La Marca Argéntea

Nombre: Nathan Roble-Helado

Raza: Humano.

Clase: Druida.

Alineamiento: Caótico Neutral.


Descripción fisica/mental.

Nada esta claro en la cabeza de Nathan, de hecho ni el mismo tiene claro si su cabello es marrón verdoso o marrón mohoso. De ojos marrones, complexion normal y eterno zurrón este chico vaga por los boques con la cabeza en cualquier sitio menos donde debería -Pero por qué? (lo sabremos mas adelante)

Embutido en su túnica marrón la cual arrastra por el suelo y apoyado en su vara de roble, es muy normal verle hablando en común con los animales, abrazado a un seto o recolectando bayas mientras habla con todo lo que le rodea.

Pero Nathan no está loco, no. Incluso en ocasiones parece saber de lo que habla. No le falta ni uno de los antiguos remedios de la abuela, pues parece que podría curar o tratar cualquier enfermedad con un poco de romero, miel y dos vueltas alrededor de un árbol. Si se pudiera permitir una marmita y una cabaña en el bosque, parecería todo un brujo de la vieja escuela.

Así es él, al menos en apariencia.

Personalidad breve o primer contacto

No es que Nathan sea un mal tipo o que esté atontado, pero no te sorprendas si te contesta con un buenas noches a un buenos días o si simplemente no se entera, sus motivos tendrá. Pero esto no es una regla fija, puede que perfectamente te salude y se mantenga una conversación fluida y agradable. Pues esto es algo que suele mantener, una sonrisa de oreja a oreja.

Si logras pillarle despejado y charlas con el, puedes apreciar que es un gran amante de todo tipo de tradiciones y que puede perder horas hablando de ellas, sobretodo las historias, eso le encanta.

Es muy probable tambien, que percibas que no utiliza unos términos muy comunes para las costumbres locales pues resalta bastante su naturaleza tribal.


Historia pre-marca

Hijo de dos humanos (toma dato interesante!!) Nathan se ha criado en un circulo druidico bastante peculiar. Mas peculiares son sus padres, ambos integrantes de ese particular circulo.

Porque era tan peculiar? pues veréis, donde los druidas normalmente hacen oraciones o meditación para entrar en comunión con la naturaleza, ellos eran mas de preparar inciensos, una buena hoguera, algunos extractos naturales de rápida ingestion a base de champiñones, setas y musgo para luego comenzar a bailar, saltar y hacer ritos mas chamánicos que druidicos con el fin de entrar en comunión y ver a los espíritus de las bestias. Y vaya si los veían!!

Reales o simplemente el producto de muchas alucinaciones, Nathan tiene la firme creencia de que el mundo esta muy influido por las fuerzas primigenias y los ancestros de cada criatura. Asi por ejemplo, el gran padre roble para el no es otro que la "gran raíz" que une el mundo. O bien otro ejemplo pudiera ser la gran zarpa para el totem del oso, la gran garra para malar... Pero el mas que como deidades las considera espíritus. Aunque los honra perfectamente igual.

Su alineamiento Caotico no es en si una muestra de rebeldía sino la representación del caos que el ve en todo, capaz de ver los sonidos o de escuchar los colores (si la seta ha sido buena) nathan trata todos estos temas espirituales/chamanicos con toda la naturalizad y perfectamente te hablara de auras y susurros totémicos dado que el cree firmemente en ellos.

(aclaración: todo este royo tribal es una manera de seguir a los mismos dioses y con todo el respeto pero desde otra perspectiva, en lugar de rezar por lluvias se marcará una danza de la tormenta, por ejemplo)

Sin embargo, años de opiáceos, inciensos y bailes impetuosos han marcado en el una peculiar vision del mundo y del equilibro. No en balde es hijo del gran roble y de la gran bestia... pues sus padres seguían a estas figuras totémicas.A las que asegura haber visto y escuchado (o puede que solo estuviera aluciando)

Cree en el equilibrio y trata de conservarlo, pero mantiene cierto temor a todos los grandes espíritus y rechaza directamente el oponerse diametralmente a cualquier tipo de tradición, incluso cuando se trata de Malar considera que la gran cazadora tiene su hueco en el orden ya que si su sed de sangre es canalizada, puede ser una gran y peligrosa aliada.

Historia en marca -inicio-

Tras cumplir con su mayoría de edad, algo completamente irrelevante pero que mas o menos le pilló por esa fecha... Nathan tuvo una experiencia algo fuera de lo común, durante el ultimo rito en el que participo vio ciertas cosas de las que apenas habla y son aquellas que le empujaron a viajar.

Mas por temor que por gusto acabo llegando a ese gran bosque de Nevesmortas, donde dejo la mochila y se asentó tras engancharse con una raíz y el pensar que era una señal. Todo tiene significado para el.

Los comienzos eran difíciles, pero casualmente llego a la par que un gran grupo de elfos (todos ellos pejotas ) y comenzó a hacer su día a día acompañándoles para evitar los peligros del bosque, de la misma manera que el así comenzaría a conocerlo como la palma de su mano.

Historia en marca jugada -influencias-

Los totems están intranquilos... Ya volviste a comer seta? Es la típica reprimenda que le suele dar Aishane cuando se pone místico.

Pero para llegar aquí, ha llovido mucho! (y mas con ese clima)! Los comienzos difíciles pero no solitarios fueron definiendo poco a poco la dirección que tomaba Nathan, viendo en algunos aventureros novatos grandes compañeros y en los mas veteranos grandes fuentes de conocimiento.

Destacables entre los aventureros resaltan las figuras de Harek, que le hace recordar la parte mas violenta de la naturaleza y en cierto modo su hogar. Respeta sus costumbres y camina a su lado mas de alguna luna, con el objetivo aparente de encaminar la cólera del malaria a fines productivos para el bosque.

Tambien la dupla Aishane-idriel fueron muy importantes para el en su inicio, pues obtuvo de ellos el soporte que toda persona necesita cuando anda algo perdida, la exploradora se convirtió en una especie de brújula para el alocado Druida, pues casualmente conocieron en un camino a Ugh un explorador que los acompaño en muchos caminos y les mostró el camino del circulo, sus tradiciones y... automáticamente ella se convirtió en su guardiana y el en un pastor -mas a titulo personal que oficial-.

Tambien hay por ahi un mediano que permanecerá en el anonimato que le ha dado muchas sonrisas y al cual pretende adoptar y convertir, así que frein, estés donde estés... escondete!

Ha habido decenas de nombres de gente que ha dejado su marquita en la forma de ser de Nathan (de los cuales voy cogiendo algo prestado para añadir a su forma de ser) y no podrían ser otros que aquellos que le han acompañado en tantos y tantos bueyes en ese largo, denso y somnoliento camino hasta sundabar, personas como Eow, Drumilda, Ugh, Nadrel (la maldita elfa de Kmos que nunca se me graba el nombre) le han ayudado a comprender mejor cual es su lugar aquí y porque narices se ha quedado... les debe a cada uno parte de su respeto por la naturaleza, sus ganas de vivir, su elegancia y efectividad y una cierta comprensión por las costumbres elficas mas ligadas al ambiente natural. (en ese orden, a cada uno.)

Finalmente, pasados meses conoció a Vildiara (la vildi para los colegas) y a Malakai, quedandose mucho mas prendado del segundo pues parecía bastante mas afin a sus costumbres chamanicas. El tiempo comienza aquí.

Y....

No sin ya muchas derrotas a la espalda y solo una victoria en el corazón,
aquí teneis la historia del hombre de los champiñones al alba y del cabello verdimarrón.



Creditos

Toda esta producción no hubiera sido posible sin la ayuda de todos vosotros, mi idea original de como debía ser el pejota a como es ha distado mucho en parte debido a todas las influencias recibidas. No soy un defensor de los pejotas predeterminados al mal o bien puesto que adoro la neutralidad y creo que todos somos influenciables, pero fuera de rollos de mis opiniones... quiero agradecer su tiempo a todos los que habéis estado en el aura de Nath.

Son muchos los pejotas que le han marcado y tampoco quería extenderme mas, así que he resumido un poquito a los mas relevantes.

Gracias!

No está mal como comienzo, ahora te toca forjar las hazañas de ese personaje variopinto que llevas.

¡Dale duro!

Tras cumplir con su mayoría de edad, algo completamente irrelevante pero que mas o menos le pilló por esa fecha... Nathan tuvo una experiencia algo fuera de lo común, durante el ultimo rito en el que participo vio ciertas cosas de las que apenas habla y son aquellas que le empujaron a viajar.

Mas por temor que por gusto acabo llegando a ese gran bosque de Nevesmortas, donde dejo la mochila y se asentó tras engancharse con una raíz y el pensar que era una señal. Todo tiene significado para el.

La vuelta al camino

*Nathan agitó la cabeza, volviendo a ver la luz del sol por... quien sabe cuanto tiempo despues*

La barba era larga, el estomago se retorcía por la falta de alimento en condiciones y las uñas habían crecido mas de la cuenta. Salió por la puerta de aquella remota cueva y nada mas volver a pisar el fértil suelo lo sintió. Había valido la pena. Ese antiguo rito de su tribu sirvió exactamente para lo que fue ideado.

La luz dañaba sus ojos justo en el momento que cruzaba la salida y si lo que había entrado era Nathan, quien saliera es alguien distinto.

El largo tiempo excluido de las personas, las voces y siluetas materiales del entorno que bien le hubiera podido llevar a la locura le sirvieron para alejarse de su ego. La fuerte personalidad, las anclas con el entorno y las tentaciones materiales desaparecieron en ese tiempo indeterminado de exilio voluntario. Todo se vuelve claro cuando no quedan distracciones. Ese era el fin de ese rito, ahora lo entendía porque ahora podia ver.

Las siluetas borrosa de los espíritus que antes alcanza a ver, ahora tenían una forma definida. Abandonar el propio ego para dejar de ser uno y poder comulgar con todo ese era el fin.

Uno no es nadie, uno solo es una rama de un árbol, pero si asciendes sobre eso.. podrás formar parte del tronco y pertenecer a todas las ramas a la vez. Esa era la mejor forma de explicar como se sentía, ahora en su mente confusa todo empezaba a cobrar forma, lo veía claro, ese fue su error.

La bendición de los totems, las distintas formas de uthgard, todas las ramas del gran árbol... todo cobra sentido cuando dejas atrás tu voluntad y forma original y aceptas la de tu entorno dentro de ti. Eso era lo que necesitaba aprender. Pese a que fuera de ese modo.

Existen muchas palabras para identificar los seres que tienen la capacidad de cambiar, licántropos, cambiantes, cambiaformas.. pero para el alocado chaman solo una tenia sentido. No era cuestión de cambiar de una a otra, sino de perder tu propia forma original para aceptarlas todas.

Su espíritu antes solido era ahora moldeable aceptando las carencias y virtudes del resto de sus Yo, es mas, aceptaba los impulsos que rigen los orígenes de sus conductas y su personalidad pasaba a un segundo plano, no se trataba de control. Se trataba de perder el control.

Al terminar de cruzar el umbral miraba el mundo con otros ojos, la roca que antes le parecía solo eso, ahora era un mundo entero por descubrir. La condición racial de ser humano le había condicionado todo este tiempo y con ello todas las emociones que se le trasmiten a uno. Ahora una simple rama podia convertirse para el en un mundo si tomaba la percepción de un insecto e incluso los instintos de supervivencia animales podían hacerle ver un cadaver animal fresco como un manjar.

Era peligros, era tentador, era fácil perderse entre tantos estímulos nuevos pero a la vez era intenso, creativo y gratificante, por lo que perdió el control al segundo paso del umbral de esa cueva.

Quien sabe de nuevo cuento tiempo pasó hasta que retomo el control, quizá no llego a hacerlo del todo, simplemente esas sensaciones nuevas se tornaron comunes y los instintos que antes le sobrepasaban como a un joven un cesta de dulces ahora podia encajarlos como un adulto.

Había disfrutado mil formas y mil vidas... Era hora de recuperar la suya.

Y así emprendió el camino de vuelta, siendo consciente de que era si una vez fue una rama de un tronco repleto de ellas ahora ya no lo era, no era una, era todas y a la vez ninguna.

El temor a desaparecer y perderse que presencio en sus visiones y le empujaba a viajar había desaparecido, ahora lo hacia el interés por conocer y asumir el resto de percepciones.

El que se entró como Nathan en esa cueva, emergió como otra cosa, muchas cosas... y a la vez como ninguna.