La Dama oscura
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La Dama oscura
......Y los agudos aullidos de los lobos, traspasaban los grandes ventanales del hogar de la Dama Lanzagélida.....
Todo trascurria según lo previsto. Aquella mujer, de rostro cubierto, paseaba por las cercanias de Nevesmortas, dándose cuenta de que aunque pareciera raro, en la plaza del pueblo, solo se encontraba el escriba y la pequeña Jaya. Los guardias hacían su ronda nocturna, pero el silencio seguía haciéndose presente en tan odiada ciudad. Traspasó las puertas de la salida norte, y encontró allí a los que habitualmente se reunian. Solo un saludo y su voz llamó la atención, la atención de quién obviamente ella prentendia llamar.
Tres personas recostadas sobre la húmeda pradera charlaban, y solo una de ellas dirigió su mirada hacia la extraña mujer. A unos metros más alejada de ellos, encendió una hoguera y esperó que su aliado se acercara.
La Dama Oscura: *Entre susurros* No estoy sola, vuelve con ellos.
El magucho: *ss* Se que deseas acercarte, te presentaré como Kiara.
La Dama Oscura: *ss* Te lo repito.. no vengo sola *la Dama ladea la cabeza y señala el final del camino* Ya están todos aquí. Vuelve con ellos...
El magucho: *Asintió a la par que giraba sobre si mismo para marcharse, pero antes de poder dar un solo paso, los aullidos de los lobos se hacian notar muy cerca*
El pacto había sido sellado. Dos personas que durante mucho tiempo se había jurado un odio eterno y se había buscado para completar la venganza, la muerte de él o la de ella, pero el destino -más extraño para él- quiso que se aliaran. .
DM: Tymora.
Personajes implicados: Malekhit frost - Syra - La Dama oscura
Nota 1) Los personajes pueden aumentar según vaya trascurriendo la quest.
Nota 2) Como siempre digo, sería bonito que dejarais aqui escrito vuestra parte de la quest.
Nota 3) Dudas y demás dentro del server. Este hilo solo para narrar la quest.
Todo trascurria según lo previsto. Aquella mujer, de rostro cubierto, paseaba por las cercanias de Nevesmortas, dándose cuenta de que aunque pareciera raro, en la plaza del pueblo, solo se encontraba el escriba y la pequeña Jaya. Los guardias hacían su ronda nocturna, pero el silencio seguía haciéndose presente en tan odiada ciudad. Traspasó las puertas de la salida norte, y encontró allí a los que habitualmente se reunian. Solo un saludo y su voz llamó la atención, la atención de quién obviamente ella prentendia llamar.
Tres personas recostadas sobre la húmeda pradera charlaban, y solo una de ellas dirigió su mirada hacia la extraña mujer. A unos metros más alejada de ellos, encendió una hoguera y esperó que su aliado se acercara.
La Dama Oscura: *Entre susurros* No estoy sola, vuelve con ellos.
El magucho: *ss* Se que deseas acercarte, te presentaré como Kiara.
La Dama Oscura: *ss* Te lo repito.. no vengo sola *la Dama ladea la cabeza y señala el final del camino* Ya están todos aquí. Vuelve con ellos...
El magucho: *Asintió a la par que giraba sobre si mismo para marcharse, pero antes de poder dar un solo paso, los aullidos de los lobos se hacian notar muy cerca*
El pacto había sido sellado. Dos personas que durante mucho tiempo se había jurado un odio eterno y se había buscado para completar la venganza, la muerte de él o la de ella, pero el destino -más extraño para él- quiso que se aliaran. .
DM: Tymora.
Personajes implicados: Malekhit frost - Syra - La Dama oscura
Nota 1) Los personajes pueden aumentar según vaya trascurriendo la quest.
Nota 2) Como siempre digo, sería bonito que dejarais aqui escrito vuestra parte de la quest.
Nota 3) Dudas y demás dentro del server. Este hilo solo para narrar la quest.
"Lanzadora profesional de bolas infernales"
LARGA VIDA A MIS ENEMIGOS PARA QUE SUFRAN CON MIS VICTORIAS
LARGA VIDA A MIS ENEMIGOS PARA QUE SUFRAN CON MIS VICTORIAS
Re: La Dama oscura
Y allí estaba Malekith, a una distancia prudencial de la vista de los guardias, disfrutando de la compañía de sus amigos y de su amada. Todo era idílico en ese pequeño momento: risas, bromas, un buen fuego y caricias que hacen que a uno el corazón le lata más fuerte, ese tipo de momentos que te hacen sentir vivo. Pero todo lo que tiene un principo tiene un final y esta vez no iba a ser diferente. Malekith oyó una voz, y no era una voz de "¡Alto en nombre de la ley!" o "¿Eres Malekith Frost el fugado?", sino la voz corriente de una mujer desagradable haciendo una observación desagradable, para variar.
- Vaya, -dijo la Dama Oscura-. Es por esto que el pueblo está desierto.
Tras decir eso, se fue sola a la otra orilla del pequeño río y se dispuso a hacer una hoguera. Malekith pensó que sería mejor tener a esa mujer vigilada y de paso, darle la oportunidad de que disfrute de la compañía de los demás sin insultarlos antes y matarlos después. El muy iluso pensaba en que quizá, al estar en compañía de personas normales, pudiera sentirse más humana y quizá, con suerte, cambiar. Pero en esta ocasión, como en otras tantas, se equivocaba. Después de advertirle de que no estaba sola, Malekith giró sobre sí mismo para marcharse y antes de dar un sólo paso, escuchó sendos aullidos que le helaron el corazón. Corrió hacia su amada y sus amigos, dispuesto a protegerles con su magia del caos inminente... poco pudo hacer.
Los aullidos arañaban la noche, los gritos de los guardias y caballeros eran como una tormenta de furia, dolor y miedo. Todo parecía perdido y todos desaparecieron excepto Malekith y Syra, horrorizados testigos del inicio del caos que estaba por llegar. Él la protegía con su cuerpo y con su magia para que no sufriera daño, más asustado por ella que por sí mismo. Ella le abrazaba y le seguía, dándole valor cuando el suyo mismo flaqueaba y resignada a que si acababa la vida de él, ella le seguiría gustosa a ese final. En una tregua en la tormenta, apareció la Dama Oscura. Al verla, Malekith leyó un pergamino tintado en verde, un portal a Nevesmortas.
- Vete Syra, -dijo Malekith serio, en un tono que no suele emplear jamás.
- No, -dijo Syra rotundamente.- No quiero abandonarte. Me quedo a tu lado.
- Hazle caso, chica, - dijo la Dama Oscura. No era una amenaza, sino un consejo.- Estarás a salvo si le obedeces.
Sin saber qué hacer y titubeante, Syra dió un paso a Malekith negándose a obedecer pero con tan mala suerte, cosa que la caracteriza por otra parte, de entrar por accidente en el portal.
- Ya ha empezado, - volvió a decir la Dama Oscura.- Si quereis tú y tus amigos un mínimo de seguridad, no vayais a los bosques y no viajeis de noche. La plan ya está en marcha, Malekith.
Asustado, Malekith asintió y acto seguido preguntó:
- Si hacemos lo que me dices, ¿nadie sufrirá daño? Recuerda lo que hablamos, Main... no quiero que la gente que quiero sufra.
Con una última sonrisa bajo su capucha, se giró y desapareció no sin antes decir... "Haz lo que te he recomendado y así será".
- Vaya, -dijo la Dama Oscura-. Es por esto que el pueblo está desierto.
Tras decir eso, se fue sola a la otra orilla del pequeño río y se dispuso a hacer una hoguera. Malekith pensó que sería mejor tener a esa mujer vigilada y de paso, darle la oportunidad de que disfrute de la compañía de los demás sin insultarlos antes y matarlos después. El muy iluso pensaba en que quizá, al estar en compañía de personas normales, pudiera sentirse más humana y quizá, con suerte, cambiar. Pero en esta ocasión, como en otras tantas, se equivocaba. Después de advertirle de que no estaba sola, Malekith giró sobre sí mismo para marcharse y antes de dar un sólo paso, escuchó sendos aullidos que le helaron el corazón. Corrió hacia su amada y sus amigos, dispuesto a protegerles con su magia del caos inminente... poco pudo hacer.
Los aullidos arañaban la noche, los gritos de los guardias y caballeros eran como una tormenta de furia, dolor y miedo. Todo parecía perdido y todos desaparecieron excepto Malekith y Syra, horrorizados testigos del inicio del caos que estaba por llegar. Él la protegía con su cuerpo y con su magia para que no sufriera daño, más asustado por ella que por sí mismo. Ella le abrazaba y le seguía, dándole valor cuando el suyo mismo flaqueaba y resignada a que si acababa la vida de él, ella le seguiría gustosa a ese final. En una tregua en la tormenta, apareció la Dama Oscura. Al verla, Malekith leyó un pergamino tintado en verde, un portal a Nevesmortas.
- Vete Syra, -dijo Malekith serio, en un tono que no suele emplear jamás.
- No, -dijo Syra rotundamente.- No quiero abandonarte. Me quedo a tu lado.
- Hazle caso, chica, - dijo la Dama Oscura. No era una amenaza, sino un consejo.- Estarás a salvo si le obedeces.
Sin saber qué hacer y titubeante, Syra dió un paso a Malekith negándose a obedecer pero con tan mala suerte, cosa que la caracteriza por otra parte, de entrar por accidente en el portal.
- Ya ha empezado, - volvió a decir la Dama Oscura.- Si quereis tú y tus amigos un mínimo de seguridad, no vayais a los bosques y no viajeis de noche. La plan ya está en marcha, Malekith.
Asustado, Malekith asintió y acto seguido preguntó:
- Si hacemos lo que me dices, ¿nadie sufrirá daño? Recuerda lo que hablamos, Main... no quiero que la gente que quiero sufra.
Con una última sonrisa bajo su capucha, se giró y desapareció no sin antes decir... "Haz lo que te he recomendado y así será".
Re: La Dama oscura
Entre escenas
Un punto de vista personal e íntimo de Devoto
Esa noche Devoto se agitaba nervioso en la esterilla en la que solía dormir, con algunas ropas para resguardarle del frío intenso. No era una novedad, los sueños llevaban dekhanas martirizándole.
Los primeros sueños comenzaron tras el encuentro con Malekith. Había un combate entre Malekith y varios caballeros, y varios muertos. El sueño seguía con la ejecución de Malekith, decapitado por un verdugo que ocultaba sus rubios cabellos bajo una capucha negra. Syra veía todo mientras sus verdes ojos derramaban lágrimas de intenso dolor. Y Devoto lo presenciaba todo sin poder intervenir. Todo el sufrimiento que se desplegaba ante él le llamaba a interponerse de alguna manera y ayudar a los dolientes, todos ellos buena gente bajo el amable criterio del clérigo de Ilmáter. Devoto intentó durante días que esa escena que le atormentaba nunca tuviese lugar, pero sin éxito. Ni el capitán Khay ni la Dama Lanzagélida iban a ceder un ápice, y Malekith era casi peor que ellos.
Pero tras los sucesos del ataque de los licántropos, el sueño comenzó a transformarse. Ya no eran sólo los caballeros y Malekith, la batalla contaba con aquellas criaturas también. La preocupación de Devoto le traía esos monstruos a la mente para turbar su sueño. La batalla era muy confusa, y en un momento dado Devoto, que había podido combatir en ella, se encontraba delante del Mal. El mal era una sombra oscura y enorme, a la que Devoto no podía poner forma, pero de la que sí sabía el nombre: era Syra, de alguna manera atrapada tras el terrible poder oscuro que movía los hilos de la maligna conspiración. Devoto, frente a la maligna sombra Syra, tan solo blandía su maza sin acabar de decidirse a atacarla.
-Devooooooooooto... -la voz de la criatura, una infrahumana mezcla de la voz de Syra con la de una lúgubre y sin duda maligna presencia, desgarraba la noche con su desafiante súplica- ... lo prometiiiiiiiste.
Devoto miraba la maza, y sentía el peso de su palabra dada, y de todos los juramentos que había hecho a Ilmáter, y al propio Ao, empujándole a golpearla.
-No puedo. No puedo matarte -las lágrimas poblaban sus ojos ante el horror de lo sucedido, y ante lo que esperaba más allá.
- Lo prometiiiiiiiste.
Y tras una pausa de un instante, pero que a Devoto le parecía eterna, saltaba sobre ella presto a golpearla hasta la muerte. Y Devoto despertaba allí todas las noches, tras un fugaz vistazo a un cráneo aplastado y sanguinoliento en el que los ojos verdes de Syra eran aún reconocibles. Y así noche tras noche.
Esas dekhanas fueron horribles par Devoto. Syra iba deambulando como poseída por algo por las noches, mirando la luna embelesada y comiendo carne cruda. Incluso atacando a sus amigos, como a Dila. La cruel afección mental de Nela y la terrible discusión con Mía en nada ayudaron en semejante situación a la tranquilidad de Syra. Devoto buscó toda la información que pudo preguntando a sus conocidos, en la biblioteca de Sundabar, en la propia Argluna. Sólo Vann Kelten pareció entender lo que ocurría a Syra, aunque tampoco aportó demasiado en la cura.
Finalmente, todos coincidían en que había varias formas de evitar la licantropía: una tisana de belladona recién cortada y tomada inmediatamente tras el mordisco de un licántropo, un conjuro de Sanar y uno de Eliminar maldición durante la siguiente luna llena. Devoto probó los tres aunque Syra no recordaba haber sido mordida por una de esas criaturas. La tisana tomada a destiempo tan solo provocó terribles dolores de vientre en Syra, el Sanar fue ineficaz y el eliminar maldición, antes de su plazo, también. Otro recurso que descubrieron Dila y Devoto fue la Diosa Selune. Un licántropo que abrazase a la Diosa podía mantenerse firme y dentro del bien. Devoto le regaló un medallón de plata de la Diosa a Syra y le pidió que se encomendase a ella, aunque nunca vio a Syra con él puesto.
Todos esos sucesos hacían que Devoto experimentase tales pesadillas que deambulaba como alma en pena por la villa, siempre medio dormido. Pero la pesadilla de esta noche era aún peor, más intensa y vívida. Al despertarse después de atacar a la sombra, sin saber la razón fue hacia la carpintería de Shard. Allí pudo ver a Syra, Relenar, Tensei y Dila. Parecían estar recomponiendo una frágil paz tras los incidentes sucedidos, y tras el numerito de Devoto y su cuchillo.
Tras saludarse, Syra le abrazó y le miró a los ojos.
- He de pedirte algo, Devoto. No quiero ser un monstruo.
Devoto la miró intensamente, y comprendió. Ella no necesitó seguir hablando.
- Si sucede lo peor, Syra, si nada de lo que estamos haciendo lo para, si la Diosa Selune no te da la fortaleza que necesitas... estate tranquila. Yo haré lo que deba hacerse.
Ella asintió, tal vez algo extrañada de que Devoto supiera lo que iba a pedirle. Devoto, tal vez extrañamente tranquilo, comprendió entonces que quería demasiado a Syra para dejar que alguna bestia maligna la corrompiera.
//Con la venia de Tymora, espero, cuelgo esto aquí. A su criterio dejo que siga aquí o en otro lado. Respecto a la investigación onrol de la licantropía, tras las sospechas por el comportamiento de Syra creo que es oportuna, y sobre los remedios, pues Devoto es alquimista con 903 puntos y Saber popular de 15, aunque ha hablado con muchos personajes onrol de este asunto. Y los sueños, pues eso, sueños son y no quiero mostrar más que la preocupación del personaje por todo este asunto. Claro está hay que un DM para recortar y/o ampliar la información disponible, y a ella me encomiendo.
Un punto de vista personal e íntimo de Devoto
Esa noche Devoto se agitaba nervioso en la esterilla en la que solía dormir, con algunas ropas para resguardarle del frío intenso. No era una novedad, los sueños llevaban dekhanas martirizándole.
Los primeros sueños comenzaron tras el encuentro con Malekith. Había un combate entre Malekith y varios caballeros, y varios muertos. El sueño seguía con la ejecución de Malekith, decapitado por un verdugo que ocultaba sus rubios cabellos bajo una capucha negra. Syra veía todo mientras sus verdes ojos derramaban lágrimas de intenso dolor. Y Devoto lo presenciaba todo sin poder intervenir. Todo el sufrimiento que se desplegaba ante él le llamaba a interponerse de alguna manera y ayudar a los dolientes, todos ellos buena gente bajo el amable criterio del clérigo de Ilmáter. Devoto intentó durante días que esa escena que le atormentaba nunca tuviese lugar, pero sin éxito. Ni el capitán Khay ni la Dama Lanzagélida iban a ceder un ápice, y Malekith era casi peor que ellos.
Pero tras los sucesos del ataque de los licántropos, el sueño comenzó a transformarse. Ya no eran sólo los caballeros y Malekith, la batalla contaba con aquellas criaturas también. La preocupación de Devoto le traía esos monstruos a la mente para turbar su sueño. La batalla era muy confusa, y en un momento dado Devoto, que había podido combatir en ella, se encontraba delante del Mal. El mal era una sombra oscura y enorme, a la que Devoto no podía poner forma, pero de la que sí sabía el nombre: era Syra, de alguna manera atrapada tras el terrible poder oscuro que movía los hilos de la maligna conspiración. Devoto, frente a la maligna sombra Syra, tan solo blandía su maza sin acabar de decidirse a atacarla.
-Devooooooooooto... -la voz de la criatura, una infrahumana mezcla de la voz de Syra con la de una lúgubre y sin duda maligna presencia, desgarraba la noche con su desafiante súplica- ... lo prometiiiiiiiste.
Devoto miraba la maza, y sentía el peso de su palabra dada, y de todos los juramentos que había hecho a Ilmáter, y al propio Ao, empujándole a golpearla.
-No puedo. No puedo matarte -las lágrimas poblaban sus ojos ante el horror de lo sucedido, y ante lo que esperaba más allá.
- Lo prometiiiiiiiste.
Y tras una pausa de un instante, pero que a Devoto le parecía eterna, saltaba sobre ella presto a golpearla hasta la muerte. Y Devoto despertaba allí todas las noches, tras un fugaz vistazo a un cráneo aplastado y sanguinoliento en el que los ojos verdes de Syra eran aún reconocibles. Y así noche tras noche.
Esas dekhanas fueron horribles par Devoto. Syra iba deambulando como poseída por algo por las noches, mirando la luna embelesada y comiendo carne cruda. Incluso atacando a sus amigos, como a Dila. La cruel afección mental de Nela y la terrible discusión con Mía en nada ayudaron en semejante situación a la tranquilidad de Syra. Devoto buscó toda la información que pudo preguntando a sus conocidos, en la biblioteca de Sundabar, en la propia Argluna. Sólo Vann Kelten pareció entender lo que ocurría a Syra, aunque tampoco aportó demasiado en la cura.
Finalmente, todos coincidían en que había varias formas de evitar la licantropía: una tisana de belladona recién cortada y tomada inmediatamente tras el mordisco de un licántropo, un conjuro de Sanar y uno de Eliminar maldición durante la siguiente luna llena. Devoto probó los tres aunque Syra no recordaba haber sido mordida por una de esas criaturas. La tisana tomada a destiempo tan solo provocó terribles dolores de vientre en Syra, el Sanar fue ineficaz y el eliminar maldición, antes de su plazo, también. Otro recurso que descubrieron Dila y Devoto fue la Diosa Selune. Un licántropo que abrazase a la Diosa podía mantenerse firme y dentro del bien. Devoto le regaló un medallón de plata de la Diosa a Syra y le pidió que se encomendase a ella, aunque nunca vio a Syra con él puesto.
Todos esos sucesos hacían que Devoto experimentase tales pesadillas que deambulaba como alma en pena por la villa, siempre medio dormido. Pero la pesadilla de esta noche era aún peor, más intensa y vívida. Al despertarse después de atacar a la sombra, sin saber la razón fue hacia la carpintería de Shard. Allí pudo ver a Syra, Relenar, Tensei y Dila. Parecían estar recomponiendo una frágil paz tras los incidentes sucedidos, y tras el numerito de Devoto y su cuchillo.
Tras saludarse, Syra le abrazó y le miró a los ojos.
- He de pedirte algo, Devoto. No quiero ser un monstruo.
Devoto la miró intensamente, y comprendió. Ella no necesitó seguir hablando.
- Si sucede lo peor, Syra, si nada de lo que estamos haciendo lo para, si la Diosa Selune no te da la fortaleza que necesitas... estate tranquila. Yo haré lo que deba hacerse.
Ella asintió, tal vez algo extrañada de que Devoto supiera lo que iba a pedirle. Devoto, tal vez extrañamente tranquilo, comprendió entonces que quería demasiado a Syra para dejar que alguna bestia maligna la corrompiera.
//Con la venia de Tymora, espero, cuelgo esto aquí. A su criterio dejo que siga aquí o en otro lado. Respecto a la investigación onrol de la licantropía, tras las sospechas por el comportamiento de Syra creo que es oportuna, y sobre los remedios, pues Devoto es alquimista con 903 puntos y Saber popular de 15, aunque ha hablado con muchos personajes onrol de este asunto. Y los sueños, pues eso, sueños son y no quiero mostrar más que la preocupación del personaje por todo este asunto. Claro está hay que un DM para recortar y/o ampliar la información disponible, y a ella me encomiendo.
Re: La Dama oscura
Vann acampaba como siempre en la puerta norte. Un buen lugar para ofrecer su mano de artesana y de también enterarse lo que pasaba por el pueblo, en La Flecha del Destino dos cartas de sus Cabecillas incitaban a los miembro a no alejarse mucho… algo que en Vann era usual.
De repente salieron a los empujones de la ciudad unos cuantos personajes que ella conocía no hace mucho tiempo… Una joven llamada Syra que en otra ocasión había visitada su teinada apenada por no poder comprar algunos anillos, un clérigo llamado Devoto, la hechicera, con la que tenia una enorme deuda, llamada Maranwe y a Mia… que conocía de nombre y veía hace rato en el pueblo pero con la que nunca se llevo ni bien ni mal.
Al parecer Syra y Mia discutían terriblemente, el grupo que acompañaba a la primera trataba de calmarla en lo que parecía terminaría solo con los puños y el arresto de los implicados. Al reconocer a las personas Vann trato de intervenir y por fin lograron separarlas llevándose a la rastra a Mia que insultaba peor que un mercenario borracho.
Cuando se termino tanto jaleo y con Syra todavía recuperando el aire Devoto pregunto
-¿Eres clérigo de Selune?- lo pregunto de repente…. Como desencajado
- ¿Cómo?- dijo Vann que no se esperaba ni esa pregunta ni ese modo de preguntar.. Desesperado, a la par que todas las cabezas del grupo se giraba hacia ella y la miraban fijamente.
-Tu!, Druida!... ¿Eres clérigo de Selune verdad?
Vann que despedía a todos los que pasaban con las bendiciones de la Diosa Luna, Guía de los caminos y la noche, le explico al clérigo que adoraba a varios Dioses pero que era más devota de Selune que a la había adoptado como su patrona. Devoto suspiro y Maranwe que tenía más confianza con Vann le explico más o menos lo que había pasado. Los extraños comportamientos de Syra (que sorprendieron a la pelirroja, por parecer aquella mujer tan dulce el día que visito con Relenar la tienda), los síntomas... Por que buscaban un clérigo selunita... pero en eso anochecía y Vann comenzó a sentir el nerviosismo de los ciervos y el Caballo del cochero que comenzó a retobarse ante la presencia de Syra. Comenzó a sospechar de algo turbio, envió a todos a algún recinto cerrado y mientras el grupo marchaba al Hospicio Vann, levantaba el campamento.
Se encontró al grupo en la puerta del hospicio con una Syra enfadada que no quería pasar las puertas y se quejaba de dolores en el vientre… no había forma de intentar moverla, eran tres personas jalándola a la puerta y Syra lograba resistir sola
-Dioses, que funcione por favor!- pensó Vann y suspiro para calmarse, hablándole en el mismo tono que usaba con sus hermanos del bosque le dijo a Syra.- Syra…. Por favor… sígueme.
Syra quedo unos segundos en silencio, se soltó de quienes intentaban en vano jalarla y dijo un simple ¨esta bien¨ y la siguió sin problema ante la mirada atónita del grupo.
Examino a la joven largamente, descarto la preocupación que tenia de que estuviera embarazada (aparentemente no lo estaba era un simple dolor de barriga), le hizo traer un filete casi crudo que se devoro feliz al instante. Ya un poco mas tranquila Syra mostró una actitud perdida, como en un ensueño. Ponía y no ponía atención a la vez a las palabras de Vann que le hacia preguntas y trataba de mantenerla en ese estado sereno, Syra repetía y repetía que no había sido mordida pero tenia perdidas de memoria… al final Vann supuso lo peor.
- Evidentemente al algo que te acerca a los Licántropos, por eso no te atacaron, es como el porque los osos, los lobos, los jabalíes no me atacan a mi, por que soy parte de su familia… hay algo que te acerca a ellos y es evidente. En mi antigua arboleda el otro clan estaba dirigido por un hombre lobo, se mas o menos como son… y al menos creo que todavía no lo eres, por lo menos del todo. Seguramente Syra los animales se sentirán extraños en tu presencia, tendrás cambios en tu forma de ser, dolores… es importante que trates de no salir por las noches, de mantenerte bien alimentada sin sentir hambre y que trates de recordar… vamos recuerda…
El resto de la entrevista Syra parecía como poseída hablando de si misma a veces como una tercera persona, mezclando nombres y tiempos de manera vaga. Lo único que entendió fue Vann fue Malar… Dama Oscura… Mia…vienen a nevesmortas... ¨Malar la protege, la Dama Oscura no puede ganar la aplastara cuando vengan¨. Al parecer si La Bestia estaba implicada (y esto la aterro) se trataba entonces de algún tipo de guerra en la que Syra había sido incorporada como peón? Seria esto casual o había algo por lo cual habían mordido a Syra? Sabia que los Licántropos Malaritas no elegían al azar a quienes convertían.
La cabeza de Vann era caos y confusión… se las arreglo para dejar a solas con la chica que solo hablaba elfico, recién llegada, y llevo a los demás a donde Syra no pudiera escucharlos. Allí a solas el Ilmarita de desplomo.
-No puedo mas con esto, que haré con este anillo no podría devolvérselo es todo lo que me ha dado, sin embargo no se si pueda… no creo… si el momento llega…- farfullaba mientras blandía un anillo de mithril precioso que era de la misma Syra
- Escucha! No se cuanto tiempo podamos distraerla, ni cuanto tiempo se queda tranquila al lado mió. Si es completamente licántropo ya no escuchara a nadie mas- fue la áspera contestación de Vann, que si bien era será era tranquila la mayor parte del tiempo era tambien muy decidida y pocas pulgas para la hora de la acción -Si esto es mucho para ti piensa en ella!
- Si pero…
- Clérigo! A que Dios sigues? – lo espetó la Druida que ya había visto el emblema de Ilmater en la capa
- A Ilmater- respondió apenado
- Entonces o busca en tu Fe, o te equivocaste de Dios- Dijo Vann en un tono apacible y no por eso menos duro que sus palabras, mientras Maranwe a su lado le apretaba la mano para que no se tan dura.
Vann expuso al grupo sus sospechas, ya había amanecido y fue interrumpida por Syra y la otra mujer por lo que cambiaron de tema antes de hablar lo suficiente.
- Que hacen?- La voz de Syra era infantil, alegre… muy diferente a la otra que habian escuchado antes
Vann, que solo recocía las cosas por prueba y error trato de sacarle algo de lo hablado en la noche pero no recordaba nada… hasta se mostró reacia a comer carne pues decía solo comía frutas y verduras. Vann no pudo contenerse y Haciendo de tripas corazón se comió un pedacito de un bistec crudo para ver que pasaba… lo que ocasiono el asco de todos los presentes incluyendo de la misma Syra. Nada que hacer eran dos personas diferentes.
Maranwe salio a las corridas impresionada por aquel acto y Vann salio de detrás… allí se entero del ataque que la hechicera evito y de algunos detalles, le dijo a Maranwe todo lo que pensaba y le pidió que no la dejaran sola, la siguiente noche quería ver que le pasaba a Syra ante la presencia de su compañero Lobo Ereal y también averiguar cuanto tiempo demoraba una transformación completa.
Al volver a entrar, Devoto se ofrecía a trasladarlos a todos a la posada… Vann fingió que acomodaba sus cosas y paso a Syra una bolsa repleta de anillos (entre ellos de mithril y de plata) que Syra devolvió alegando que estaba calientes.
Vann se despido del grupo en la posada y se retiro a meditar de qué manera podía ayudar a esa joven inocente implicada en valla a saber que cosa.
Ya había advertido al grupo y si no encontraban la forma de detener esto…. Bueno ella pensaba que Selune podía ayudarla, pero solo si Syra era capaz de reconocerse a si misma, si la dejaban reconocerse primero como hombre lobo y aprender a dominar y hacer uso de su nueva vida y parecía algo que muy pocos fueran capaces de comprender…. Sobre todo Devoto
Tenia mucho en que meditar… y que averiguar también. Malar se habia presentadp varias veces en su vida y no le hiba a dra la espalda para dejar que La Bestia deshiciara a su atojo la vida de quienes la rodeaban
// perdon si se me escapa algo espero hablar por mi pj ya que estoy ecribeindo a escondidas en la universidad XD. Los detalles los pondra Maranwe seguramente que es mejor para esas cosas. esta el la perspectiva de Vann a la que este tipo de cosas la afectan. Garcias por el buen rol y espero poder seguir en la trama que esta muy interesante
De repente salieron a los empujones de la ciudad unos cuantos personajes que ella conocía no hace mucho tiempo… Una joven llamada Syra que en otra ocasión había visitada su teinada apenada por no poder comprar algunos anillos, un clérigo llamado Devoto, la hechicera, con la que tenia una enorme deuda, llamada Maranwe y a Mia… que conocía de nombre y veía hace rato en el pueblo pero con la que nunca se llevo ni bien ni mal.
Al parecer Syra y Mia discutían terriblemente, el grupo que acompañaba a la primera trataba de calmarla en lo que parecía terminaría solo con los puños y el arresto de los implicados. Al reconocer a las personas Vann trato de intervenir y por fin lograron separarlas llevándose a la rastra a Mia que insultaba peor que un mercenario borracho.
Cuando se termino tanto jaleo y con Syra todavía recuperando el aire Devoto pregunto
-¿Eres clérigo de Selune?- lo pregunto de repente…. Como desencajado
- ¿Cómo?- dijo Vann que no se esperaba ni esa pregunta ni ese modo de preguntar.. Desesperado, a la par que todas las cabezas del grupo se giraba hacia ella y la miraban fijamente.
-Tu!, Druida!... ¿Eres clérigo de Selune verdad?
Vann que despedía a todos los que pasaban con las bendiciones de la Diosa Luna, Guía de los caminos y la noche, le explico al clérigo que adoraba a varios Dioses pero que era más devota de Selune que a la había adoptado como su patrona. Devoto suspiro y Maranwe que tenía más confianza con Vann le explico más o menos lo que había pasado. Los extraños comportamientos de Syra (que sorprendieron a la pelirroja, por parecer aquella mujer tan dulce el día que visito con Relenar la tienda), los síntomas... Por que buscaban un clérigo selunita... pero en eso anochecía y Vann comenzó a sentir el nerviosismo de los ciervos y el Caballo del cochero que comenzó a retobarse ante la presencia de Syra. Comenzó a sospechar de algo turbio, envió a todos a algún recinto cerrado y mientras el grupo marchaba al Hospicio Vann, levantaba el campamento.
Se encontró al grupo en la puerta del hospicio con una Syra enfadada que no quería pasar las puertas y se quejaba de dolores en el vientre… no había forma de intentar moverla, eran tres personas jalándola a la puerta y Syra lograba resistir sola
-Dioses, que funcione por favor!- pensó Vann y suspiro para calmarse, hablándole en el mismo tono que usaba con sus hermanos del bosque le dijo a Syra.- Syra…. Por favor… sígueme.
Syra quedo unos segundos en silencio, se soltó de quienes intentaban en vano jalarla y dijo un simple ¨esta bien¨ y la siguió sin problema ante la mirada atónita del grupo.
Examino a la joven largamente, descarto la preocupación que tenia de que estuviera embarazada (aparentemente no lo estaba era un simple dolor de barriga), le hizo traer un filete casi crudo que se devoro feliz al instante. Ya un poco mas tranquila Syra mostró una actitud perdida, como en un ensueño. Ponía y no ponía atención a la vez a las palabras de Vann que le hacia preguntas y trataba de mantenerla en ese estado sereno, Syra repetía y repetía que no había sido mordida pero tenia perdidas de memoria… al final Vann supuso lo peor.
- Evidentemente al algo que te acerca a los Licántropos, por eso no te atacaron, es como el porque los osos, los lobos, los jabalíes no me atacan a mi, por que soy parte de su familia… hay algo que te acerca a ellos y es evidente. En mi antigua arboleda el otro clan estaba dirigido por un hombre lobo, se mas o menos como son… y al menos creo que todavía no lo eres, por lo menos del todo. Seguramente Syra los animales se sentirán extraños en tu presencia, tendrás cambios en tu forma de ser, dolores… es importante que trates de no salir por las noches, de mantenerte bien alimentada sin sentir hambre y que trates de recordar… vamos recuerda…
El resto de la entrevista Syra parecía como poseída hablando de si misma a veces como una tercera persona, mezclando nombres y tiempos de manera vaga. Lo único que entendió fue Vann fue Malar… Dama Oscura… Mia…vienen a nevesmortas... ¨Malar la protege, la Dama Oscura no puede ganar la aplastara cuando vengan¨. Al parecer si La Bestia estaba implicada (y esto la aterro) se trataba entonces de algún tipo de guerra en la que Syra había sido incorporada como peón? Seria esto casual o había algo por lo cual habían mordido a Syra? Sabia que los Licántropos Malaritas no elegían al azar a quienes convertían.
La cabeza de Vann era caos y confusión… se las arreglo para dejar a solas con la chica que solo hablaba elfico, recién llegada, y llevo a los demás a donde Syra no pudiera escucharlos. Allí a solas el Ilmarita de desplomo.
-No puedo mas con esto, que haré con este anillo no podría devolvérselo es todo lo que me ha dado, sin embargo no se si pueda… no creo… si el momento llega…- farfullaba mientras blandía un anillo de mithril precioso que era de la misma Syra
- Escucha! No se cuanto tiempo podamos distraerla, ni cuanto tiempo se queda tranquila al lado mió. Si es completamente licántropo ya no escuchara a nadie mas- fue la áspera contestación de Vann, que si bien era será era tranquila la mayor parte del tiempo era tambien muy decidida y pocas pulgas para la hora de la acción -Si esto es mucho para ti piensa en ella!
- Si pero…
- Clérigo! A que Dios sigues? – lo espetó la Druida que ya había visto el emblema de Ilmater en la capa
- A Ilmater- respondió apenado
- Entonces o busca en tu Fe, o te equivocaste de Dios- Dijo Vann en un tono apacible y no por eso menos duro que sus palabras, mientras Maranwe a su lado le apretaba la mano para que no se tan dura.
Vann expuso al grupo sus sospechas, ya había amanecido y fue interrumpida por Syra y la otra mujer por lo que cambiaron de tema antes de hablar lo suficiente.
- Que hacen?- La voz de Syra era infantil, alegre… muy diferente a la otra que habian escuchado antes
Vann, que solo recocía las cosas por prueba y error trato de sacarle algo de lo hablado en la noche pero no recordaba nada… hasta se mostró reacia a comer carne pues decía solo comía frutas y verduras. Vann no pudo contenerse y Haciendo de tripas corazón se comió un pedacito de un bistec crudo para ver que pasaba… lo que ocasiono el asco de todos los presentes incluyendo de la misma Syra. Nada que hacer eran dos personas diferentes.
Maranwe salio a las corridas impresionada por aquel acto y Vann salio de detrás… allí se entero del ataque que la hechicera evito y de algunos detalles, le dijo a Maranwe todo lo que pensaba y le pidió que no la dejaran sola, la siguiente noche quería ver que le pasaba a Syra ante la presencia de su compañero Lobo Ereal y también averiguar cuanto tiempo demoraba una transformación completa.
Al volver a entrar, Devoto se ofrecía a trasladarlos a todos a la posada… Vann fingió que acomodaba sus cosas y paso a Syra una bolsa repleta de anillos (entre ellos de mithril y de plata) que Syra devolvió alegando que estaba calientes.
Vann se despido del grupo en la posada y se retiro a meditar de qué manera podía ayudar a esa joven inocente implicada en valla a saber que cosa.
Ya había advertido al grupo y si no encontraban la forma de detener esto…. Bueno ella pensaba que Selune podía ayudarla, pero solo si Syra era capaz de reconocerse a si misma, si la dejaban reconocerse primero como hombre lobo y aprender a dominar y hacer uso de su nueva vida y parecía algo que muy pocos fueran capaces de comprender…. Sobre todo Devoto
Tenia mucho en que meditar… y que averiguar también. Malar se habia presentadp varias veces en su vida y no le hiba a dra la espalda para dejar que La Bestia deshiciara a su atojo la vida de quienes la rodeaban
// perdon si se me escapa algo espero hablar por mi pj ya que estoy ecribeindo a escondidas en la universidad XD. Los detalles los pondra Maranwe seguramente que es mejor para esas cosas. esta el la perspectiva de Vann a la que este tipo de cosas la afectan. Garcias por el buen rol y espero poder seguir en la trama que esta muy interesante
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Re: La Dama oscura
Gracias por ir escribiendo chicos/as. Mañana por la tarde, (jueves) intentaremos hacer el funeral de Dila. Aver si coincidimos unos cuantos dentro.
¡¡¡To be continued!!!!
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LARGA VIDA A MIS ENEMIGOS PARA QUE SUFRAN CON MIS VICTORIAS
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Re: La Dama oscura
Extractos del diario de Gaiel Liadin escrito momentos después de ver el primer ataque de Syra a Dila:
-Llegué luego de un largo viaje a Cumbre a la entrada norte de Nevesmortas cuando tuve el agrado de encontrarme con mis muy queridas amigas Maranwe y Syra. Junto a ellas se encontraban ese mago gordinflón y una completa desconocida. Para mi gran sorpresa Syra se comportaba extraña, me trataba de caballero como si no me conociera y gritaba que tenía sed con total vehemencia. La desconocida le ofreció su cantimplora luego de que Syra la amenazara, ella bebió un poco alegando que ésta estaba horrible, tirando luego la cantimplora.
Ante la mirada sorprendida mia y de Mara, Syra comenzó a atacar sin ningún motivo aparente al mago, repitiendo numerosas veces que su boca estaba seca y que necesitaba beber algo, por lo que traté de sujetarla para que se tranquilizara. Haciendo un gran esfuerzo logró soltarse de mis brazos, por lo que no tuve más remedio que lanzarle un sarcófago de Ambar y correr a buscar a un clérigo que trate de dar cuenta de lo que sucedió aquí, esa persona no era Syra y esos aullidos que me estremecieron cuando… *suena la puerta de la habitación* (ese debe ser Male, debo contarle esto cuanto antes)
//luego vendrá el segundo ataque
-Llegué luego de un largo viaje a Cumbre a la entrada norte de Nevesmortas cuando tuve el agrado de encontrarme con mis muy queridas amigas Maranwe y Syra. Junto a ellas se encontraban ese mago gordinflón y una completa desconocida. Para mi gran sorpresa Syra se comportaba extraña, me trataba de caballero como si no me conociera y gritaba que tenía sed con total vehemencia. La desconocida le ofreció su cantimplora luego de que Syra la amenazara, ella bebió un poco alegando que ésta estaba horrible, tirando luego la cantimplora.
Ante la mirada sorprendida mia y de Mara, Syra comenzó a atacar sin ningún motivo aparente al mago, repitiendo numerosas veces que su boca estaba seca y que necesitaba beber algo, por lo que traté de sujetarla para que se tranquilizara. Haciendo un gran esfuerzo logró soltarse de mis brazos, por lo que no tuve más remedio que lanzarle un sarcófago de Ambar y correr a buscar a un clérigo que trate de dar cuenta de lo que sucedió aquí, esa persona no era Syra y esos aullidos que me estremecieron cuando… *suena la puerta de la habitación* (ese debe ser Male, debo contarle esto cuanto antes)
//luego vendrá el segundo ataque
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Re: La Dama oscura
Buenas. Tengo gastroenteritis asi que hasta nuevo aviso, los ataques de los lobos han cesado. Respecto a Syra, hasta que vuelva, le doy permiso para rolear una recuperación. (pero no te acostumbres a estar sanita
)
Saludos.

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Re: La Dama oscura
Ataque Licantropo
//no es publico pero para que lean :pMientras mis compañeros cubrían otras áreas y ayudaban a que las personas se refugiaran, me quede con un grupo de aventureros protegiendo la villa del ataque de varios hombres lobo.
Como es común los aventureros no escuchan indicaciones, nos separamos unos de otros y solo me quede con un sujeto de aspecto de un elfo que dice ser enano, logramos exterminar varias de estas criaturas en el centro de la ciudad pero se dificulto encontrar a los que se habían separado, cuando volvieron estaba perdido el señor arcano llamado Dila.
Nos dividimos en grupos de dos para buscarlo en las casas y tabernas sin tener suerte, al reunirnos apareció Dila, o eso parecía en ese momento.
Nos ataco con su ballesta, parecía confundido, al rodear no parecía ser él, parecía alguien con su cuerpo, es difícil de explicar lo que me pareció ver, después de que desapareció paso un compañero informándonos de que se había encontrado un cuerpo al frente de la guardia, cuando fuimos a ver era una bolsa con un cuerpo en su interior, lo llevamos al templo para abrirla, el señor devoto abrió la bolsa y se dio cuenta que era su amigo Dila, sin ojos y sin corazón.
No sabemos como entraron, lo único que nos podemos imaginar es que entraron como personas y luego atacaron, aun no sabemos tampoco que era lo que buscaban, tal vez el señor Dila sabia algo o tal vez solo nos quieren matar de miedo como otras criaturas que se han atrevido atacar Nevesmortas.
Sharuka Gutenbert
Informes de la guardia de Nevesmortas
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Re: La Dama oscura
Los rumores corren de boca en boca por Nevesmortas, y los cocheros y mercaderes hacen que se propague como la pólvora hacia otras ciudades: Khay Pitlik ha sido encarcelado en el cuartel de la Guardia de Nevesmortas, e incluso aseguran que ha perdido el cargo que ostentaba en la Orden de la Lanza Helada. El secretismo que hay alrededor trata de evitar que los detalles salgan a la luz, pero parece ser que fue desde que un ataque de licántropos causó bajas en la Orden y en la Villa. Los guardias impiden la entrada a las visitas, y los que son apresados pueden ver que dos Guardias vigilan frente a la celda más alejada. Ni los caballeros de la Orden ni los hermanos de la Guardia responden a las preguntas de los ciudadanos, tan sólo algún enviado lleva ciertos mensajes a las celdas, pero esto ocurre en raras ocasiones...

Khay, paladín de Tyr


Lerdo y patán. De toda la vida...
- Gusiluz rules -
Re: La Dama oscura
- Creo, señorita Lilu, que hemos terminado -dijo Devoto con pesadumbre, no exenta de una cierta satisfacción.
- Yo también lo creo. Pobre Dila, Él merecía más -la mediana parecía al borde del derrumbe, y las lágrimas fluían por su hermosa carita.
- Le hemos dado lo que hemos podido, señorita Lilu. Del resto -y la voz se le quebró al decirlo, mientras se le escapaba una lágrima- se encargarán Mystra y Azuth.
Mientras decía eso, no pudo evitar mirar al techo de la tienda de Riam como en busca de los Dioses en las alturas.
Habían sido días muy duros, desde que levantó la sábana negra firmada por la tal Dama Oscura para encontrar un destrozado cadáver que a duras penas reconocieron como Dila. Devoto, cargado por el cuerpo y la culpa, lo llevó a Riam para que lo preservase y les proporcionase un lugar donde amortajar el cadáver. El arcano, a pesar de la dura opinión que tienen de él algunos aventureros, se portó con enorme nobleza y amabilidad, y le ayudó en lo que pudo. Sin embargo, la mayor ayuda partiría, como siempre, de donde menos se podría esperar. Una simpática mediana a la que pocas veces había visto Devoto se ofreció a ayudarle en el duro trabajo de reconstruir el cadáver de Dila.
Y tras encargar el féretro a Vethas Plentens y varias sesiones de zurcir, rellenar y finalmente engalanar al amigo fallecido, finalmente los dos acabaron su triste labor. En cuanto el ataúd esté preparado estarán listos para enterrarlo.
- Syra no debe saber lo que preparamos -le advirtió Devoto-. Esa perra miserable puede entrar en su mente.
- Descuida, no le diré nada. Y estaré lista.
Tras guardar el cuerpo protegido por un conjuro en la trastienda, salieron a la calle, y el fresco de la noche les hizo sentir mejor. Pero muchas cosas pasaban por la mente de Devoto. Los extraños sucesos que estaban ocurriendo a su alrededor tenían que estar ligados de alguna manera. Malekith perseguido, el capitán Khay encarcelado de forma extraña y misteriosa, la confesión de Gaiel arrancada con pena por ser sobre su maestro, y por encima de todo la nota inconclusa del diario, escrita del puño y letra de Dila: "Cuidado con los que lo sab..." que pudo ser su último pensamiento antes del asesinato. Todo apuntaba hacia el mismo, y Devoto rezaba para no estar dejándose llevar por los celos o alguna insana rivalidad.
Aún quedaban esperanzas de salvar a Syra: el ritual de eliminar maldición, los clérigos de Selune de Argluna y la trampa que preparaban a esas criaturas. "Como vengan al entierro de Dila, haremos salchichas de perro con ellos". Y en estos pensamientos elevó a Ilmáter su plegaria.
//Tymora, que te mejores. Avísanos con tiempo de cuando podemos hacer el funeral, por favor, que esperamos un ataque de los chuchos.
- Yo también lo creo. Pobre Dila, Él merecía más -la mediana parecía al borde del derrumbe, y las lágrimas fluían por su hermosa carita.
- Le hemos dado lo que hemos podido, señorita Lilu. Del resto -y la voz se le quebró al decirlo, mientras se le escapaba una lágrima- se encargarán Mystra y Azuth.
Mientras decía eso, no pudo evitar mirar al techo de la tienda de Riam como en busca de los Dioses en las alturas.
Habían sido días muy duros, desde que levantó la sábana negra firmada por la tal Dama Oscura para encontrar un destrozado cadáver que a duras penas reconocieron como Dila. Devoto, cargado por el cuerpo y la culpa, lo llevó a Riam para que lo preservase y les proporcionase un lugar donde amortajar el cadáver. El arcano, a pesar de la dura opinión que tienen de él algunos aventureros, se portó con enorme nobleza y amabilidad, y le ayudó en lo que pudo. Sin embargo, la mayor ayuda partiría, como siempre, de donde menos se podría esperar. Una simpática mediana a la que pocas veces había visto Devoto se ofreció a ayudarle en el duro trabajo de reconstruir el cadáver de Dila.
Y tras encargar el féretro a Vethas Plentens y varias sesiones de zurcir, rellenar y finalmente engalanar al amigo fallecido, finalmente los dos acabaron su triste labor. En cuanto el ataúd esté preparado estarán listos para enterrarlo.
- Syra no debe saber lo que preparamos -le advirtió Devoto-. Esa perra miserable puede entrar en su mente.
- Descuida, no le diré nada. Y estaré lista.
Tras guardar el cuerpo protegido por un conjuro en la trastienda, salieron a la calle, y el fresco de la noche les hizo sentir mejor. Pero muchas cosas pasaban por la mente de Devoto. Los extraños sucesos que estaban ocurriendo a su alrededor tenían que estar ligados de alguna manera. Malekith perseguido, el capitán Khay encarcelado de forma extraña y misteriosa, la confesión de Gaiel arrancada con pena por ser sobre su maestro, y por encima de todo la nota inconclusa del diario, escrita del puño y letra de Dila: "Cuidado con los que lo sab..." que pudo ser su último pensamiento antes del asesinato. Todo apuntaba hacia el mismo, y Devoto rezaba para no estar dejándose llevar por los celos o alguna insana rivalidad.
Aún quedaban esperanzas de salvar a Syra: el ritual de eliminar maldición, los clérigos de Selune de Argluna y la trampa que preparaban a esas criaturas. "Como vengan al entierro de Dila, haremos salchichas de perro con ellos". Y en estos pensamientos elevó a Ilmáter su plegaria.
//Tymora, que te mejores. Avísanos con tiempo de cuando podemos hacer el funeral, por favor, que esperamos un ataque de los chuchos.