CARÁCTER Y PERSONALIDAD
El extraño y misterioso ser llamado
Malakai ha evolucionado al cabo de sus años en la Marca. En rasgos generales, hace algunas décadas, cuando llegó a esta tierra salvaje, era poco más que un animal solitario, puro instinto. Evitaba el contacto social de todo tipo y no era capaz de crear lazos con otros seres inteligentes o adaptarse a ningún grupo. Poco a poco, se fue dando cuenta que tenía afinidad con lo que acabó llamando “
la gente de bosque” en el que se incluyen druidas, exploradores, algunos bárbaros, ciertos clérigos de divinidades relacionadas con la naturaleza, y, por supuesto, otros cambiantes. La elfa druida
Rael Aleren fue una de las primeras personas con las que conectó. Más tarde, conoció al pícaro
Hart Agama, con el cual también comenzó una amistad, y de ahí, a raíz de su oficio de alquimista, entró en lo que resultó su primera comunidad: La
Flecha del Destino. En este grupo aprendió muchísimo sobre emociones humanas, elfas, gnomas o medianas. Mantuvo algunos lazos, pero otras relaciones no funcionaron bien, como con
Goyth, el jefe de los guardianes de la Flecha, un elfo metódico y disciplinado, poco amigo de las bromas, que era, básicamente, la antítesis del cambiante.
Finalmente, a raíz de la no aceptación por parte de éste y otros miembros del voluble cambiar de formas de Malak, éste acabó abandonando la Flecha. “
No estaré en un grupo que no me acepta como soy. Además, quiero ser libre, sin que nadie me diga lo que debo hacer”, fue el último pensamiento del cambiante.
Otro lazo inolvidable fue la relación romántica transcurrida con la barda
Daya, a quien Malak comenzó a percibir y apreciar a través de la música.
Carácter y Personalidad:
Por lo general su carácter siempre ha sido tranquilo, aunque en años atrás podía enfurecerse si alguien amenazaba su hogar o sus amigos. En ocasiones, polimorfado en humano, si perdía el control por la ira, parte de su rostro se iba transformando en algo más mortífero. Pero a medida que ha aumentado su sabiduría con los años, se ha vuelto mucho más pulcro en sus acciones, prudente y cuidadoso con sus actos. Su paciencia se ha dilatado y su ira ya prácticamente nunca sale al exterior. Veámoslo con detalle en los rasgos de personalidad.
Rasgos de Personalidad:
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Reservado/ Sociable: Sin duda más inclinado a ser reservado, sobre todo con aquellos a quienes no conoce. Es extremadamente raro que Malak hable de sus sentimientos internos. Que se sepa, solamente su amiga y aliada Vildiara y su ex-pareja Daya han podido presenciar al cambiante en alguna ocasión sincerándose completamente.
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Emocionalmente Voluble/Estable: Nunca tuvo inestabilidad emocional (o toda la que puede tener un animal de bosque), pero años y años de desconfianza, desafíos y burlas, junto a la quietud general de los parajes naturales, han limado el carácter del cambiante, haciéndolo cada vez más estable emocionalmente.
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Calmado/Excitable: La calma generalmente reina en los actos de Malakai. Eso no significa que no pueda ser el primero en luchar cuando sea necesario, pero siempre lo hará porque su razón o su instinto lo han creído inevitable. Es muy raro que alguien pueda hacer enfurecer al cambiante, sobre todo a través de palabras, insultos o agravios semejantes, como pasaría con los humanos. En cambio si ve peligrar el Equilibrio, toma su iniciativa, aunque siempre con la calma necesaria. En algunas formas, es más difícil contener la excitación o irritabilidad que en otras. (Ver "Formas")
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Sumiso/Dominante: A lo largo de su vida, siempre ha estado en un punto intermedio. Al ser tan independiente, podríamos decir que el rasgo dominante ha prevalecido, pero sin embargo, por su falta de capacidad de liderazgo, se ha sometido en ocasiones a personas de su confianza, que ha creído más sabias que él, confiándoles su vida y haciéndolos partícipes de sus decisiones. Algo típico en Malakai es que si se encuentra en estado de cierta sumisión ante alguien, suele transformarse en animal pequeño y acurrucarse junto a esa persona.
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Sobrio/Entusiasta: Por lo general tiende más a la sobriedad. Es raro verle entusiasmado por algo, que no significa que no tenga cierta ilusión interior por ciertas cosas, como son las formas nuevas, las aventuras, la exploración, o los objetos mágicos curiosos, pero no es habitual que esto se refleje en su rostro o lo exprese de alguna manera. De todas maneras, éste también es un rasgo que puede cambiar ligeramente según la forma tomada. (Ver "Formas")
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Despreocupado/Consciente: Siempre ha estado en un equilibrio entre ambas. Es lo suficientemente despreocupado por no aprender los protocolos de la gente civilizada o vestir según los cánones normales de dicha sociedad, pero es lo suficientemente consciente como para no dejar el bosque sin vigilancia, ya que sabe que precisa de su cuidado. En ocasiones, puede subestimar el peligro para otras personas ante ciertas situaciones a las que él está acostumbrado, como por ejemplo enfrentarse a un grupo de gnolls. ¡Cuidado cuando sigues al cambiante en una aventura, es posible que acabes muerto!
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Cohibido/Emprendedor: Si consideramos su propio ámbito, Malakai sería más bien emprendedor, pues al ser tan solitario, no ha dependido de nadie para comenzar a perseguir nuevos objetivos. Cuando a Malak se le mete algo en mente, suele ponerlo en marcha al instante, con una voluntad y perseverancia pocas veces vista en las ciudades.
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Sensibilidad dura/Sensible: Los sentimientos de Malak, están, en parte, atrofiados. Tantos años sin forma propia y viviendo en el bosque, no siente como lo puede hacer un humano, un elfo o un mediano. No está acostumbrado a las relaciones con personas. Esto puede hacer que en ocasiones pueda ser visto como alguien desprovisto de piedad o carente de misericordia, pero en realidad, él está siempre mirando más allá del individuo, buscando un equilibrio general, más que particular.
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Seguro/dubitativo: Dependiendo de la situación, el cambiante puede estar muy seguro de, por ejemplo, calmar unos osos o parar a un cazador furtivo. Pero si entramos en la esfera social, entonces nos encontramos con un ser más bien dubitativo, que no logra empatizar con la gente “normal” y por tanto no sabe qué esperan de él.
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Sereno/Aprensivo: La serenidad reina en la mente de Malak. Son muchos años en la fe de Silvanus, y muchos años meditando para el control de sus formas. Todo ello ha hecho de él un mar en calma, pero cuidado si de forma excepcional llega la tempestad. Esto es posible, como ocurre con cualquier ser íntimamente relacionado con la naturaleza primigenia.
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Dependiente/Autosuficiente: La independencia del cambiante lo han hecho autosuficiente. Es capaz de conseguir comida y agua en el bosque, conseguir oro si lo necesita para comprar algo y, puesto que no necesita mucho, no suele depender de los demás.
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Poco integrado/Integrado: Si hablamos de integración en la sociedad, es nula. Si hablamos de integración en el mundo natural, entonces estamos en el 100%, ya que Malak es, en sí mismo, parte de ese mundo natural.
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Relajado/Tenso: Como norma general, suele ser relajado, un rasgo que ha ido perfeccionando con años de sabiduría y meditación. El estado de tensión llega cuando desea hacer algo que, de alguna manera, no se le permite.
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Optimismo/Pesimismo: Centrado en este sentido en el medio del eje, Malak siempre ha logrado ver la realidad como es, dando testimonio de un pragmatismo sin igual. Si hablamos de la forma de resolver las situaciones difíciles, es posible que nuestro cambiante sea más inclinado al optimismo, pues es un ser que jamás se rinde.
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Credulidad/Suspicacia: Por sus vivencias y su instinto, siempre a flor de piel, siempre ha sido más incrédulo y suspicaz de lo habitual, no fiándose de nadie en principio, esperando a conocerlo mientras lo observa en una conversación o viajando por el bosque.
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Manipulación/Pasividad: Cuando Malak tiene en mente un objetivo, los medios para alcanzarlo poco importan. Si ve necesario mentir, engañar o manipular a alguien para conseguirlo, lo hará sin dudarlo, pues él siempre estará pensando en ese objetivo, que para él es más elevado.
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Avaricia/Generosidad: Es difícil definir a alguien en este sentido, si no entiende el concepto de la riqueza como un ser inteligente normal. Para Malak, el oro es un simple instrumento, que puede ser usado para sus fines. El hecho de donar o no dicha riqueza a alguien dependerá únicamente del motivo final que impulse esto y si va acorde a sus objetivos. Por lo demás, Malak no es solidario, ni generoso, pero tampoco se puede considerar un ser egoísta.
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Restricción, limitación/Expansividad: Malak tiene siempre objetivos en mente, y nunca deja de intentarlos. Más formas, más poder primigenio, más objetos mágicos, más medios para sobrevivir y hacer sobrevivir a la naturaleza, más y mejores guardianes para el Círculo... En ese sentido, el cambiante tiende a expandirse y a crecer sin límite.
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Terquedad/Conformidad: Los bueyes de Nevesmortas son una mota de polvo en terquedad comparados con nuestro cambiante. Malak es más bien de ideas fijas y es extremadamente difícil hacerle cambiar de opinión si él ve la situación clara. Lo bueno de él, es que su mente está a estas alturas bastante abierta, con lo cual no es fácil tropezar con él. En definitiva, sus premisas fijas son unas pocas, pero éstas son inamovibles y definitivas.
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Orden, pulcritud/Desaliño: El desorden y el caos han dirigido siempre la vida de Malakai. Comer y dormir sin horario fijo, realizar un baño cuando hay una charca o río cerca, cambiar de ropas sólo cuando necesita cambiar de personalidad, ser educado solamente cuando le viene bien… son algunos de sus “logros” en este rasgo. Al contrario de lo que muchos piensan, los cambios de forma no están basados en un comportamiento caótico, pues el cambiante siempre se transforma con una intención, basándose en las ventajas de la forma elegida.
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Puntualidad/Tardanza: Éstos son conceptos civilizados, con los que Malak no tiene nada que ver, aunque si alguna vez queda en encontrarse con alguien, lo buscará hasta encontrarlo.
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Vanidad/Autodesprecio: Actualmente en un punto medio, pero hace unos años el cambiante se jactaba de su poder. Con los años, se ha dado cuenta de que es mejor no demostrar demasiado poder y que es sabio el que no muestra demasiada sabiduría.
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Orgullo/Humildad: Sin duda relacionado con el punto anterior, actualmente Malak se encuentra en el punto medio, quizás más cercano en ocasiones al orgullo y otras hacia la humildad, todo depende de la situación y con quién se dé la misma.
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Coraje insensato/Prudencia: En los primeros años Malak estaba claramente inclinado hacia el completo coraje insensato y despreocupación por la propia vida. Con los años, se ha vuelto más prudente, intentando evitar las situaciones de peligro si no hay necesidad. Por eso cuando le piden ayuda, primero valora la razón y si merece la pena hacerlo.
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Impetuosidad/Discreción: También con una evolución tras sus espaldas en este punto, actualmente el cambiante está lejos de ser impetuoso, sopesando fríamente todas las situaciones. La discreción es un recurso más, usado por el cambiante cuando es necesario, y descartado cuando no lo precisa.
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Alegría/Tristeza: De nuevo en el punto medio, Malak no muestra nunca una alegría excesiva ni una tristeza notable. Se limita a vivir en armonía con la naturaleza y sobrevivir.
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Castidad/Promiscuidad: Durante muchos años, Malak vivió adoptando diversas formas animales y de humanoides de todo tipo. Se asume que su comportamiento en la esfera sexual ha sido el esperable en estas criaturas. Pero si hablamos de lo conocido y de sus relaciones “humanas” (englobándose aquí toda raza humanoide inteligente como son elfos, enanos, gnomos, medianos, humanos…) sólo se tiene conocimiento de dos relaciones estables conocidas, con la druida elfa Rael Aleren y la barda semielfa Daya Lovendil, quienes fueron las únicas que lograron traspasar el escudo del corazón del cambiante. (Ver Ética, Sentimientos y Vivencias Relacionadas). Por lo que, desde el punto de vista “humano”, Malak se puede considerar como un ser fiel y bastante casto, poco o nada dominado por los deseos carnales.
