Mutilación

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System_of_a_Down

Re: Mutilación

Mensaje por System_of_a_Down »

Briddo, señorita Mía, señor; buenas noches a todos *Se acerca al grupo mientras les mira con una sonrisa amable conforme dice sus nombres, para terminar posando sus ojos en la mujer* Les ha contado lo de Alexander? *Tras la afinarmativa de la mujer, comienzan a discutir los detalles que conocen sobre el suceso hasta que terminan por llegar a una conclusión* Exacto, si venían de Argluna seguro que alguien de allí sabe algo o ha visto algo, no? Quizás deberíamos preguntar por allí... me apetece una sopa Briddo, te apuntas?
Zborze
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Re: Mutilación

Mensaje por Zborze »

Un grito resonó al norte de aquel asqueroso pueblo.

Después de divertirme escuchando las más que típicas discusiones entre los caballeros y el resto del pueblo, oí un grito al norte de Nevesmortas. Me dirigí hacía allí sin comentarle nada a nadie, quizá sería otra oportunidad para aprovechar. Pero me confundí, ya estaban preguntando a todo el que pasaba.

Una casa, una puerta cerrada y un aventurero que había visto un cuerpo tendido dentro de ella. No me dió tiempo a pensar, ni siquiera a intentar vender alguno de nuestros servicios…La puerta ya había sido derribada sin ni siquiera probar a forzar la cerradura... En fin... Es lo que hay por intentar enterarse de algo con cierto tipo de gente alrededor...

Una vez dentro y alejándome del pequeño grupo que formaban un miembro de la Orden, un fuerte guerrero acompañado por otro aventurero, un enano y un antiguo aprendiz de Caballero, me limité a observar a mi alrededor.

Mucha habladuría y poco más. Los dos cadáveres me resultaban algo familiares, cómo si me hubiese cruzado antes con ellos. Pude recordar que eran un par de inquilinos que procedían de Argluna, qué ahora, inertes, adornarían el suelo del hogar de aquellos enanos… Uno de ellos mutilado por una garra de algún ser y el otro aniquilado por el miembro de la Orden. Para que piensen en qué manos depositan su seguridad.

Una neblina se abría paso por debajo de la puerta de mi derecha, haciendo que retrocediera unos pasos, tapándome la boca y poniéndome a la defensiva. La puerta se abrió y allí aparecieron unas bestias y algunos fantasmas extraños, atacándonos. Tres de los acompañantes cayeron, suerte que se entretuvieron con ellos, yo no llevaba la armadura... Sólo dos seguimos en pié.

Mientras se dedicaban a estabilizar al resto, pude observar un pequeño reflejo al fondo del pasillo. Una vez todos listos, dejaría paso al resto, incluso incitaría a que mirasen que era. Todos cayeron en aquella trampa, menos yo, que observaba asombrado desde fuera. Pero ése no fue sólo mi asombro... Aquel antiguo aprendiz atacaría sin piedad a la que fue su compañera. Una escena digna de mencionar e imposible de olvidar.

Tendré que avisar a los muchachos, para ver si podemos sacar algo de ésto.


CONTINUARÁ

//Está algo simplificado. Espero que os guste. ;)
Searching... Seek & Destroy.
Si no puedes remediarlo, por lo menos ¡FLIPALO!
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drunken_master

Re: Mutilación

Mensaje por drunken_master »

Diarios de Fei Hung

mes 12 parte 3

Hacia frio aquel dia para variar, me dirigia a nevesmortas a descansar un rato de mi viaje cuando topé por casualidad con una marabunta importante de personas, entre ellos el misterioso kael, la fuerte vethas, el honorable Briddo y dos caballeros que pertenecen a la orden.

En el ambiente se podia cortar la tensión, cuando llegué kael me pregunto si sabia rastrear huellas y cosas por el estilo, tras mi negativa ( ya que yo no fui entrenado para tales hazañas) todos comenzaron a cavilar, a hacer indagaciones, y aunque me costó conseguí que me explicaran los sucesos que alli habian acontecido.

De nuevo han mutilado a dos campesinos...al parecer segun me dijo un hombre que se incorporó más tarde, posiblemente fantasmas, o seres incorporeos. Dice que entraron por una especie de portal, lo cual me lleva a pensar que son enviados por alguien...pero ¿por quien?

Comencé a recapacitar un momento, pues segun me indicaron un mediano se habia llevado algo importante para la investigación y debian seguir su rastro. Una idea salio de mi cabeza, si nadie puede seguir el rastro, podria haberse utilizado la ayuda de un perro amaestrado pues en Nevesmortas conozco a alguien que lo hace muy bien, seguro que tendría por allí alguno capaz de tales acciones.

Sin embargo, y para mi disgusto apareció un mediano...entre el y los dos paladines de la orden echaron toda la investigación a perder...

[la siguiente pagina esta arrancada, lo siguiente parece no cooncordar con lo anteriormente escrito por lo tanto falta texto]

.....Ferdinard no se hacen las cosas así, primero se tratan los asuntos más importantes y más tarde los de menor indole, pero como dice el sabio dicho, donde fueres haz lo que vieres. Nos quedamos sin pistas, me senti ignorado y ahora tendré que volver a investigar por mi cuenta, tal vez encuentre algun mediano que concuerde con la descripción del "ladrón".

**********

Hoy he comido pescado, no me ha sentado nada bien... [el resto hasta ahora no tiene nada que ver con el caso]




// :cry:
obijuankenobi

Re: Mutilación

Mensaje por obijuankenobi »

Jaina salía de la atalaya del alba tras realizar su donación y rezar junto a Ashnar, el clérigo de Lathander cuando se encontró con un pequeño grupo de habitantes de la aldea que corrían de forma casi frenética de un lado a otro. Enseguida reconoció a Briddo Leore, parecía que el ex-escudero tenía una habilidad innata para encontrarse en los lugares donde sucedía algo, también iban con el un enano, amigo suyo, llamado Dublin así como el hijo del jefe del clan de los bárbaros; Thorsteinn Hachasangrienta, el explorador semi elfo de la flecha del destino; Blackwood y algo apartado el miembro del puño y la rosa llamado Richard.

Parecían dar vueltas alrededor de una de las casas de la aldea como buscando algo, la paladina se acerco saludando a los presentes, estos inmediatamente le preguntaron si había oído un grito a lo cual Jaina solo pudo contestarles que no algo extrañada. Briddo estaba convencido de que el grito que había oído provenía de la casa delante de la cual estaba, intento abrir la puerta pero esta estaba cerrada. Inmediatamente la paladina le advirtió que iba en contra de la ley forzar las cerraduras de las puertas haciendo que este desistiera ante otros intentos. El enano Dublin se acerco a un guardia para comentarle el asunto alegando que se había escuchado un horrible grito en la casa cerrada y que era necesario entrar para averiguar lo que había pasado pero el guardia dijo no haber oído nada y siguió con su ronda como si para el nada había pasado.

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Blackwood quien también había oído el grito se acerco a la ventana para poder avistar algo del interior de la morada, al “pegar” su rostro contra el cristal diviso algo que le hizo volver apresuradamente hacia la puerta donde se encontraban los demás.
-“Hay alguien tirado en el suelo.” Dijo.
Al oír sus palabras, Jaina que estaba delante de la entrada corrió contra ella haciendo que la puerta cediera ante su carga ante la mirada atónita de los presentes.
-“Adentro rápido”. Ordeno a la vez que desaparecía dentro.

Un horrible espectáculo estaba esperándolos dentro; descubrieron a un hombre que yacía en el suelo rodeado de un charco de sangre, cerca de el, una mujer con la mirada perdida. Ambos eran humanos, desconocidos para la paladina, ¿nuevos vecinos de la aldea? Rápidamente el grupo de aventureros se acerco al cuerpo para ver si podían aportar alguna ayuda medica, sin embargo al agacharse y observarlo de mas cerca la conclusión fue obvia el hombre ya estaba muerto, nada se podía hacer por el. Al hombre le faltaba su brazo y por lo que se pudo deducir del muñón el violento desprendimiento del miembro se había producido por un zarpazo, el brazo arrancado no se veía por ningún lado.
-“¿Un animal salvaje, dentro de la aldea?”. Llegaron a preguntarse algunos.
Se le consulto a la mujer quienes eran y lo que había pasado sin embargo parecía como no escuchar todas las preguntas que se le hacia, solo murmura:
-“Se lo han llevado, se lo han llevado”.
El miembro del grupo de mercenario que había entrado último se quedo cerca de la puerta en silencio, Dublin hecho una mirada a la habitación y el resto se reunió alrededor del cadáver. Jaina agarro con su mano derecha el símbolo sagrado de Torm que siempre lleva en su colgante y dedico al muerto una breve oración. El silencio se hizo durante un breve momento. Nadie se percato que la mujer aprovecho ese momento de respeto hacia el muerto para subir por las escaleras hacia el piso de arriba y cuando su ausencia fue percibida bajaba las escaleras para reunirse con los demás, parecía seguir ajena a lo que estaba pasando sin embargo todos se fijaron en la daga que ahora llevaba en la mano. Se acerco al cadáver haciendo que los demás retrocedieran solo Jaina siguió firme con el símbolo de torm (un guantelete derecho alzado con la palma hacia el frente) en su mano.

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Tanto Thorsteinn como Blackwood intentaron razonar con ella pidiéndole que soltara su arma. Briddo como Dublin empezaron a maniobrar lentamente como si se disponían a flanquear la mujer para apresarla por detrás. Jaina se mantenía firme observando el rostro de la mujer; sus ojos expresaban tristeza, preocupación. Pero antes de que cualquiera hubiese podido hacer algo la mujer se abalanzo sobre la paladina empuñando su daga hacia delante, en un acto reflejo Jaina desenvaino su espada sagrada golpeando a la mujer que cayo al suelo muerta.

Ahora la habitación contenía dos cadáveres, uno que había sido mutilado y otro que como llego a pensar Jaina busco su propia muerte en un acto desesperado. El registro de la casa de Dublin no dio ningún fruto y la paladina pregunto si alguien conocía a los dos muertos, todos negaron salvo Richard que pareció no haber escuchado la pregunta, Jaina insistió y el contesto que le eran desconocidos sin embargo su tono de voz y su forma de expresarse hicieron sospechar aun mas a la paladina del miembro del puño. Tras mirarlo de forma fulminante dejándole claro que había intuido que le estaba mintiendo este acabo confesando que los dos humanos habían alquilado la casa a sus dos dueños enanos y que ambos habían llegado hace poco a la aldea proveniente de Argluna. La noticia pareció despertar el interés a algunos, haciendo referencia a acontecimientos producidos no hace mucho en fuerte nuevo.

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Mientras tanto Jaina que no daba crédito a lo que estaba sucediendo tanto por el hecho de que una mujer se había suicidado arrojándose contra su espada así como que no era la primera vez que se producía tal crimen cerro sus ojos y se concentro en buscar el mal, sospechaba que el autor del asesinato aun podía estar en algún sitio de la casa. Transcurrieron unos segundos hasta que volvió a abrir sus ojos y con su espada señalo una puerta cerrada. Casualmente Richard que estaba muy cerca de esa puerta acaba de tapar su nariz con su mano como si un fuerte olor nauseabundo le molestase.

De repente la puerta se abrió y unas criaturas semi transparente salieron de ella abalanzándose sobre los presentes. Las criaturas pasaron a través de Briddo, Thorsteinn y Dublin quienes se llevaron las manos al cuello como si se ahogasen acabando cayéndose como muertos. Mientras tanto al acercarse a Jaina se detuvieron, la paladina aun llevaba su símbolo sagrado a la vista, aprovechando esa vacilación las criaturas fueron atravesadas por la espada sagrada causándoles las llamas divinas gran dolor y haciendo que la criatura se desvaneciera, como si una antorcha hubiese prendido un trapo, no quedando nada de su presencia. Solo quedaba en pie Richard, con su media sonrisa como complacido de haber engañado a la muerte.

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El peligro pasado Jaina se apresuro a atender a sus compañeros caídos que poco a poco fueron saliendo de su letargo. Los acontecimientos resultaron ser demasiado para Dublin quien dijo que iba a buscar ayuda a la vez que salía a la calle. Richard que se había mantenido al margen señalo la habitación de donde habían salido las criaturas, Jaina se asomo y se encontró de repente dentro “gracias a la ayuda” del mercenario que la había empujando. Al fondo de la habitación se observaba una apertura dentro de la pared como un portal, el ex-escudero Briddo que se había colocado cerca de Jaina se aproximo para ver de qué se trataba. Antes de que Jaina pudiese hacer algo, Briddo se dio la vuelta y ataco a su antigua superior, las espadas de ambos paladines chocaron y Jaina tomada por sorpresa fue lanzada hacia atrás por el fuerte golpe de Briddo. Unas palabras salieron de su boca pero los que conocían bien a Briddo sabían que no podía ser el quien las pronunciaba ¿estaba poseído? Thorsteinn y Jaina retrocedieron ante Briddo. Afortunadamente el paladín se recupero pronto y todo rasgo de otra personalidad u otro ente desapareció en el al igual que el portal que tras una explosión de colores dejo la habitación tal y como estaba. Mientras tanto los refuerzos que había ido a buscar Dublin aparecieron; Jacksown, Derum, Kael, vethas, Galandor estaban entre ellos.

Con el portal desaparecido y sin rastro de las criaturas la atención de los recién llegados fue atraída por los dos cadáveres. Ambos cuerpos fueron registrados con cierto descaro sobretodo por el mediano Jacksown, el cual encontró algo en la mano del muerto que no paso desapercibido para la paladina Saphirra. El mediano retrocedió intentando escabullir lo que había robado del cadáver cuando le fue dada la orden de alto por el miembro de la Orden. Los ojos de ambos se cruzaron y la paladina pudo ver de una preocupación sincera en los ojos del mediano ¿la misma mirada que la mujer? Jaina se abalanzo sobre el para capturarlo pero antes de que pudiese agarrarlo el mediano se desvaneció.
-“Atraparlo, ha robado algo del fallecido.” Grito la paladina.
Derum se apresuro en ponerse delante de la puerta sin embargo los demás se quedaron algo confundidos ante la escena. De pronto ruidos de cristales rotos hizo que todos se giraran hacia una ventana, algo invisible acaba de atravesarla haciéndola añicos.
El mediano había huido y a pesar de los esfuerzos de los demás para seguir sus rastros nadie fue lo suficiente habilidoso para lograrlo.
Solo quedo tapar los cadáveres y esperar a que se le diese sepultura. Sin embargo muchas preguntas quedaban sin respuestas…………
Unairg

Re: Mutilación

Mensaje por Unairg »

Sorpresa Inesperada

Incluso antes de traspasar la muralla Norte de Nevesmortas, el mediano había tenido un presentimiento.

Dirigió su mirada hacia una de las puertas por las que se accedía a un hogar, por lo que Jack sabía, aún deshabitado. La puerta se estaba abriendo y un enano salía de allí con paso pesado, lo que le dio a entender que por una vez, aunque sólo fuese una vez, su pálpito empezaba a tener sentido. Desde el otro lado del sendero observó cómo se alejaba, y cuando consideró que ya no se percataría de su presencia, se acercó a la puerta, escuchando prudentemente. Sólo escuchó unos murmuros que, encendiendo su vena impulsiva, le invitaron a entrar.

La estancia estaba templada en relación con el frío exterior, y a pesar de ser una cámara tan desangelada, sangre y cadáveres pintaban el suelo. Sin apartar la vista de los cadáveres, caminó levantando los pies más de la cuenta y posándolos con cuidado sin hacer ruido, pues a pesar de su buena destreza nunca había tenido que hacer mucho uso de esas técnicas, pero los movimientos sigilosos formaban parte de la sangre de los medianos, era como un instinto animal que cuando debía florecer actuaba sólo. Había un hombre, un humano que debía de medir aproximadamente dos metros de altura, con una katana en mano y su escudo embotado en el otro brazo, que observaba una habitación, la cuál tenía la puerta abierta y de la que procedían sonidos. Jacksown optó por situarse tras él y observar con cautela, aunque lo que vio le dejó tremendamente horrizado.

Tras la puerta había tres personas; una de ellas portaba un tremendo hacha doble que dejaba reposar en su hombro, aunque en actitud de alerta. Sin duda, se trataba de aquél hombre de pose marcial que desde que llegó a la villa a Jack le recordaba tremendamente a alguien, aunque no caía en quién; tendida en el suelo unos pasos más al fondo, la inconfundible Jaina Saphirra, caballero de La Orden de Nevesmortas y con la cuál el mediano había tenido alguna que otra discusión. Parecía rendida; y finalmente, lo que a Jack más le impactó era quien debía de haberla abatido, un humano enlatado en su armadura, con espada y escudo en sus manos, y una pose agresiva de poder que Jack conocía sobre todo del teatro.

Era Briddo Leore.

¿Era posible que una de las personas en quien más confiaba por su buena voluntad y uno de los paladines de más renombre de la villa había noqueado a un miembro de la ley? “¡Dioses!” , susurró el mediano, y al oírlo el hombre que le había servido de muro para esconderse, giró su torso con el arma por delante de él, alertado. Jack levantó las manos en señal de inocencia y tanteándolo se adentró en la sala.

Al acceder, le dio la sensación de que Briddo había cambiado: había dejado su armamento a un lado y estaba inclinado hacia Saphirra, golpeando su cara para intentar reanimarla, parecía, mientras que el guerrero de doble hacha observaba sin moverse ni un ápice. La paladina reaccionó y pronto se sentó. El mediano se había dispuesto a recitar alguno de sus cancioneros curativos, pues aunque no sintiese ningún aprecio por la ley, ni siquiera demasiado por Saphirra, nunca dejaría morir a ninguno de ellos; no les odiaba. Reparó en algo en aquella sala: en el suelo se postraban más cadáveres, pero éstos no eran humanos, y aunque no prestaba mucha atención a las conversaciones de los presentes mientras los observaba, quedó desvelado para él que se trataba de cambiaformas. Aunque poco tiempo tuvo para interiorizar aquellos datos para intentar averiguar algo, pues un portal mágico que se ubicaba justo en el fondo de la sala emitió un resplandor y desapareció. “Por allí deben de haber aparecido”, dedujo el bardo.

Al parecer la salud de la caballero se sostenía a su cuerpo, y con el portal desvanecido, todos salieron de la estancia para girarse hacia los cadáveres. Una mujer y un hombre, y el segundo, al parecer, sin un brazo. A Jack se le vino a la mente las habladurías de la villa sobre un suceso que había transcurrido en Fuerte Nuevo, donde se había hecho alusión a un cadáver con un brazo arrancado brutalmente. Pero lo que más le preocupaba al pequeño hombre era Briddo, y no tardó en recomendarle que descansara. El paladín accedió, pero no sin antes inclinarse sobre sus rodillas y recitar una oración hacia Tyr, a la cual Saphirra se unió.

Esperó un poco, pero enseguida fue presa de un aburrimiento abrumante y se retiró de su lado, acercándose a algunos presentes que examinaban los cadáveres. Sin inclinarse, los imitó, y al parecer, sacó mejores resultados que ellos: al cadáver del hombre mutilado le faltaba un brazo, pero sin embargo, en la mano que aún perduraba, agarraba algo con recelo. Se dispuso a adelantarse para arrebatárselo cuando notó que un paso rápido en su frente amenazaba: Era Jaina Saphirra, al parecer lo había visto a la par que el mediano y tenía las mismas intenciones. Sin embargo, el hábil mediano fue más veloz, e incluso cuando la paladina quiso agarrarle consiguió hacer una finta y escurrirse, alejándose de los demás para observar aquel objeto que ahora él tapaba entre sus manos.

Notó como si un daga ardiendo traspasase su corazón.

Alzó la mirada hacia todos los presentes, aunque sólo notó que la de Saphirra le traspasaba. En cuestión de décimas de segundo todo había cambiado drásticamente y Jack sentía un agobio tormentoso, tenía que hacer algo, escapar de allí era una buena opción. Sin embargo, antes de que pudiese pensar cómo hacerlo, tan siquiera cómo explicar lo que tenía entre manos, la caballero de La Orden se precipitó hacia él, pero no iba a dejar que fuese una presa tan fácil; recitó sus enseñanzas en el enclave y desapareció en un conjuro que no necesitaba ser preparado, sólo ejecutado, y cuando la mujer aún seguía corriendo hacia él a pesar de ser invisible ahora, dio un paso a un lado y la esquivó. Al grito de Saphirra todos danzaron hacia puestos que, bajo su criterio, impedirían al mediano escapar de la estancia, y funcionó, pues Jack se vio prácticamente acorralado y sin vías de salida. Sin embargo, al mirar el suelo notó algo extraño: de alguna parte de aquél salón provenía luz. El bardo alzó la vista y sonrió, pues la suerte, una vez más, estaba de su lado; un ventanal justo detrás de una de las mujeres presentes le invitaba a salir de aquél entuerto.

Pisando con las puntas de sus pies se encaminó sigilosamente, y al mirar alrededor se percató de que nadie había reparado en ello. Cuando se detuvo delante de la ventana supo que era el momento. Con una mano cogió su sombrero y con la otra agarró con todas sus fuerzas el objeto de suma importancia que portaba aquel cadáver, y tras echarle a este una última mirada, atrasó un pie y tomó impulso, saltando hacia la vidriera y al segundo reventándola con el hombro, y sólo cuando respiró aire fresco se sintió a salvo.

“Esto ya es algo personal”, se dijo mientras corría hacia su nueva misión.
Malar
Mas pesado que Rusillo con los Tejones.
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Re: Mutilación

Mensaje por Malar »

//Fantásticos relatos. ¡Muy bien todos!

Habrá más...

Un (mutilado) saludo
La Bestia (parda)
Malar
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Re: Mutilación

Mensaje por Malar »

La roca de la fortaleza gemía, batida sin cesar por ráfagas endiabladas de viento y nieve. Bajo un cielo sin nubes se extendían salones, cámaras, altas torres y sobre todo mazmorras. Muchas, miles de pequeñas mazmorras malolientes y oscuras que ocupaban la parte inferior del conjunto de edificios en la cima de aquella cordillera imposible y helada.

Paseando con calma, una imponente figura revisaba con ojo crítico sus últimas adquisiciones. Bestias, por llamarlas de alguna manera, que apenas cabían en los agujeros abiertos en la roca. Asomaban aquí y allá garras, colas, fluídos y vísceras se mezlaban con la humedad latente de aquellos pasadizos. El Señor parecía contento... si es que ese rictus aterrador que mostraba perenne su rostro podía interpretarse de esta manera.

El plan seguía en marcha, la dulce venganza se estaba ejecutando con suma facilidad. Se arrepentirían de haberle impedido lograr su deseo... la desesperación era todo lo que le esperaba a aquellos que se oponían a su voluntad. Bueno, descontando la actuación de aquellos seres insignificantes que se batieron con bravura inesperada contra el pequeño contingente de Ejecutores y Rastreadores que había enviado a solicitud de su joven aliado. Aliado o eso pensaba él, se dijo a sí mismo mientras contemplaba sus colmillos en un charco de sangre del suelo. Ingenuos humanos... pronto ya no le sería necesario. Después de la venganza, siempre sigue la traición.

Con un rápido movimiento su zarpa enganchó el cuello rezumante de aquél que hacía las veces de escriba y asistente. Había concluído su visita y era hora de preparar una nueva sección de su ya numeroso ejército. Asomado a duras penas por una ensanchada arpillera contemplaba sus vastos dominios y las complejas formaciones que se desarrollaban en el patio de armas, sumido en un caos más allá de toda razón. Su caos, sonrió de nuevo, mientras sostenía al repugnante ser que ya boqueaba, pugnando por recuperar un mínimo aliento.


¿Cómo dices que se llama esa aldea de locos suicidas?

Nevesmortas, milord.
La Bestia (parda)
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