Bajada a los Infiernos

La fuente es el lugar donde todos los acontecimientos de la Marca son comentados. (Foro "on-rol" del servidor)

Moderadores: DMs de tramas, DMs

Sothyl

Bajada a los Infiernos

Mensaje por Sothyl »

Una nueva y fria noche se cernía sobre Nevesmortas. El centro del pueblo estaba inhabitualmente frecuentado por los ya conocidos aventureros que poblaban las tierras norteñas.

Un mago, que había conocido Elithrar horas antes, llamado Hoerath Almallameante y una bella dama que no había visto antes, se encontraban organizando una expedición de rescate al interior de la Infraoscuridad.

Elithrar hablaba animadamente con un bárbaro que le acababa de presentar Elenthyl llamado Vcho. El bárbaro, así como muchos de los aventureros allí reunidos estaban ansiosos por unirse a la compañia de rescate, sin embargo cuando Elithrar oyó que se trataba de la Infraoscuridad no pudo evitar sentir un profundo escalofrio por su espina dorsal.

No le asustaban los monstruos que la poblasen, o por lo menos no tanto como el hecho de tener que bajar ahí abajo....

Desde aquel episodio de su adolescencia sentía una fobia, un pánico irrefrenable por los espacios cerrados. Había pasado mucho tiempo desde entonces, pero no era capaz de superarlo....

Anochecía ya, cuando la compañia de aventureros partió del pueblo de Nevesmortas hacia la Infraoscuridad. Elithrar y Vcho decidieron quedarse esperando la llegada de Elenthyl que había tenido que ausentarse por alguno de los misteriosos motivos que rodeaban a este singular elfo.

La espera se hizo más larga de lo que el bárbaro y Elithrar creían, así que decidieron salir al bosque en su busca, ligeramente preocupados por si a su compañero le había ocurrido algo. El camino por el bosque fue bastante animado para ambos, con aquellas pequeñas refriegas con los Osgos. Curiosamente, se fijó Elithrar, en los ojos del bárbaro brillaba una especie satisfacción personal, morbosa, cuando su gran espada hendía el corazón de uno o cortaba el brazo de otro.

Podía comprender perfectamente esa sensación, él también la sentía siempre que entablaba combate con un Trasgoide,y suponía que ese fuego ardería tambien en su mirada....

Tras esas escaramuzas, y una vez que atravesaron el bosque, decidieron parar un momento para descansar y comer algo. En poco tiempo , Elithrar se encontraba preparando un riquísimo estofado de carne de venado. En ese momento apareció por el camino Elenthyl, reuniendose con ellos finalmente.

Ambos le explicaron lo acontecido. Elenthyl, habitualmente parco en palabras, mostraba un crecido interés por la expedición de rescate, algo que le sorpredió a Elithrar.

Antes de poder decir una palabra, Elenthyl estaba repartiendo pócimas de velocidad.
Los tres bebieron las pociones y corrieron ligeros como el viento hacia la
Infraoscuridad. Elithrar se sentía empujado por los acontecimientos con demasiada rapidez y no encontraba el momento de decirles a sus compañeros que el no entraría, que no bajaría allí abajo, que les pondría en peligro....

Estaban ya muy cerca de la entrada, cuando una aparición, algo etéreo y cargado de una maldad increible se fijó en ellos. Lanzando un alarido se abalanzó sobre ellos. Antes de que pudiesen reaccionar, la aparición atravesó el cuerpo del bárbaro, dejándole inconsciente en el suelo, como un muñeco de paja.

Elithrar desenvainó su espada, que vibró en su mano ante la presencia del espectro, mientras Elenthyl, de un salto, reculaba mientras ponía una flecha en su arco.

La aparición comenzó a lanzar sus etéreos dedos, como hilos de humo negro, hacia Elithrar, mientras éste trataba de esquivarlos y lanzar una estocada tras otra a aquél ser del más allá.
Varias veces los fantasmales dedos de la aparición tocaron la piel del elfo, sintiendo éste un frio más allá del frio, una sensación más bien de tejido muerto, como si la vitalidad de la parte del cuerpo que tocaba la aparición decidiese de pronto dejar de vivir, volverse materia inerte.

Sin embargo, tambien los elfos conseguían herir a la extraña aparición. A cada estocada que lograban conectar sobre la forma, la espada arremolinaba parte de ésta, separándola, para luego hacerla desaparecer. Lo mismo ocurria con las flechas de Elenthyl, arrancando penachos
de forma negros del cuerpo principal en su vuelo....

Finalmente, los dos elfos deshicieron en hilos a la aparición en medio de un alarido desgarrador. Vcho, despertó como de un sueño, aturdido.

"Gracias a los dioses" pensó Elithrar para sus adentros.

Escabulliendose como pudieron, para evitar ser localizados por más de las extrañas apariciones que habitaban ese paraje, llegaron a la entrada de la caverna que conducía a la Infraoscuridad.

Elithrar respiró hondo: "Tranquilo, tranquilo" pensaba, aunque su corazón estaba a punto de salirsele del pecho. Dentro de la caverna habia un pozo profundo con una cuerda...¿se suponía que iba a bajar por ahi voluntariamente?" Un sudor frío empapaba su frente.

Vcho estaba ya ayudando con la cuerda a Elenthyl para bajar.

"Yo..yo...no puedo. No puedo bajar ahí" dijo Elithrar

"Claro que podrás, ya lo verás" respondió el bárbaro.

"No..no lo entendeis...no puedo...os pondré en peligro","Bajad sin mi..vamos...no os detengais, volveré....solo" balbuceó Elithrar mientras miraba angustiado aquellas paredes de roca.

"¿Podrás volver solo? ¿Seguro?" preguntó preocupado el bárbaro.

"Si...si..creo...vamos bajad...no perdais tiempo" al tiempo que decía esto,Elithrar miraba la entrada de la caverna.

No se paró a oir la respuesta, todos sus sentidos estaban centrados en la salida, en escapar de alli, de esa situación. Al salir aspiró profundamente.
Una sensación de alivio empezó a invadirle, derrumbandose en el suelo de la entrada de la caverna.

Pasó varios minutos, allí sentado, regulando de nuevo su respiración como hacía cuando se presentaban aquellos síntomas de ansiedad extrema.

"Tranquilo, tranquilo" se repetía

Una sensación de culpabilidad empezaba a recorrerle el cuerpo. Sus compañeros habían bajado, a enfrentarse con no se sabe qué y alli estaba él, como un conejito asustado, a la entrada de la caverna sin irse pero tampoco sin entrar.

"Vamos Eli, puedes superarlo. Poco a poco. Hay suficiente aire...no te ahogarás" pensó el elfo.

Reuniendo toda su determinación volvió a entrar. Se agarró fuerte a la cuerda y descendió. Al otro extremo de la cuerda se extendía una gran caverna excavada en la roca viva de la montaña. No sabía a que profundidad se encontraba, pero aquello estaba muy oscuro, incluso para la infravisión de un elfo. Escuchó ruido como de pies arrastrandose,
con una textura blanda, acompañados por graves gemidos, como si los seres que arrastrasen esos pies les costase una vida dar cada paso.

Elithrar se movió silenciosamente ocultandose de esos seres, pasando por su lado. Afortunadamente no le detectaron. Siguió lentamente por un pasadizo hacia el norte, por donde al fondo vislumbraba una extraña luz.

"¿Elenthyl?" susurraba el elfo, "Vcho, ¿donde os habeis metido?"

No obtenia respuesta. Cada vez estaba más desorientado. La cabeza le daba vueltas y comenzaba a no poder respirar.

"no...debia de haber...bajado...aquí..." dijo ahogándose Elithrar.

Cuando llegó a la extraña luz vió que era una especie de altar con un cuerpo encima...el altar brillaba con una tenue luz...parecia que un fuego que no ardía lo envolviese.

"Mi-mierda..esto ya es...demasiado" exclamó el elfo.

Entonces sin pensar, sin recordar las oscuras formas que había entrevisto antes, se lanzó en una carrera para alcanzar la cuerda, para poder volver a respirar...

Las formas oyeron su carrera, hacia ellas corría un extraño ser fuera de sí...

Lo ultimo que vió Elithrar en su alocada huída fue el brillo de un filo trazando un amplio arco hacia su cuello,

"Lathander, protége mi alma..." consiguió balbucear.
Responder