

Era de buena mañana cuando coincidieron en el teatro Keila y Daya, se presentaban a las pruebas para la contratación de trovadores que se estaba realizando, dispuestas a mostrar aquello que mejor se les daba, actuar.
Primero comenzó Keila, una canción dedicada al teatro mismo, una gran interpretación, tras ella Daya con una melodía representando con los sonidos de la flauta los distintos estadios del día, igualmente una fabulosa interpretación… pero el secretario de la dama para los asuntos del teatro y la secretaria del mismo no estaban conformes sólo con eso. Quisieron ver más y la llegada casual del maestro Relenar hizo que la secretaria propusiese una improvisada obra de teatro con un argumento cuanto menos, curioso. He aquí la desternillante actuación.

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Dolorido y casi inservible momentáneamente, Relenar, se levantó como pudo. Daya demostró que los retos le agradan cumpliendo con lo propuesto maliciosamente por el secretario. Toda una escena de los tres trovadores, sin duda será impresionante verles el día de la reapertura.