Defensa fantasmal

• Sol poniente (postura)
• Nivel: 8
• Prerrequisito: tres maniobras del Sol poniente
• Acción de iniciación: 1 acción rápida
• Alcance: personal
• Objetivo: tú

Acechas en el interior de una tenue bruma, tentando a tus enemigos para que te ataquen, sólo para desviar sus golpes en el último instante y hacer que dañen a sus camaradas.

Eres un fantasma en la bruma, capaz de hacer que un adversario se vuelva contra sus aliados. Tras calibrar el estilo de lucha de tus enemigos, medir con precisión tu movimiento de esquiva y colocarte en la postura adecuada, podrás hacer que termine atacando a sus compañeros. Cuando tu enemigo te ataque, esquivarás su golpe y harás que termine impactando sin querer a un aliado.

Obtendrás el beneficio de esta postura cuando el ataque de algún rival sufra alguna probabilidad de fallo, como la concedida por la ocultación. Cuando su ataque cuerpo a cuerpo o adistancia falle a causa de ese porcentaje, podrás cambiar el objetivo de su ataque a cualquier otra criatura factible (que no sea él mismo).

En el caso de un ataque cuerpo a cuerpo, el nuevo objetivo debe estar adyacente a ti y dentro del alcance de tu atacante. En el caso de un ataque a distancia, el nuevo objetivo debe estar adyacente a ti y tu atacante tendrá que disponer de línea de efecto hasta él. Emplea el resultado de la tirada del ataque original para determinar si le impacta o no. Tu adversario no tendrá que volver a repetir la probabilidad de fallo, ya que serás tú quien guíe su arma. Esta aptitud sólo se puede aplicar una vez por ataque. Si empleas una defensa fantasmal para redirigir un ataque contra cualquier enemigo, éste no tendrá la opción de redirigirlo de nuevo.

Tendrás que ser consciente del ataque de un adversario para poder emplear esta postura. No podrás usarla contra ataques que te cojan desprevenido.