*El bibliotecario se apresura a llevar el valioso libro a buen recaudo. Camina a tientas por los oscuros pasadizos traseros de la biblioteca que tan bien conoce con el fin de depositar el Nakknan'naruk en la cámara acorazada cuando, sobresaltado, se da cuenta de que el tomo que sostiene en sus manos se convierte en una nube de negras cenizas quedando tan solo un pequeño trozo del preciado tesoro entre sus dedos.Primera sesión de la quest del Nakknan'naruk
Frido pregona por las calles de Nevesmortas que su excelencia, la Dama Lanzagélida necesita de la ayuda de valerosos aventureros para cumplir con un encargo de máxima seguridad y habrá una recompensa para quienes lo lleven a cabo.
A la mansión acuden ocho aventureros, unos más conocidos en la villa, otros menos. La Dama les explica que el encargo consiste en trasladar un valioso libro de su biblioteca privada a la biblioteca de Sundabar donde los escribas lo custodiarán hasta que pueda ser trasladado a Argluna.
El libro en concreto es conocido como Nakknan'naruk, un viejo libro heredado durante generaciones que siempre ha descansado en la villa pero que por razones de seguridad no puede permanecer en ella por más tiempo.
Existen tres ejemplares del Nakknan'naruk en Faerûn auqnue de uno se perdió la pista hace mucho tiempo, los otros dos están celosamente escondidos. Es un libro viejo y gastado que ha visto pasar los años guardando un terrible secreto. En sus páginas duerme un terrible hechizo escrito en una lengua ancestral ya olvidada que si es pronunciado por la persona decuada podría desatar una catástrofe de dimensiones desconocidas. Así mismo, el libro está sellado con un candado mágico y solo quien sepa las palabras precisas podrá abrirlo.
Así pues, los aventureros aceptan la misión de trasladar el libro a Sundabar, algunos movidos por el incentivo de la recompensa, otros simplemente para ayudar a la Dama. Son acompañados por Hal, un guardia de la Dama para que se sientan más protegidos durante el viaje.
Después de un camino con varios sobresaltos Hal decide que es mejor parar a descansar para reponer fuerzas y seguir al día siguiente. Cuando por fin se sientan delante de la hoguera, una narcótica nana que solo oyen en sus cabezas hace que se queden completamente dormidos.
Cuando despiertan, una extraña neblina cubre el campamento y notan que algo falta: el Nakknan'naruk y el propio guardia.
Recogen el campamento a toda prisa pero son sorprendidos por unos temibles seres incorpóreos y unos canes salidos del mismísimo abismo. Tras una dura batalla consiguen escapar y Crhon, el bárbaro, encuentra unas huellas que se dirigen hacia Sundabar. Así mismo, van encontrando partes de la armadura de la Guardia de la Dama por el camino.
Al final y después de algunos extraños sucesos las pistas los llevan a Fuerte Nuevo. Cuando entran en el poblado las gentes se esconden en sus casas y se niegan a hablar con los viajeros que deciden parar en la Recompensa del Héroe para ver si sacan algo en claro.
Pero la sorpresa llega cuando ven que la conocida y antaño concurrida taberna ahora está vacía y abandonada. No hay nadie en el local y en mitad de la estancia ven un extraño símbolo en el suelo y una luz rojiza que emana del mismo.
Sorprendidos por la imagen, un hombre encapuchado y de negros ojos aparece desde un rincón oscuro, lleva el peligroso libro en las manos, abierto, y sonríe con una mueca a los aventureros mientras murmura una serie de palabras en una horrible lengua desconocida.
El hombre les desvela el secreto, él ha suplantado al guardia y se ha hecho con el libro. Los aventureros intentan arrebatarle el libro y una hacha le cae sobre el hombro haciéndole una profunda herida. El hombre cae de rodillas , justo dónde se encuentra el símbolo con el libro todavía en una de sus manos y con frenesí pronuncia unas palabras del ejemplar para acto seguido, desaparecer en algo que parece un portal planario dejando el libro de nuevo sellado, en el suelo.
Los aventureros cojen el libro y deciden llevarlo a Sundabar, preocupados por si las palabras que ha murmurado el hombre eran parte del conjuro o simplemente una manera de intimidarlos.
Al final, consiguen llegar a la biblioteca donde el escriba los aguarda con ansiedad. Entregan el libro y el bibliotecario les entrega la recompensa que la Dama le dijo, unas monedas de oro. Cuando los aventureros salen de la biblioteca, el escriba piensa horrorizado en la peligrosa carga que han portado desde Nevesmortas. Sinceramente, le soprende que todavía sigan con vida.
Ansioso, busca una antorcha con la que examinar la vitela y su mueca de incredulidad se torna en terror al leer las siguientes lineas:*
"Jamás pensé que sería tan fácil engañar a esos aventureros, bueno, miento. Lo supe desde el principio. Ahora el Nakknan'naruk está en buenas manos..."