
Anaya se acerca a uno de los árboles del Bosque de Nevesmortas, este, tiene algo de especial, sólo visible para aquellos que siguen un camino, una creencia, una vida.
Da varias vueltas a su alrededor, llegando a posar su mano sobre el recio corcho, siguiendo los recovecos de entre los surcos.
Se para, una sonrisa sincera y alegre, comienza a aflorar.
Encontró algo en el interior de ambos, una conexión, un sentimiento compartido, que hace que acerque su rostro, a una distancia de menos de un palmo.
Se para, de su sonrisa surge el sonido, sus labios modulan el aire, como si de un instrumento de viento fuese.
Casi inaudible, una canción, una nana, es forjada a base de melodiosa voz.
Da varias vueltas a su alrededor, llegando a posar su mano sobre el recio corcho, siguiendo los recovecos de entre los surcos.
Se para, una sonrisa sincera y alegre, comienza a aflorar.
Encontró algo en el interior de ambos, una conexión, un sentimiento compartido, que hace que acerque su rostro, a una distancia de menos de un palmo.
Se para, de su sonrisa surge el sonido, sus labios modulan el aire, como si de un instrumento de viento fuese.
Casi inaudible, una canción, una nana, es forjada a base de melodiosa voz.
A brujas y brujos,
A quienes ven la luz y oscuridad,
A feys y gremlins,
A quienes les llegue mi llamada.
Una llamada de reunión,
Donde reunimos nuestro conocimiento,
Un conocimiento compartido,
Donde compartimos nuestras respuestas.
A Eolas, el que sigue al viento,
A Rel, la que serena las cascadas,
A Wotan, el que muda de piel,
A mis compañeros y compañera,
Entre la luz del Alba,
Hasta donde surge el Ocaso,
En lo más hondo de nuestro corazón,
Allí nos reuniremos.
A quienes ven la luz y oscuridad,
A feys y gremlins,
A quienes les llegue mi llamada.
Una llamada de reunión,
Donde reunimos nuestro conocimiento,
Un conocimiento compartido,
Donde compartimos nuestras respuestas.
A Eolas, el que sigue al viento,
A Rel, la que serena las cascadas,
A Wotan, el que muda de piel,
A mis compañeros y compañera,
Entre la luz del Alba,
Hasta donde surge el Ocaso,
En lo más hondo de nuestro corazón,
Allí nos reuniremos.
Durante el cántico de Anaya, unas ligeras vibraciones, se encaminan hacia el suelo, transmitiéndose de raíz a raíz, de árbol a árbol, de manera que el que las pueda sentir sin tocar, el que las pueda escuchar sin oír, el que las pueda ver sin mirar, sentirá, escuchará o verá la llamada.
Spoiler
A los mencionados, Eolas, Rel, Wotan. Si fuera posible reunirnos los cuatro este Sábado 19/11/22 por la tarde. Entre las 16:00 y 20:00 CET.
Para compartir conocimiento, experiencia y vivencias, alrededor de una lumbre. Si alguno no pudiera, comentad cuando podeis.
Para compartir conocimiento, experiencia y vivencias, alrededor de una lumbre. Si alguno no pudiera, comentad cuando podeis.