre el pobre niño que entre gritos y sollozos pedía clemencia mientras explicaba las cientos de penurias que le había llevado a terminar allí, desnudo y con esa mujercita en brazos. Muchos fueron los esfuerzos de los caballeros para creerle pero siendo ellos Justos pues, decidieron llevar a ambos hasta la gran Ciudad en donde sin dudas desde ese día Foreo daría que hablar.
//aqui les dejo por que el libro no tiene tantas hojas
*Un libro de portadas en cuero con los colores blanco, azul y rojo. Bordes dorados y un bonito gancho que ajusta su cierre, en su centro aparecen anotados el titulo “Forero el Mago Idiota .vol.1” más abajo con los nombres “Autor: Merlinius Amaya, Editor: Mia Stormwhispers, en una tinta dorada con pequeños brillos resaltándola*
*Atrás de la portada aparece una pequeña letra de color azul*
Nota del autor:
La vida de Forero el mago Idiota es una serie de enseñanzas con humor, un libro con los que se puede divertir cualquiera y los arcanos que inician su carrera pueden aprender muchas cosas dentro de la ridiculez del pobre forero.
Capítulo I
Foreo era un niño de ciudad, como cualquier otro, como todos, solía pasar sus tardes jugando escondidillas, canicas y esos juegos a los que todos hemos jugado alguna vez. Sus amigos acostumbraban decirle “Foreo el Forreo”, y si bien ni ellos ni él sabían muy bien qué significaba, el mote le molestaba bastante.
Fue así que en una ocasión y para demostrarle a todos que no era nada tonto decidió algo que cambiaría su vida para siempre. Sucedió cuando por una de esas casualidades del destino, Foreo encontró en un rincón olvidado de la vieja tienda del poblado un libro de magia básica y sin dudarlo se dijo a si mismo que debía ser un gran mago.
En un principio practicaba hechizos simples pero luego de un tiempo ya manejaba bastante bien algunas técnicas como la levitación de objetos, tal es así que aquella tarde de primavera memorable mientras se lucía con una niña de trenzas rojizas logró levantar una piedra casi del tamaño de su cabezota. Tal fue la mala suerte que no muy lejos de ahí el viento se arremolinó de tal forma que levantó por los aires todo cuando había a su paso, entre otras cosas el pañal sucio del bebé de la vieja Marie, de apenas seis meses de edad. El viento inescrupuloso no tuvo piedad y el pañal fue a dar de lleno en la cara del pobre Foreo que ante el olor nauseabundo perdió por un instante la concentración tanto que, la piedrota que se mantenía sobre su cabeza cayó cual hoja seca en el otoño de Zhákara y dejo sendo chichón en medio de su mollera. Todos cuantos observaban la escena cayeron al piso en medio de un ataque compulsivo de risa al tanto que muchos, entre carcajadas gritaba “¡Es Foreo, el Forrero el mago más tonto jamás visto…!”
Esa misma tarde, el joven decidió marcharse para evitar las burlas y lograr quizás ser el gran arcano que soñaba…
Al emprender el viaje y sabiendo poco y nada del mundo que lo esperaba el muchacho decidió, luego de varios días de caminata para a descansar en una vieja y húmeda construcción que halló entre medio de piedras erguidas grabadas con nombres que parecían crecer entre la maleza, claro, Foreo no sabía que acababa de sellar su destino al decidir acampar en aquel cementerio abandonado…
La soledad agobiante hacía que el pobre Foreo muchas veces hablase solo o con los objetos que le rodeaban como sucedió en esa ocasión en la cual se dirigió a una enorme estatua que se erguía orgullosa a su lado, ni idea tenía el pobre Foreo de la tempestad que se avecinaba.
-¡Mucho gusto, soy Foreo el gran Mago en busca de aventuras y deseoso de ser el más poderoso de todos los magos que jamás hayan existido en los Reinos!- Dijo viendo la escultura que se posaba a su lado.
De prono en medio del silencio de aquel inhóspito sitio la boca de piedra articuló unas palabras ante la mirada atónita del joven.
-Mucho gusto Foreo… ¡BURAGGG!-
Foreo miró por un instante a la estatua hasta que al asegurarse que no era esa voz obra de su imaginación le preguntó:
-¿Qué es lo que le causa náuseas que hace usted esas asquerosas arcadas?-
La estatua casi sin mirarlo respondió:
-¡CEREBRO…!-
Foreo entonces dijo a la escultura que no debía imaginar cerebros si estos le causaban vómitos y que sin dudas él también tenía ganas de devolver el almuerzo puesto que un olor irrespirable inundaba la zona. Fue en ese mismo momento que entrando en confianza posó su mano sobre la estatua quedando esta adherida a la piedra. Creyó Foreo entonces que una paloma había defecado en la roca tallada puesto que la mucosidad viscosa que de ella emanaba parecía sin dudas oler muy mal.
-¡CEREBRO…!- Volvió a gritar la estatua a lo que Foreo respondió:
-Pues claro, CEREBRO…! El más grande y brillante de todos los cerebros en mi cabezota puesto que soy el más inteligente de todos los magos sobre la faz de Faerûn…!-
Al terminar la frase la enorme bocota rocosa de la escultura, o de lo que él pobre tono mago creía eso era se abrió babeando sobre su cabeza…Tal fue el susto de Foreo al notar que lo que creía tan solo una obra de arte esculpida en piedra no era ni más ni menos que un verdadero “No Muerto” de esos que sólo conocía por los libros, corrió sin mirar atrás tan a prisa que olvidó en el sitio todas sus pertenencias, entre ellas…su ropa.
El pobre maguete corría despavorido por los bosques y entre las secas ramas de los abetos y los sauces enroscase la tela que anudada a sus caderas hacías las veces de calzoncillo dejando al pobre muchacho tal y como Dios lo trajo al mundo.
Corrió y corrió hasta caer casi desmayado a la vera de un camino que conducía a los viñedos en donde las damas del poblado cercano juntaban uvas en sus canastas, tal fue su mala suerte que una jovencita de apenas quince años le vio, tendido y desnudo, agitado y pálido lo que la asustó de tal forma que cayó desvanecida al piso.
Enseguida Foreo al recuperarse intentó ayudar a la muchachita logrando reanimarla en pocos segundos.
Pero claro la mala racha aún no acababa ya que por el lugar pasaban dos caballeros que al ver tal escena en la cual un joven sin ropas tenía en sus brazos a una niña semiinconsciente se abalanzaron sobre el pobre niño que entre gritos y sollozos pedía clemencia mientras explicaba las cientos de penurias que le había llevado a terminar allí, desnudo y con esa mujercita en brazos. Muchos fueron los esfuerzos de los caballeros para creerle pero siendo ellos Justos pues, decidieron llevar a ambos hasta la gran Ciudad en donde sin dudas desde ese día Foreo daría que hablar.
//aqui les dejo por que el libro no tiene tantas hojas