Las tierras salvajes de las bestias
Las Tierras salvajes de las bestias es un plano de naturaleza salvaje. El plano está repleto de bosques de manglares llenos de musgo, bosques de pinos cubiertos de nieve y bosques de secoyas con unas copas tan densas que no dejan pasar ni un solo rayo de luz. En este plano hay robles, abedules, abetos y arces. En algunas partes alejadas del plano los exploradores pueden llegar a encontrar bosques de hongos y setas gigantes. También hay grandes desiertos aunque, en realidad, son eriales áridos. Los cactos, el áloe y otras plantas del desierto prosperan en las partes áridas de las Tierras de las bestias.
El aire aquí es ideal para todo aquello que debe crecer. En las regiones pantanosas es húmedo y cálido; en los bosques de secoyas es frío y tranquilo; entre las hayas es suave y claro, y en las tierras más abiertas es árido y cálido.
El plano consiste en tres capas, cada una de ellas fijada en una parte del día. La capa superior, Krigala, es el hogar del día entero. Brux es el dominio de la penumbra perpetua, mientras que la Karasuthra, la última capa, es la noche perpetua, iluminada sólo por la pálida luna.
El aspecto más importante de la Tierra de las bestias es cómo afecta a las criaturas de todos los tipos. Al igual que Arcadia, este plano está poblado por una inmensa cantidad de animales, bestias y bestias mágicas. Hay muy pocos pueblos, ciudades o fortalezas, y están muy lejos unas de otras. Todos los que eligen vivir aquí prefieren hacerlo entre árboles, nunca contra ellos.