Hugen, maza de Kélemvor.
Publicado: Jue Ago 12, 2010 3:26 am
Hugen, maza de Kélemvor.
Hace poco más de un año Hugen vivia tranquilamente en su ciudad natal, un pueblo lejano y tranquilo donde el ya estaba en la senda de Kélemvor como futuro clerigo de la iglecia local. Para ese momento vivia con su mujer en una casa de lo más normal, sin lujos pero con lo básico para vivir dignamente.
Su padre que también era clerigo de Kélemvor le habia regalado una maza pesada que era una herencia familiar. Hugen planeaba usarla el dia en que tomaria los votos definitivos como clerigo. Mientras la guardaba en su cuarto sobre un pequeño altar de piedra. Su padre le habia dicho que cuando su fé sea suficiente, esta maza le daria el poder divino que todo clerigo respetable puede llegar a obtener.
Mientras tanto Hugen era comocido por practicar medicina, más que nada curando enfermedades y atendiendo heridos.
Una noche lo desperto un ruido terrible, se levanto y salio de la casa para ver que pasaba. La gente del pueblo corria para todos lados, el fuego cubria ya varias casas y muchos cuerpos estaban destrozados en el suelo. El caos y el terror se apoderaban de todo, sin entender nada comenzo a asistir a los heridos. Bendecia y sanaba a quienes estaban lastimados, corrio hacia la iglecia para llamar a su mentor, que en ese momento era el clerigo del pueblo. Cuando llego se encontro con el Clerigo y los demás ayudantes concentrados para realizar una expulcion de custodia, sin entender el por que de la expulcion se unio a ellos y les ayudo. Terminado el ritual pudo entender lo que ocurria. Un poderoso Nigromante que habia sido antes un mago maligno y corrompido, estaba dirigiendo su furia y a una horda de muertos contra el pueblo que una vez lo desterro por su relacion con la nigromancia.
La expulcion de custodia funciono, esto hacia que la iglecia permaneciera inmune a los zombies, estos no podian entrar en ella mientras el poder divino estubiera presente.
El clerigo mentor de Hugen entro en duelo contra el Nigromante, pero mientras que ellos luchaban Hugen vio a lo lejos que su casa estaba en llamas asi que corrio para salvar a su amada. Derribo la puerta de una patada y dentro de la casa todo era sangre y objetos rotos tirados en el suelo. No escucho gritos pero fue corriendo hacia el cuarto. Lo que encontro ahi dentro le marco el resto de su vida. Tres zombies habian atacado a su esposa y cuando lo vieron, estos se dieron vuelta y se lanzaron sobre el. Los golpeo con lo que pudo, no eran rapidos pero eran más que el. Pudo matar a uno, a otro le rompio las piernas y al ultimo lo empujo bastante lejos. Lo que le dio tiempo a tomar la maza de su padre. Con maza en mano les rompio la cabeza a los zombies, los destrozo con furia y acudio a su mujer que estaba tirada en el suelo.
Dejo la maza a un lado e intento reanimarla, el cuerpo no se movia y ya estaba frio, habia muerto antes de que el llegara. Con todo su dolor intento levantarla para llevarsela cuando una viga de madera cayo sobre la entrada, la casa que estaba incendiandose ahora estaba por derrumbarse. La viga de madera tapaba la salida y el estaba sin lugar a donde ir, grito por ayuda a la gente que se oia fuera, pero parecia que nadie respondia. Derrepente su mujer que estaba en sus brazos lo quizo atacar bruscamente tirandolo al suelo. En medio de la confusion intento hablarle pero la mujer solamente lo atacaba, ahora ella era un zombie que intentaba morderlo. Rodaron forcejeando en el suelo hasta que Hugen pudo quedar sobre ella y mantenerle la cabeza con las dos manos para que dejara de atacarlo. En ese momento se dio cuenta que su esposa era era un zombie, la criatura solo intentaba atacarlo y solo sus manos lo separaban de una muerte segura. Rezando a Kélemvor en voz alta y sabiendo que no habia otra manera, tomo la maza de su padre con una mano mientras que con la otra sostenia la cabeza de la criatura. Un golpe seco y la pesada maza le aplasto la cabeza a lo que hacia no más de unas horas habia sido su mujer. Sin estar seguro de lo que pasaba y cuestionando a su mismo dios se quedo en la habitacion esperando morir calcinado. Maldijo a los dioses y perdio la esperanza, hasta que unos golpes fuertes lo hicieron reaccionar. Un paladín de Kélemvor que el conocia, estaba cortando la viga a espadazos. Corto una parte y empujo lo que quedaba, era el joven William, se conocian de verse en la iglecia. William tomo a Hugen por la ropa y lo arrastro fuera. Le dijo que habia que escapar, el clerigo mentor habia muerto expulsando a los zombies y luchando contra el Nigromante que se vio forzado a huir. William y Hugen escaparon del pueblo junto con otros ciudadanos que quedaron vivos de la masacre. Le siguieron el rastro al nigromante pero nunca pudieron encontrarle. Despues de que todo se habia calmado, Hugen llego a la conclucion de que todo esto era un mensaje de Kélemvor, su mision ahora era cazar a los muertos vivientes, su arma no era más que la fé, si todo esto tenia que pasar y el tenia que vivir era para algo, si el paladín fue puesto ahi para salvarlo fue por algo. William se transfromo en su amigo y aliado, juntos viajaron durante un año siguiendo el rastro del nigromante, emprendieron una cruzada contra los muertos vivientes,los cazaban y se dedicaban a que la gente tuviera una muerte digna y tranquila, la que merecia tener su mujer y la que merecian tener todos. Fue la manera horrible en la que pusieron su fé a prueva.
Viajaron por un año, perdieron el rastro del nigromante pero se dieron con un pueblo norteño, la ciudad era Nevesmortas y rapidamente se sintieron bienvenidos.
Actualmente Hugen se dedica a cumplir la voluntad de Kélemvor y darle descanzo eterno a los fallecidos.

Hace poco más de un año Hugen vivia tranquilamente en su ciudad natal, un pueblo lejano y tranquilo donde el ya estaba en la senda de Kélemvor como futuro clerigo de la iglecia local. Para ese momento vivia con su mujer en una casa de lo más normal, sin lujos pero con lo básico para vivir dignamente.
Su padre que también era clerigo de Kélemvor le habia regalado una maza pesada que era una herencia familiar. Hugen planeaba usarla el dia en que tomaria los votos definitivos como clerigo. Mientras la guardaba en su cuarto sobre un pequeño altar de piedra. Su padre le habia dicho que cuando su fé sea suficiente, esta maza le daria el poder divino que todo clerigo respetable puede llegar a obtener.
Mientras tanto Hugen era comocido por practicar medicina, más que nada curando enfermedades y atendiendo heridos.
Una noche lo desperto un ruido terrible, se levanto y salio de la casa para ver que pasaba. La gente del pueblo corria para todos lados, el fuego cubria ya varias casas y muchos cuerpos estaban destrozados en el suelo. El caos y el terror se apoderaban de todo, sin entender nada comenzo a asistir a los heridos. Bendecia y sanaba a quienes estaban lastimados, corrio hacia la iglecia para llamar a su mentor, que en ese momento era el clerigo del pueblo. Cuando llego se encontro con el Clerigo y los demás ayudantes concentrados para realizar una expulcion de custodia, sin entender el por que de la expulcion se unio a ellos y les ayudo. Terminado el ritual pudo entender lo que ocurria. Un poderoso Nigromante que habia sido antes un mago maligno y corrompido, estaba dirigiendo su furia y a una horda de muertos contra el pueblo que una vez lo desterro por su relacion con la nigromancia.
La expulcion de custodia funciono, esto hacia que la iglecia permaneciera inmune a los zombies, estos no podian entrar en ella mientras el poder divino estubiera presente.
El clerigo mentor de Hugen entro en duelo contra el Nigromante, pero mientras que ellos luchaban Hugen vio a lo lejos que su casa estaba en llamas asi que corrio para salvar a su amada. Derribo la puerta de una patada y dentro de la casa todo era sangre y objetos rotos tirados en el suelo. No escucho gritos pero fue corriendo hacia el cuarto. Lo que encontro ahi dentro le marco el resto de su vida. Tres zombies habian atacado a su esposa y cuando lo vieron, estos se dieron vuelta y se lanzaron sobre el. Los golpeo con lo que pudo, no eran rapidos pero eran más que el. Pudo matar a uno, a otro le rompio las piernas y al ultimo lo empujo bastante lejos. Lo que le dio tiempo a tomar la maza de su padre. Con maza en mano les rompio la cabeza a los zombies, los destrozo con furia y acudio a su mujer que estaba tirada en el suelo.
Dejo la maza a un lado e intento reanimarla, el cuerpo no se movia y ya estaba frio, habia muerto antes de que el llegara. Con todo su dolor intento levantarla para llevarsela cuando una viga de madera cayo sobre la entrada, la casa que estaba incendiandose ahora estaba por derrumbarse. La viga de madera tapaba la salida y el estaba sin lugar a donde ir, grito por ayuda a la gente que se oia fuera, pero parecia que nadie respondia. Derrepente su mujer que estaba en sus brazos lo quizo atacar bruscamente tirandolo al suelo. En medio de la confusion intento hablarle pero la mujer solamente lo atacaba, ahora ella era un zombie que intentaba morderlo. Rodaron forcejeando en el suelo hasta que Hugen pudo quedar sobre ella y mantenerle la cabeza con las dos manos para que dejara de atacarlo. En ese momento se dio cuenta que su esposa era era un zombie, la criatura solo intentaba atacarlo y solo sus manos lo separaban de una muerte segura. Rezando a Kélemvor en voz alta y sabiendo que no habia otra manera, tomo la maza de su padre con una mano mientras que con la otra sostenia la cabeza de la criatura. Un golpe seco y la pesada maza le aplasto la cabeza a lo que hacia no más de unas horas habia sido su mujer. Sin estar seguro de lo que pasaba y cuestionando a su mismo dios se quedo en la habitacion esperando morir calcinado. Maldijo a los dioses y perdio la esperanza, hasta que unos golpes fuertes lo hicieron reaccionar. Un paladín de Kélemvor que el conocia, estaba cortando la viga a espadazos. Corto una parte y empujo lo que quedaba, era el joven William, se conocian de verse en la iglecia. William tomo a Hugen por la ropa y lo arrastro fuera. Le dijo que habia que escapar, el clerigo mentor habia muerto expulsando a los zombies y luchando contra el Nigromante que se vio forzado a huir. William y Hugen escaparon del pueblo junto con otros ciudadanos que quedaron vivos de la masacre. Le siguieron el rastro al nigromante pero nunca pudieron encontrarle. Despues de que todo se habia calmado, Hugen llego a la conclucion de que todo esto era un mensaje de Kélemvor, su mision ahora era cazar a los muertos vivientes, su arma no era más que la fé, si todo esto tenia que pasar y el tenia que vivir era para algo, si el paladín fue puesto ahi para salvarlo fue por algo. William se transfromo en su amigo y aliado, juntos viajaron durante un año siguiendo el rastro del nigromante, emprendieron una cruzada contra los muertos vivientes,los cazaban y se dedicaban a que la gente tuviera una muerte digna y tranquila, la que merecia tener su mujer y la que merecian tener todos. Fue la manera horrible en la que pusieron su fé a prueva.
Viajaron por un año, perdieron el rastro del nigromante pero se dieron con un pueblo norteño, la ciudad era Nevesmortas y rapidamente se sintieron bienvenidos.
Actualmente Hugen se dedica a cumplir la voluntad de Kélemvor y darle descanzo eterno a los fallecidos.
