Bajo un sombrero de Ala-Ancha... Por Relenar.
Publicado: Mar Ene 12, 2010 4:52 pm
Este es mi primer y único escrito sobre mi "pasado". Dejo que el papel se lleve con el la sinceridad que deposito en este.
He vuelto a nacer.
"Siempre se me dio bien contar historias de grandes aventureros, gente que ha hecho proezas y quizá se merezcan el ser recordados. Supongo que una de las razones por las que lo hago es por que no recuerdo yo la mía, algo que no le deseo a nadie.
Lo ultimo que recuerdo fue despertar al lado de un río, notando el cálido roce de la sangre deslizándose por mi cabeza haciendo contraste con las frías brisas que me besaban mi piel esa mañana. Recuerdo también un dolor a lo largo de todo el cuerpo que me impidió moverme durante 20 largos minutos. Cuando por fin me levanté, observé a mi alrededor y vi un sombrero de ala-ancha, viejo y gastado, tirado en el suelo, y junto a el un viejo laúd de muy buena madera que tenia su base rota y las cuerdas cortadas, a su base había una pequeña inscripción que ponía “A mi querido hermano, Relenar” y una fecha.
Miles de preguntas inundaron mis pensamientos a una velocidad sorprendente: Donde estoy? Que había ocurrido? Soy yo ese tal Relenar? Y si es así, y mi hermana?. Intenté hacer memoria sin mucho éxito, ya que un fuerte dolor de cabeza me hacia ceder en cada intento.
Rebusqué en mis ropajes y encontré 1 moneda de oro, algunos paños viejos de tela y un amuleto de “Tymora, la dama de la fortuna”. No sabia si todo aquello era mío o no, pero si nadie lo reclamaba sin duda pasaría a serlo.
Y dado que allí no había nada más, me limpié la sangre de la cabeza en el río, y me puse a andar. Río abajo, con la esperanza de encontrar una capital o algo que me diese una pista de mi pasado. No me hice muchas ilusiones, ya que el mundo era inmenso y tenia demasiados pocos datos. Sea como fuese, tanto si era el tal Relenar o no, había vuelto a nacer, adoraría a la dama de la fortuna, que imagino que si dejo que ocurriese lo que me haya ocurrido sería por alguna razón y bueno, dado que había un laúd me propuse arreglarlo, aprender a tocar o recordar como se hacía y también a recorrer el mundo a la espera de que alguien me reconociese alguna vez o al menos buscar mi lugar en el mundo.
Tras este momento pasaron los meses y los años, conseguí arreglar mi laúd y empecé a ensayar durante horas hasta que pude ganarme la vida tocando canciones. En los caminos conocí a cientos de aventureros con aires de grandeza y viví cientos de aventuras y desventuras de las cuales solía salir siempre bien parado.
Acabé llegando a Nevesmortas, un pequeño pueblo de la Marca Argéntea que estaba lleno de aventureros de todo tipo, grandes héroes con hazañas que contar y malvados villanos que se proponían terminar con todo aquello. Y fuera cual fuese el final yo estaría allí para dar parte de todo lo que ocurriese. Cantar las canciones de todos aquellos que había conocido y transmitir el conocimiento que había asimilado a los mas jóvenes. Recobré la esperanza.... Quizá esta vez halla encontrado mi lugar.
Este será mi ultimo escrito de mi historia, de la historia del Gran Relenar, trovador, cuenta-cuentos y escultor de sueños."
* Firma con una elegante caligrafía a la cual se puede apreciar se le ha dedicado tiempo*
He vuelto a nacer.
"Siempre se me dio bien contar historias de grandes aventureros, gente que ha hecho proezas y quizá se merezcan el ser recordados. Supongo que una de las razones por las que lo hago es por que no recuerdo yo la mía, algo que no le deseo a nadie.
Lo ultimo que recuerdo fue despertar al lado de un río, notando el cálido roce de la sangre deslizándose por mi cabeza haciendo contraste con las frías brisas que me besaban mi piel esa mañana. Recuerdo también un dolor a lo largo de todo el cuerpo que me impidió moverme durante 20 largos minutos. Cuando por fin me levanté, observé a mi alrededor y vi un sombrero de ala-ancha, viejo y gastado, tirado en el suelo, y junto a el un viejo laúd de muy buena madera que tenia su base rota y las cuerdas cortadas, a su base había una pequeña inscripción que ponía “A mi querido hermano, Relenar” y una fecha.
Miles de preguntas inundaron mis pensamientos a una velocidad sorprendente: Donde estoy? Que había ocurrido? Soy yo ese tal Relenar? Y si es así, y mi hermana?. Intenté hacer memoria sin mucho éxito, ya que un fuerte dolor de cabeza me hacia ceder en cada intento.
Rebusqué en mis ropajes y encontré 1 moneda de oro, algunos paños viejos de tela y un amuleto de “Tymora, la dama de la fortuna”. No sabia si todo aquello era mío o no, pero si nadie lo reclamaba sin duda pasaría a serlo.
Y dado que allí no había nada más, me limpié la sangre de la cabeza en el río, y me puse a andar. Río abajo, con la esperanza de encontrar una capital o algo que me diese una pista de mi pasado. No me hice muchas ilusiones, ya que el mundo era inmenso y tenia demasiados pocos datos. Sea como fuese, tanto si era el tal Relenar o no, había vuelto a nacer, adoraría a la dama de la fortuna, que imagino que si dejo que ocurriese lo que me haya ocurrido sería por alguna razón y bueno, dado que había un laúd me propuse arreglarlo, aprender a tocar o recordar como se hacía y también a recorrer el mundo a la espera de que alguien me reconociese alguna vez o al menos buscar mi lugar en el mundo.
Tras este momento pasaron los meses y los años, conseguí arreglar mi laúd y empecé a ensayar durante horas hasta que pude ganarme la vida tocando canciones. En los caminos conocí a cientos de aventureros con aires de grandeza y viví cientos de aventuras y desventuras de las cuales solía salir siempre bien parado.
Acabé llegando a Nevesmortas, un pequeño pueblo de la Marca Argéntea que estaba lleno de aventureros de todo tipo, grandes héroes con hazañas que contar y malvados villanos que se proponían terminar con todo aquello. Y fuera cual fuese el final yo estaría allí para dar parte de todo lo que ocurriese. Cantar las canciones de todos aquellos que había conocido y transmitir el conocimiento que había asimilado a los mas jóvenes. Recobré la esperanza.... Quizá esta vez halla encontrado mi lugar.
Este será mi ultimo escrito de mi historia, de la historia del Gran Relenar, trovador, cuenta-cuentos y escultor de sueños."
* Firma con una elegante caligrafía a la cual se puede apreciar se le ha dedicado tiempo*