Un beduino druida.
Publicado: Lun Sep 27, 2010 2:00 am
Hace aproximadamente 18 años, en el Anauroch.
Un grupo de barbaros, conocidos como la tribu del escorpion negro... comenzo saquear diferentes tribus de beduinos y raptar gente, abusando de mujeres y matandolas despues de que tubieran sus hijos.
Cuando atacaron una tribu de beduinos que eran "propietarios" de un oasis cercano, vieron a la hija del jefe... una hermosa joven de cabellos negros y ojos dorados como la luz del sol, sonreia siempre y mantenia una viva cara feliz ante los malos momentos que sufriese, ella era parte del clero de Illmater. Uno de los beduinos, le rapto, y tras una gran golpiza, le encamino en el camino que toda las mujeres de la tribu terminaban... embarazarse, tener al hijo, y luego morir.
Ella ya los sabia, sabia que moriria y sabia como terminaria todo, pero no le importo, y disfruto cada dia hasta donde pudo, sabiendo que estaba embarazada y que daria a luz a un hijo que esperaba, no fuese parte de esta tribu. Sabia que su hijo seria un bastardo, pero ella queria que su hijo supiese quien fue su madre, y quienes eran sus familiares por su linea sanguinea.
Ella, durante las noches, enviaba cartas escondidas a su padre a travez de animales que conjuraba, via los favores de su dios... y rezaba a escondidas, ya que al hacerlo, le golpeaban y estropeaban. Las cartas pedian que buscase al niño que ella ya no duraba, que el niño debia vivir y que no debia ser un barbaro como los demas. Durante su embarazo solo fue golpeada un par de veces, cuando le encontraron ayudando a las mujeres y bendiciendo a los niños recien nacidos en nombre de Illmater, pero ella siempre se matubo firme, y protegiendo su vientre... ella no queria perder a su niño, aunque fuera hijo de una violacion, el niño no tenia derecho a morir.
La madre paso sus 9 meses sufriendo una que otra golpieza y diferentes dolores, ademas de la soledad, en una tienda en la que se encontraban las mujeres a punto de tener niños, vio a varias de las que habia comenzado a creer sus amigas morir... y su belleza se habia deteriorado... sus cabellos ya no tenian la misma manera de antes, sus curvas habian perdido un poco la forma, y el equilibrio corporal que tenia, se habia borrado. Era una mujer completamente diferente, en su estado fisico... ella seguia sonriendo a todo, seguia siendo buena con todas, seguia ayudando a quienes podia, seguia curando a las heridas, y el brillo de sus ojos, no se habia perdido.
La noche del parto la luna estaba llena, y todas las mujeres se acercaron a cuidar de ella y el niño que de su vientre estaba saliendo... debido a varias de las heridas que habia recibido durante su tiempo de prisionera y la debilidad que esto le genero, ella sabia que moriria con el parto... pero aun asi, lo preferia, ya que pensaba que era mejor morir por su hijo, que a manos de un grupo de asesinos. Y en sus ultimas palabras, con el niño en brazos, pidio a las mujeres que llamasen al niño Seán, que ella habia elegido ese nombre, y que no le importaba que otro nombre hubiesen elegido los barbaros.
A la mañana siguiente el jefe de la tribu entro, y vio a la mujer muerta y al niño con las demas mujeres... cual si ellas tubiesen la culpa, todas fueron azotadas. El niño fue tomado por los barbaros y comenzo a ser criado cual si fuera una maquina de guerra.
Aunque nada de lo que los barbaros querian parecia salir como ellos lo pensaban, el niño tenia buenos musculos, pero era mas pequeño que los demas, solia caer enfermo muy facilmente y por cualquier cosa, y no tenia la misma resistencia para hacer los ejercicios como los demas... cual si fuera una maldicion hacia los barbaros. Pero aun asi, le criaron, y cada arma que le intentaban dar... el las negaba y les decia que no queria, aprendiendo a manejar sus puños mas que las demas armas porque al igual que los demas debia combatir, se empezo a percatar del sufrimiento que causaban las guerras, y de la maldad de estas personas que se dedicaban simplemente a esto. Al final, comenzo a aprender medicina con el chaman de la tribu, y esto le aseguro un lugar... ademas de que este mismo le enseñaba otras cosas, y ayudaba a su desarrollo mental, mas que fisico.
Los años pasaron, el niño al que los barbaros habian llamado Goran, escuchaba un nombre diferente por parte de las mujeres de la villa y este era "Seán".
Un grupo de barbaros, conocidos como la tribu del escorpion negro... comenzo saquear diferentes tribus de beduinos y raptar gente, abusando de mujeres y matandolas despues de que tubieran sus hijos.
Cuando atacaron una tribu de beduinos que eran "propietarios" de un oasis cercano, vieron a la hija del jefe... una hermosa joven de cabellos negros y ojos dorados como la luz del sol, sonreia siempre y mantenia una viva cara feliz ante los malos momentos que sufriese, ella era parte del clero de Illmater. Uno de los beduinos, le rapto, y tras una gran golpiza, le encamino en el camino que toda las mujeres de la tribu terminaban... embarazarse, tener al hijo, y luego morir.
Ella ya los sabia, sabia que moriria y sabia como terminaria todo, pero no le importo, y disfruto cada dia hasta donde pudo, sabiendo que estaba embarazada y que daria a luz a un hijo que esperaba, no fuese parte de esta tribu. Sabia que su hijo seria un bastardo, pero ella queria que su hijo supiese quien fue su madre, y quienes eran sus familiares por su linea sanguinea.
Ella, durante las noches, enviaba cartas escondidas a su padre a travez de animales que conjuraba, via los favores de su dios... y rezaba a escondidas, ya que al hacerlo, le golpeaban y estropeaban. Las cartas pedian que buscase al niño que ella ya no duraba, que el niño debia vivir y que no debia ser un barbaro como los demas. Durante su embarazo solo fue golpeada un par de veces, cuando le encontraron ayudando a las mujeres y bendiciendo a los niños recien nacidos en nombre de Illmater, pero ella siempre se matubo firme, y protegiendo su vientre... ella no queria perder a su niño, aunque fuera hijo de una violacion, el niño no tenia derecho a morir.
La madre paso sus 9 meses sufriendo una que otra golpieza y diferentes dolores, ademas de la soledad, en una tienda en la que se encontraban las mujeres a punto de tener niños, vio a varias de las que habia comenzado a creer sus amigas morir... y su belleza se habia deteriorado... sus cabellos ya no tenian la misma manera de antes, sus curvas habian perdido un poco la forma, y el equilibrio corporal que tenia, se habia borrado. Era una mujer completamente diferente, en su estado fisico... ella seguia sonriendo a todo, seguia siendo buena con todas, seguia ayudando a quienes podia, seguia curando a las heridas, y el brillo de sus ojos, no se habia perdido.
La noche del parto la luna estaba llena, y todas las mujeres se acercaron a cuidar de ella y el niño que de su vientre estaba saliendo... debido a varias de las heridas que habia recibido durante su tiempo de prisionera y la debilidad que esto le genero, ella sabia que moriria con el parto... pero aun asi, lo preferia, ya que pensaba que era mejor morir por su hijo, que a manos de un grupo de asesinos. Y en sus ultimas palabras, con el niño en brazos, pidio a las mujeres que llamasen al niño Seán, que ella habia elegido ese nombre, y que no le importaba que otro nombre hubiesen elegido los barbaros.
A la mañana siguiente el jefe de la tribu entro, y vio a la mujer muerta y al niño con las demas mujeres... cual si ellas tubiesen la culpa, todas fueron azotadas. El niño fue tomado por los barbaros y comenzo a ser criado cual si fuera una maquina de guerra.
Aunque nada de lo que los barbaros querian parecia salir como ellos lo pensaban, el niño tenia buenos musculos, pero era mas pequeño que los demas, solia caer enfermo muy facilmente y por cualquier cosa, y no tenia la misma resistencia para hacer los ejercicios como los demas... cual si fuera una maldicion hacia los barbaros. Pero aun asi, le criaron, y cada arma que le intentaban dar... el las negaba y les decia que no queria, aprendiendo a manejar sus puños mas que las demas armas porque al igual que los demas debia combatir, se empezo a percatar del sufrimiento que causaban las guerras, y de la maldad de estas personas que se dedicaban simplemente a esto. Al final, comenzo a aprender medicina con el chaman de la tribu, y esto le aseguro un lugar... ademas de que este mismo le enseñaba otras cosas, y ayudaba a su desarrollo mental, mas que fisico.
Los años pasaron, el niño al que los barbaros habian llamado Goran, escuchaba un nombre diferente por parte de las mujeres de la villa y este era "Seán".