-Espero qeu esteis preparados, varones. -Dirigió unas palabras a las sombras que la seguian pero sin nisiquiera girar la cabeza de mirada alta que siempre la diferenciaba.
-Siempre... -Comentó una de las sombras por ambas.
Y adelantandose con paso sigilioso marcando el camino que debía seguir la hembra se dejó ver para que siguiese sus pasos unos metros más alante. Ésta sombra llevaba unas pocas placas metálicas, en muslos y pectoral, unos guanteletes metálicos que se aferraban con gran fuerza a un bastón que portaba una cadenilla en lo alto de todo y un seguro metálico, el oido de este drow parecía estar a la altura de las condiciones, pues era por lo que se guiaba ya que siempre portaba una venda negra en sus ojos que rendian su falta de visión.
A estos tres siervos de Lolth no les costó mucho llegar a las grandes puertas que daban a aquel lugar que habían venido a visitar tan raudamente, el varón del bastón se adelantó hacia la puerta y palpandola forzó la cerradura que había frente suya como si de un simple mecanismo se tratase, entraron los tres a aquella habitación de marmol, donde no había salida alguna o eso siempre nos pareció hasta que la segunda sombra la encontraría dekhanas atrás, y fue cuando la segunda sombra habló.
-No será muy difícil... -Dijo una boca llena de sangre y sivilante como era normal en él. Apoyando las manos en el suelo y concentrando varios sentidos encontró la brecha que silvaba un poco de viento y que le indicaría la posición de la puerta oculta que solo maestros en este ámbito podrian sentir o ver.
La otra figura, la segunda sombra, se encontraba totalmente ataviada de ropajes negros, las partes de piel que podían dejar ver sus ropas las tapaban negros vendajes para que no se viese su enfermizo y mutilado cuerpo.
Los tres pasaron la puerta. Enemigos temibles se encontraban al otro lado dispuestos a saborear cada herida que abriesen en los cuerpos, eso si estuviesen vivos.
La sacerdotisa alzó una letanía de oraciones, su voz retumbaba por cada pasillo de auqella estancia y hacía volverse a sus enemigos muertos de miedo (literalmente). varias barreras de gran poder, del mismo poder de la dama oscura se alzaron alrededor de los tres cuerpos negros, sus espadas se cubrieron de llamas purificadores que abrasarían a cualquier esqueleto que se pusiese en su camino, pero ni eso ocurrió. Parecían inmunes a todo tipo de daño y ellos causaban demasiado.
-Talthalra!, compramos el martillo apra algo verdad?, es hora de usarlo. -Le indicó la sangrienta voz de la otra sombra a uno de los varones.
Asiendo el martillo con una poderosa mano y agarrando el esudo con la otra Talth invistió a un esqueleto que reprendía contra la sacersotisa quitandoselo de encima e interponiendose para que no la tocasen.
-Maldita sea Dark!, apoya un poco. -Le gritó el varón al otro cuando veia sus filas reducidas y cayendo.
Pero entonces, la gran voz potente de la sacerdotisa inundó la habitación haciendo caer una ola de luz sobre ellos y quedaron todos tendidos en el suelo. Jadeando una voz le dijo.
-Sin duda sois escuchada por la misma dama negra... alta sacerdotisa M'aeve.
-Lo dudabas. varón?. -Recalcó ella.
Y haciendo un gesto de negativa con la cabeza el varón respondió.
-Sigamos bajando, noto gran poder aquí y debe ser erradicado. -Ordenó la Yallathar a los varones y estos abrieron la marcha de nuevo entre pasadizos de blanca piedra y restos de huesos hasta una extraña sala donde se encontraba la figura de un dragón convertida en piedra y varias piedras que parecían ser aventureros que habían osado irrumpir en este muerto lugar.
-Mirad, esas estatuas pisan las piedras blancas, así que id pisando las negras hasta llegar a las puertas. -Dijo M'aeve.
-Las puertas están cerradas, señora... quizás esas palancas... -Le respondió Dark con su pasivo tono frío.
-Necesitaremos cuatro personas.. una para cada palanca por lo que... no, espera, abrelas tú mismo, parando el tiempo podrías...
-Así se hará. -Contestó con decisión Dark a la alta señora.
Y al volver a brir los ojos las puertas ya estaban abiertas.
-La sabiduría de la gran reina Lolth está hoy con nosotros, venceremos. -Ambos varones hicieron una reverencia a la sacerotisa mientras eésta pasaba las últimas puertas que llevarían a un portal por el cual nada más bajar...
-Joder......... -Fueron las únicas palabras que podían salir en ese momento del drow ciego nada más notar unos gigantes pasos en el suelo y el repiquetear de la mandibula hósea junto al batir de unas alas esqueleticas.
-A por él!!!. -Alzó la potente voz sobre las voluntades de los dos varones.
-Sangre y almas para nuestra señora Lolth!!. -Gritaron los varones al unisono.
Ese gigantesco dracoliche lanzaba unos mortales golpes contra los tres asaltantes, unas bocanadas de fuego que hacían derretirse las placas metalicas sobre los cuerpos de los drows en pocos segundos y que ni los rezos a la poderosa araña parecían hacerle mucho daño pero cuando parecía que ya lo tenían a sus pies... el dragón de hueso se regeneraba, y regeneraba... Lástima para él que la inteligencia en combate y pericia de los guerreros sombríos y el valor y poder de la Yallathar hiciese honor a su raza aunque la batalla fue ardua, cruenta y de varias horas, lograsen al fin derrocar y desmontar cada hueso de ese monstruoso ser nigromantico. Lo que ocurrió después con él, sería otra historía.

Shot at 2007-07-09
//PD: hay que decir que sudamos la gota gorda los 3 y sufrimos mucho mucho xD.

Shot at 2007-07-09

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