Esnea

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Lajarriak
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Esnea

Mensaje por Lajarriak »

Esnea, la elfa maldita, la portadora de oscuridad

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¿Que cuál es mi historia? La de una elfa maldita, una huérfana desgraciada que ha pasado por demasias penurias, mas de las que me gustaría recordar... *da un trago de su cerveza y continua*
Nací en Aguas profundas hace 54 años. Mis padres pertenecían a una secta de acólitos de Shar, liderada por Magnus Lecoy. Magnus... era un lider venido a menos, la sombra de lo que fue hace muchos años, un viejo pelele arrugado y maloliente. Tras múltiples redadas en los barrios bajos habia visto diezmadas sus filas, llenas de ebrios patanes y oportunistas que no tenian donde caerse muertos. Desesperado por recuperar el poder que antaño ostento, comenzo a estudiar rituales prohibidos, tratando de hacer pactos con seres que no eran de este mundo para obtener un poco de su poder. Mi madre, embarazada de mi despues de una salvaje violación, ofreció nuestros cuerpos en sacrificio a ese malnacido de Magnus, buscando redimirse por un pecado que nunca cometió. Estupida... *escupe al suelo*
Tal vez fuera el designio de los dioses o tal vez fuera que Magnus esa noche no habia pegado ojo y estuvo bebiendo el dia anterior, pero el ritual demoniaco no salió como Magnus esperaba: despues de rajar a mi madre como una cerda y sacarme de sus entrañas, esa entidad demoniaca se burlo del imbécil de Magnus, robandome parte de mi alma a cambio de imbuirme con sus oscuros poderes. He de reconocer el buen gusto de ese hijo de puta para torturar a los mortales *ofrece un brindis al aire*. Antes de matarme asfixiandome con sus propias manos, Magnus fue asaltado por otra idea más estupida aun: pensó que podria criarme y moldearme a su semejanza para aprovecharse de los poderes que añoraba y de los que nunca pudo disfrutar.
Pero bien temprano demostré un temperamento dificil y unos poderes oscuros que ni yo misma era capaz de controlar, algo que no encajaba con lo que Magnus esperaba de mi. Fue a mis tiernos 6 años *se le escapa una risilla* cuando le prendi fuego sin querer (o eso recuerdo) a la guarida del culto, quemando a todos en un fuego oscuro que no dejo ni las cenizas de esos pobres desgraciados.
Sola y desamparada, sabia lo suficiente para valerme por mi misma en las sucias calles de los barrios bajos de Aguas Profundas, en donde cualquier descuido puede costarte la vida y en donde nadie es amigo de nadie. *suspira*
Pasados los años decidi dejar atras esa pocilga y ver mundo, recorriendo todo Faerûn, visitando las mas hermosas ciudades, los mas reconditos lugares, sorteando innumerables peligros, y aprendiendo, siempre aprendiendo. Porque la leccion mas importante que te puedo dar es que el conocimiento es poder, y el poder es libertad para vivir como quieras. ¡Aunque sea en otra pocilga como Villanieve!
¿Que si estoy maldita? Si, ¿y que? *termina la jarra y le pide otra al tabernero* Yo no pedi ser asi, pero se me da muy bien, oye. *sonrie ladina*
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Re: Esnea

Mensaje por Lajarriak »

Ya han pasado varios años desde que me instalé en Sundabar. Desde entonces he recorrido estas tierras descubriendo sus secretos, he conocido a gente de todo tipo y he forjado amistades; he matado a quien se ha interpuesto en mi camino, he encontrado innumerables tesoros, me he enfrentado a criaturas que desafiarían vuestra cordura... y aun sigo sin entender mi maldición.
Ya es parte de mi, es quien yo soy, Esnea, la maldita. Mi pasado ya es historia, ¿Magnus? Ni recuerdo su maldita cara. Ahora solo me queda un futuro por delante, tan solo ganas de vivir y rezar a los dioses por que mi maldición no se escape de mi control. Hace un par de años encontré una cueva en la que habitaba una secta de acólitos de Shar, después de matarlos a todos y rebuscar entre sus pertenencias no encontré ninguna información útil, nada que me ayudase a entederme. He abandonado toda esperanza, ya tan solo me embarga a veces una extraña sensación de amargura que me cala los huesos y me quita el sueño, pero la ahogo en alcohol y al día siguiente se me pasa.
He de vivir cada día como si fuese el ultimo, porque... quién sabe. *da un trago a su jarra*
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Re: Esnea

Mensaje por Lajarriak »

Mucho después de la muerte de Magnus, tuve un sueño. *da un trago a su jarra* Una mujer vestida de sombra me habló desde un trono de cuchillos, estaban oxidados. No me pidió que le sea fiel ni me prometió nada. Solo me mostró el mundo como es en realidad: cruel, frío, vacío… con una belleza oscura.
Luego me desperté con su símbolo grabado en la piel, y una llama negra palpitando dentro de mí. Desde entonces, susurra. A veces con cariño, otras con desgana. Es mi madre (o al menos asi la considero yo), aunque me odie. *lleva su mano al pecho*
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Re: Esnea

Mensaje por Lajarriak »

No se por que sigo apuntando estas mierdas. Supongo que para no volverme mas loca de lo que ya estoy.

Hoy me metí en un monasterio (lo que quedaba de el). Ruinas llenas de basura, humedad y mucha peste. Lo ocupan unos monjes malnacidos que adoran a Loviatar. Más bien pirados masoquistas con ganas de que les pisen el cuello. Se azotan entre ellos, rezan llorando y parece que gozan con cada latigazo. Me dan asco, risa y pena, aunque también algo de envidia (al menos tienen fe en algo) *da un trago a su cerveza*
Entre sin hacer ruido, como me enseñó la vieja ciega aquella del pantano. Habia trampas por todas partes, una me rozó la pierna y ahora tengo la carne negra con olor a pollo frito. Pero aguante el dolor (como hago siempre).
Vi cosas raras. Un altar como de huesos, estatuas que te miran raro, y en una sala mas al fondo algo que parecia muy importante para ellos. Era un libro que había en un altar, lo abrían constantemente y les gustaba. Yo sentía que lo necesitaba, mi cicatriz me empezó a arder, la maldita se retorcía como si tuviera hambre, recordandome otra vez mas que estaba allí, esperando que la alimentase.
Pero la suerte no estaba de mi lado. Me pillo uno de esos monjes, me olió, o me sintió, o vete tú a saber. Se me echó encima, me restregó contra la cara sus pezones llenos de clavos, con una sonrisa de loco. Corrí mas rápido que cuando me buscan mis deudores. Invoqué sombras que chillaban y salí de allí a rastras, con el corazón que se me salia del pecho y el culo apretado. Me dejaron ir, o les preocupaba mas elegir el próximo objeto que se iban a meter por el culo. Da igual, no cogí el libro, pero sé dónde está. Y la marca me lo pide, noto como si me clavase sus garras suplicandome por el.

Volveré... Y cuando lo haga... *se queda pensativa* no se me ocurre ninguna amenaza que no vayan a disfrutar esos hijos de puta
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Re: Esnea

Mensaje por Lajarriak »

Hoy he ido al bosque que hay al norte de Nevesmortas, a una cueva llena de osgos malolientes. Madre me pedía objetos mágicos, tenía hambre, y yo que soy una buena hija queria darle lo que me pedía.
Maté a todos los que estaban haciendo guardia, invoque a la oscuridad y antes de que pudiesen gritar pidiendo ayuda acabe con su miserable existencia. No tenia ganas de ensuciarme mas de lo necesario, asi que alcé sus cadaveres para que fuesen mis siervos e hiciesen ellos el trabajo sucio por mi.
Cuando entre en la cueva no sabría decir cual de mis sentidos fue mas duramente atacado por las montañas de mierda que habían acumuladas por doquier en cada recoveco de la cueva. ¿Acaso es esta la autentica libertad? Vivir en el bosque, haciendo lo que quieres, comiendo lo que quieres y cagando donde quieres, sin nadie que te de por saco con su mierda de leyes. Tal vez por eso parecían tan sonrientes antes de que les reventase la cabeza a todos.
Llegue al final de la cueva y cuando ya no se escuchaban los lamentos ni quejidos de ninguna de esas bestias me puse a rebuscar entre sus pertenencias. Casi me di por vencida cuando vi que entre sus valiosos tesoros solo habia basura a la que parecian haberle cogido cariño, cuando me encontré un libro que desprendía ese aroma mágico que tanto me gusta; era el regalo perfecto para madre, que parecio satisfecha después del exquisito manjar.
Y todo gracias probablemente a algún mago gilipollas que se perdio por el bosque y se metio donde no lo llamaban. Pero a mi me importa una mierda porque gracias a eso hoy dejará de picarme la marca de la espalda *se marcha rumbo a la taberna, a pedir lo de siempre*

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Re: Esnea

Mensaje por Lajarriak »

Cuando aquel enano me hablo sobre un rescate en un pozo jamas me imagine donde acabaría...
Entre en una total oscuridad que sentía que podia respirar y comence a bajar por aquel laberintico agujero en el culo del mundo. Masacre a una multitud de seres que habitarían las pesadillas de muchos niños, desde unas setas gigantes que me perseguian haciendo ruidos de lo mas siniestros hasta unos minotauros con mucha mala ostia. Seguí bajando de forma impulsiva, no se como explicarlo, era como un instinto que me decia que siguiese, que abrazase la oscuridad, que me dejase llevar por ella... Madre estaba cómoda, se sentía a gusto y yo también. La marca de mi espalda se habia vuelto ligera, transparente, ni me acordaba de que estaba allí. Hasta que de repente comenzo a palpitar, me ardía y tenía mucha hambre... fue entonces cuando me topé con las murallas de una ciudad que parecía estar habitada por elfos oscuros. Juraría haber leido algo de esto en algun libro, pero no soy tan curiosa como para meterme de cabeza en un sitio tan peligroso, esos hijos de puta enloquecerian si viesen cómo una elfa pálida y delgaducha como yo osaba jugar en su patio de recreo.
Burle todas sus defensas y seguí mi camino, colandome entre grietas, mas cuevas y alguna que otra madriguera. Pasaron las horas y, aunque yo comiese algo para calmar el hambre, la marca de mi espalda seguia pidiendome alimento. No fue pasado un buen rato hasta que la encontre... la ciudad ilícida de la que hablaba aquel pergamino que compre en Sundabar.
Estaba plagada por horrores con tentaculos que tenían muy buenos sistemas de defensa y un ejercito de duergars esclavizado; si la gente de la superficie conociese lo que hay bajo nuestros pies se les quitaria el sueño de por vida. Tras matar a unos cuantos sin llamar la atención logre encontrar la biblioteca de estos engendros. Tome prestados unos libros que jamás había visto y, tras alimentar a Madre emprendí el camino de vuelta no sin antes aumentar mi colección de objetos mágicos y biblioteca personal.
Ha merecido la pena el viaje, pasara un tiempo hasta que vuelva por este lugar, tal vez para entonces hayan reforzado sus defensas. Los muy idiotas se piensan que pueden impedirme hacer lo que me salga del coño. *se aleja dando brincos hasta desaparecer en la oscuridad del bosque*
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