Otro incendio. Yo tan sólo seguía a Merli cuando nos topamos de pronto con Gwenn, muy alterada, diciendo que necesitaba ayuda urgentemente. Atravesamos una parte frondosa de bosque y ahí estaba de nuevo, las llamas enormes y candentes, el fuego abrazándose a cualquier trozo de vida, destruyéndolo todo a su paso. Una visión horrible, y en aumenteo, pues el fuego no amainaba pese a los intentos de Merli con su magia. Tuve que correr a la villa a pedir ayuda, conseguí atraer muchísima gente, y tuve que guiarles hasta el lugar del incendio. Al llegar, estaba exhausta. Mientras yo descansaba, la gente hacía lo que podía por apagar el suelo, cada uno con sus límites. Lo mismo intentaba apagar el fuego con una rama, como con decenas de trombas de hielo como hizo Aerhalyon. Se pasó un poco, erosiono mucho la tierra y tardará mucho en recomponerse, tanto del incendio como de las trombas. Pero puede que eso salvara el bosque del incendio, no lo sé.
Cuando el fuego estuvo apagado, se quedó todo en silencio. Finalmente conseguimos extinguirlo, pero el daño era irreversible. Todo quemado, y la humareda era densa e irrespirable. Intentamos meternos dentro para buscar algún indicio del responsable, pero el humo se metía en los pulmones y lo hacía imposible. Entonces se me ocurrió una idea bastante acertada. Con un conjuro de respirar bajo el agua y una caja llena de agua, podría caminar por el humo sin tener que respirarlo. Y eso hice, hasta llegar a donde encontré la marca sobre la corteza del árbol, y la arranqué con mi estoque. La enseñé al resto, todos de acuerdo en que era símbolo de kossuth, el dios del fuego y las llamas.
*Hace un dibujo bastante exacto del símbolo en su propio diario* (INT +11)
Después de eso, ya no quedaba más que hacer allí. No había manera de seguir ningún rastro, ni de salvar la zona afectada ya. Lo que había sido destruido, tardaría años en volver a recuperarse...así es la naturaleza. Así que todos volvimos a neves, a lamentarnos de lo ocurrido y el no poder hacer nada....nada....
Un relato más descriptivo hubiera sido premiado, dada la participación acertada del pj. Sin embargo la escena no es mia. Y a pesar de ello te aliento a continuar escribiendo...
Fue casualidad encontrármelos. Tensei y Estela en el hospicio. Yo paré para beber agua antes de seguir mi camino hacia Abdar y Estela se mostró de lo más amigable. Me sorprendió mucho, pero no hice ningún comentario. Durante todo el viaje se mostró amigable y pacífica conmigo, y es algo de agradecer. Fue ella de hecho la que insistió en que me acompañaban a la guarida de hoscaluz para que yo pudiera picar esmeralda. Seguro que no se esperaba lo que aconteció después.
El camino hacia la guarida transcurrió sin sobresaltos mayores. Alguna patrulla gnoll por aquí, algun grupo de oso polares por allá, lo de siempre. Hacía mucho frío, la verdad...aunque imagino ni ni Tensei ni Estela lo sentían tanto como yo. Llegamos al pantano, algo me olía mal desde el principio. Estaba todo demasiado tranquilo, por no haber no había ni elementales de agua, aunque no estoy segura de que ellos se percataran de eso. Enfrentarnos a hoscaluz no era jugar con un trasgo, es algo más. Hay que ir preparado sí o sí.
Entramos dentro de la guarida, bastante más frío que afuera, si es que se puede más. Mis pies mojados por el pantano parecían estar a punto de congelarse y apenas sentía las puntas de mis dedos. Conjuré un poco de magia para entrar en calor...nunca se debe enfrentar a un enemigo poderoso con los dedos frios, nunca.
Avanzamos prudentemente al principio, hasta que Tensei divisó al dragón y se lanzó rápidamente contra él. No parecía que intentara golpear al dragón, sino más bien estaba bailando alrededor de él, saltando y esquivando las garras de éste. Creo que no le llegó ni a rozar una vez, ni el dragón a Tensei, ni Tensei al dragón. Pero evidentemente esa era la intención de Tensei. Estela y yo intentamos tomar posiciones cerca del dragón, pero lo suficientemente alejadas para que no se girara a nosotras. Estela quedó congelada por el miedo en esos momentos, no sabía qué hacer, se quedo en el sitio. No puedo negar no haber temido, siempre se teme cuando te enfrentas a un dragón, pero por suerte había protegido mágicamente mi mente y pude ganar ese pulso al miedo. Conjuré mis más poderosos conjuros contra hoscaluz, y sucumbió a ellos, desmayándose en el sitio y dejándonos sus tesoros al alcance. Después de coger su tesoro me puse a trabajar la esmeralda que tan celosamente guarda.
Cuando ya casi había terminado de picar la esmeralda, algo nos sobresaltó. Casi una decena de pequeñas crías de dragón intentó atacarnos. Rápidamente solté el cincel y conjuré sobre ellas, de cada uno de mis dedos salió una flecha de fuego que las hizo arder, dejándolas sin vida en el acto. Decidimos que esa era la señal para salir de inmediato del lugar. Intentamos salir, pero dos dragones adultos nos bloqueaban el camino. A penas me quedaba mágia, y tuvimos que eliminarlos a mano, una batalla dura de la que nadie salió ileso. Tensei blandiendo su escudo defensivamente, Estela usando su fuerza innata, y yo...bueno...yo hacía lo que podía.
Ciertamente las cosas se estaban complicando más de lo que me habría gustado por un puñado de esmeraldas y había que irse de ahí cuanto antes. Salimos a fuera, pero a pesar de lo que yo habría esperado, el frío era ahora igual o incluso mayor que adentro... No había tampoco elementales de agua por ningún lado. Mala espina. Seguimos corriendo hacia la salida del pantano, pero algo inesperado se interpuso en nuestro camino...algo a mi parecer, fuera de nuestras posibilidades en esos momentos.
Un dragon blanco anciano, de los más venerables y poderosos, el frío que emanaba lo podía sentir a 50 pies de distancia, sus escamas brillaban y reflejaban el sol en su blanco más puro. Conocía a Estela. Ambos se insultaron y amenazaron, pero ninguno dio el primer paso. Tensei se mantenía alerta, y yo tensa, pensaba con la rapidez del diablo para encontrar un plan de huida. Bendita sea mi privilegiada mente, que mientras el dragón me hablaba podía seguir pensando en eso.
Quizá cometí un error estupido. Le dije que había venido sólo a por esmeraldas. Parece ser que esas piedras verdes significaban mucho para él, pues textualmente me dijo "por eso ahora morirás, arcana". Yo no dije nada, pero le sonreí y pensé "Tarde, amigo". Ya tenía el plan perfecto de huida. Tensei y Estela se lanzaron contra el dragón para combatirlo. Tensei a penas conseguía alcanzarle con el arma. El dragón era enorme, pero ágil como un lince. Me estremecía de escuchar el ruido de sus garras chocando contra el arma de Estela. Qué fuerza tiene!
Rápidamente evalue las posibilidades de victoria del enfrentamiento. Tensei no conseguía dañarle, Estela tampoco, y yo no tenía más que un par de malos trucos de mago que usar. Era cuestión de tiempo que el dragón se hiciera con la victoria....y entonces...actué.
Imagino que no se dieron cuenta, mientras batallaban me eché la túnica por encima, corrí hacia mis aliados y les puse a cada uno una mano en el hombro. Las palabras correctas, el tirón a la manga de la túnica...y POOF!! Del frío más helado al calor más sofocante. El Oasis del desierto. A saber qué cara se le quedó al dragón cuando desaparecimos así delante de sus narices.
Regla número de uno del bueno mago. Ten siempre un plan de huida.
Regla número dos. Si no lo tienes, piénsalo.
Me levanté de descansar, hacía algo de fresco y al salir de la posada tuve que ceñirme fuertemente la capa. El viento azotaba mi cara y tuve que ponerme la capucha tapándome todo el rostro. Caminaba tranquila hacia las puertas al norte de la ciudad, cuando me encontré con un crío armado que me dijo que no saliera a fuera, que estaba todo muy oscuro, y había una batalla en marcha.
Me retiré la capa para tener más movilidad y salí corriendo de la villa. Estaba todo muy oscuro, a penas podía ver a más de 2 metros de distancia al principio, pero gracias al conjuro de visión verdadera todo quedó más claro. Había mucha gente...Tensei, Dana, Hidan, Daya, y muchos más y estaban peleando contra prácticamente un ejército...dividido en pequeños grupos, los cuales parecían estar liderados por magos de cierto poder. Al acercarme un poco a la batalla, todo quedó claro. Eran Zhentarim. Una batalla terrible...muchos heridos, esos bandidos de los Zhentarim golpean fuerte de verdad. Estuvo a punto de caer dana en el combate y todo, muchos heridos. Tuve que usar una tromba de magia, casi todos mis conjuros en poco tiempo. Extenuante. Estuve a punto de ser alcanzada en varias ocasiones por sus espadas...había incluso ginetes montados. Flechas de fuego, orbes ácidos, trombas de meteoros salieron de mis manos. Habían rodeado a Tensei, y estaba herido. Ahí gaste ya toda mi magia, tenía que protegerle. Es mi amigo.
Aun hubo un par de ataques más de ese grupo, y en uno de ellos me alcanzaron un brazo. Menudo golpe...si no llego a estar con mis conjuros, creo que lo habría perdido. Sentí como la espada intentaba arrancarme el alma además del brazo...me asusté por un momento, pero me recompuse y devolví la estocada, alcanzando, quizá por suerte el corazón de mi enemigo.
Sin duda fue una batalla terrible, y eso que sólo presencié la mitad. Han dicho que volverán...y yo les estaré esperando...lista para defender esta villa...que ahora se ha convertido ...en mi villa también.
Cuando llegué había gente en estado de alerta fuera de las murallas. Estaban reunidos, mirando a un grupo de cachorros lobo. Me acerque a Syra, la abrace un momento. Ella estaba nerviosa. No entendía qué pasaba, el grupo de cachorros de lobo hizo un pequeño ritual totalmente imposible de entender para mi, después uno de los lobos pareció acercarse a nuestro grupo, aulló algo, y se fueron.
En ese momento no supe qué podría ser, más tarde me cree una hipótesis. Querían advertirnos.
Nos acercamos a las puertas de la villa. Estaban cerradas, imposibles de abrir o derrumbar. Lo peor no era eso, sino los gritos de terror, miedo y socorro que se escuchaban desde el interior. Estremecedor. La impotencia se apoderaba de nosotros, no podíamos entrar, pero era lo único que sabíamos que teníamos que hacer, cada vez era más insoportable escuchar esos gritos sin poder hacer nada.
De una manera que todavía desconozco, acabamos dentro...pero en otro plano u otro tiempo. La villa vacía de gente, no había nada al principio, como se hubieran atacado y no hubieran dejado ningún superviviente. No teníamos muchas opciones, así que se decidió seguir avanzando hacia el centro de la villa. Hombres lobo. Cientos...un ejército entero, cada vez más poderosos, nos atacaban a cada paso que dábamos. Peleamos durante mucho rato, eramos un grupo bastante poderoso, y pudimos aguantar bien el empujón. De pronto, silencio. Un silencio aterrador.
Una figura se apareció en el sur. Parecía un hombre vestido como un caballero, con una espada doble que zumbaba. Una inconsciente de nuestro grupo se lanzó contra él...y este de un sólo golpe la dejo inconsciente. De un sólo golpe... Se acercó a nosotros, y se dispuso a hablar. En esos momentos todavía no sabíamos quien era, ni la más mínima sospecha...El hombre intentó persuadirnos que la culpa de todos los males que nos pasaban era de Syra, que era ella la que dejaba que una licántropa, Main, paseara libremente por nuestras calles y nuestros campos. Hubo gente que empezó a mirar mal a Syra, lo sé, yo lo vi. Le miraban mal, como si pudieran juzgarla sin saber quién era y el por qué de las cosas...pero la juzgaban, y se veía la desconfianza en su mirada. Syra se puso muy nerviosa, casi histérica, y estuvo apunto de disparar contra el hombre. Tuve que ponerme en medio, para evitar un desastre. No teníamos nada que hacer contra él.
Hubo insultos, amenazas e incluso alguna verdad dolorosa, como que Destello estaba ya muerta. Eso hizo que Syra casi se derrumbe, y no se lo quiso creer, pero algo dentro de ella imagino que sospechaba que era así.
No me fiaba de ese hombre en absoluto, y estaba atenta a cualquier movimiento que pudiera realizar. Parecía que se iba a ir...y de pronto lo vi como se le tensaban los músculos de los brazos, y rápidamente entendí que antes de irse quería causar aun una baja. No cedí ante el miedo, si alguien podía bloquear ese ataque de los presentes, era sin duda yo. Fueron dos ataques, tan sólo dos, pero con una fuerza y a una velocidad vertiginosa. El primero conseguí esquivarlo tirando todo mi cuerpo hacia atrás, noté como el zumbido de la espada me pasaba justo por delante de la cara, y enseguida vino el segundo golpe con la otra parte de la espada de doble filo. No me daba tiempo a esquivarlo, era imposible...un golpe podría ser suficiente para acabar conmigo. El filo de la espada estaba ya encima de mi, el zumbido era tan intenso que me molestaban los oídos. Un golpe de suerte quizá, al intentar incorporarme levantando los brazos, la espada dio en mi escudo, y el golpe quedó desviado hacia mi brazo en vez de hacia el pecho...y él desapareció.
Intentamos pensar una manera poco arriesgada de salir de allí después de eso, pero los continuos ataques de hombres lobo de gran poder, cada vez más y más poderosos, no nos dejaban la libertad necesaria para pensar en esas cosas. Me pareció ver que perdíamos a Syra, y también a un elfo arquero, los dos a manos de los hombres lobo. Realmente ya no me quedaban muchos conjuros, era todo cuestión de tiempo si no salíamos de allí pronto. Finalmente, Merlinus decidió que aunque era arriesgado, era lo único que se podía hacer, y abrió un portal a sundabar. Todos pasamos por él...pero no se sabe como, Merl, Syra, Keila, Gwen y yo acabamos en otro plano, otro lugar...bastante oscuro y siniestro.
La confusión era generalizada, al principio nadie sabía qué hacíamos allí y mucho menos dónde estábamos ni como habíamos llegado. Era una sensación extraña estar allí, parecía real e irreal al mismo tiempo. Nunca antes me había sentido así. La situación se aclaró un poco más tarde. Esto era un sueño de Syra, una especie de sueño, porque tenía consecuencias reales.
Un hombre misterioso, Destello y Make atados, enfrentados en dos sillas. Syra tenía que elegir. Por mucho que intentó negociar su vida por la de sus dos amigas, el hombre misterioso, del cual todavía hoy no conocemos su identidad, se lo negaba todo. Tan sólo podía elegir. Finalmente, a regañadientes, Syra tuvo que elegir, eligió a destello, pensando que no podía dejar a Aarón sin su madre.
Para mi sorpresa, después tuvimos que elegir nosotros. No tenía ninguna duda, y confié plenamente en la decisión de Syra, a ciegas. Eso es lo que hacen los amigos en momentos así, eso es lo que habría hecho Silea por mi. Merl también eligió a destello, pero Gwen y Keila eligieron a Make. Un chasquido del hombre misterioso, y tanto una como la otra quedaron desatadas...y se nos reveló la verdad. Ambas llevaban muertas hace tiempo, asesinadas por el hijo de Destello, Aaron....al cuál nosotros habíamos conocido como Oscuridad. Según parece Torduaz había conseguido corromperlo, llevarlo hacia su lado y que matara a su propia madre y a su tía. Syra no podía creerlo. Después se nos reveló qué haciamos ahí. Un enfrentamiento, la dama blanca y los elegidos, contra su prima Make y los elegidos de esta. La luz contra la oscuridad dijeron.
Syra tuvo que elegir entre Merli o yo para pelear a su lado. Me eligió a mi, lo que me llenó de orgullo por dentro. Amigas hasta el final, hasta la muerte. Se dio la señal para iniciar el enfrentamiento y avanzamos contra nuestras amigas y Make. Syra y yo nos negamos a atacar a nuestra gente, pero Destello parecía estar motivada por algo, y mató rápidamente a su prima...la cual no pareció siquiera defenderse.
Aparentemente Destello enloqueció, atacó a Merli, a Gwen y a Keila, intentando matarlas. Aparentemente.
Yo creo que no fue así. Ningún conjuro llego a darles ni a Gwenn ni a Keila. Y eso que se lanzaron muchos. Pienso que tan sólo quería provocarnos, para que la matáramos a ella también...y así pudiera su alma por fin descansar en paz. Si ya estaba muerta, eso es lo único que podía querer, dejar de sufrir.
Una nota en el cuerpo de Destello. Por un lado, una nana, la nana de Main. Syra la cantó, triste. Por el reverso de la nota una frase muy importante. "El daño que te hagas a ti se lo harás también a Main".
Después despertamos...y todavía la gente estaba confundida. Vimos a Main...crecida, más mayor, adolescente. Había pegado ya el estirón, y llevaba un libro, eso me tranquilizó...y me fui a descansar.
