Fue encontrada a muy temprana edad perdida en los caminos, sabía hablar poco Silvano y nada de común. Al ser imposible llevarla a ningún poblado elfo para que se ocuparan de ella en ese momento, fue recogida por esta familia. Con el paso del tiempo se encariñaron con ella y postergaron el dejarla con los de su misma raza, por lo que al final la adoptaron. Es por esto por lo que Danowl se encuentra más cómoda entre humanos que entre elfos.
Los Sent es una familia de granjeros de una villa muy al sur de la marca, la villa está rodeada de colinas suaves y fértiles donde se produce todo tipo de cosecha. En casa ayudaba con las labores de labranza, siembra y recogida de los terrenos que su familia poseía y cada tres días iba a la aldea a recibir formación del arte de la espada de un aventurero retirado en cuanto tuvo fuerza suficiente para sostener una espada.
Al llegar, lo que todos en su familia incluida ella, pensaba que eran los 120, prefirió evitar ser más carga y buscarse las habichuelas, además de intentar acercarse a sus raíces élficas o lo que ella cree que lo son... así que para tal fin y dado que iba a vivir muchos años, decidió montarse un viñedo y proveer a su familia con dinero regular anual, ya que el producto elaborado tiene más ganancia que uno en bruto.
Para ello necesitaba grandes cantidades de fondos y conocerse las tierras donde poder ponerlas. Fue dando tumbos por la marca hasta que se encontró con Daan en una caravana, hizo migas con ella, compartieron alcohol y salió en conversación que ella iba a Nevesmortas y que si alguna vez le apetecía pasarse por allí estaría encantada de invitarla a una cerveza.
No fue hasta unos meses después que no se volvieron a encontrar, azar del destino o la mala orientación de la que hace gala Danowl, ahora en Nevesmortas. Desde ese día casi siempre van juntas con Gregor (el único con orientación) a recoger fondos, setas o misiones que gente les encarga por un motivo u otro.
En una de esas misiones, un transporte de bueyes para conseguir dinero y devolver un favor a Zac, aparecieron 5 osos que se encargaron de arrancarle el brazo y comerse las vísceras muriendo de forma agónica.
Desde entonces sufre tics y tiene ataques de locura transitoria cada vez que ve un oso. En el lado positivo sus amigos han acordado con Zalcor una terapia para intentar eliminar esa mala experiencia, por el momento consigue retenerse cuando invocan estos animales los exploradores, aunque tiende a sudar y a temblarle la mano de la espada. Es un proceso lento, pero va dando sus frutos.
Envía cartas a su familia frecuentemente para que sepan que está viva y bien, aprovechando que ahora que se ha medio asentado en La Marca, espera convencer a Rosa de que le guarde la correspondencia que le pueda llegar a enviar su familia.
Está dispuesta a ayudar siempre que le caigan bien y de momento todos le caen bien. Si encuentra alguien nuevo en La Marca intentará ofrecer su ayuda para que puedan tener una cara amiga, igual que ella lo tuvo con Daan. Otro punto distinto, son los órdenes establecidos, de ellos espera pago, porque el aventurero no sobrevive del aire y los favores se les olvidan rápidamente.
Sus amigos son Daan, Gregor y Mongor. Tiene un aprecio enorme y les ayudaría en lo que pidieran (sin cuestión) con Korissa, Zac, Fizz, Drappi, Terinnen y Aylith.
Mongor tiene punto a parte porque se está convirtiendo en guía espiritual, Danowl que no adoraba a ningún dios en concreto y está pensando en hacerse creyente del culto de Hanseath.
Con Liliana está aprendiendo un poco las costumbres Elfas, y lleva una botella de siempreaguamiel para ella en la mochila, le gustaría conocerla mejor.
Zalcor es su terapista... y con el resto aún no ha hablado con ellos lo suficiente pero espera que en los siguientes meses conocerlos.