Sarah

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Manzaman

Sarah

Mensaje por Manzaman »

Charla en una taberna, mi primera vez

-………..lo que más me sorprendió fue lo fácil que fue y lo poco que me importó – concluyó Sarah con voz indiferente mientras alzaba su jarra para dar un largo trago. Es mediodia, y la posada esta repleta de viajeros, comerciantes y aventureros haciendo un alto en el camino para almorzar y descansar.

-¿Qué edad tenías por aquel entonces? – preguntó Falcon sorprendido por el relato

-Hm…. No lo sé, 10 años, tal vez 11

-A veces me das miedo con esas historias – Falcon apuró su jarra y se quedó mirando pensativo al fondo de la misma antes de continuar - ¿No tienes remordimientos de ninguna de aquellas cosas?

Sarah recapacita unos instantes antes de contestar, la respuesta que pasa por su mente es más compleja y oscura de lo que quiere compartir con su compañero – No, la vida en el desierto es dura, sobre todo para las mujeres – mira de reojo el resto de la posada mientras hace una pausa – esto es muy diferente de Calimshan

Falcon gira rápidamente la cara siguiendo el contoneo de una camarera que pasa por su lado, perdiendo totalmente el hilo de la conversación.
-Buff… eh… ¿Decías?

-Nada, es igual – contesta Sarah mientras suspira resignada – vámonos anda, tenemos un largo viaje hasta Aguas Profundas

Sarah acaba su cerveza y se pone en pie, es una mujer de piel tostada, pelo castaño y ojos negros, de mirada apática y gesto brusco. Su figura espigada y carente de curvas contrasta con las de las voluptuosas camareras del local, haciéndola parecer apenas una niña.
Su acompañante, Falcon, es un hombre apuesto y de músculos firmes, mirada picara y lengua afilada.

-Espera Sarah, cuando te pregunté por tu primera vez, no me refería a eso… ya sabes… a lo otro…

-Cállate maldito, y deja de preguntar estupideces – responde Sarah de repentino mal humor

Ambas figuras dejan de la posada discutiendo entre ellas y se dirigen a la salida del poblado. Aguas Profundas queda lejos, pero desde que viajan juntos, las cosas son mucho más interesantes, y puede que Sarah pueda llamar amigo a alguien por primera vez… al menos mientras sea provechoso.

//En lugar de poner un tochazo de historia que cueste un huevo leer, iré poniendo fragmentos del pasado (pre-marca) en los que se puedan sacar datos importantes del personaje y su trasfondo, así como relatos que me apetezca compartir o escribir (tanto pre-marca como de su rol en el servidor). Espero os gusten
Última edición por Manzaman el Mar Mar 25, 2014 9:06 am, editado 2 veces en total.
Manzaman

Re: Sarah

Mensaje por Manzaman »

La hechicera se une al grupo

-No, no, no y mil veces no, ella no vendrá con nosotros, solo es una niñata pechugona de la que te has encaprichado – Sarah y Falcon discutían frente al carro, el resto de la compañía esperaba dentro escuchando sin intervenir, mientras una figura de mujer, exuberante y sugerente, aguardaba a unos metros a que se decidieran. El sol recién salido se asomaba tímidamente en el horizonte, dando la bienvenida a un espléndido día en el norte.

-¿Pero qué dices?, es innata, nos será útil ya lo verás – replicó Falcon insistente

-¡Que no he dicho!

-No tiene donde ir – intervino Noril desde el carro con gesto preocupado – no nos cuesta nada acercarla a Nevesmortas con nosotros y ayudarla

-Increíble, el pervertido y el padrazo en mi contra – Sarah se cruzó de brazos enfurruñada

Ambos se sonrieron mientras se escuchaban risas en el carro, todos sabían que a pesar de que Sarah era mandona, cruel, desagradable e interesada, acababa cediendo cuando la insistían lo suficiente, siempre que no tuviese auténticos motivos en contra de algo, y en esta ocasión, parecía que lo que más la molestaba era el tamaño de los pechos de Katerina.

-Está bien – determinó Sarah finalmente tras un largo suspiro resignado – peeeero… – miró con el ceño fruncido a todos, deteniéndose finalmente en Falcon – será una compañera, y lo digo sobre todo por ti Falcon, como te dediques a lamerla el culo, babear tras ella en un trabajo, o te cueles en su habitación o…. cualquier cosa fuera de lugar. ¡Te la arranco de cuajo! ¿Entendido?

-¡Si jefa! – contestaron todos a la par con algo de guasa, Sarah se consideraba la líder de aquel variopinto grupo, aunque en realidad solo ella lo veía así, su carisma y dotes de liderazgo eran casi inexistentes.

Falcon se apresuró a acercarse a la Figura de Katerina, que esperaba a una distancia prudente de la carreta donde viajaban, para indicarla que podía ir con ellos. El camino llegaba a su fin, pero la aventura de aquel grupo tan peculiar estaba a punto de empezar.

//Enlace a la historia de Katerina
http://www.marcaargentea.net/joomla/php ... ead#unread
Última edición por Manzaman el Jue Mar 27, 2014 8:06 am, editado 2 veces en total.
Manzaman

Re: Sarah

Mensaje por Manzaman »

La tía buena, la fea y el malo

-¿Tienes mis Gemas? – preguntó Katerina en cuanto cruzaron miradas

-No… acabo de regresar de Adbar, no me ha dado tiempo – respondió Sarah descolocada por la pregunta, usualmente era ella quien presionaba a la hechicera a trabajar y no al revés.

Katerina cruzó los brazos y frunció el gesto desconforme.

-Oh vamos, no te pongas así, que te estoy patrocinando – replicó Sarah ante la queja silenciosa de su socia.

-Porque te interesa –Apuntó Katerina molesta

-Pues claro, a ver si te crees que lo hago por tus gemelas como Falcon

-Que envidiosa eres, siempre con el mismo tema – dijo la hechicera con una amplia sonrisa, adoraba hacer rabiar a la mujer del desierto, y era bastante fácil.

-Bah… - exclamó Sarah molesta, de alguna forma siempre acababa discutiendo con todo el mundo – iré a por tus dichosas gemas, piérdete

-No, espera – se apresuró a pedir Katerina - necesito ir a Sundabar, y la última caravana ya partió

-¿Y?... no soy tu niñera, búscate un maromo que te escolte, no te será difícil

Una figura embutida en metal se acercó a las dos mujeres con paso firme, no solo su tamaño y musculatura eran imponentes, sino que además su presencia inquietante helaba la sangre.

-No esperaba decir esto nunca, pero te estaba buscando Sarah – era la voz de Zhelion, profunda e imperativa a pesar de no estar ordenando nada.

Katerina y Sarah miraron sorprendidas al recién llegado. Zhelion era un hombre independiente y tenebroso, siempre callado, siempre con esa enigmática sonrisa tras los combates. De todos los miembros del grupo era sin lugar a dudas el que más recelo e inquietud producía en los demás. Fuese lo que fuese lo que necesitaba de Sarah, no era algo bueno…. aunque para ser sinceros, era algo que a ella no importaba lo más mínimo si el pago era generoso.
Última edición por Manzaman el Mar Mar 25, 2014 9:15 am, editado 1 vez en total.
Manzaman

Re: Sarah

Mensaje por Manzaman »

//Edito para poner titulos, que sino cuando tenga mas de 4 historias buscar algo puede ser insufrible
Manzaman

Re: Sarah

Mensaje por Manzaman »

El encuentro de Falcon y Sarah

Uno de los encapuchados pateó a Sarah en el costado, estaba tirada en el suelo del callejón, retorciéndose de dolor mientras recibía aquella paliza. Otros dos hombres aguardaban junto al agresor, y uno más vigilaba la entrada de la calleja.

-Solo eres una ramera insolente… - el hombre pateó de nuevo a Sarah con entusiasmo, parecía disfrutar de sus gritos de dolor cada vez que era golpeada - debería matarte aquí mismo, pero el nuevo jefe quiere hacerlo en persona.

-Joder que resaca…– una voz se escucho saliendo de entre un montón de basura y escombros apilados en un lateral del callejón, y un hombre se incorporaba frotándose las sienes con gesto de dolor, la oscuridad de la noche y de la estrecha calle habían ocultado su presencia, tirado entre aquel montón mierda.

Aquel hombre se acercó en un abrir y cerrar de ojos al encapuchado que estaba pateando a Sarah, ninguno de los sorprendidos asaltantes reaccionó a tiempo debido a lo absurdo e inesperado de la situación, pero el caso es que ahora uno de ellos estaba inconsciente en el suelo tras un certero puñetazo en la mandíbula.

-Oh… que alivio, no se callaba la jodida boca, no hay quien duerma la borrachera en esta ciudad

Mientras los otros dos encapuchados se ponían en guardia desenvainando puñales y el vigilante se acercaba a asistir a sus compañeros, el hombre se giró a examinar a Sarah. Su cara de decepción habría sido cómica de no ser por lo peligroso de la situación, al parecer Sarah no era precisamente la bella princesa que él esperaba estar salvando.

-Estupendo… - se lamentó el hombre, maldiciendo su suerte, se había metido en un lio tremendo para ayudar a una pechoplano fea y esmirriada. Cuanto mejor habría hecho fingiendo seguir dormido.

Los tres encapuchados atacaron al inesperado héroe del callejón, presionándole a retroceder poco a poco esquivando cuchilladas.

-¡Eh amiga!, ¿qué tal una ayudita?, ¡pásame algo con lo que defenderme! – exclamó alarmado al verse tan presionado, no eran matones inexpertos a los que les temblase el pulso al usar sus armas, estos tenían intención de matarle sin dudar un instante.

Pero no hubo respuesta, porque Sarah ya no estaba allí. A la menor oportunidad había aprovechado la distracción de la pelea para escabullirse.

-¡Sera hija de… - Al mirar de reojo para localizar a la mujer morena había perdido un valioso instante de concentración, apenas logró esquivar una puñalada directa a su costado, trastabillando y cayendo al suelo indefenso.

Pero cuando alzó la vista para intentar evitar de alguna manera los ataques de aquellos matones, la situación era de nuevo diferente a la que esperaba. Uno de ellos se encontraba en el suelo con los ojos desencajados agarrando su garganta, de la que no paraba de salir sangre a borbotones. Otro, retrocedía cauteloso, y el ultimo tenía una daga al cuello mientras Sarah le sujetaba con firmeza desde su espalda, interponiéndole entre medias.

Viendo una clara oportunidad, el hombre alcanzó un madero y se incorporó para poder defenderse. El encapuchado, al verse superado finalmente, se giró y corrió a la salida del callejón sin dudarlo un instante. Pero no llegó lejos, apenas unos pasos y una daga impactó certera en su espalda. Sarah había degollado sin piedad al asaltante al que sujetaba y ahora corría en persecución del bandido tras haber lanzado su arma.

-Eh, ¿pero qué haces? – preguntó el hombre a Sarah alarmado ante su actitud

-Deben morir, sino vendrán más – Sarah arrancó el puñal de la espalda del agonizante encapuchado, que trataba de arrastrarse fuera del callejón, solo para hundirla en su cuello y rematarlo.

-¡Eh! Espera un momento, ¿Quién eres? ¿Quién son estos tipos? – El hombre la sujetó por el brazo cuando pasaba junto a él.

-No es de tu incumbencia – contestó bruscamente, soltándose de un tirón y dirigiéndose hacia el bandido que había caído inconsciente del primer puñetazo.

-¿Cómo que no? Acabo de salvarte la vida – replicó aquel hombre

-No te pedí ayuda, no la necesitaba – contestó Sarah mientras degollaba sin miramientos al último asaltante vivo.

-Eso no te lo crees ni tú, vamos, cuéntame lo que pasa, tal vez pue… eh … eh… espera – El hombre salió tras Sarah, pues esta no parecía hacerle ningún caso y ya salía a toda prisa del callejón – ¡Espérame! me llamo Falcon… ¡Eh! ¡Pero no corras!

//Enlace a la historia de Falcon
http://www.marcaargentea.net/joomla/php ... f=2&t=9786
Manzaman

Re: Sarah

Mensaje por Manzaman »

//Edito añadiendo enlaces a las historias de los personajes correspondientes, creo que puede resultar util ya que no son segundones de mi historia sino protagonistas de sus propias aventuras, con su trasfondo y propia historia.
Manzaman

Re: Sarah

Mensaje por Manzaman »

LA HISTORIA DE SARAH
- PARTE I, EMELLY -


Mi nombre es Sarah, bueno, más o menos, y voy a relataros como llegué hasta Nevesmortas. Al menos un resumen de ello pues es una larga historia.

Nací en Puerto Cálim, capital de Calimshan, muy lejos al sur de la Marca, es una enorme ciudad portuaria en un bello y mortal desierto.
Mi padre, Jaharum Hasnir, era Bajá de uno de los barrios de la ciudad, es como un noblucho que gobierna la zona en nombre del Syl-Pashá.
Mi madre, Elissa, era una de sus muchas concubinas, una esclava extranjera de algún país del norte. En Calimshan es común que los nobles dispongan de un gran número de mujeres además de su esposa, o incluso varias esposas, lo que no es tan común es que el noble acepte la progenie de una concubina como propia.
Mi hermana melliza, Enma, y yo, por aquel entonces Emelly, no éramos una excepción, aun así no obligaron a mi madre a deshacerse de nosotras y pudimos quedarnos en la mansión.

La situación fue cambiando con el tiempo, mis primeros recuerdos son de mi hermana y yo viendo siempre a mi padre en la distancia, sin permiso para dirigirle siquiera la palabra. Pero con el paso de los años, mi hermana empezó a ser sentada a la mesa de mi padre, a degustar las delicias y manjares.
Mi hermana era más agraciada que yo en muchos sentidos, sólo éramos niñas, pero mientras mi hermana poseía unos ojos bonitos, enmarcados en un rostro angelical, yo parecía un niño harapiento y greñoso. Tenía envidia de ella, y para colmo me miraba con tristeza desde la mesa, como si no disfrutase de esa posición. Era frustrante.

Pronto separaron a mi hermana del resto de nosotros, la dieron un cuarto propio y una mullida cama. Ya era como la hija del Bajá, y todos la trataban como tal. Pero no lo era, era una bastarda hija de una fulana, igual que yo, no merecía todo eso.
Fui a su nuevo y lujoso cuarto en mitad de la noche, quería al menos que me dijese porque ella sí y yo no, que me pidiese disculpas por abandonarme.
Cuando aparecí mi hermana insistió muchas veces en que me marchase, incluso lloraba asustada, me dejó un poco confusa, así que cuando se escucharon pasos en el pasillo y me pidió que me metiese en el armario no repliqué y la hice caso.

Lo que vi fue… no creo que existan palabras en el común para describir el odio y el horror que sentí. Todo cobraba sentido, el capricho de mi padre por mi hermana, su trato de favor, y las miradas tristes de ella. Ese malnacido depravado pagaría por lo que hacía con mi hermana, y lo pagaría en aquel instante.
Amparada en los sollozos de mi hermana y los jadeos de ese desgraciado, salí del armario, recogí un lujoso pero contundente busto de piedra que decoraba la mesa y sin pensarlo dos veces lo descargué con fuerza en la nuca de mi padre.
Un golpe seco y un crujido, el movimiento y los jadeos cesaron al instante, pero los sollozos aún quebraban el silencio. No hubo pena ni remordimiento por su muerte, el odio desapareció al instante, ese asqueroso ya no existía en este mundo y no merecería ni mi lamento ni mi ira nunca más.

No fue fácil salir de la mansión tras asesinar a mi padre, como todos los hombres poderosos disponía de guardias y medidas de seguridad mágica, pero por suerte la mayoría impedían entrar, y no funcionaban si lo que querías era salir. Mi hermana y yo dejamos la casa para no volver… mi madre fue ejecutada a la mañana siguiente como responsable por mis actos, pero no cargaré sobre mi conciencia su muerte, ni ninguna otra en realidad.
Manzaman

Re: Sarah

Mensaje por Manzaman »

LA HISTORIA DE SARAH
- PARTE II, SHARLA -


Elegí el nombre de Sharla, mi hermana fue Seline a partir de aquel día.

No creo que hubiésemos durado más de un par de días en las calles de Puerto Cálim nosotras solas y buscadas por la guardia. Pero el destino hizo que nos topásemos con dos peculiares personajes, Fribo y “el Toro”, un mediano avispado y de manos rápidas y un semiorco grande y fuerte, pero sobretodo tonto.

Fribo y “el Toro” formaban parte de una banda de bandidos del desierto, su trabajo consistía en buscar o comprar información sobre rutas de comercio o viajes de gente adinerada. La pasaban a la banda y estos procedían al asalto durante las peligrosas travesías en las dunas de Calimshan.

Fribo era más honrado y compasivo que la gente supuestamente de bien de la ciudad. Es irónico que las mejores personas se escondan en las sombras mientras los más indeseables pasean por las calles con una falsa e hipócrita sonrisa.

Gracias a ellos salimos de la ciudad y fuimos adoptadas en la banda. Allí, en ese campamento oculto, por primera vez me sentí una más de la comunidad. No importaba ser hombre o mujer, no importaba ser una elfa renegada o un semiorco medio lelo. Había sitio para todos y a todos se nos buscaba algo en lo que ayudar.

Mi hermana resultó ser especialmente afín a la magia, tenía un don innato y un hechicero de la banda la tomó como aprendiz, enseñándola a despertar y controlar su poder. Yo en cambio no destacaba en nada especialmente, así que me enseñaron a orientarme en las cambiantes dunas y a detectar los peligros del desierto antes de que fuese tarde.

Siete años pasé en aquel campamento, conviviendo con bandidos y matones de todo tipo. Haciendo trabajos sucios y asaltando caravanas. Debo admitir que fueron los más felices de mi vida. Pero como ya supondréis eso se terminó, y no acabó bien.

Pasábamos una mala racha, no conseguíamos dar un buen golpe así que el dinero y los suministros comenzaban a escasear. Yo tuve la mala suerte de encontrar el alijo secreto del jefe, ojalá nunca lo hubiese visto. En teoría lo que robábamos lo repartíamos o usábamos para comprar lo necesario para mantener el campamento, como en una comuna o gran familia. La realidad era que el jefe amasaba gran parte de ese dinero con otros planes.

Fui enseguida a contárselo a mi hermana a su tienda, pero ella ya lo sabía, al parecer solo los idiotas sin valor como yo tenían que pasar hambre y miseria. No era diferente a Puerto Cálim, era lo mismo pero con menos personas.

El hijo del jefe salió en aquel momento de detrás del biombo que separaba la entrada de la tienda, de la cama y zona personal. No era muy difícil darse cuenta de lo que ocurría.
Una orden suya y dos guardias entraron en la tienda dejándome completamente rodeada.

A petición de mi hermana no me mataron, me escoltaron a la salida del campamento y allí me dejaron marchar. Las palabras de mi hermana despidiéndose aquel día me duelen más que cualquier herida que haya soportado desde entonces. Pero entraré en detalles en otra ocasión, lo importante es que me sentía traicionada, abandonada y hundida en la miseria una vez más. Y que si no escapaba de aquel desierto, pronto me convertiría en un objetivo para la banda a la que apenas unos minutos antes pertenecía, pues los planes de mi hermana con esa serpiente incluían el asesinato del jefe y usarme a mí como culpable.
Manzaman

Re: Sarah

Mensaje por Manzaman »

LA HISTORIA DE SARAH
- PARTE III, SARAH –


Para cualquier otro, atravesar el desierto habría sido lo más difícil, pero para mí, el verdadero reto comenzó al salir de él. Pues tantos años apartada de las ciudades hacía que me sintiera incómoda ante el gentío y la sociedad civilizada.

Escapé de Calimshan por el norte, apenas pude descansar en muchas jornadas, pues un grupo me pisaba los talones y no era con buenas intenciones. Tras dejarme escapar habían asesinado al antiguo líder de la banda, culpándome a mí y lanzando en mi persecución a un grupo de rastreadores.

Pude darles esquinazo y evadir sus garras durante un tiempo, siempre huyendo más al norte, pero conocían mis métodos, puesto que básicamente me los habían enseñado ellos.
Finalmente me atraparon en Puerta de Baldur, donde gracias a Falcon pude acabar con ellos. La verdad es que si no es por la aparición de ese borrachín… ahora no sería más que un montón de huesos en la arena del desierto.

Me presenté como Sarah, ahora que mis perseguidores no existían tenía que desvanecerme y alejarme lo más que pudiera, para que no volviesen a enviar a otro grupo a darme caza.
La última etapa de mi viaje empezaba.

En el camino de Puerta de Baldur a Nevesmortas se fue formando el grupo, Noril, Johan y Eregul se unieron a Falcon y a mí en Aguas Profundas tras un montón de problemas en la ciudad. Zhelion se unió en la frontera de la Marca, y por último, a Katerina la recogimos en Sundabar.

….

Y aquí estoy, en Nevesmortas. Dinero y poder es lo que busco, lo necesito para poder volver. Pues me he prometido a mí misma que un día mi hermana pagará por lo que me hizo. Un día todo Calimshan conocerá mi nombre verdadero, Emelly, y no tendré que huir nunca más, pues todos esos bastardos del desierto sabrán que un puñal en la noche espera a quien ose enfrentarme.
Manzaman

Re: Sarah

Mensaje por Manzaman »

TRAICIÓN FRATERNAL

El sol ya se hundía en las dunas del horizonte en el desierto, pero aun así el calor era sofocante y el aire resecaba la garganta y la piel con crueldad. Sin embargo, no era el bochorno lo que hacía transpirar su piel, ni la brutal presa de los guardias la que oprimía su pecho. Todo ello era provocado por la mirada de su amada hermana, sus ojos indiferentes, vacíos de sentimiento de culpa o pena por la situación de Sharla, atravesaban directamente su alma de una forma que ninguno de sus conjuros podría conseguir.

La situación era crítica, dos guardias la sujetaban firmemente mientras Seline y Ahmir, el hijo del líder de la banda, la observaban con indecisión.

-No la matéis – intervino Seline abogando por la vida de su hermana melliza

Un rayo de esperanza cruzó por los ojos de Sharla ante esas palabras, no podía ser que su adorada hermana la hiciese algo así, tenía que tratarse de algún malentendido que ahora se aclararía.

-… nos será más útil viva – aclaró la hechicera ante la mirada inquisitiva de Ahmir.

-¿A qué te refieres? – Preguntó confundido – sabe demasiado, puede hacer que se revelen más pordioseros como ella en nuestra contra.

-No si es la culpable de la muerte de tu padre y tiene que huir de aquí…. – sugirió Seline con un brillo de maldad en sus ojos

Ahmir sonrió ampliamente, entendiendo el plan, ambos llevaban tiempo intentado buscar la ocasión de acabar con el líder para hacerse con el control de la banda, pero era difícil hacer algo así sin levantar sospechas, sin embargo ahora disponían de una oportunidad perfecta para culpar a otro.

Mientras esas dos víboras decidían el destino de Sharla, esta miraba atónita a su hermana, incrédula de lo que escuchaba, incapaz de comprender el porqué de aquella traición. Para ella nada valía tanto como Seline, sin embargo ella la estaba cambiando por el control de una maldita banda de matones del desierto. Imperdonable.
Y entonces un golpe seco en la nuca acabó con sus turbios pensamientos dejándola inconsciente.

…..

Sharla despertó en mitad del desierto, un manto de estrellas cubría el desierto y la luna se alzaba llena y hermosa, una noche agradable para un momento que no lo era. Seline la miraba fijamente a unos pasos de distancia, mientras más alejados, esperaban dos hombres a caballo, y otro equino más aguardaba a su amazona.

-Es momento de despedirse Emelly – dijo con frialdad la hechicera, hacía muchos años que no usaba ese nombre.

-¿Por qué me haces esto? No lo entiendo ¿no valgo más que esto? – preguntó con voz desesperada Sharla

-No… no vales más que esto, lo siento hermana

-Maldita desagradecida, ¡yo te salvé la vida! – gritó fuera de sí, con los ojos empañados en lágrimas

-¿Salvarme? ¡Arruinaste mi vida! – Contestó Seline en un grito lleno de rencor, Sharla se quedó boquiabierta y confusa – ahora podría ser una dama rica y poderosa en la capital, en cambio me muero de asco en un campamento en mitad de la nada. Y todo por tu culpa.

-¿Pero qué dices? Abusaba de ti, por todos los dioses – replicó Sharla incrédula de lo que las palabras de su hermana daban a entender.

-En aquel momento te agradecí que acabases con ello… pero no ahora, no tras ver lo que hay fuera. Era un pago pequeño comparado con lo que me daba a cambio, ahora lo hago por mucho menos.

-¿Cómo puedes decir eso? No eres más que una ramera – reprochó escupiendo las palabras con desprecio sobre su hermana

-¡No te atrevas a juzgarme Emelly! – Seline alzó la voz enfurecida por aquellas palabras – no vales nada, yo soy hermosa y tengo un poder innato. ¿Tú que tienes? ¡Nada! – repitió con aún más ira

- Yo… -aquellas palabras rompieron a Sharla, no era algo que necesitase escuchar, ya lo sabía, sabía que no valía nada comparada con su hermana, siempre había sido así. Pero escucharlo de boca de ella dolía aún más.

-Lárgate de aquí – ordenó Seline señalando al horizonte – mañana mandarán un grupo a buscarte, así que procura correr o morirás pronto.

-Un día lamentarás esto Enma – contestó Sharla con la voz quebrada, usando también su auténtico nombre, tal y como hacía Seline – lamentarás haberme hecho esto, pero sobretodo lamentarás haberme dejado viva esta noche – puntualizó antes de girarse para marcharse de allí

Su hermana buffó y rió ampliamente, desestimando totalmente aquella amenaza. Como si Sharla no fuese más que un cachorro revolviéndose, sin oportunidad de dañarla lo más mínimo.

Aquella noche el débil vínculo que unía a Sharla con la moralidad se rompió definitivamente. Sin su hermana, estaba sola, no porque se encontrase en mitad del desierto sin ninguna compañía, sino porque sentía que nadie en el mundo valía la pena, no se podía confiar, no se podía querer, amar o respetar. Estaba sola para siempre.
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