Jacksown, un artista diferente.

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Unairg

Jacksown, un artista diferente.

Mensaje por Unairg »

Nombre: Jacksown.
Nombre de cuenta: Bad_Halfling_
Raza: Mediano (Piesligeros).
Edad: 29 años.
Clase/s: Bardo/Pícaro/Agente Arpista.
Descripción:

Se trata de un mediano extravagante; sus ropajes suelen ser de colores llamativos y vivos, con una capa que muchas veces arrastra por el suelo y un sombrero que le queda muy holgado. Sus ojos son como platos soperos, siempre abiertos hasta salirse de sus órbitas, como sorprendidos por todo lo que reciben. En su nuca cae una coleta de su melena larga y castaña oscura, y bajo sus narices un poblado bigote le da un aspecto que te hace pensar que este hombrecillo es único y diferente.

Como armas, únicamente puedes ver una guitarra a su espalda, y una espada corta que, después de fijarte unos segundos, ves que es de madera. Aunque en el campo de batalla no se desenvuelva con demasiada fluidez, encuentras en él un buen apoyo moral para el grupo, aparte de un alma divertida y un buen amigo.

“¿Historias? La verdadera intriga que guardan no consiste en sus cuestionables hechos, sino en si el receptor es tan valiente como para creerlas, o tan cobarde como para olvidarlas. Pero lo cierto es que las historias son una de las fuentes de cultura más amplias que existen.

¿De dónde podemos aprender más que de nuestra experiencia? Esa es una de las facetas que los trovadores nos enseñan día a día. Cada lugar guarda sus propias historias, alegres y sencillas, u oscuras e inquietantes. Incontables relatos se extienden desde el Norte hacia el Sur, desde Oriente hasta Occidente, pero nunca habrá una que todo el mundo haya olvidado, pues las historias son inmortales.

Sin embargo, poca gente es la elegida para recibir el don de descifrar algunos de los verdaderos motivos de las historias y su amplia distribución: los mensajes que ocultan. Igual que las lenguas de las razas elfa, enana o quizás las lenguas astrales, los relatos y la música pueden tornarse en una serie de códigos imperceptibles para el hombre de a pie, difícil de controlar incluso para los héroes más aclamados, ocultos a los ojos de la ley y el orden. No obstante…”


El recital fue interrumpido. Alguien tiraba del pantalón del narrador.

- Oye, ¿qué estás haciendo?- preguntó el pequeño ser.

- Estoy haciendo la introducción de la obra, idiota.- dijo el dueño del local con un tono despectivo.

Pero impredeciblemente, el mediano lo agarró por la capa y lo empujó escaleras abajo, haciéndolo salir del escenario. Por unos tensos instantes, todos permanecieron en silencio observando la escena, incluso el hombrecillo que ahora poblaba el lugar de actuaciones, e hizo una mirada general al público.

- Esto… ¿comienza la función?
Última edición por Unairg el Jue Feb 12, 2009 10:56 pm, editado 2 veces en total.
Damian

Re: Jacksown, un artista diferente.

Mensaje por Damian »

Unairg escribió:Clase/s: Bardo/Agente Arpista.



//Bienvenido :)

Perdón por desvirtuar >.<
Unairg

Re: Jacksown, un artista diferente.

Mensaje por Unairg »

El tío Heaner.

Beluir, aunque no era considerada la capital de Lurien, era la mayor receptora de gentes de todos los lugares de Faerun. Por ello, se había convertido en la ciudad más transitada del reino mediano, y los habitantes nativos se sentían orgullosos de ello. A pesar de que los piesligeros eran una raza que buscaba el viaje y la aventura, a la mayoría les llenaba poseer un lugar en el que ellos eran los líderes. Aunque ello no quitaba que aún hubiese algunos tradicionalistas que poco tiempo pasaban en el mismo lugar.

No muy lejos de allí, siguiendo el camino desde el puerto, dos medianos solitarios pescaban en tranquilidad. Padre e hijo, ambos se llamaban igual, y no era sólo eso en lo que se parecían; los dos poseían la misma melena de color marrón oscuro, los mismos ojos verdes con pequeñas motas amarronadas, e incluso estando serios, mostraban un atisbo de sonrisa. La armonía mantenía las cañas de pescar sin movimiento, clavadas en el suelo, y ambos medianos se tendían con las manos en la nuca, mirando al cielo.

- ¿Sabes si la tía Nayara va a venir? - dijo el hijo sin apartar la mirada del mar azul que se hallaba justo encima de su cabeza.
- Sí, la tía Nayara y tus cuatro primos.- respondió el padre de igual manera.- Ayer me llegó su carta.

Jacksown sonrió. Tradicionalmente, había cinco familias en Beluir, todas ellas emparentadas de manera cercana, que cada verano celebraban una comilona y una fiesta para reunirlos a todos ellos. Incluso aquellos que se encontraban en otras partes de Abeir Toril acudían puntuales al esperado momento, y ésta vez les tocaba a los Piedehierro hacer de anfitriones. Jack estaba emocionado, pues hacía cinco años le había vuelto a tocar a su familia y había sido una fiesta, cuanto menos, curiosa; habían aparecido familiares que él nunca había conocido, su madre había cocinado comidas exóticas que el primo Rhum le había traído del Norte, y su tío abuelo Heaner había cantado para ellos.

Jack apreciaba mucho a su tío Heaner. Era uno de los trovadores más conocidos en Beluir, y posiblemente, también uno de los más chiflados; a pesar de tener ya cumplidos sus cincuenta inviernos, aún tenía más pretendientas que dientes tiene un oso, y era todo un misterio cómo se había conservado tan bien, pues para ser de los más viejos de los Piedehierro tenía un porte imponente. Aparte de ello, había dedicado bastantes años de su vida a viajar, y no hacía demasiado tiempo que había vuelto a las tierras medianas para contar a sus más allegados dónde había estado y qué aventuras había vivido. El padre de Jacksown nunca había querido tratar mucho con él, decía que la gente de su calaña sólo solían traer problemas, demasiado aventurados quizás, y se preguntaba constantemente que por qué no se había quedado allí en los lugares que hubiese estado sin tantas celebridades había vivido. Jacksown no compartía esa opinión, aunque sabía cómo era su padre; trabajaba en la milicia local de Beluir, y era un amante del orden y de aquello que fuese correcto. Sin embargo, nunca le había contradecido.

Interrumpiendo esos pensamientos, Jacksown padre se alzó y comenzó a recoger las dos cañas.

- No creo que vayamos a pescar nada más, y ya tenemos suficiente.- dijo girando la cabeza hacia el joven.- ¿Qué tal si aprovechas a dar un paseo por la ciudad? Si ves a alguien de la familia recuérdales que hoy era la fiesta.

Jack se levantó también y asintió con firmeza. Tras despedirse de su padre, emprendió camino al centro de la ciudad.

Beluir era una ciudad notablemente más rica que cualquier otra de Lurien. Gracias al famoso templo de Yondala muchos diplomáticos y emisarios acudían y siempre se llevaban una buena impresión con la hospitalidad de los hin. Por otra parte, muchos comerciantes y artesanos de otras razas se habían establecido allí, y Beluir había adquirido una riqueza propia de un lugar que, pese a diferencias, vivía en armonía. Para la gente que odiaba el silencio, como Jack, caminar por las calles de Beluir era una delicia, pues el bullicio de media mañana siempre daba a entender que era un día festivo, la gente comentaba animadamente las últimas y siempre había algo con qué entretenerse.

De camino a la plaza, se encontró con Seana y Dúone, y los saludó alegremente. Seana era una mediana de aspecto infantil, con una larga melena rubia que llegaba hasta más de la mitad de su espalda, ojos de color marrón oscuro y una sonrisa tan alargada que llegaba a parecer casi estúpida. Dúone, por el contrario, era un mediano bastante antipático y taciturno, de buenas dimensiones para su edad, mirada penetrante y en general muy reservado, que siempre iba allá donde Seana fuese. Ambos eran de los pocos conocidos que Jack tenía y que no conservaban ningún tipo de lazo familiar con él, pero los tres habían nacido el mismo día en la misma luna de la misma ciudad, y Seana siempre había dicho que el destino deseaba que los tres fuesen amigos. Jack nunca se había tragado del todo esa predicción, pero dado que no le molestaba que fuesen amigos, nunca había tenido que expresarlo. Ambos eran medianos fortecores, como la gran mayoría en toda Lurien, pero nunca había sido una traba en su relación.

- ¿Dónde ibas?- le preguntó Seana sin perder su aire risueño. Dúone observaba a Jack detrás de ella en silencio tras saludar con un breve cabeceo. Jacksown siempre pensó que no debía de caerle muy bien.
- Iba a la plaza.- se explicó de manera extrovertida.- Mi padre me ha dicho que si veo a alguien de la familia le recuerde que hoy celebramos la fiesta anual de Las Cinco Familias.
- ¡Oh!- exclamó la joven mientras asentía con rapidez.- Hemos visto a tu tío Heaner allí mismo.- echó la vista atrás para señalar al fondo la plaza con los ojos.- Estaba cantando una de sus canciones.
- ¿En serio?- dijo Jack con emoción. Pese a todo, muy pocas veces recordaba haberlo visto cantar, parecía como si para él se hubiese mostrado muy reservado, y no podía perder la oportunidad de verlo actuar. Señaló con un brusco cabeceo mirando a sus amigos.- ¡Vamos!

El joven se apresuró con sus dos amigos a la zaga. Aceleró el paso y traspasó toda la concurrida calle tanteando a niños y ancianos, hombres y mujeres, medianos y no medianos, y cuando ya atisbó la plaza de manera clara se tranquilizó. La plaza central de Beluir era un lugar muy grande y con un imperturbable y permanente aire festivo. Visitar la plaza suponía que, pasase lo que pasase, ibas a dejarla con una sonrisa en los labios, o así rezaban algunos clérigos locales que creían firmemente en las historias sobre la suerte de los hin.

La gente que estaba arremolinada en el centro se estaba comenzando a dispersar, y Jacksown maldijo por lo bajo. Cuando algunos se marcharon, dejaron ver entre la multitud a un mediano de melenas largas y ligeramente honduladas de color castaño oscuro, un poblado bigote y un exótico traje con una capa atada en un rubí rojo de buen tamaño, que reverenciaba delante de un sombrero donde los lugareños que habían disfrutado con su canción depositaban algunas monedas. El tío Heaner ya había terminado, no había sido lo suficientemente rápido como para haberle visto entonar ni una sóla palabra, y se lamentaba por ello. Mientras los tres medianos se acercaban la gente se esfumaba a los lados, abriendo un sendero hacia el alocado trovador, que al verlos, los recibió con una amplia sonrisa.

- ¡Hola!- alzó la mano indicándoles a los tres amigos que se acercasen.- Habéis llegado tarde, acabo de terminar.
- Y me maldigo a mí mismo por ello.- dijo Jack gesticulando una mueca, pero al instante volvió a sonreír.- ¿No te habrás olvidado de la comida de hoy, verdad?
- ¡Cómo olvidarlo!- dijo Heaner en una carcajada, y luego mostró una sonrisa encantadora, abriendo más sus ojos que, aunque también verdes y con motas, éstas eran de un color más claro que las de Jack, llegando a un tono cobrizo.Era un color que, según el tío Heaner aseguraba, se había ido perdiendo con el tiempo y las generaciones- Me encanta cómo cocina tu madre.
- ¿Y cantarás algo cuando estemos en la fiesta y los juegos?- se aventuró a preguntar Jacksown con la emoción por palabras.

Pero no obtuvo respuesta. Al instante, los que aún rodeaban el lugar dieron gritos de espanto, y entre ellos, como un relámpago, una menuda figura vestida con ropajes negros y con un rostro cubierto pasó entre los cuatro medianos cogiendo con mucha destreza a su paso el sombrero repleto de monedas de Heaner. Algunas cayeron a los lados, pero el ladrón tuvo la suficiente habilidad como para mantener gran parte de ellas dentro del recipiente, y siguió su rápida marcha hacia el Sur. Jack se quedó atónito con aquel hecho, pero más confuso le dejó su tío cuando, ante ojos de todos, comenzó a cantar.

Entonó una breve melodía y extendió una mano abierta hacia el ladrón que ya estaba a varios metros de ellos. Al instante, un fogonazo de color azul pálido emergió de la palma, y seguidamente un orbe brillante atravesó la plaza a la velocidad de un caballo hasta impactar con éste. Jack sentía cómo sus ojos se salían de las cuencas, pero le resultó extraño que, al mirar hacia los presentes, nadie parecía haberse inmutado, y de hecho, Dúone giró la cabeza hacia él y enarcó una ceja con suspicacia. Pero ambos volvieron la vista hasta lo que estaba sucediendo: el ladrón, rígido como una caña, volvía hacia ellos con el sombrero cuidadosamente colocado entre sus manos, mientras que Heaner no le quitaba la vista de encima. Se detuvo frente al bardo y, con sumisión, depositó a sus pies el sombrero repleto de monedas.

- ¿Qué dices, que quieres bailar?- dijo el tío Heaner tras ello. Los presentes lo miraron confuso, pero a continuación, toda la plaza estalló en carcajadas; el ladrón comenzó a dar saltos y a mover los brazos y las piernas de manera cómica, y hasta a Dúone le había arrancado una sombra de sonrisa. Tras un periodo de risas incitadas por aquel baile tan gracioso a la vez que extraño, el encapuchado se detuvo, y Heaner le habló en voz alta para que lo oyese todo el mundo.

- ¡Y ahora piérdete de vista antes de que sigas sufriendo esta humillación!- y con un movimiento de mano poco perceptible por parte del trovador, el ladrón comenzó a correr como si lo persiguiese un tigre salvaje hasta perderse de vista en pocos segundos. La gente aplaudió un momento, y después, todo pareció volver a la normalidad.

El tío Heaner se inclinó y recogió su sombrero de color pardo a juego con el traje. Se lo mostró a los tres jovenes.

- Coged unas monedas y comprad cada uno un bollo recién horneado. Aún falta mucho tiempo para la hora de la comida.- les guió un ojo cómplice.
- ¡Gracias!- dijo Seana extendiendo la mano y cogiendo un par de monedas. Dúone y Jack también lo hicieron, cada uno agradeciéndolo a su manera.

Se despidieron y se encaminaron al mercado. Jack pensó que su tío era genial, e instintivamente, se le pasó por la cabeza que sería maravilloso dedicarse al mundo del arte y convertirse en bardo; viajar, conocer, ser querido y famoso...

... Pero dudaba que esa idea le gustase a su padre.
Unairg

Re: Jacksown, un artista diferente.

Mensaje por Unairg »

Cancioneros mágicos del tío Heaner.

Cuando el mediano piesligeros estuvo en su viaje por Aguas Profundas, aprendió mil maneras de recitar cancioneros gracias a la cultura bárdica de la nación. Sin embargo, decidió quedarse con los versos que él consideró más ingeniosos y sencillos. Jacksown los aprendió de ésta manera.

Trucos

Atontar:

"Cuando la debilidad de tu alma
se pone a flor de piel,
estas palabras mágicas
hacen que no te mantengas en pie."


Curar heridas menores:

"Cierra los ojos y sueña,
escucha e imagina
que con una bella canción
sanan tus heridas."


Llamarada:

"No es un dragón rojo
o una lumbre de acampada,
más sencillo que eso,
es una llamarada."


Luz:

"Cuando creas que estás ciego,
cuando la noche encapote el cielo
deja que pronuncie éste cancionero
y ahuyentaré tus miedos."


Resistencia:

"Existen cuerpos débiles
poco esquivos y sin voluntad,
ahora aprovecha éstos segundos
pues de ello no carecerás."
Unairg

Re: Jacksown, un artista diferente.

Mensaje por Unairg »

Tierra de los Hin.

En la taberna de El Cantor, aunque eran bien pocos los que aún estaban allí las risas se oían desde los adoquines. Después de todo, los allí reunidos perpetuamente no eran simples marionetas, sólo un grupo de mortales que como todos ellos buscaban una pizca de felicidad.

- Jack, ¿de dónde procedes?- preguntó una de las mujeres al mediano que había pasado la noche haciendo de bufón.- Tengo entendido que los piesligeros pueden ser de cualquier parte de Faerun.
- ¡En efecto, querida!- dijo éste.- ¡Pero yo, al igual que mi familia, venimos de las raices de nuestra raza, Lurien!
- Lurien...- la mujer quedó pensativa un instante.
- Háblanos sobre Lurien, mediascalzas.- dijo tro hombre llamándolo por un apodo que gracias a cierto elfo se había ganado.- Cuéntanos algo de tu vida.
- ¿De veras es lo que quieres?- dijo Jacksown con una sonrisa.- ¡Está bien, preparáos!

Todos se sentaron en la misma mesa cuando el mediano se levantó y, con una tonadilla, convocó a su guitarra. Ésta comenzó a tocar una canción al principio lenta, pero que en poco tiempo se tornó animada. Ante todos, Jack entonó.

Siempre salía el Sol
pero eran otros tiempos
o quizás siempre sale
es que yo... ¡no lo recuerdo!
De una familia extraña,
un hombre muy recto
y una mujer bondadosa
nací yo... ¡en efecto!

Alza tu vista, amigo,
desde aquí, La Marca Argéntea.
te mostraré un lugar
más allá de La Gran Brecha

Cuando tus ojos puedan ver
qué hay tras de El Sheír...
¡esa tierra es Lurien,
la tierra de los Hin!

Doce hermanos somos
y un tío algo loco
que aunque ronda los sesenta
de viejo tiene bien poco.
Es un bardo increíble,
el mejor que nunca vi,
por ello y mucho más
de sus pasos aprendí.

Alza tu vista, amigo
desde aquí, La Marca Argéntea,
te mostraré un lugar
más allá de La Gran Brecha

Cuando tus ojos puedan ver
qué hay tras de El Sheír...
¡esa tierra es Lurien,
la tierra de los Hin!

En el Norte he acabado
después de un largo trecho,
he vivido aventuras,
grandes amigos he hecho.
Y aunque me encuentre muy lejos
de lo que he llegado a amar
en mi corazón
guardo el calor de mi hogar.

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