El fuego "Quest de Tymora"

[Trovador]

La figura enfundada en las placas azuladas y doradas observaba a un grupo de valiente formando en fila delante de el. Con el yelmo bajo el brazo paseaba la mirada por los hombres y mujeres dispuestos a dar su vida por la batalla.

El aire azotaba su bronceado rostro, mientras Nerea Krown, valiente seguidora de Tempus, una leyenda viva se adelantaba para explicar lo averiguado.

Ya no luchaban contra una sombra huidiza, sabían el nombre, Ishquiel, tenía la forma de matarlo preparada y custodiada en la Orden de Caballeros.

El grupo emprendió la marcha en busca del Maestro de Llaves, Iruzar se colocó junto a su teniente Radha, mientras vigilaban uno de los pasillos charlaban tranquilamente sobre el tutelado de esta, Muskevart, el cual andaba cerca de Lissy y Nerea que sacaban información al anciano, unas con más y otras con menos “tacto”.

A la Torre del Mago del Oeste, el capitán emprendió la marcha junto al grupo a aquella torre que se cree abandonada, entró en ella y una densa oscuridad embriagó sus sentidos, cuando los ojos se acostumbraron al cambio de luz, siguió caminando por aquellos pasillos oscuros y lóbregos, se respiraban un nauseabundo olor a humedad y muerte.

Esqueletos poblaban las salas, no era cualquier esqueleto, eran duros, utilizaban la magia negra como arma y su resistencia era como mínimo, decente.

La formación era clara: Nerea Krown y Sir Khay Pitlik iban en vanguardia, justo detrás de ellos, Iruzar ponía su espada junto a el aspirante Muskevart, en el centro de la formación los arcanos Lissy Grey y Alexei eran protegidos por la teniente Lady Trevan y Sir Jacob White, añadiendo a el valiente Aldwic de Lathánder y Nather en retaguardia, dispuestos a presentar batalla ante una sorpresa o emboscada.

En una pequeña habitación, los arcanos estudiaban un extraño objeto al que llamaron filacteria. Una gota de sudor caia por el rostro del capitán, ni siquiera sabía pronunciar el nombre, ¿cómo iba a decidir que hacer?. Iruzar decidió pronto, Lissy, miembro de la Orden de Magos, decidiría ahora que hacer y él solo se dedicaría a las decisiones respecto a la batalla.

Continuó la voz, otra vez volvía la jaqueca del Capitán.
“Maldita sea, cállate de una vez” pensaba el capitán Sir Hayden, mientras la provocativa voz les instaba a buscarle con desesperacion y combatir. “El juego acabará hoy, maldito” de pronto, la voz indicó que sería el quien iría a por ellos y apareció un demacrado ser mágico que no paraba de producir movimientos rúnicos y palabras inteligibles pronunciadas por arcanos.

¡La filacteria! Era el grito de la arcana Lissy, “¡A las armas!” exclamaba el capitán mientras se preparaba para embestir al ser.

Iruzar encaró al ser junto a varios valientes, desde atrás se oían ruidos y golpes, pero el capitán no tenía tiempo para apartar la vista del enemigo, el cual no sufría nada por cada cuchillada, estocada, golpe… Ni suyo ni de sus compañeros. Exclamaciones de júbilo inundaron la sala, la tensión de la voz indicaba la impaciencia de los hombres y mujeres de atrás, la filactería fue destruida, el ser cambió su horrible sonrisa por un gesto de sorpresa y dolor, una tormenta de acero se tornó sobre el, caballeros, magos y hombres libres acometieron y dieron muerte al liche, el cual pudo sentir verdadero pánico.
De pronto estallaron innumerables explosiones, y el grupo continuó adelante, hasta encontrarse con una prueba.

Mientras Nerea, con su habitual sutileza y maña intentaba sin éxito abrirla. Iruzar curioseaba alrededor con la vista hasta resbalarse con aquella maldita hierba. Observó alrededor mientras refunfuñaba maldiciones, estaba claro que aguantaban la risa por respeto al enorme norteño.

Tras la intervención del familiar de Lissy, sin el cual, no habrian podido continuar, entraron a una sala, el capitán caballero miró alrededor, la muerte y crueldad se podian respirar sin siquiera abrir los ojos y ver los cadaveres mutilados. Mientras Lissy intentaba ojear el escritorio, Iruzar se encaró con Ishquiel, el rojo, por fín…
A pesar de lo ocurrido, parecía el capitán más dispuesto hablar que el propio Ishquiel, con su teniente a su lado, el caballero capitán desenvainó su arma y arremetió contra él.
¿Qué ocurría? Su arma golpeaba a Ishquiel, notaba el contacto, que había carne y esta podía ser dolorida, pero la expresión de el Rojo no cambiaba. La voz del capitán rugia, por acabar cuanto antes con aquel que buscaba venganza contra la villa de Nevesmortas, pero parecía no sentir dolor alguno, la cria de dragón había muerto tras exhalar el fuego, pero parecía no funcionar.

Muskevart encontró una puerta, a duras penas, junto a varios tales como Nather y Aldwic consiguieron abrir la puerta y pasar, todo el mundo accedió en tropel, dejando la puerta cerrada a Ishquiel, cuando la sorpresa se apoderó de los habitantes de la villa.
Un segundo Ishquiel reposaba meditabundo en un sillón, el capitán no comprendía que ocurria, el otro Ishquiel continuaba forcejeando para entrar, pero estaba allí mismo y no parecía advertir su presencia.

Hasta que lo hizo, un remolino de opiniones pasó por la cabeza del capitán, el cual no podía ver la verdad, la confusión se apoderaba de el, el Ishquiel que estaba a su lado, mandaba la muerte del de fuera con voz chillona y desesperada, el Ishquiel de fuera quería que se matara al Ishquiel de dentro. ¿Cuál de los dos decía la verdad? Iruzar parecía convencido y comenzó a prepararse, iba a dar la orden… Abririan la puerta y matarían al Ishquiel de fuera. Aldwic gritó y se cruzó espada en mano al capitán, este muy confuso se quedó mirando la escena. El joven Aldwic de Lathánder supo ver la verdad, y cargó contra el Ishquiel de dentro. Nerea se unió al joven y comenzó una dura lucha, el capitán no podía reaccionar, el creía que era el de fuera, pero atacaban a ese, de pronto le salpicó sangre al rostro y despertó de su ensoñación, vió al joven Aldwic en el suelo, ahora sí, reaccionó, espada en mano, cargó contra el Ishquiel de dentro, con su grito y la pérdida de Aldwic, los demás también reaccionaron y se unieron a la lucha.
Ishquiel ha caido, Ishquiel el Rojo ha caido por fín, los suspiros de alivio y exclamaciones de alegria inundaron la sala, Iruzar envainó la ensangrentada espada ancha y miró con desesperación al valiente caido, se apartó los guantes y empezó a tratarle. Tras varios años estudiando tomos de medicina, empezó a atender al héroe, pero no pudo hacer nada, las manos le temblaban, Nather empezo a encargarse también de el pero su diagnóstico estaba claro, está en manos de su Dios.

Iruzar cargó con Aldwic en brazos, no le dejaría aquí tirado e iría a la Atalaya del Alba, sin perder la esperanza se dirigió allí.

Tras llegar y dar el cuerpo a Ashnar, este comenzó a tratarle inmediatamente con competencia y celeridad, tras ello, un profundo cansancio inundó el cuerpo de Iruzar. Aldwic se salvaría, no merecía acabar muerto tan joven, Iruzar no pierde la esperanza.
Arrastrando los pies, con la capa dorada de color marrón rojizo de la sangre del joven y el uniforme sucio y maloliente se dirigía a su casa. El destino quiso probarle el mismo día de su nombramiento, en sus pensamientos se arremolinaban los mineros caidos, los miembros de la legión argéntea, caballeros de plata y de su propia Orden caidos y en manos de sus dioses, del joven y valiente Aldwic que estaba entre la vida y la muerte en manos del humilde Ashnar. Una lágrima brotó y resbaló por el sucio rostro del capitán antes de abrir la puerta y entrar a su hogar, donde esperaba Drum que jugaba con Ellenya, e Iruss que amamantaba a Eldónar, su familia. Ahora las personas estarían a salvo de Ishquiel, Nevesmortas fue salvada… Pero aún quedaban tantos peligros…

[_Gominolas_]

Los rumores sobre una cría de dragón sobrevolando la aldea, cada vez eran mayores, los caza recompensas inundaban la posada en busca de indicios en la conversación desbocada de algún borracho. Por un momento me sentí igual de mezquina que ellos, tal vez no íbamos a lucrarnos con su muerte, pero igualmente, éramos sus verdugos.

Aun así, debía desviar ese pensamiento de mi mente, y centrarme en la nueva pesquisa a seguir, el maestro de llaves, la persona que más se relaciono con el temido Ishquiel. De nuevo ante nosotros un reto sin hilo por el que empezar a tirar, pero…a veces el destino se burla de nosotros de maneras cada vez más sorprendentes a nuestros ojos, casi pareciera que nuestro personaje en cuestión portaba un cartel con su nombre cuando sin apenas mediar palabra, la mayoría de los presentes se abalanzaron sobre él, identificándolo como el maestro de llaves. Yo aun seguía viendo a un pobre anciano que por delirios de la vejez acabo perdido en el cementerio o tal vez visitando la lapida de su amada esposa. Pero como ya he advertido anteriormente sobre nuestro destino, resulto ser él la persona que buscábamos.

Cuando conseguimos que el señor dejara a un lado su enfado por las hostigaciones o preguntas con denotación imperativa que le habían asaltado, nos relato como su padre había sido la mano derecha de Ishquiel y se mostró receptivo a mostrarnos su ubicación y ayudarnos a acceder a la misma. Por un momento pensé que lo hacía para ayudarnos, pero mas tarde me di cuenta, que tal vez, lo hacía para ayudar al que un día fue el señor de su padre, pero sería algo incomprensible de explicar si no describimos antes lo que allí aconteció.

La torre parecía tener al menos tres plantas, cubierta por una fría y dura piedra y con claros signos de dejadez, pero eso no debía confiarnos, prefiero adentrarme en cualquier oscuro cubil que en la torre de un arcano, laberinto de trampas mágicas, protecciones ofensivas, golems que se levantan con el mas leve movimiento, cientos de veces habré leído sobres esas historias en mis largas noches en la biblioteca.
La cerradura cedió al girar la llave del maestro y todos nos fuimos adentrando en el lugar según la formación que había dictado el capitán.

El olor a cerrado y el polvo en nuestras gargantas fue el comité de bienvenida que recibimos, tras lo cual, vislumbramos un montón de cajas apiladas, tal vez con materiales inservibles, sobre un circulo de conjuración básico para algunos rituales.

Más adelante, varias salas, cada cual con un artefacto mas extraño y singular, pero uno destacaba entre todos, lo que parecía ser una filacteria, ¿cómo era posible?, ¿tan a la vista?, no daba crédito y di por supuesto a mis compañeros que debía ser una trampa. Pero un engaño aun mayor ocultaba la trampa cuando un arcano apareció conjurando contra nosotros y no conseguíamos dañarle de ningún modo, hasta que, destruimos esa supuesta filacteria. Todo carecía de sentido, un sin sentido cubierto de incertidumbre, ¿ya lo habíamos logrado? ¿Cómo era posible?, pero ahí estaba el engaño, en que creyéramos que era así.


Seguimos avanzando por un suelo que ahora nos resultaba resbaladizo, varios de los compañeros cayeron haciendo rodar un poco de arenisca mientras una trampa mágica nos impedía el acceso a la siguiente puerta, ya tardaban en aparecer pensé, y antes de poder acabar ese pensamiento, Nerea arrancaba una columna que reposaba cerca de la puerta y la intentaba usar de ariete para empujar, no cabía duda que era un acto con su sello personal, pero eso no evitaría que la trampa le pudiera estallar en la cara. Intente disuadirla como pude y optar por un medio menos brusco y mas arcano con la ayuda de mi familiar.

Tras atravesar la puerta, ahí estaba de nuevo, frente a nosotros, el Ishquiel que pensamos haber derribado hace solo un momento, riéndose a carcajadas sobre nuestra ingenuidad. Nada conseguimos sacar en claro con las pocas palabras que intentamos sonsacarle, tan solo que aclamaba venganza por aquellos que le habían desterrado, los habitantes de Nevesmortas. Los mismos que yacían junto a unos camastros, tapados con sabanas ensangrentadas y junto a vasijas que portaban alguno de sus miembros ya resecos.

Todo cada vez se tornaba mas grotesco y tan solo iba a peor tras ver lanzarse a los caballeros contra él, seguidos por el resto, mientras tanto, yo desde atrás junto con el otro arcano, intentábamos que sus conjuros no llegaran a surtir efecto, pero poco a poco nos dimos cuenta que nuestros ataques no eran mas que una momentánea barricada para parar sus actos, pero no su existencia.

Algo nos faltaba, ¡demonios, la cría!, tanta tensión en el ambiente, que casi olvidamos ese crucial detalle. Avanzo con paso firme hacia el arcano y soltó todo su aliento, su ser y su alma sobre el mago, dejando un cuerpo vacio sobre el frio suelo.

¡pero qué?!, ¡no puede ser!, ¡por todos los dioses!, ¡no funciono!, el mago seguía haciendo de la suyas como si nada, toda esperanza se había perdido mientras uno de los caballeros intentaba acceder a una puerta mas de la estancia, a lo que un par mas de nosotros le seguimos mientras otros tantos seguían parando la interminable ofensiva del arcano.

Y volvían de nuevo nuestros ojos a quedarse perplejos con pose petrificada ante lo que allí observamos, otra figura idéntica a Ishquiel, ¿otro engaño más?, sin duda estos juegos ya mermaban demasiado la moral del grupo, me acerque e intente averiguar qué tipo de conjuro se ocultaba esta vez tras la ilusión, pero nada halle, era un ser de carne y hueso, algo decrepito por el pasar de los años. ¿ y entonces..qué era lo que empujaba con fuerza la puerta para poder entrar?, ¿Quién era real y quién no?, hasta ahora, una vez pasado todo, me costaría contestar a esa pregunta. No paraban de gritarse entre ellos que el otro era el enemigo, el ser maligno que había que aniquilar, éramos jueces sin quererlo y estaba en nuestra mano evitar la muerte de un inocente. Uno de nosotros vio rápidamente el veredicto, un caballero de lathander, casi pareciera que tuvo una revelación divina y se lanzo a por el mago decrepito sin espera ayuda del resto, le asesto duros golpes, tantos como los que él mismo recibió y le hicieron yacer en el suelo sin vida. Observaba lo sucedido tan estupefacta que no sabría discernir el orden adecuado en que ocurrió todo, pero sonó un grito, ¡dejadlos que se enfrenten!, y así fue, ambos magos lucharon el uno contra el otro a muerte, y ambos cayeron por igual. En vez de dolor en sus rostros, parecía caber alivio, paz por fin y un gesto casi agradecido. La locura, la ira y la cólera, por fin conseguían su descanso. Parece que una de las hipótesis apuntaba a que cuando el arcano recibió el aliento de dragón, los delirios de su cabeza desaparecieron, y pudiendo dar fin a todo el horror que había padecido la aldea. ¿Era su conciencia personificada de algún extraño modo?, ¿una copia? ¿un gemelo?, os aseguro que no podría afirmar claramente ninguna de ellas, tras la magia se esconden muchos misterios, y es esto prueba de ello, y de que aún queda mucho camino por recorrer.

[CondeCrapula]

Ishquiel “El Señor del fuego”. Relato Según Nerea

Casa de Iruss e Iruzar, dentro de diez años.

Tía Nerea tía Nerea, ¿Por qué no nos cuentas una historia?

Hmmm… ¿os he contado como tía Nerea mató al Liche Ishquiel? Pues os contaré esta historia que pasó hace diez años, y como vuestra madre ahora no está… y a mí se me han quemado las galletas… os la contaré toooda entera incluyendo los detalles que os gustan (la bronca que me caerá mañana cuando los niños no puedan dormir…)

Todo empezó en la Orden de Caballeros de Nevesmortas el día en que ascendían a vuestro padre, hubo otros ascensos ese día, pero con uno ya sirve para centrarnos, y soy más dada a escuchar historias que a tener que contarlas. De repente el suelo empezó a temblar, y de no ser porqué los caballeros son tan estrictos en la solidez de sus edificios como en la de su dogma, esos muros se habrían venido abajo, pero tampoco queríamos quedarnos a comprobarlo, así que salimos al patio de armas para ponernos a cubierto… al descubierto.

Una vez a salvo, o eso creíamos, y haciendo recuento de que estuviéramos todos y todos estuviéramos bien, aparecieron ellos. Unos gigantes de proporciones… normales para ser gigantes, o gigantescas si nos tomábamos a nosotros como referencia, penetraron en el patio de armas dispuestos a ensartarnos con sus espadas flamígeras… ¿he dicho que eran gigantes de fuego? Pues eran gigantes de fuego, y las espadas que empuñaban con una sola mano y la fuerza de un… hmmm… gigante, eran más grandes que cada uno de nosotros, no queráis imaginar cómo es chocar contra un muro de acero más grande que una misma afilado y ardiendo.

Pero los Caballeros como tu padre y tu madre no tienen miedo a nada ni a nadie… y menos si yo estoy allí, y por mi parte que un enemigo nuevo venga hasta mis puertas me ahora mucho tiempo de tener que buscarlos, eso sí, mi casa no se toca, así que nos abalanzamos a la carga contra ellos dando espadazos a diestro y siniestro, hundiendo espadas en pechos de proporciones épicas y cortando cabezas de gigante… ¿Qué como se le corta la cabeza a un gigante si no llego? Pues primero le das un buen golpe en la rodilla así de lado para que hinque la rodilla y una vez arrodillado ¡Zas! ¿Cómo sino ibas a hacerlo? Como iba diciendo, al final destruimos a todos aquellos gigantes de fuego del patio, yo maté más que por eso soy vuestra tía Nerea, y salimos todos los Caballeros y… ¿os he dicho que también había gente de visita que fue a ver los ascensos? Pues los había, así que yo, los Caballeros y un grupo valeroso de aventureros, que también mataron algún que otro gigante, no les quitaremos ahora merito, corrimos hacia Nevesmortas a ver si por allí había más gigantes arrasando el pueblo.

Por suerte los guardias de Nevesmortas estaban muy bien entrenados y los gigantes, que eran muy grandes pero no tontos del todo, habían dado un rodeo desde la mina de Nevesmortas hasta la Orden, así que nosotros, rebanando carnes, cortando cabezas y hundiendo nuestros aceros en sus gigantescos cuerpos, hicimos ese mismo rodeo hasta la mina.

Cuál fue nuestra sorpresa al ver que en la mismísima entrada de la mina no había un grupo de gigantes dispuestos a caer bajo nuestros golpes, sino un gigante que al parecer tenía la capacidad para hablar y que lo hacía en nombre de los gigantes de fuego. Al parecer estos gigantes habían emergido de las profundidades de la mina y querían reclamar ese lugar como suyo, así que como buenos anfitriones les propusimos una oferta, diez segundos para irse por donde habían venido, y si aun no se habían ido cuando entráramos acabaríamos con todos ellos, esas minas eran nuestras y no íbamos a correr el riesgo de tener a semejantes invitados en ellas, pero la inteligencia de los gigantes no es tan basta como su tamaño y creyeron que donde habían muerto todos los demás ellos iban a triunfar, evidentemente se equivocaron, pasado el tiempo que les dimos entramos como una tormenta de fuego sobre hojas secas y terminamos con esos gigantes, incluyendo su líder que se había escondido como un cobarde detrás de sus hombres en lo más profundo de la mina, pero entre los terremotos y la lucha la mina empezó a derrumbarse aunque conseguimos escapar de allí con las rocas desmoronándose detrás de nuestros pies.

Pero por desgracia eso solo fue el comienzo, días más tarde, cuando las tareas de desrunamiento habían limpiado la entrada de la mina, descubrimos la brecha por donde entraron esas criaturas de fuego y unos cuantos aventureros y Caballeros liderados por vuestro padre, entraron en ese lugar… no puedo relataros que ocurrió allí al principio porque yo fui avisada más tarde, pero eso es lo que me encontré cuando llegue. Vuestro padre estaba al frente de los caballeros y los aventureros hablando con un tipo que vestía de rojo, resulto luego que El Rojo era su apodo, parecía un buen guerrero pero era demasiado prepotente, y con todos los prepotentes terminó pasando lo que tenía que pasar, tras hablar con él sin sacar nada de provecho vuestro padre luchó contra El Rojo, pero era muy buen guerrero así que tuve que intervenir y darle una dosis de su propia medicina, cuando se trata de luchar… Tempus me prefiere a mí. Pero tampoco fue eso el final, una voz retumbo por el lugar, resulta que ese tipo era un siervo de un ser aun más poderoso, exacto, así es, al fin aparece Ishquiel, su voz por lo menos, pero ese no era el momento de quedarse a discutir con una voz susurrada por el viento, todo se venía debajo de nuevo, y salimos corriendo.

Según me comento Khay, días después Ishquiel apareció, y según me dijeron y pude interpretar, apareció con la forma de un Phaerrim, una criatura de tremendo poder mágico que no consiguieron derrotar, pero por suerte o por desgracia luego descubrimos que no lo era. ¿Qué cuando lo descubrimos? Tranquilos chicos ahora voy a eso.

Estábamos Khay, Lissy y yo en Nevesmortas Oeste hablando de ya no recuerdo que cuando de repente, un vagabundo llegó preguntando por mí, bueno no por mí exactamente pero por lo que dijo que buscaba, esa era yo. En cuanto lo supo empezó a adularme y a decirme lo buena que era, si no fuera porque todos los que me enjabonan tanto siempre me piden algo, que si les engarzo esto, que si les llevo a tal sitio, que si me ayudas a destruir a tal enemigo… así que con mi cortesía habitual, lo despache para que se fuera. Ah sí, me pidió que si me iba con él y así ser como dioses entre los mortales, y como digo le despaché, como si necesitase yo de alguien para poder ir o hacer lo que quiero. Fue entonces cuando descubrimos que ese viajero era Ishquiel y que en realidad no era un Phaerrim sino un Liche, y tras hacer un espectacular despliegue de magia y amenazas desapareció.

Como sabéis chiquitines, muchas cosas hay que molestan a Tía Nerea, pero de las cosas que más me molestan, que un cretino prepotente venga a mis tierras con la intención de destruirlas por venganza, que me amenace con destruirme, y sobretodo que amenace a los pocos amigos que tengo, está en la cúspide de lo que me pone de mal humor, así que ya sabéis que hace Tita Nerea con esa gente, hay que destruirlo.

Después de aquellas amenazas Khay y yo fuimos a calmar un poco a Lissy, porque después de que la amenazara un poderoso Liche estaba algo nerviosa. Allí fue donde recordé que ese nombre de Ishquiel lo tenía visto, fui a mi biblioteca y empecé a rebuscar por ella hasta que encontré un libro que se titulaba “Ishquiel, el Señor del fuego” en el explicaba que hace muchos años era un poderoso Nigromante que un día murió quemado en su casa al quedarse dormido con una vela encendida, pero se descubrió que ese era su plan para convertirse en un Liche, y decía la leyenda que la sangre de un dragón o de sus descendientes lo reviviría con más poder que nunca, que las espadas de fuego serian sus aliadas y que solo los hijos del dragón podrían destruirlo. ¿Qué quienes eran las espadas de fuego? Pues los gigantes de los que oh hable ¿no os dije que tenían unas enormes espadas de fuego? Pues eso.

No me preguntéis cómo y cuando fue pero resulta que la sangre que lo revivió era mía, eso quería decir que ese Liche iba a ser bastante poderoso, si, lo sé, me lo tengo muy creído pero que queréis, soy la elegida de Tempus, eso da para creérselo un poco ¿no? En fin, por aquel entonces no sabía exactamente como los hijos del dragón tenían que destruirlo y mientras pensaba me encontré con Zerina y con ella fuimos a la biblioteca arcana, si la de los magos, era una biblioteca enorme y allí queríamos averiguar cómo había que destruirlo, si había una forma concreta o si simplemente era una profecía que dijera que uno de los míos lo mataría y teníamos que confiar en que fuera cierta pero, ni era una leyenda ni era uno de los míos. Allí en la biblioteca hablamos con el bibliotecario el cual cogió un par de libros y nos relato que con los hijos del dragón se refería literalmente a eso, es decir, a una cría, como lo había revivido yo tenía que ser una cría roja, o eso creo yo y a lo mejor tenía que ser roja igual pero, ¿Dónde íbamos a encontrar una cría de dragón? Allí fue donde entró el otro libro que nos leyó, dije que cogió dos libros, de esto me acuerdo perfectamente, pues en ese otro libro decía que lejos de la civilización en la cima de una montaña había un nido de dragones custodiado por un guardián y con eso concluyo la explicación, no sin antes reírse, cosa que a mí me irita de lo lindo.

Unos días más tarde, como no sabíamos dónde podría estar esa montaña, volvimos a la mina a ver si había alguna pista, aquí volvemos a estar los Caballeros, algunos aventureros, y yo. Fue cuando un minero nos conto que un hombre estaba buscando lo mismo, y que había encontrado un camino, una especie de portal en la mina que lleva a la montaña en cuestión. Tras tomar las precauciones necesarias y ordenar las estrategias pertinentes entramos por ese portal y fuimos a parar a un lugar extraño y nevado, con un gnomo guardián tan extraño como el lugar, pero como no, tan hablador e insufrible como los demás. Al final, después de una larga e ilógica conversación de esas que yo no puedo sufrir, pero que por suerte hay Caballeros y aventureros con más paciencia que un santo, nos pidió una contraseña, si, fallamos, ¿Cómo íbamos a saber cual era? Así que un grupo de criaturas yo diría que demoniacas, por lo menos de este plano no eran, o no son comunes por nuestra región, nos atacaron sin piedad, imagino que todos se preocuparon poniéndose a sus puestos, pero una servidora nunca había tenido la oportunidad de luchar contra esas criaturas y nunca me alegre más de una equivocación, la de la contraseña me refiero. Después de eso seguimos el camino por otro lugar y nos topamos con una mediana con mucha mala uva, no voy a recordar lo que ocurrió allí porque fue algo molesto, basta decir que también fue una dura charla y si, también fallamos la contraseña, si, mas criaturas mortales y exóticas con las que luchar, y mejor así porque creedme que en ese momento necesitaba matar a alguien. Así que siguiendo el mismo procedimiento llegamos a otro lugar donde había un enano, hablador también, no sé que tenía ese lugar que todos hablaban por los codos, debía de ser porque estaban ahí todos muy solos y cuando veían a alguien se desahogaban y hablaban lo que no habían hablado en décadas, y no, esta vez sí que acertamos la contraseña, Lissy que era muy lista aprovechó la inercia charlatana de ese enano para sacarle sin que pudiera evitarlo la contraseña que nos llevó ante El Guardián.

Hable yo con él, así que os podéis imaginar que la charla fue corta y directa, como a tita Nerea le gusta, bueno menos cuando cuento historias, ¿algún problema? Mejor porque hasta que no vuelva vuestra madre no podremos hacer mas galletas, y mejor distraerse que pasar hambre. Volviendo a la historia… El Guardián, que no sabría describirlo más que como un espantapájaros extraño viviente, nos puso una prueba, se me nota en la cara eh, si, fue una tremenda, espectacular y más corta de lo que a mí me gustaría batalla contra demonios y al finar contra un gran dragón rojo, seguro que la madre de la cría que nos encontramos luego. Terminada la batalla el guardián nos llevo a la cría que tendría que dar su vida con su primer aliento para que ese Liche muriera, ¿no sabíais que si una cría escupe fuego muere? Yo tampoco lo sabía y sigo pensando que no lo tengo claro si era en todas o solo en ella, también creo que esa cría había estado bajo algún efecto de dominación o de lavado de cerebro por parte del Guardián, cosa que me llevó a pensar que a lo mejor eso del regreso del Liche podría estar previsto y que a lo mejor la tarea de ese Guardián fuera la de criar crías por si volvía porque, ¿una cría roja dispuesta a morir por la causa? Eso es muy muy raro, en fin ¿por donde iba? Ah sí, nos dio la cría, pero como no sabíamos cómo hacer el asalto a la morada del Liche, entre otras cosas porque ni siquiera sabíamos dónde estaba esa morara, dejamos el dragón en los jardines de la Orden de Caballeros.

Unos días más tarde, el grupo de aventureros, los Caballeros liderados por vuestro padre, y yo estábamos delante de la mina de nuevo, bueno y la cría de dragón que nos seguía desde las alturas. Estando todos allí reunidos relaté una historia que previamente le había relatado a vuestro padre, y que previamente también nos la había relatado el bibliotecario a Zerina y a mi ¿Que por qué no lo he dicho antes cuando relataba la parte del bibliotecario? Porque antes no os aportaba nada, mejor decirlo ahora que es cuando coge relevancia. La historia era otra versión algo distinta y más completa de la que había en mi biblioteca, en ella se relataba que antaño una clérigo de ahora no recuerdo que dios maligno, se casó con un guardia de Nevesmortas e irguieron su casa en donde ahora está el cementerio. También decía que en realidad no fue un incendio por una cerilla sino que en realidad su padre, que no podía soportar el malvado camino que estaba tomando su hijo, quemó la casa con el dentro, pero que Ishquiel lo tenía previsto y eso era parte de su plan para convertirse en el Señor del Fuego.

Con esa historia en mente se me ocurrió que, si había alguna pista de donde podría estar ese Liche, ese lugar era la cripta que se levanta ahora donde estaba antes su casa, tal vez algún miembro del servicio pudiera haber sido enterrado allí o la madre o el padre, en fin, alguien que pudiera tener algo que nos sirviera de pista. En lugar de eso nos encontramos con El Maestro de las Llaves, o algo así era, ya hace un tiempo desde que ocurrió, lo que sí recuerdo es que él decía que era el descendiente del descendiente… vamos, por ahora el ultimo descendiente de los encargados de custodiar la llave de su morada, aunque yo sigo creyendo que era un espíritu anclado en ese lugar, el del mayordomo o el señor de las llaves que creo que se llamaba al que tenia la tarea de llevar las llaves, que había muerto en aquel lugar, o algo peor, condenado por Ishquiel. Sea como fuere, después de que Lissy hablara con ese lo que fuera, ya que yo no le caía muy bien… si, Lissy es una buena oradora, creo que todo lo que se consiguió hablando con los seres fue gracias a ella, imagino que Ishquiel lamenta ahora en su muerte haberla metido en medio de todo aquello. Decía que ese lo que fuera nos llevo hasta una cripta en Nevesmortas oeste y nos abrió la puerta, y así fue como empezó el ya final Asalto a la Guarida del Señor del Fuego.

Entramos despacio y con cautela, la morada de un Liche puede estar plagadas de trampas que ni nos podemos imaginar, es lo malo de la magia cuando está en tu contra, que puede adoptar cualquier forma, y ese Liche ya lo había demostrado antes, por suerte mientras avanzamos no nos encontramos trampas si no legiones de poderosos esqueletos bajo sus órdenes. Vale si, por suerte para mí que me gusta más combatir que ir con cuidado. Más adelante nos encontramos con una filacteria, no sabíamos si destruirla o si era una trampa pero de repente, una puerta se abrió e Ishquiel apareció así que unos luchamos contra él mientras otros destruían la filacteria y así lo destruimos. Evidentemente que no era Ishquiel chicos no seáis tan quisquillosos, no se me ha olvidado que hay que destruirlo con el aliento de dragón, así que no era Ishquiel, por lo que seguimos adelante. Atravesamos un lugar bastante bonito como una mini cueva llena de vegetación y un laguito que ya me gustaría tener en casa pero tras la puerta que había al otro lado… Ishquiel nos esperaba en medio de una sala tan grotesca y macabra, con pedazos de cuerpo repartidos por la sala, que aunque solo eran partes de cuerpos yo juraría que aun agonizaban, y empezó a hablar. Chicos cuando seáis mayores aprenderéis que a los malvados les encanta hablar, no solo quieren hacer maldades, quieren que los demás oigan porque las hacen. Eso va muy bien para irse moviendo despacio e irse posicionando porque, no sé qué placer encuentran contando sus planes si luego van a querer matarte, así que hay que prepararse. Tras la charla nos abalanzamos contra él y como era de esperar no conseguíamos hacerle un solo rasguño, pero herirle no era el objetivo, sino entretenerle para que el dragón soltara su bocanada, así que en el último instante todos se alejaron menos Tita Nerea que el fuego no me afecta y así lo seguía manteniendo a raya. Así pues fue como conseguimos hacerlo vulnerable, y nos abalanzamos implacables sobre él, pero al fin de sus fuerzas volvió a ser prácticamente indestructible así que nos refugiamos tras la última puerta de ese lugar. ¡Allí había otro! Pero por suerte parecía ajeno a nuestra presencia, como si estuviera en otro mundo, por lo menos su cabeza, yo me puse a intentar buscar respuestas y algo que tal vez nos sirviera para destruirlo en su caja fuerte, los magos suelen documentar todos sus actos, y los malignos, con su afán de que se sepa lo malos que son, aun más, pero nada. Fue en esos instantes cuando ese Ishquiel volvió en sí y nos dijo que el otro lo tenía preso y que lo ayudáramos a escapar, porque si salía de su cautiverio el otro lo mataría, pero yo caí en la cuenta de que si el Ishquiel malo era el de fuera ¿Cómo es que no había atacado ya? Ergo si el Ishquiel de fuera no había atacado, es porque no era el peligro, sino el guardián del que teníamos en frente. Así que lo dije y empezó de nuevo el combate, mientras unos golpeaban de forma infructuosa al Liche los otros abrieron la puerta para que el otro pasara. Y así fue, aun no sé cómo, que los dos liches, se unieron y desaparecieron dejando la nada tras de sí, imagino que durante el procedimiento para convertirse en el Señor del Fuego algo no salió del todo bien y se crearon dos personalidades opuestas que al encontrarse se neutralizarían, pero solo es mi suposición. Y así fue como destruimos a Ishquiel, el Señor del Fuego. Oh mirad vuestra madre, salvados ¡Ya podremos tener galletas otra vez!

[Tymora]

:O :O :O :O :O :O :O ¿Nerea escribiendo un relato largo en el foro? *Le pone el termómetro y comprueba que tiene 40 de fiebre*

¡Graciassssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss! No me lo esperaba (aunque me lo habias dicho) pero verlo me ha hecho sonreir (y hoy no estaba de humor).

[Lerdopatan]

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Hable yo con él, así que os podéis imaginar que la charla fue corta y directa, como a tita Nerea le gusta, bueno menos cuando cuento historias, ¿algún problema? Mejor porque hasta que no vuelva vuestra madre no podremos hacer mas galletas, y mejor distraerse que pasar hambre.

Vaya relato.... ¡qué grande, Crápula! Me ha encantado, de verdad He recordado partes que ya se me habían olvidado, y todo jeje. De lo mejorcito que he leído por aquí!

[Malar]

*clap clap clap clap*

[Trovador]

Tenia esta foto por aquí, que se me olvidó postearla en su dia xD

[_Gominolas_]

Bravo tita Nerea!, espero que a partir de ahora veamos mas escritos tuyos. Al ver la screen de Iru me ha dado por mirar en las carpetas a ver si hubo suerte, y ha salido esto, os las dejo por aquí .

[Lerdopatan]

// ¡Ahí va! Si hiciste una captura y todo de la declaración de Khay.... ahora regálasela a Tita Nerea

[CondeCrapula]

Jejejeje, gracias chicos, me alegro que os haya gustao, a lo mejor me animo a hacer mas relatos de las quests ^^ a ver si puedo ver las imagenes de los posts.