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| La naturaleza mágica de las fatas les permite procrear casi con cualquier otra criatura. La descendencia de las uniones resultantes son seres enigmáticos y de espíritu libre, sienten una profunda curiosidad por otras criaturas, gastando mucho de su tiempo observando su comportamiento. A veces tienen devaneos con ellas olvidando las consecuencias de sus actos, siendo entonces la descendencia de estos momentos de pasión normalmente ignorada, aunque a veces son acogidos, enseñándole los secretos que solo los duendes pueden conocer. | | La naturaleza mágica de las fatas les permite procrear casi con cualquier otra criatura. La descendencia de las uniones resultantes son seres enigmáticos y de espíritu libre, sienten una profunda curiosidad por otras criaturas, gastando mucho de su tiempo observando su comportamiento. A veces tienen devaneos con ellas olvidando las consecuencias de sus actos, siendo entonces la descendencia de estos momentos de pasión normalmente ignorada, aunque a veces son acogidos, enseñándole los secretos que solo los duendes pueden conocer. |
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− | Cuando nacen, algunos de estos niños parecen normales a simple vista y tardan varios años para que sus extrañas características emerjan y tomen forma, la mayoría de las veces tienen al menos un atributo distintivo, como alas, piel enjoyada, con nudos o cabello hecho de flores. Los semifatas varían enormemente en su apariencia, y no hay dos exactamente iguales. Uno puede ser hermoso y atractivo con rasgos exagerados y cincelados y otro deforme como un troll. Lo que si tienen todos en común es que siempre son carismáticos e intrigantes a la vista. | + | Cuando nacen, algunos de estos niños parecen normales a simple vista y tardan varios años para que sus extrañas características emerjan y tomen forma, la mayoría de las veces tienen al menos un atributo distintivo, como alas, piel enjoyada, con nudos o cabello hecho de flores. Los semifatas varían enormemente en su apariencia, y no hay dos exactamente iguales. Uno puede ser hermoso y atractivo con rasgos exagerados y cincelados y otro deforme como un troll. Lo que sí tienen todos en común es que siempre son carismáticos e intrigantes a la vista. |
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− | Nunca encajarán realmente en ninguna sociedad mortal, siendo considerados extraños. Debido a su habilidad para encantar y lanzar maldiciones, algunos son perseguidos por poblaciones supersticiosas. Sin embargo, suelen ser aceptados hasta cierto punto entre las fatas, que miran más allá de los aspectos superficiales como la apariencia.
| + | Por desgracia, nunca encajarán realmente en ninguna sociedad mortal, siendo considerados extraños, y debido a su habilidad para encantar y lanzar maldiciones, algunos son perseguidos por poblaciones supersticiosas. Sin embargo, suelen ser aceptados hasta cierto punto entre las fatas, que miran más allá de los aspectos superficiales como la apariencia. |
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| Los semifatas de alineamiento bueno suelen ser defensores devotos, aunque caprichosos de lo salvaje que no toman partido en los asuntos humanos. Los de alineamiento malvado son mezquinos, vengativos y sádicos, y se deleitan con el caos y el mal que pueden causar. | | Los semifatas de alineamiento bueno suelen ser defensores devotos, aunque caprichosos de lo salvaje que no toman partido en los asuntos humanos. Los de alineamiento malvado son mezquinos, vengativos y sádicos, y se deleitan con el caos y el mal que pueden causar. |