Caprichos del destino
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Caprichos del destino
http://www.youtube.com/watch?v=7GKJmdqL ... re=related
Un nuevo amanecer gris en la villa, era muy temprano y el pregonero, ya cantaba la hora.
Me estiré, aún perezoso y me levanté de la cama, Yäroth aún dormía así que me bajé a la plaza y me acerqué al pozo.
Allí estaban Keila y Beli..
Keila es.. Un poco pilla, que digo un poco, es bastante revoltosa, me recuerda a mí a veces.
Y Beli, es alocada también, siempre va con una sonrisa y eso me hace sentirme bien.
Estuvimos charlando un rato y vi como Beli, sacaba de su zurrón unas frutas pequeñitas.
- ¿Qué es eso Beli?
- ¡Son bayas!
Me contestó, con entusiasmo.
- Uhmm ¿Me das una para que la pruebe?
- Sí, sí, claro
Al principio no noté sabor.. pero a medida que iba masticando, una sensación de nuevos sabores inundaba mi paladar.
A esto que llegaba Yäroth.
- ¡Buenas! Uh.. ¿Qué comes Izhân? Tengo hambre..
- Son bayas, me las ha dado Beli.
- ¿Bayas? Beli.. ¿Me das una?
- ¡Al final os las voy a tener que cobrar!
Dijo la elfa, riendo luego.
- ¿Dónde las consigues?
Pregunté.
- Pues en el bosque
- ¡Claro, pero primero hay que lavarlas!
Dijo Keila.
- ¿Lavarlas..?
Pregunté, esperandome lo peor.
- Claro, están en el bosque, y los animales pues hacen sus necesidades cerca de los arbustos, es normal.
Dijo Beli, mientras yo sacaba la lengua muy despacio..
- Pero.. Estas están lavadas.. ¿No?.
Preguntó mi hermano.
- Uy pues..
Dijo Beli, negando
- ¿No te has fijado en que tenia cositas negras?
Y entonces se me revolvió el estómago.. Nos la habian jugado bien jugada..Y cómo no, vomité junto a la fuente.
- ¡Ag! ¡Ya os vale!
Y empezaron a reir.
Al cabo de un rato, se me fue asentando el estómago y entonces mi hermano dijo.
- ¿Porqué no vamos a por bayas al bosque? Están riquísimas.
- ¡Sí! ¡Me parece bien!
Dijeron las chicas, con entusiasmo.
- Puees ¡Andando!
Y empecé a andar, a medida que caminabamos, más gente se unía al paseo, un paladín llamado William.. Otro caballero, que no recuerdo su nombre, sólo se que llevaba una bonita yegua consigo, y un arcano, Amion.
Pero el grupo aún no estaba completo, dejamos atrás a mi hermano, y cuando me dí cuenta pregunté
- ¿Y mi hermano?
- Está con Daya atrás, vienen en seguida.
Me aclaró Beli.
Daya es bastante agradable, aunque tiene un genio un poco.. En fin, que cuando se enfada, mejor correr si no quieres que te de una patada en el trasero.
Pero la mayoría de las veces, es dulce, me gusta cuando camina balanceandose y esquivando los charcos.
¡Se me olvidaba! Daya, Keila y una elfa llamada Gwenn, forman un grupo de actuaciones.
Cuando ya estabamos todos, nos adentramos en el bosque, mientras caminabamos, un temblor de tierra hizo que nos parasemos, al poco pasó.. Y no le dimos mucha importancia. Recogimos unas pocas bayas y luego fuimos a descansar a un refugio cerca del bosque.
Nos sentamos junto al fuego y me llamo la atención un mapache que pululaba por allí, era bastante regordete y gracioso.
De pronto, la yegua del caballero empezó a relinchar, algo nerviosa.
- ¿Qué le pasa al caballito?..
Preguntó Keila, mirándo hacia la yegua.
El caballero se levantó e intentó tranquilizar a la yegua, cuando volví a buscar al mapache, éste se escondía tras las ramas de los arboles también asustado.
- ¿Qué es lo que pasa? Los animales están muy nerviosos..
Dije, levantandome y llevando la mano a la empuñadura de mi espadón.
Y de golpe, de entre las ramas, apareció una enorme araña.. Levantando sus patas delanteras, amenazante..Tenía dos enormes colmillos que chorreaban una cosa biscosa.. Y sus ojos nos miraban.
- ¡Cuidado!
- A..Araña..
Dijo Keila, agarrando la mano de Daya, asustada.
- ¡Ah que asco! ¡Que se vaya!
Daya gritaba, cerrando los ojos, le daban pavor las arañas.. Y bueno, ésa más.. Era enorme.. Hasta yo me asusté, no lo voy a negar.
Vimos que, la araña no atacaba.
- ¿Sabeis hablar araño?
Dijo Keila.
Yo lo intenté, pero no.. El araño no es lo mío.
Entonces una silueta femenina bajó de un árbol cercano, llevaba un arco y un carcaj de flechas a la espalda.
- Szaajs..
Dijo la extraña mujer, hacia la araña.
- ¿Quien eres tú?..
Pregunté.
- ¿Yo?..
- Sí, tú.. Tu araña nos ha asustado y por poco nos come, mujer ¿Cual es tu nombre?
- Los nombres son cosas bonitas, pero no sirven para nada.
Contestó la mujer. La verdad.. Me llamó la atención nada más aparecer.
- Entonces ¿Cómo nos podemos dirigir a tí?
- Ya los has hecho, "Mujer"
Y emitió una leve carcajada.. No sé si fue a mí, pero su risa me resultó dulce.
- Ahora si me dejais, quiero sentarme.
Ella siempre hablaba con un tono seco, directo y cortante.
Se acercó hacia el fuego y se bajó la capucha.
Ella también era diferente.. Tenía el pelo rojo, recogido en una larga coleta, y de su frente, asomaban dos pequeños cuernos..Y sus ojos, sus pupilas eran alargadas, cómo las de un gato.. Y su mirada, parecía que ardía fuego en ella.. Pero quizás sólo sean cosas mías..
Me puse de cuclillas, guardando las distancias, y clavé el espadón en el suelo, observando a la extraña mujer.
El caballero y el paladín, se quedaron atrás, parecían estar alerta.
Keila y Daya, seguian juntas, desconfiadas..Pero Beli, se sentó a su lado, tan tranquila, parece que le cayó bastante bien.
Estuvimos hablando un rato, la mujer tenía un humor bastante negro, pero a mí, me divertía.
- Szaajs..
Y le hizo un gesto a la araña que ésta, se puso delante de la salida.
- ¿Qué estás haciendo? Dile a tu araña que se aparte ahora.
Dijo uno de los caballeros, si mal no recuerdo.
Me levanté cogiendo el espadón.
- Bah.. Sólo está aburrida, y cómo no para de dar tumbos de aquí para allá, se distrae intentando ponernos nerviosos.
Dijo mi hermano, él parecía tranquilo.
- Mh.. Un muchacho observador
Dijo la mujer, volviendo a hacer un gesto a la araña, que se apartó, dejandonos paso.
Pensé que quizás.. Ella podría ayudarme.. Ella era distinta..Me comía la curiosidad por saber más..De ella y de lo que podría pasarme a mí.
Fueron saliendo del refugio, y yo quise hablar de nuevo con ella.. El paladín no me dejaba quedarme sólo con ella, no sé porqué..Así que arranqué una hoja de mi cuaderno y le escribí un mensaje.
- ¡Eh, Mujer!
Y le lancé el papel.
Despues salimos..Y yo no podía apartar su rostro de mi cabeza.. Me daban ganas de volver allí pero no debía hacerlo.
Un nuevo amanecer gris en la villa, era muy temprano y el pregonero, ya cantaba la hora.
Me estiré, aún perezoso y me levanté de la cama, Yäroth aún dormía así que me bajé a la plaza y me acerqué al pozo.
Allí estaban Keila y Beli..
Keila es.. Un poco pilla, que digo un poco, es bastante revoltosa, me recuerda a mí a veces.
Y Beli, es alocada también, siempre va con una sonrisa y eso me hace sentirme bien.
Estuvimos charlando un rato y vi como Beli, sacaba de su zurrón unas frutas pequeñitas.
- ¿Qué es eso Beli?
- ¡Son bayas!
Me contestó, con entusiasmo.
- Uhmm ¿Me das una para que la pruebe?
- Sí, sí, claro
Al principio no noté sabor.. pero a medida que iba masticando, una sensación de nuevos sabores inundaba mi paladar.
A esto que llegaba Yäroth.
- ¡Buenas! Uh.. ¿Qué comes Izhân? Tengo hambre..
- Son bayas, me las ha dado Beli.
- ¿Bayas? Beli.. ¿Me das una?
- ¡Al final os las voy a tener que cobrar!
Dijo la elfa, riendo luego.
- ¿Dónde las consigues?
Pregunté.
- Pues en el bosque
- ¡Claro, pero primero hay que lavarlas!
Dijo Keila.
- ¿Lavarlas..?
Pregunté, esperandome lo peor.
- Claro, están en el bosque, y los animales pues hacen sus necesidades cerca de los arbustos, es normal.
Dijo Beli, mientras yo sacaba la lengua muy despacio..
- Pero.. Estas están lavadas.. ¿No?.
Preguntó mi hermano.
- Uy pues..
Dijo Beli, negando
- ¿No te has fijado en que tenia cositas negras?
Y entonces se me revolvió el estómago.. Nos la habian jugado bien jugada..Y cómo no, vomité junto a la fuente.
- ¡Ag! ¡Ya os vale!
Y empezaron a reir.
Al cabo de un rato, se me fue asentando el estómago y entonces mi hermano dijo.
- ¿Porqué no vamos a por bayas al bosque? Están riquísimas.
- ¡Sí! ¡Me parece bien!
Dijeron las chicas, con entusiasmo.
- Puees ¡Andando!
Y empecé a andar, a medida que caminabamos, más gente se unía al paseo, un paladín llamado William.. Otro caballero, que no recuerdo su nombre, sólo se que llevaba una bonita yegua consigo, y un arcano, Amion.
Pero el grupo aún no estaba completo, dejamos atrás a mi hermano, y cuando me dí cuenta pregunté
- ¿Y mi hermano?
- Está con Daya atrás, vienen en seguida.
Me aclaró Beli.
Daya es bastante agradable, aunque tiene un genio un poco.. En fin, que cuando se enfada, mejor correr si no quieres que te de una patada en el trasero.
Pero la mayoría de las veces, es dulce, me gusta cuando camina balanceandose y esquivando los charcos.
¡Se me olvidaba! Daya, Keila y una elfa llamada Gwenn, forman un grupo de actuaciones.
Cuando ya estabamos todos, nos adentramos en el bosque, mientras caminabamos, un temblor de tierra hizo que nos parasemos, al poco pasó.. Y no le dimos mucha importancia. Recogimos unas pocas bayas y luego fuimos a descansar a un refugio cerca del bosque.
Nos sentamos junto al fuego y me llamo la atención un mapache que pululaba por allí, era bastante regordete y gracioso.
De pronto, la yegua del caballero empezó a relinchar, algo nerviosa.
- ¿Qué le pasa al caballito?..
Preguntó Keila, mirándo hacia la yegua.
El caballero se levantó e intentó tranquilizar a la yegua, cuando volví a buscar al mapache, éste se escondía tras las ramas de los arboles también asustado.
- ¿Qué es lo que pasa? Los animales están muy nerviosos..
Dije, levantandome y llevando la mano a la empuñadura de mi espadón.
Y de golpe, de entre las ramas, apareció una enorme araña.. Levantando sus patas delanteras, amenazante..Tenía dos enormes colmillos que chorreaban una cosa biscosa.. Y sus ojos nos miraban.
- ¡Cuidado!
- A..Araña..
Dijo Keila, agarrando la mano de Daya, asustada.
- ¡Ah que asco! ¡Que se vaya!
Daya gritaba, cerrando los ojos, le daban pavor las arañas.. Y bueno, ésa más.. Era enorme.. Hasta yo me asusté, no lo voy a negar.
Vimos que, la araña no atacaba.
- ¿Sabeis hablar araño?
Dijo Keila.
Yo lo intenté, pero no.. El araño no es lo mío.
Entonces una silueta femenina bajó de un árbol cercano, llevaba un arco y un carcaj de flechas a la espalda.
- Szaajs..
Dijo la extraña mujer, hacia la araña.
- ¿Quien eres tú?..
Pregunté.
- ¿Yo?..
- Sí, tú.. Tu araña nos ha asustado y por poco nos come, mujer ¿Cual es tu nombre?
- Los nombres son cosas bonitas, pero no sirven para nada.
Contestó la mujer. La verdad.. Me llamó la atención nada más aparecer.
- Entonces ¿Cómo nos podemos dirigir a tí?
- Ya los has hecho, "Mujer"
Y emitió una leve carcajada.. No sé si fue a mí, pero su risa me resultó dulce.
- Ahora si me dejais, quiero sentarme.
Ella siempre hablaba con un tono seco, directo y cortante.
Se acercó hacia el fuego y se bajó la capucha.
Ella también era diferente.. Tenía el pelo rojo, recogido en una larga coleta, y de su frente, asomaban dos pequeños cuernos..Y sus ojos, sus pupilas eran alargadas, cómo las de un gato.. Y su mirada, parecía que ardía fuego en ella.. Pero quizás sólo sean cosas mías..
Me puse de cuclillas, guardando las distancias, y clavé el espadón en el suelo, observando a la extraña mujer.
El caballero y el paladín, se quedaron atrás, parecían estar alerta.
Keila y Daya, seguian juntas, desconfiadas..Pero Beli, se sentó a su lado, tan tranquila, parece que le cayó bastante bien.
Estuvimos hablando un rato, la mujer tenía un humor bastante negro, pero a mí, me divertía.
- Szaajs..
Y le hizo un gesto a la araña que ésta, se puso delante de la salida.
- ¿Qué estás haciendo? Dile a tu araña que se aparte ahora.
Dijo uno de los caballeros, si mal no recuerdo.
Me levanté cogiendo el espadón.
- Bah.. Sólo está aburrida, y cómo no para de dar tumbos de aquí para allá, se distrae intentando ponernos nerviosos.
Dijo mi hermano, él parecía tranquilo.
- Mh.. Un muchacho observador
Dijo la mujer, volviendo a hacer un gesto a la araña, que se apartó, dejandonos paso.
Pensé que quizás.. Ella podría ayudarme.. Ella era distinta..Me comía la curiosidad por saber más..De ella y de lo que podría pasarme a mí.
Fueron saliendo del refugio, y yo quise hablar de nuevo con ella.. El paladín no me dejaba quedarme sólo con ella, no sé porqué..Así que arranqué una hoja de mi cuaderno y le escribí un mensaje.
- ¡Eh, Mujer!
Y le lancé el papel.
Despues salimos..Y yo no podía apartar su rostro de mi cabeza.. Me daban ganas de volver allí pero no debía hacerlo.
Re: Caprichos del destino
http://www.youtube.com/watch?v=p01JgxQ7 ... re=related
Capítulo II : Protección
Salimos de aquel lugar y volvimos a adentrarnos en el bosque..Parecía que todo había acabado, pero no.. De nuevo, la araña nos saltó a todos y empezó a atacar a unos Osgos que había más adelante.
- ¡Nos ayuda!
Dijo Beli, mientras todos observabamos extrañados a la criatura.
Entonces, tal y cómo dijo la cazadora, la araña comenzó a poner huevos dentro del cadáver de los Osgos y luego subió a un árbol, alejándose, o éso quería que pensasemos.
- Tenemos que destruir los huevos.. Si no el bosque se verá infectado de arañas cómo ella.
Dijo Beli.
Mi hermano y yo, intentabamos hacerles entrar en razón, la araña seguía cerca, vigilando sus huevos, si los atacaban, atacaría..
Pero no nos escuchaban. Daya le tendió una flecha a Beli, y ésta, disparó hacia el cadaver..Y cómo nos imaginabamos Yäroth y yo, la araña saltó del árbol y atacó a Beli.
Intentamos defendernos y la araña hirió de gravedad a mi hermano. Lo cogí a cuestas tan rápido como pude.
- ¡Vamos, tenemos que salir de aquí!
Salí corriendo del bosque y llegué a la villa. Dejé a mi hermano en la posada y corrí al bosque de nuevo a buscar a las chicas.
Cuando llegué sólo había sangre en el suelo, ni rastro de ellas. Grité sus nombres pero nadie contestaba.. Me temía lo peor.
Volví de nuevo a la ciudad a pedir ayuda, y me encontré a un elfo, nisiquiera nos dió tiempo a presentarnos, le expliqué lo sucedido y subimos hacia la habitación.
- Uhm.. Esto tiene mala pinta, necesitaríamos un clérigo..O antídotos
- ¡No hay tiempo para clérigosni antídotos! Lo haré a la antigua.
Me agaché y absorví el veneno con la boca, mientras que el elfo limpiaba las heridas con una venda empapada en un líquido curativo.
Cuando sacamos el veneno, dejé una nota a mi hermano y marchamos a toda prisa.
Recorrimos todo el bosque.. Y ni rastro, ante mi sorpresa, el elfo se transformó en un lobo..Pero no había tiempo para preguntas.
Seguimos buscando sin cesar, hasta que, tras unas ramas, en lo que parecía ser el bosque, escuché el crujido de unas maderas quemándose.
Nos adentramos más en el lugar y allí estaban.. Keila, Daya y la extraña mujer, sentadas alrededor de una hoguera.
- ¿Dónde está Beli?
Dije, algo alterado.
- Está bien Izhân.. Esta mujer la ha curado.
Contestó Daya, estaba asustada, cómo Keila, aunque parecía que se alegraban de que estuviesemos allí.
Asentí y me acerqué.. Volver a verla de nuevo me había hecho sentir un escalofrío.
- Vuestra amiga se pondrá bien, aunque tardará tiempo en recuperar los músculos perdidos.
Dijo la cazadora, siempre tan directa.
- ¿Sabes Izhân?.. Los huevos no pueden nacer sin un macho..
Dijo Keila, agachando la cabeza.
- Si nos hubierais hecho caso..
Dije, suspirando.
- Vale.. ¿Nos lo vas a echar en cara toda la vida?
Negué, comprendía por lo que debian estar pasando y guardé silencio.
- ¿Nos vas a dejar irnos?..
Dijo Daya, mirándo a la mujer.
- Oh.. ¿No os quedais a cenar?
- ¿A cenar? Deja que adivine lo que hay para cenar..
Le contesté, desconfiado.
- Uhm.. Pues cecina ¿no vais a querer?
- ¿Cecina?
Contestamos todos a la vez. Escuchamos a Beli hablando en sueños, y la mujer se levantó.
- Esperad aquí
Dijo, metiendose en la tienda.
Miré a las dos chicas y al elfo, que estaba sentado más apartado, mirándo hacia la tienda, parecía muy preocupado.
- ¿Creeis que nos dejará ir..?
Dijo Daya, con tristeza.
- Seguro que sí, no os preocupeis..
No sabía que hacer para animarlas.. La situación era un tanto.. Preocupante.
- Daya.. ¿Recuerdas lo que te dije hace un par de lunas en la villa?
Ella me miró.
- ¿El qué?
Dijo, ladeando la cabeza.
- Que te dejaría oir una poesía mía, pero alrededor de una hoguera.. Que mejor momento que este ¿verdad?
Y la sonreí, intentando calmarla, ella me devolvió la sonrisa y dijo.
- Sí, que mejor momento que éste..
Entonces, miré hacia el fuego, no me había traido el cuaderno, así que improvisé..
" Y llega la tormenta.. Oigo los truenos y la lluvia moja mi cuerpo, pero no me importa, sólo te miro a tí..Cae la noche y sigo aquí..Me es imposible no sonreir.. La gente me mira pero no me importa.. Sólo te miro a tí..Ondea tu pelo bailando con el viento, al compás de una melodía que sólo tú escuchas..te oigo cantar.. Y yo sólo..sólo te miro a tí.."
Ambas sonrieron al acabar de recitar y Keila me dijo.
- Lo haces muy bien.. ¿Porque no te dedicas a esto?
- ¿Yo?
Dije, riendo.
- Sería gracioso.. Un guerrero con un espadón de medio metro y recitando poesía por ahí-
- No tiene porque..
Dijo Daya.
Al poco, de la tienda salió la mujer con Beli, que caminaba con un bastón
Nos levantamos, sus rostros, incluso el mío, cambiaron. Era un alivio ver que seguía viva.
- Gracias Mujer
Dije, mirando a la cazadora..Entonces, me miró, clavando sus ojos en los míos.. De nuevo volví a ver ese fuego.. ese fuego intenso. Se acercó a mí, despacio.. Caminando con la mayor sensualidad que mis ojos habian visto antes..Se plantó delante de mí y sólo me miraba.
- Tienes unos ojos preciosos.. ¿Porqué los escondes?.
Le dije.. No se muy bien porqué.. Pero me salió así. Ella no me contestó, miró a un lado, girándose y dijo.
- Podeis marcharos cuando querais.
Yo sonreí.. Había algo.. Algo en esa mujer que me hacia perder la cabeza.. ¿Qué podría ser?.. Tantas cosas.. Ese color de su pelo, sus ojos de fuego.. O su risa.. Esa risa suave, incluso sensual que aveces dejaba oir..
Seguía sin saber su nombre, pero no me importaba.. Seguí mirándola, sin darme cuenta habían pasado ya unos minutos.
Las chicas caminaban despacio, y la cazadora volvió a hablar, sentandose en el tronco de detrás.
- Marchaos ya, antes de que me arrepienta.
Giré de nuevo la cabeza para volver a verla y comencé a andar junto a las chicas.
Conseguimos salir del bosque, y nos encontramos a mi hermano, que iba con el arcano, Amion, y el caballero de la yegua.
Se alegró de vernos sanos y salvos y comenzamos a andar hacia la villa. Me quedé atrás un instante y no sé porqué, volví a mirar atrás.. Quizás porque en el fondo..deseaba volverla a ver.
// Algo se me habrá olvidado >.< xD y la poesia no fue exactamente así pero bueno, espero que os haya gustado igualmente =)
Capítulo II : Protección
Salimos de aquel lugar y volvimos a adentrarnos en el bosque..Parecía que todo había acabado, pero no.. De nuevo, la araña nos saltó a todos y empezó a atacar a unos Osgos que había más adelante.
- ¡Nos ayuda!
Dijo Beli, mientras todos observabamos extrañados a la criatura.
Entonces, tal y cómo dijo la cazadora, la araña comenzó a poner huevos dentro del cadáver de los Osgos y luego subió a un árbol, alejándose, o éso quería que pensasemos.
- Tenemos que destruir los huevos.. Si no el bosque se verá infectado de arañas cómo ella.
Dijo Beli.
Mi hermano y yo, intentabamos hacerles entrar en razón, la araña seguía cerca, vigilando sus huevos, si los atacaban, atacaría..
Pero no nos escuchaban. Daya le tendió una flecha a Beli, y ésta, disparó hacia el cadaver..Y cómo nos imaginabamos Yäroth y yo, la araña saltó del árbol y atacó a Beli.
Intentamos defendernos y la araña hirió de gravedad a mi hermano. Lo cogí a cuestas tan rápido como pude.
- ¡Vamos, tenemos que salir de aquí!
Salí corriendo del bosque y llegué a la villa. Dejé a mi hermano en la posada y corrí al bosque de nuevo a buscar a las chicas.
Cuando llegué sólo había sangre en el suelo, ni rastro de ellas. Grité sus nombres pero nadie contestaba.. Me temía lo peor.
Volví de nuevo a la ciudad a pedir ayuda, y me encontré a un elfo, nisiquiera nos dió tiempo a presentarnos, le expliqué lo sucedido y subimos hacia la habitación.
- Uhm.. Esto tiene mala pinta, necesitaríamos un clérigo..O antídotos
- ¡No hay tiempo para clérigosni antídotos! Lo haré a la antigua.
Me agaché y absorví el veneno con la boca, mientras que el elfo limpiaba las heridas con una venda empapada en un líquido curativo.
Cuando sacamos el veneno, dejé una nota a mi hermano y marchamos a toda prisa.
Recorrimos todo el bosque.. Y ni rastro, ante mi sorpresa, el elfo se transformó en un lobo..Pero no había tiempo para preguntas.
Seguimos buscando sin cesar, hasta que, tras unas ramas, en lo que parecía ser el bosque, escuché el crujido de unas maderas quemándose.
Nos adentramos más en el lugar y allí estaban.. Keila, Daya y la extraña mujer, sentadas alrededor de una hoguera.
- ¿Dónde está Beli?
Dije, algo alterado.
- Está bien Izhân.. Esta mujer la ha curado.
Contestó Daya, estaba asustada, cómo Keila, aunque parecía que se alegraban de que estuviesemos allí.
Asentí y me acerqué.. Volver a verla de nuevo me había hecho sentir un escalofrío.
- Vuestra amiga se pondrá bien, aunque tardará tiempo en recuperar los músculos perdidos.
Dijo la cazadora, siempre tan directa.
- ¿Sabes Izhân?.. Los huevos no pueden nacer sin un macho..
Dijo Keila, agachando la cabeza.
- Si nos hubierais hecho caso..
Dije, suspirando.
- Vale.. ¿Nos lo vas a echar en cara toda la vida?
Negué, comprendía por lo que debian estar pasando y guardé silencio.
- ¿Nos vas a dejar irnos?..
Dijo Daya, mirándo a la mujer.
- Oh.. ¿No os quedais a cenar?
- ¿A cenar? Deja que adivine lo que hay para cenar..
Le contesté, desconfiado.
- Uhm.. Pues cecina ¿no vais a querer?
- ¿Cecina?
Contestamos todos a la vez. Escuchamos a Beli hablando en sueños, y la mujer se levantó.
- Esperad aquí
Dijo, metiendose en la tienda.
Miré a las dos chicas y al elfo, que estaba sentado más apartado, mirándo hacia la tienda, parecía muy preocupado.
- ¿Creeis que nos dejará ir..?
Dijo Daya, con tristeza.
- Seguro que sí, no os preocupeis..
No sabía que hacer para animarlas.. La situación era un tanto.. Preocupante.
- Daya.. ¿Recuerdas lo que te dije hace un par de lunas en la villa?
Ella me miró.
- ¿El qué?
Dijo, ladeando la cabeza.
- Que te dejaría oir una poesía mía, pero alrededor de una hoguera.. Que mejor momento que este ¿verdad?
Y la sonreí, intentando calmarla, ella me devolvió la sonrisa y dijo.
- Sí, que mejor momento que éste..
Entonces, miré hacia el fuego, no me había traido el cuaderno, así que improvisé..
" Y llega la tormenta.. Oigo los truenos y la lluvia moja mi cuerpo, pero no me importa, sólo te miro a tí..Cae la noche y sigo aquí..Me es imposible no sonreir.. La gente me mira pero no me importa.. Sólo te miro a tí..Ondea tu pelo bailando con el viento, al compás de una melodía que sólo tú escuchas..te oigo cantar.. Y yo sólo..sólo te miro a tí.."
Ambas sonrieron al acabar de recitar y Keila me dijo.
- Lo haces muy bien.. ¿Porque no te dedicas a esto?
- ¿Yo?
Dije, riendo.
- Sería gracioso.. Un guerrero con un espadón de medio metro y recitando poesía por ahí-
- No tiene porque..
Dijo Daya.
Al poco, de la tienda salió la mujer con Beli, que caminaba con un bastón
Nos levantamos, sus rostros, incluso el mío, cambiaron. Era un alivio ver que seguía viva.
- Gracias Mujer
Dije, mirando a la cazadora..Entonces, me miró, clavando sus ojos en los míos.. De nuevo volví a ver ese fuego.. ese fuego intenso. Se acercó a mí, despacio.. Caminando con la mayor sensualidad que mis ojos habian visto antes..Se plantó delante de mí y sólo me miraba.
- Tienes unos ojos preciosos.. ¿Porqué los escondes?.
Le dije.. No se muy bien porqué.. Pero me salió así. Ella no me contestó, miró a un lado, girándose y dijo.
- Podeis marcharos cuando querais.
Yo sonreí.. Había algo.. Algo en esa mujer que me hacia perder la cabeza.. ¿Qué podría ser?.. Tantas cosas.. Ese color de su pelo, sus ojos de fuego.. O su risa.. Esa risa suave, incluso sensual que aveces dejaba oir..
Seguía sin saber su nombre, pero no me importaba.. Seguí mirándola, sin darme cuenta habían pasado ya unos minutos.
Las chicas caminaban despacio, y la cazadora volvió a hablar, sentandose en el tronco de detrás.
- Marchaos ya, antes de que me arrepienta.
Giré de nuevo la cabeza para volver a verla y comencé a andar junto a las chicas.
Conseguimos salir del bosque, y nos encontramos a mi hermano, que iba con el arcano, Amion, y el caballero de la yegua.
Se alegró de vernos sanos y salvos y comenzamos a andar hacia la villa. Me quedé atrás un instante y no sé porqué, volví a mirar atrás.. Quizás porque en el fondo..deseaba volverla a ver.
// Algo se me habrá olvidado >.< xD y la poesia no fue exactamente así pero bueno, espero que os haya gustado igualmente =)
Re: Caprichos del destino
Capítulo III : Una visita inesperada
http://www.youtube.com/watch?v=PLOJMMX5 ... re=related
Caminaba junto con mi hermano y Dana; una nueva amiga, es clériga de Lathander, siempre se desvive por los demás con un comportamiento altruista.
Fue amable al querernos acompañar a Sundabar a que llevasemos unos bueyes.
Cuando ya casi llegabamos, una araña enorme se postró ante mí.
Me la quedé observando.. No era una araña cualquiera.. Algo me resultaba familiar.
Yäroth y Dana, decían que nos marchasemos, pero al final caí en la cuenta de que ella debía estar cerca.
La araña se marchó y yo intente seguirla.
- Izhân..No pensarás seguirla ¿no?
Me dijo mi hermano, dandose una palmada en la frente.
- Ella debe estar cerca..
Y así era, de pronto apareció nuevamente aquella mujer..
Habían pasado unos días desde la última vez que la ví..
- Mira, estoy cansado de tí, mujer.. Se nota que estás aburrida pero nosotros tenemos que marcharnos.
Dijo mi hermano.. Él no sabía que era yo el que necesitaba hablar con ella. La mujer lo miró, ladeando la cabeza.
- Mira Szaajs, bandidos, cometelos.
Dijo la mujer, sin más.
- ¡Eh eh! ¿Es que no reconoces a tus amigos, Mujer?
Le dije, con un tono divertido.
- Uhm.. ¡Ah!.. Pero si sois..
Y entonces me miró.
- Dichosos los ojos.. Desde que te ví no he podido pegar ojo, ha sido un sufrimiento no poder verte de nuevo.
Dije, teatral y bromista, llevandome una mano al pecho.
Ella rió y me dijo.
- El muchacho del espadón ¿Queriais hablar conmigo?.
Asentí y luego miré a Dana y Yäroth.. Que querian marcharse, Dana no paraba de mirar a la araña horrorizada, y decidí que no era el mejor momento.
- Ya veo..
Dijo ella.
- Dentro de dos lunas mujer.
Se giró, sin decir una palabra y se alejó.
- Hermano.. Estás loco
Yo sonreí
- ¿Porqué? A mí me cae bien.. Tiene un humor bastante negro, pero a mí me divierte.
- Sí claro.. ¿Olvidas que casi me mata?
Dijo Yäroth, frunciendo el ceño.
- Fue la araña, no ella
- Ella manda a la araña, idiota.
Me contestó Yäroth.. Yo sabia que ella no habia querido matarnos, si lo hubiese querido.. Allí mismo, junto a la hoguera lo hubiese intentado, o no nos hubiese dejado ir, no había más.
- Dejalo Yäroth..No lo entiendes
.
Dejamos el tema y caminamos hacia Sundabar, una vez allí recogimos nuestro oro y le dimos las gracias a Dana.
Ella se marchó al templo, haciendo un conjuro Archi Archi.. Sí.. Unas palabras que dicen mucho Daya y Keila, me las han pegado.
Miré hacia el puente, y pensando en ella, apareció. Era Daya.
También nos encontramos con un elfo, Selen, es un poco raro. . A veces parece que se le va la cabeza. Pero es simpático.
Estuvimos hablando un rato, en el puente, yo quería ir a ver al famoso Luchiano, a que me arreglase la armadura que aún, por cierto, no me habia comprado.
Mi hermano y yo empezamos a sacar dequicio a Daya, la verdad, me gustaba verla enfadada, ponía caras graciosas.
Entonces pegó un berrido.. De esos que te hacen huir vilmente.
No tuve otra cosa que hacer que tirarme al río.. Se le habian desencajado los ojos y todo, daba miedo.
Mientras estaba sumergido se me ocurrió una cosa.. Salí despacio por la otra orilla y subí sin hacer ruido.
Me llevé un dedo a los labios mirándo a Serendil y este asintió.
Me acerqué por detrás a Daya y la cogí por la cintura, alzandola.
- ¡Eeh! ¡Sueltame!
Dijo, mientras pataleaba en el aire intentando soltarse.
- Esto..claro
Y sonreí divertido, lanzandola hacia el agua.
Mi hermano y yo empezamos a reir, bromeando, mientras el elfo nos repetía que huyesemos sin mirar atrás.
Daya salió del agua, por la otra orilla y se encaminó hacia la ciudad.
Pensé que se habia enfadado, así que nos acercamos a ella.
- Daya ¿estás enfadada?
Y se giró despacio.. Con una sonrisa dulce en el rostro, daba miedo.
Y sin más, nos soltó un puñetazo a cada uno, Yäroth lo esquivó, a mí me dió, pero apenas lo note.
-¡Ey ey! Que humor.. Va.. Perdona ¿amigos?
Dijo mi hermano, mientras yo me tocaba la mejilla.
- Sí, sí claro..
Yo no la veía muy convencida, pero bueno..
Despues de aquello, fuimos hasta el mercado, Daya se separó un momento de nosotros, cuando volvió y escuché su voz me giré.
Se había puesto ropa seca.. Un vestido blanco con bordes verdes si mal no recuerdo.. Nunca la había visto tan hermosa.. Me quedé embobado mirándola.. Pero por dentro sabía que no tenía nada que hacer.. Ella tiene a alguien y yo no soy nadie para inmiscuirme..En ese momento, fue lo que pensé.
Me compré la armadura y me adentré en el sastre.
Mi hermano se estaba probando un traje bastante elegante.. Pero no, cómo decia Daya, no era su estilo.
Ella se levantó y se sentó sobre la mesa dónde yo estaba apoyado, cruzando las piernas.. No la estaba mirando las piernas cómo para saber que las cruzaba.. Miré de refilón, una sóla vez..
Me aupé, y me senté también sobre la mesa, y sin querer, rocé mi mano con la suya
La aparté rápido.. Ella no me dijo nada, quizás no le dió importancia.. Bueno.. No es que la tuviera para mí tampoco...
Llegó mi turno y me puse la armadura, luchiano me la estaba arreglando, mientras de reojo escuchaba la conversación de mi hermano con Daya.
Al acabar les pregunté si les gustaba, y ambos me asintieron.
Entonces mis ojos vieron algo.. Que me traumatizó.. Era Luchiano. . Diciendo que si estaba muy sexy, mientras cogía unas plumas rojas y comenzaba a danzar por la sastrería ..cantando..
"ooh no me dejes li-li-li que yo soy tu li-li-li"
O algo así.. Era digno de oir...
Poco a poco y sin hacer ruido.. Salí de la sastrería, mientras Daya seguía conversando con el sastre desviado.
Una vez fuera, le dije a mi hermano que debía ir a la posada a descansar un rato, y él me acompañó.
http://www.youtube.com/watch?v=PLOJMMX5 ... re=related
Caminaba junto con mi hermano y Dana; una nueva amiga, es clériga de Lathander, siempre se desvive por los demás con un comportamiento altruista.
Fue amable al querernos acompañar a Sundabar a que llevasemos unos bueyes.
Cuando ya casi llegabamos, una araña enorme se postró ante mí.
Me la quedé observando.. No era una araña cualquiera.. Algo me resultaba familiar.
Yäroth y Dana, decían que nos marchasemos, pero al final caí en la cuenta de que ella debía estar cerca.
La araña se marchó y yo intente seguirla.
- Izhân..No pensarás seguirla ¿no?
Me dijo mi hermano, dandose una palmada en la frente.
- Ella debe estar cerca..
Y así era, de pronto apareció nuevamente aquella mujer..
Habían pasado unos días desde la última vez que la ví..
- Mira, estoy cansado de tí, mujer.. Se nota que estás aburrida pero nosotros tenemos que marcharnos.
Dijo mi hermano.. Él no sabía que era yo el que necesitaba hablar con ella. La mujer lo miró, ladeando la cabeza.
- Mira Szaajs, bandidos, cometelos.
Dijo la mujer, sin más.
- ¡Eh eh! ¿Es que no reconoces a tus amigos, Mujer?
Le dije, con un tono divertido.
- Uhm.. ¡Ah!.. Pero si sois..
Y entonces me miró.
- Dichosos los ojos.. Desde que te ví no he podido pegar ojo, ha sido un sufrimiento no poder verte de nuevo.
Dije, teatral y bromista, llevandome una mano al pecho.
Ella rió y me dijo.
- El muchacho del espadón ¿Queriais hablar conmigo?.
Asentí y luego miré a Dana y Yäroth.. Que querian marcharse, Dana no paraba de mirar a la araña horrorizada, y decidí que no era el mejor momento.
- Ya veo..
Dijo ella.
- Dentro de dos lunas mujer.
Se giró, sin decir una palabra y se alejó.
- Hermano.. Estás loco
Yo sonreí
- ¿Porqué? A mí me cae bien.. Tiene un humor bastante negro, pero a mí me divierte.
- Sí claro.. ¿Olvidas que casi me mata?
Dijo Yäroth, frunciendo el ceño.
- Fue la araña, no ella
- Ella manda a la araña, idiota.
Me contestó Yäroth.. Yo sabia que ella no habia querido matarnos, si lo hubiese querido.. Allí mismo, junto a la hoguera lo hubiese intentado, o no nos hubiese dejado ir, no había más.
- Dejalo Yäroth..No lo entiendes
.
Dejamos el tema y caminamos hacia Sundabar, una vez allí recogimos nuestro oro y le dimos las gracias a Dana.
Ella se marchó al templo, haciendo un conjuro Archi Archi.. Sí.. Unas palabras que dicen mucho Daya y Keila, me las han pegado.
Miré hacia el puente, y pensando en ella, apareció. Era Daya.
También nos encontramos con un elfo, Selen, es un poco raro. . A veces parece que se le va la cabeza. Pero es simpático.
Estuvimos hablando un rato, en el puente, yo quería ir a ver al famoso Luchiano, a que me arreglase la armadura que aún, por cierto, no me habia comprado.
Mi hermano y yo empezamos a sacar dequicio a Daya, la verdad, me gustaba verla enfadada, ponía caras graciosas.
Entonces pegó un berrido.. De esos que te hacen huir vilmente.
No tuve otra cosa que hacer que tirarme al río.. Se le habian desencajado los ojos y todo, daba miedo.
Mientras estaba sumergido se me ocurrió una cosa.. Salí despacio por la otra orilla y subí sin hacer ruido.
Me llevé un dedo a los labios mirándo a Serendil y este asintió.
Me acerqué por detrás a Daya y la cogí por la cintura, alzandola.
- ¡Eeh! ¡Sueltame!
Dijo, mientras pataleaba en el aire intentando soltarse.
- Esto..claro
Y sonreí divertido, lanzandola hacia el agua.
Mi hermano y yo empezamos a reir, bromeando, mientras el elfo nos repetía que huyesemos sin mirar atrás.
Daya salió del agua, por la otra orilla y se encaminó hacia la ciudad.
Pensé que se habia enfadado, así que nos acercamos a ella.
- Daya ¿estás enfadada?
Y se giró despacio.. Con una sonrisa dulce en el rostro, daba miedo.
Y sin más, nos soltó un puñetazo a cada uno, Yäroth lo esquivó, a mí me dió, pero apenas lo note.
-¡Ey ey! Que humor.. Va.. Perdona ¿amigos?
Dijo mi hermano, mientras yo me tocaba la mejilla.
- Sí, sí claro..
Yo no la veía muy convencida, pero bueno..
Despues de aquello, fuimos hasta el mercado, Daya se separó un momento de nosotros, cuando volvió y escuché su voz me giré.
Se había puesto ropa seca.. Un vestido blanco con bordes verdes si mal no recuerdo.. Nunca la había visto tan hermosa.. Me quedé embobado mirándola.. Pero por dentro sabía que no tenía nada que hacer.. Ella tiene a alguien y yo no soy nadie para inmiscuirme..En ese momento, fue lo que pensé.
Me compré la armadura y me adentré en el sastre.
Mi hermano se estaba probando un traje bastante elegante.. Pero no, cómo decia Daya, no era su estilo.
Ella se levantó y se sentó sobre la mesa dónde yo estaba apoyado, cruzando las piernas.. No la estaba mirando las piernas cómo para saber que las cruzaba.. Miré de refilón, una sóla vez..
Me aupé, y me senté también sobre la mesa, y sin querer, rocé mi mano con la suya
La aparté rápido.. Ella no me dijo nada, quizás no le dió importancia.. Bueno.. No es que la tuviera para mí tampoco...
Llegó mi turno y me puse la armadura, luchiano me la estaba arreglando, mientras de reojo escuchaba la conversación de mi hermano con Daya.
Al acabar les pregunté si les gustaba, y ambos me asintieron.
Entonces mis ojos vieron algo.. Que me traumatizó.. Era Luchiano. . Diciendo que si estaba muy sexy, mientras cogía unas plumas rojas y comenzaba a danzar por la sastrería ..cantando..
"ooh no me dejes li-li-li que yo soy tu li-li-li"
O algo así.. Era digno de oir...
Poco a poco y sin hacer ruido.. Salí de la sastrería, mientras Daya seguía conversando con el sastre desviado.
Una vez fuera, le dije a mi hermano que debía ir a la posada a descansar un rato, y él me acompañó.
Re: Caprichos del destino
Capítulo IV : Una invitación
http://www.youtube.com/watch?v=f6dbZM1IJ2U
Al bajar de la habitación de la posada, mientras me colocaba bien la capucha, oí la voz de un enano que insultaba a una mujer que estaba sentada en la mesa más escondida de la taberna, cubierto su rostro por una capucha, me quedé mirándola.
- Conozco 36 clases de venenos repartidos por todo faerûn, a cada cual más potente.
Dijo la mujer al enano, que éste, al ir a darle un sorbo a la cerveza, refunfuñó y dejó la jarra sobre la mesa.
Era ella.. ¿Habian pasado ya dos lunas?.. Poco me importaba..Me había encontrado.
- Siempre tan simpática y agradable. Haciendo amigos ¿No, Mujer?
La chica emitió una ligera carcajada.
Mi hermano me miró y señaló hacia la puerta, yo asentí y me senté en el banco, junto a ella.
Una vez sólos, me dijo.
- ¿De que querias hablar?.. Ya ves que ha sido fácil encontrarte..
- Sí.. Ya lo veo.. Cualquiera escapa de tí.
Sonrió y dió un sorbo a un líquido negro que había en su jarra.. No le pregunté que era, tampoco me importaba.. Y creo que fue mejor que no lo supiese.
- ¿Qué le has hecho al enano?
- ¿Yo?.. Para una vez que no menciono palabra...
- Porqué será que no puedo creerte..
Dije, mirándo la jarra de cerveza que el enano había dejado en la mesa.
Ella echó a reir suavemente.. De esa manera que me ponía los pelos de punta.
- Verás.. Quizás te parezca estúpido esto que voy a contarte.. Pero no conozco a más nadie que también sea diferente..
Le dije y ella suspiró y clavó sus ardientes ojos en los míos. Entonces la puerta se abrió, era Yäroth, junto con Daya, Gwenn y otro elfo.
- Te estabamos esperando Izhân...
Dijo mi hermano, mirando a la mujer de soslayo.
- Sí.. Perdonad, siento haberme entretenido tanto..No tardaré.
Daya miraba desconfiada a la mujer.
- Huelo.. Celos..
Dijo la cazadora, riendo luego.
- ¿Qué hueles qué?
Preguntó Daya..No se me ocurrió otra cosa que decir.
- Que le huelen los pies dice.
Fue lo primero que se me vino a la cabeza..
Daya puso mala cara y empezó a susurrarle algo a Gwenn.
- ¿Es que teneis un problema hacia mi persona?..
Dijo ella, mirando su copa.
- No, ninguno señora..
Dijo Daya. Mientras mi hermano salía de la posada.
- Os pido disculpas por el comportamiento de Szaajts
Daya asintió
- No os preocupeis señora.
- ¿Me esperareis?
Dije, mirando al grupo.
- ¿Es lo que deseais Izhân?
Me contestó Gwenn, parecía muy tranquila.
- Pues.. No estaría mal.. Sí, porfavor.
Asintieron.
- A más ver..
- Que las puertas del infierno se cierren para vosotros.
Se despidió la cazadora.. Tan sutil como siempre.
Cuando volvimos a estar solos le dije.
- Podrías haberte ahorado lo del infierno.. Ya sabes, la gente no comprende ese humor tuyo.
- No es una frase mía..
- Yo no soy.. Un humano normal.
Le dije, apartando un instante la mirada.
- Explícate, antes de que diga una ironía.
Dijo ella, tan divertida cómo siempre.
- Está bien..Coge mi mano y lo sabrás.
Me miró extrañada y cogió mi muñeca, llevandosela a la nariz.
- Agh..
Dijo, soltándome.
- ¿Qué? Me he duchado esta mañana.
Le dije, divertido.
- He conocido a un par cómo tú.. No tienes de que preocuparte.. Además..Me esperaba otra cosa.
- ¿Otra cosa? ¿Que esperabas que fuese? ¿Un demonio del aberno quizás? Siento decepcionarte.
Le dije, mirándo cómo cruzaba las piernas despacio.. Con un movimiento sensual.. Quizás provocativo.
- No, te habría asesinado al instante.
Me dijo, mientras daba otro sorbo a su copa.
- Que sutil.. Bueno.. ¿Podrás ayudarme?. . No sé que me pasará ni se si cambiaré..
- Oh sí.. Será maravilloso..
La miré extrañado.
- ¿Maravilloso?
Le dije, mientras empezó a reir cómo una psicópata.
- Tal vez.. Deberias de dejar de beber lo que estás bebiendo...
Y miré su copa, alargando la mano para apartarsela. Entonces, de golpe dejó de reir y me dió un manotazo.
- Quita
Yo sonreí, parecía que estaba loca, pero no.. Tenía la pinta de ser más lista de lo que parecía.
- Digo que será maravilloso.. Cuando la sierpe vaya contigo. Pero esto será mejor hablarlo en privado.
Ladeé la cabeza, y medio sonreí.
- ¿Me estás pidiendo otra cita, mujer?
- ¿Otra? Yo no te he pedido ninguna cita..
Me dijo, parecía divertirse.
- Pues cambia "Otra" por "Una"
Le dije, sonriendo.
- Eres tú el que quiere saber..
Dijo, clavando sus ojos en los míos..
- No me dirás que no disfrutas de mi compañia..
Mantuve la mirada, a veces me costaba..
- Tanto como tú de la mía..
Entonces, mientras me levantaba, le dije.
- Además.. Soy el único que no sale corriendo desconfiando de tí cuando te ve aparecer.
Con un tono divertido y una sonrisa pícara. Ella sonrió y se alzó.
- Te invito
- ¿Mh? ¿A qué?
Le dije, curioso.
- Te invito a pasar una noche en el corazón del bosque.. Conmigo.
Algo me decia que no debía.. Pero no podía resistirme..
- Es una proposición que no podría rechazar.
Le dije, alzando el mentón.
- Se que no lo harás..
Y esbozo una sonrisa pícara, mientras se alejaba hacia la habitación.
Por un momento dudé en seguirla.. Pero decidí salir de allí.
Allí fuera, estaba mi hermano con los demás.
- Gracias por esperarme.
Les dije. Daya parecía enfadada conmigo por alguna razón.. O quizás fuesen tonterias mías. Entonces, la cazadora salió y señalóa al elfo.
- Ah, se me olvidaba.. No vuelvas a acercarte a mí o te asesinaré.
Entonces comenzó una discursion..
- Vale ya
Dije, mirandola.
- ¿Que?.. Tengo que meterme en el papel.
Y no pude evitar reir.. Sí.. Era única.
- Este elfo estaba a 3 metros de nosotros, escuchando la conversación.
Me dijo ella. Mientras se alejaba.
- ¿Es eso verdad? ¿Y quien eres tú para espiarme?.
- No te estaba espiando a tí, si no a ella.. Es una enemiga del bosque, quizás una Malarita.
Me contestó el elfo.
- Me da igual lo que sea ella, ni lo que haga en el bosque, cómo si quiere danzar desnuda bajo la luz de la luna. Pero si la quieres espiar, hazlo cuando esté sola, porque no te interesa lo que yo le esté contando.
Gwenn dijo que había sido idea de ellas, porque mi hermano estaba preocupado..
- No debeis preocuparos, en serio, gracias pero no hacía falta.
Dije, algo molesto.
- También he oido que te hubiese asesinado al instante.
Dijo el elfo.
- Sí, pero no es lo que piensas.
Le dije, resoplando.
Seguimos charlando un rato.. Y peleando también.
Al final el grupo se disolvió, cada uno tiró para un lugar y sólo quedamos Daya, mi hermano y yo.
Sentí que debía contarle a Daya lo que me ocurría.. El porqué tenía que hablar con esa mujer.. Se merecía saberlo.. Porque aunque no lo dijese.. Pienso que ella también estaba preocupada, quizás me equivoque.. Pero es lo que pienso.
Daya pareció tomarselo con bastante normalidad, de hecho me dijo que conocía a una chica que era como yo. Que no debía temer.
Eso me relajó un poco, la verdad.. Pero aún así.. Seguía teniendo ese miedo.. De que me cambiase el caracter, de poder hacerle daño a alguien a quien quiero, cómo mi hermano.
A Yäroth no le hizo gracia mi amistad con la cazadora.. Pero cómo decía Daya, ella no era nadie para decirme con quien debo o no debo ir..
Intenté explicarles que no era tan mala cómo parecía ser.. Pero no hubo manera, mi hermano seguía en sus trece, así que decidí dejar el tema.
Caminamos de nuevo hacia la villa.. Y yo no podía quitarme de la cabeza la imagen de aquella mujer de ropas oscuras..
Sus ojos que parecían observar cada movimiento, aunque yo no pudiese verla..Su voz, dulce, a veces seca.. Su caminar.. que haría que mil hombres la acompañasen al mismo infierno sin apenas darse cuenta..
Tiene algo que hace que desee buscarla.. Una y otra vez, es cómo una droga, mala.. Pero me engancha.
// Sorry, se que las conversaciones no fueron tal que así, y que hubieron más conversaciones >.< pero se me olvidan cosas xD a ver si aprendo a guardar los logs y lo escribo igual =) Si quereis que cambie alguna cosa, me decis ^^ ¡Un saludo!
http://www.youtube.com/watch?v=f6dbZM1IJ2U
Al bajar de la habitación de la posada, mientras me colocaba bien la capucha, oí la voz de un enano que insultaba a una mujer que estaba sentada en la mesa más escondida de la taberna, cubierto su rostro por una capucha, me quedé mirándola.
- Conozco 36 clases de venenos repartidos por todo faerûn, a cada cual más potente.
Dijo la mujer al enano, que éste, al ir a darle un sorbo a la cerveza, refunfuñó y dejó la jarra sobre la mesa.
Era ella.. ¿Habian pasado ya dos lunas?.. Poco me importaba..Me había encontrado.
- Siempre tan simpática y agradable. Haciendo amigos ¿No, Mujer?
La chica emitió una ligera carcajada.
Mi hermano me miró y señaló hacia la puerta, yo asentí y me senté en el banco, junto a ella.
Una vez sólos, me dijo.
- ¿De que querias hablar?.. Ya ves que ha sido fácil encontrarte..
- Sí.. Ya lo veo.. Cualquiera escapa de tí.
Sonrió y dió un sorbo a un líquido negro que había en su jarra.. No le pregunté que era, tampoco me importaba.. Y creo que fue mejor que no lo supiese.
- ¿Qué le has hecho al enano?
- ¿Yo?.. Para una vez que no menciono palabra...
- Porqué será que no puedo creerte..
Dije, mirándo la jarra de cerveza que el enano había dejado en la mesa.
Ella echó a reir suavemente.. De esa manera que me ponía los pelos de punta.
- Verás.. Quizás te parezca estúpido esto que voy a contarte.. Pero no conozco a más nadie que también sea diferente..
Le dije y ella suspiró y clavó sus ardientes ojos en los míos. Entonces la puerta se abrió, era Yäroth, junto con Daya, Gwenn y otro elfo.
- Te estabamos esperando Izhân...
Dijo mi hermano, mirando a la mujer de soslayo.
- Sí.. Perdonad, siento haberme entretenido tanto..No tardaré.
Daya miraba desconfiada a la mujer.
- Huelo.. Celos..
Dijo la cazadora, riendo luego.
- ¿Qué hueles qué?
Preguntó Daya..No se me ocurrió otra cosa que decir.
- Que le huelen los pies dice.
Fue lo primero que se me vino a la cabeza..
Daya puso mala cara y empezó a susurrarle algo a Gwenn.
- ¿Es que teneis un problema hacia mi persona?..
Dijo ella, mirando su copa.
- No, ninguno señora..
Dijo Daya. Mientras mi hermano salía de la posada.
- Os pido disculpas por el comportamiento de Szaajts
Daya asintió
- No os preocupeis señora.
- ¿Me esperareis?
Dije, mirando al grupo.
- ¿Es lo que deseais Izhân?
Me contestó Gwenn, parecía muy tranquila.
- Pues.. No estaría mal.. Sí, porfavor.
Asintieron.
- A más ver..
- Que las puertas del infierno se cierren para vosotros.
Se despidió la cazadora.. Tan sutil como siempre.
Cuando volvimos a estar solos le dije.
- Podrías haberte ahorado lo del infierno.. Ya sabes, la gente no comprende ese humor tuyo.
- No es una frase mía..
- Yo no soy.. Un humano normal.
Le dije, apartando un instante la mirada.
- Explícate, antes de que diga una ironía.
Dijo ella, tan divertida cómo siempre.
- Está bien..Coge mi mano y lo sabrás.
Me miró extrañada y cogió mi muñeca, llevandosela a la nariz.
- Agh..
Dijo, soltándome.
- ¿Qué? Me he duchado esta mañana.
Le dije, divertido.
- He conocido a un par cómo tú.. No tienes de que preocuparte.. Además..Me esperaba otra cosa.
- ¿Otra cosa? ¿Que esperabas que fuese? ¿Un demonio del aberno quizás? Siento decepcionarte.
Le dije, mirándo cómo cruzaba las piernas despacio.. Con un movimiento sensual.. Quizás provocativo.
- No, te habría asesinado al instante.
Me dijo, mientras daba otro sorbo a su copa.
- Que sutil.. Bueno.. ¿Podrás ayudarme?. . No sé que me pasará ni se si cambiaré..
- Oh sí.. Será maravilloso..
La miré extrañado.
- ¿Maravilloso?
Le dije, mientras empezó a reir cómo una psicópata.
- Tal vez.. Deberias de dejar de beber lo que estás bebiendo...
Y miré su copa, alargando la mano para apartarsela. Entonces, de golpe dejó de reir y me dió un manotazo.
- Quita
Yo sonreí, parecía que estaba loca, pero no.. Tenía la pinta de ser más lista de lo que parecía.
- Digo que será maravilloso.. Cuando la sierpe vaya contigo. Pero esto será mejor hablarlo en privado.
Ladeé la cabeza, y medio sonreí.
- ¿Me estás pidiendo otra cita, mujer?
- ¿Otra? Yo no te he pedido ninguna cita..
Me dijo, parecía divertirse.
- Pues cambia "Otra" por "Una"
Le dije, sonriendo.
- Eres tú el que quiere saber..
Dijo, clavando sus ojos en los míos..
- No me dirás que no disfrutas de mi compañia..
Mantuve la mirada, a veces me costaba..
- Tanto como tú de la mía..
Entonces, mientras me levantaba, le dije.
- Además.. Soy el único que no sale corriendo desconfiando de tí cuando te ve aparecer.
Con un tono divertido y una sonrisa pícara. Ella sonrió y se alzó.
- Te invito
- ¿Mh? ¿A qué?
Le dije, curioso.
- Te invito a pasar una noche en el corazón del bosque.. Conmigo.
Algo me decia que no debía.. Pero no podía resistirme..
- Es una proposición que no podría rechazar.
Le dije, alzando el mentón.
- Se que no lo harás..
Y esbozo una sonrisa pícara, mientras se alejaba hacia la habitación.
Por un momento dudé en seguirla.. Pero decidí salir de allí.
Allí fuera, estaba mi hermano con los demás.
- Gracias por esperarme.
Les dije. Daya parecía enfadada conmigo por alguna razón.. O quizás fuesen tonterias mías. Entonces, la cazadora salió y señalóa al elfo.
- Ah, se me olvidaba.. No vuelvas a acercarte a mí o te asesinaré.
Entonces comenzó una discursion..
- Vale ya
Dije, mirandola.
- ¿Que?.. Tengo que meterme en el papel.
Y no pude evitar reir.. Sí.. Era única.
- Este elfo estaba a 3 metros de nosotros, escuchando la conversación.
Me dijo ella. Mientras se alejaba.
- ¿Es eso verdad? ¿Y quien eres tú para espiarme?.
- No te estaba espiando a tí, si no a ella.. Es una enemiga del bosque, quizás una Malarita.
Me contestó el elfo.
- Me da igual lo que sea ella, ni lo que haga en el bosque, cómo si quiere danzar desnuda bajo la luz de la luna. Pero si la quieres espiar, hazlo cuando esté sola, porque no te interesa lo que yo le esté contando.
Gwenn dijo que había sido idea de ellas, porque mi hermano estaba preocupado..
- No debeis preocuparos, en serio, gracias pero no hacía falta.
Dije, algo molesto.
- También he oido que te hubiese asesinado al instante.
Dijo el elfo.
- Sí, pero no es lo que piensas.
Le dije, resoplando.
Seguimos charlando un rato.. Y peleando también.
Al final el grupo se disolvió, cada uno tiró para un lugar y sólo quedamos Daya, mi hermano y yo.
Sentí que debía contarle a Daya lo que me ocurría.. El porqué tenía que hablar con esa mujer.. Se merecía saberlo.. Porque aunque no lo dijese.. Pienso que ella también estaba preocupada, quizás me equivoque.. Pero es lo que pienso.
Daya pareció tomarselo con bastante normalidad, de hecho me dijo que conocía a una chica que era como yo. Que no debía temer.
Eso me relajó un poco, la verdad.. Pero aún así.. Seguía teniendo ese miedo.. De que me cambiase el caracter, de poder hacerle daño a alguien a quien quiero, cómo mi hermano.
A Yäroth no le hizo gracia mi amistad con la cazadora.. Pero cómo decía Daya, ella no era nadie para decirme con quien debo o no debo ir..
Intenté explicarles que no era tan mala cómo parecía ser.. Pero no hubo manera, mi hermano seguía en sus trece, así que decidí dejar el tema.
Caminamos de nuevo hacia la villa.. Y yo no podía quitarme de la cabeza la imagen de aquella mujer de ropas oscuras..
Sus ojos que parecían observar cada movimiento, aunque yo no pudiese verla..Su voz, dulce, a veces seca.. Su caminar.. que haría que mil hombres la acompañasen al mismo infierno sin apenas darse cuenta..
Tiene algo que hace que desee buscarla.. Una y otra vez, es cómo una droga, mala.. Pero me engancha.
// Sorry, se que las conversaciones no fueron tal que así, y que hubieron más conversaciones >.< pero se me olvidan cosas xD a ver si aprendo a guardar los logs y lo escribo igual =) Si quereis que cambie alguna cosa, me decis ^^ ¡Un saludo!
Última edición por Espi_ el Mar Feb 01, 2011 4:05 pm, editado 1 vez en total.
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Re: Caprichos del destino
Sigue... sigue, a ver que pasa con la cazadora e Izhân
¡Asco de tiradas, eso no fue ni puñetazo ni ná de ná


¡Asco de tiradas, eso no fue ni puñetazo ni ná de ná


La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
Re: Caprichos del destino
Mientras brillan las estrellas
(La melodía no es de armónica, pero que vuele la imaginación =P )
En las afueras de Nevesmortas, cerca del bosque, sobre un árbol un muchacho contemplaba el cielo.. Balanceaba una pierna, y en sus manos una vieja armónica de madera..Poco a poco la llevó hacia sus labios y cerró los ojos, entonando una bonita melodia.
http://www.youtube.com/watch?v=T73HMpGS ... re=related
Parecía acompañarle una voz.. que tan sólo él oía. La voz de una mujer, que parecía susurrarle al oido aquellas notas con un tarareo dulce.
En la oscuridad, sólo iluminaba la brillante luz de luna.. Acompañada de las estrellas.. que parecían bailar a su alrededor.
El silencio se convirtió en canción.. Sólo el viento y aquellas notas tristes.

Sólo paró un segundo a suspirar.. Y volvió a entonar aquella melodía, mirando aquella hermosa luna, que en sus ojos se reflejaba, radiante..
Me recordó a un joven lobo, aullándole a la luna.. Pidiendole consejo.. O quizás.. Sólo adorando su majestuosidad..
Con la soledad de compañera..Mientras la noche más se cierra..
Las ramas de aquel árbol parecen bailar junto con las estrellas.

Entonces la voz que oía cesó..Alejandose entre la espesura del bosque
Sólo quedó el reflejo de la luna en aquel lago silencioso..
Las estrellas se apagaron llevándose consigo las notas tristes..
.. Que una noche aquel joven lobo tocó...
(La melodía no es de armónica, pero que vuele la imaginación =P )
En las afueras de Nevesmortas, cerca del bosque, sobre un árbol un muchacho contemplaba el cielo.. Balanceaba una pierna, y en sus manos una vieja armónica de madera..Poco a poco la llevó hacia sus labios y cerró los ojos, entonando una bonita melodia.
http://www.youtube.com/watch?v=T73HMpGS ... re=related
Parecía acompañarle una voz.. que tan sólo él oía. La voz de una mujer, que parecía susurrarle al oido aquellas notas con un tarareo dulce.
En la oscuridad, sólo iluminaba la brillante luz de luna.. Acompañada de las estrellas.. que parecían bailar a su alrededor.
El silencio se convirtió en canción.. Sólo el viento y aquellas notas tristes.

Sólo paró un segundo a suspirar.. Y volvió a entonar aquella melodía, mirando aquella hermosa luna, que en sus ojos se reflejaba, radiante..
Me recordó a un joven lobo, aullándole a la luna.. Pidiendole consejo.. O quizás.. Sólo adorando su majestuosidad..
Con la soledad de compañera..Mientras la noche más se cierra..
Las ramas de aquel árbol parecen bailar junto con las estrellas.

Entonces la voz que oía cesó..Alejandose entre la espesura del bosque
Sólo quedó el reflejo de la luna en aquel lago silencioso..
Las estrellas se apagaron llevándose consigo las notas tristes..
.. Que una noche aquel joven lobo tocó...
Re: Caprichos del destino
Capítulo V : Alguien más cómo yo
http://www.youtube.com/watch?v=1In4jcFo ... re=related
Nerea, ése es su nombre, tiene un carácter rudo, no la conozco muhco, pero por lo que he podido observar, parece una mujer de armas tomar.
Yäroth me la presentó, era.. Una discípulo, portaba unas alas rojas, cómo aquel muchacho del espadón, pero sin embargo, las de él eran distintas, de otro color.
Háblamos durante un rato en su casa, junto con Dell.
Me aclaró muchas dudas.. Cómo que la transfomación varía, dependiendo de la edad o el físico del afectado.. También me leyó algunos párrafos del viejo libro que me dió mi padre antes de partir.. Estaba escrito en dracónico.
Me dijo que existen discipulos de varios colores, así cómo los dragones..
También nos dejó bastante claro, que no tiene reparo en matar a ningún dragón o discípulo que sea problemático.
Nos habló de ellos, me dijo que aunque mi abuelo, portase sangre de un dragón rojo, no tenía porque ser yo un rojo.
- Tiene que ser incómodo dormir bocaabajo..
Le pregunté, no podía callarmelo, me comía la curiosidad.
- También puede dormir bocaarriba Izhân
Me dijo Dell, con una sonrisa.
- Es verdad..
Respondí a Dell, ráscandome la nuca. A veces me asombro de las inmensas tonterías que digo.
- Bueno, para mí es ya como dormir con dos brazos.
Dijo Nerea, riendo luego.
Estuvimos charlando un largo rato, hasta que Nerea nos dijo que debía ir a por provisiones. Salimos de su casa y miré a Dell.
Antes se había enfadado conmigo, porque pensé que dos elfas del bosque, ya conocían su secreto.. Pero no era así..Y cometí un grave error.
- Ésta es la segunda vez que consigo controlarme.
Me dijo Dell, enrrollándose la cola a la cintura.
- Es cierto.. Estoy orgulloso Dell.
Él me sonrió.
- ¿Me das un abrazo?.. Siento mucho lo de antes..
Me sentía mal.. Él es el único amigo que tengo.. me escucha e intenta comprenderme.
Se lo pensó unos instantes y negó.
- ¡Dame tú el abrazo! ¡Qué es a mí a quien pides perdón!
Me reí y lo abracé con fuerza.
El sonrió correspondiendo a mi abrazo y me dijo.
- Perdonado.
- Eres mi mejor amigo Dell.. Gracias por robarme los choricillos aquel día.
Lo dije de corazón, jamás había sentido aprecio por otro hombre que no fuese mi hermano. Dell para mí, era cómo otro hermano más.
Ví cómo sonreía ampliamente.
- Tú también el mío. Te quiero
Reconozco, que me quedé un poco .. Sin saber que hacer, ni mi hermano me había dicho nunca que me quería. Pero en el fondo, yo también le quería.. Era una de las pocas personas que conocen mi secreto y me sigue mirándo con los mismos ojos, y cómo él me dijo, sé que cuando llegué el momento.. estará ahí conmigo.
Me reí negando.
- Yo también a tí, Dell
- Te prometo que no te pasará nada malo, o me los comeré a todos.
Le dije, con cierto tono de broma.
- No prometas cosas que no puedas cumplir Izhân..Eso no lo hagas nunca, aprecio lo que dices, pero se de que forma debo tomarmelo. ¿Y si el que me hace daño eres tú?
Suspiré.
- Intentaré no hacerlo.. Pero si lo hago, mil veces me castiguen los dioses por ello.. Jamás te haría daño queriendo, éso si que puedo prometertelo.
- Vale, eso lo acepto.
Me dijo, sonriendo.
Le revolví el pelo en un gesto cariñoso y me mordió un dedo.. A veces pienso que muchas veces no sabe si en ese momento es pantera o humano.
- ¡Que no es un chorizo!
Le dije, mientras reía.
- ¿Qué quieres hacer ahora Dell?
- Pues.. Es mi segunda noche
- ¡Pues vamos a celebrarlo!
- Nunca he ido a una taberna..
- Mm pues vamos a la taberna
Cuando íbamos a ponernos en marcha, apareció Beli.
- ¡Beli!
La saludamos ambos, entonces, Dell le dijo.
- Izhân me quiere, nunca ningún humano me ha querido.
Yo reí y le puse la mano en el hombro.
- ¡Claro, si yo siempre he dicho que el espíritu es lo importante! ¡Felicidades pareja!
- Emm.. Beli.. Que creo yo que te estás confundiendo..
Le dije, haciendo una ligera mueca.. Ésta Beli siempre tan retorcida.
- ¡Que no somos pareja! Que lo quiero cómo amigo.. válgame.. Que a mí me gustan las mujeres..
Nos echamos a reir, pero Dell parecía haberse perdido ya de la conversación.
Entonces volvió a llegar Nerea, la que oía campanas sin saber por dónde.
- ¿Qué ocurre?
Dijo, mirándonos.
- Nada.. Que Beli se pensaba que eramos desviados.. Que eramos pareja.
- ¿Quiieeen? ¿Tú y yo?
- ¡No mujer!
Le expliqué, señalando a Dell y luego a mí.
Volvimos a reir y las invitamos a acompañarnos a la taberna.
- Chicos.. Me gustaría formar una expedición.
-¿A un sitio bonito?
Dijo Beli, sonriendo.
- A bosque Alto.
Confirmó Dell.. Yo nunca había estado en ese bosque, pero por lo que hablaban, parecía haber barbaros no-muertos pululando por allí.. Aún así, tenía curiosidad, empezamos a caminar hacia la posada.
- Es que dicen que hay unas ruinas dónde los elfos se reunian cantando, dicen que son mágicas, yo quiero verlo.
Dijo Dell.
- Yo también, me gusta la música.
Respondí, mientras abría la puerta de la posada.
- ¡A mí tambien! ¡Y canto muy bien!
Dijo Beli, dando un saltito.
-¿En serio Beli? ¡A ver canta!
Dije, animándola a que nos cantase algo.
- ¡¡OOOOH MI POSADAAAA!!
Cantó Nerea, por detrás, haciendo que diese un respingo.. Menudo vozarrón.
- ¿Qué pasa? ¿No lo hago bien?.
- Si si si...
Respondimos Dell y yo al unísono. Cualquiera le dice que no.
- Mentirosillos..
Reimos y volvimos a mirar a Beli, espectantes.
Ella carraspeó.. Yo me esperaba una dulce voz....Pero...
- ¡AAA LA LUUUZ DEL FAAAROOL SIN SABER QUE ME ESPERABAAASSSS!
La voz de pito de Beli se me metió en el oido cómo si fuese una flecha.. Por los dioses..Pero era tan mona, que no se le podía negar un aplauso.
- ¡Gracias gracias! Firmas no firmas no.
Dijo Beli, por un momento se creía una estrella.
- Yo sé cantar también.Siempre canto a la luz de la luna.
Dijo Dell, mientras nos sentabamos. Lo miramos y entonces.....
- MARRRAMIA MIAAAUUU MARRAMIAUMIAU MIAUUUUUU MARRRRAAAMIIIAUUU
Alomejor en forma de pantera tenía su aquel.. Pero..
-¡Socorrrooooo!
Dijo Nerea, mientras Beli se tapaba los oidos diciendo "Bravo bravo".
Empecé a reir a más no poder.
- Yo también se cantar, por supuesto.
Dije, alzando un dedo.
- ¿Sí Ishan?
Me dijo Nerea. Me hizo gracia como pronunciaba mi nombre.
- Izzzz Izzhan, con Z, nerea.
Le dije, riendo.
- Vale, te llamaré Iz entonces.
Me dijo. Yo la sonreí y carraspeé.. Dispuesto a cantar una cancioncilla que me acababa de inventar.
- Pero, cuando de golpecitos en la mesa, teneis que repetir lo que yo diga ¿eh?
Dije, divertido.
Dell y Beli asintieron.
- Si hombre, aquí se trata de que hagas el rídiculo tú solo, no todos.
Dijo Nerea.
Le dediqué una mirada asesina, pero luego reí y comencé a cantar..
- ¡Habia una veeeez!.
Y dí un golpe en la mesa.
- Marramiauuu
- Había una veeez
Cantaron Beli y Dell.
- ¿Un niño?
Dijo Nerea y me entró la risa.
- ¡Un caracol col coool.. Bajo la sombra de una flor flor flor!
Yo esperaba echar a todos de la taberna con mi horrible voz.. Pero no me salió tan mal al final.
- ¡Canta tú Nerea!
Creo que dijo Beli, si mal no recuerdo.
- Vaaale.. Está bien.
Nos callamos y observamos a la mujer..
- Hace algún tiempo en este lugar.. Dónde los bosques se visten de espino..Se oyó la voz de un poeta gritar.. Caminante no hay camino.. se hace camino al andar
Me sorprendió.. Tenía una voz tan potente cómo cristalina.
Empezamos a aplaudir.
- Me gusta tararear ésta cuando viajo lejos, me divierte.
Nos explicó Nerea.
Seguimos charlando un rato más, sin pedir nada aún para comer ni beber. . Y cómo Beli decía, si nos ve el dueño nos echa de allí a patadas.
http://www.youtube.com/watch?v=1In4jcFo ... re=related
Nerea, ése es su nombre, tiene un carácter rudo, no la conozco muhco, pero por lo que he podido observar, parece una mujer de armas tomar.
Yäroth me la presentó, era.. Una discípulo, portaba unas alas rojas, cómo aquel muchacho del espadón, pero sin embargo, las de él eran distintas, de otro color.
Háblamos durante un rato en su casa, junto con Dell.
Me aclaró muchas dudas.. Cómo que la transfomación varía, dependiendo de la edad o el físico del afectado.. También me leyó algunos párrafos del viejo libro que me dió mi padre antes de partir.. Estaba escrito en dracónico.
Me dijo que existen discipulos de varios colores, así cómo los dragones..
También nos dejó bastante claro, que no tiene reparo en matar a ningún dragón o discípulo que sea problemático.
Nos habló de ellos, me dijo que aunque mi abuelo, portase sangre de un dragón rojo, no tenía porque ser yo un rojo.
- Tiene que ser incómodo dormir bocaabajo..
Le pregunté, no podía callarmelo, me comía la curiosidad.
- También puede dormir bocaarriba Izhân
Me dijo Dell, con una sonrisa.
- Es verdad..
Respondí a Dell, ráscandome la nuca. A veces me asombro de las inmensas tonterías que digo.
- Bueno, para mí es ya como dormir con dos brazos.
Dijo Nerea, riendo luego.
Estuvimos charlando un largo rato, hasta que Nerea nos dijo que debía ir a por provisiones. Salimos de su casa y miré a Dell.
Antes se había enfadado conmigo, porque pensé que dos elfas del bosque, ya conocían su secreto.. Pero no era así..Y cometí un grave error.
- Ésta es la segunda vez que consigo controlarme.
Me dijo Dell, enrrollándose la cola a la cintura.
- Es cierto.. Estoy orgulloso Dell.
Él me sonrió.
- ¿Me das un abrazo?.. Siento mucho lo de antes..
Me sentía mal.. Él es el único amigo que tengo.. me escucha e intenta comprenderme.
Se lo pensó unos instantes y negó.
- ¡Dame tú el abrazo! ¡Qué es a mí a quien pides perdón!
Me reí y lo abracé con fuerza.
El sonrió correspondiendo a mi abrazo y me dijo.
- Perdonado.
- Eres mi mejor amigo Dell.. Gracias por robarme los choricillos aquel día.
Lo dije de corazón, jamás había sentido aprecio por otro hombre que no fuese mi hermano. Dell para mí, era cómo otro hermano más.
Ví cómo sonreía ampliamente.
- Tú también el mío. Te quiero
Reconozco, que me quedé un poco .. Sin saber que hacer, ni mi hermano me había dicho nunca que me quería. Pero en el fondo, yo también le quería.. Era una de las pocas personas que conocen mi secreto y me sigue mirándo con los mismos ojos, y cómo él me dijo, sé que cuando llegué el momento.. estará ahí conmigo.
Me reí negando.
- Yo también a tí, Dell
- Te prometo que no te pasará nada malo, o me los comeré a todos.
Le dije, con cierto tono de broma.
- No prometas cosas que no puedas cumplir Izhân..Eso no lo hagas nunca, aprecio lo que dices, pero se de que forma debo tomarmelo. ¿Y si el que me hace daño eres tú?
Suspiré.
- Intentaré no hacerlo.. Pero si lo hago, mil veces me castiguen los dioses por ello.. Jamás te haría daño queriendo, éso si que puedo prometertelo.
- Vale, eso lo acepto.
Me dijo, sonriendo.
Le revolví el pelo en un gesto cariñoso y me mordió un dedo.. A veces pienso que muchas veces no sabe si en ese momento es pantera o humano.
- ¡Que no es un chorizo!
Le dije, mientras reía.
- ¿Qué quieres hacer ahora Dell?
- Pues.. Es mi segunda noche
- ¡Pues vamos a celebrarlo!
- Nunca he ido a una taberna..
- Mm pues vamos a la taberna
Cuando íbamos a ponernos en marcha, apareció Beli.
- ¡Beli!
La saludamos ambos, entonces, Dell le dijo.
- Izhân me quiere, nunca ningún humano me ha querido.
Yo reí y le puse la mano en el hombro.
- ¡Claro, si yo siempre he dicho que el espíritu es lo importante! ¡Felicidades pareja!
- Emm.. Beli.. Que creo yo que te estás confundiendo..
Le dije, haciendo una ligera mueca.. Ésta Beli siempre tan retorcida.
- ¡Que no somos pareja! Que lo quiero cómo amigo.. válgame.. Que a mí me gustan las mujeres..
Nos echamos a reir, pero Dell parecía haberse perdido ya de la conversación.
Entonces volvió a llegar Nerea, la que oía campanas sin saber por dónde.
- ¿Qué ocurre?
Dijo, mirándonos.
- Nada.. Que Beli se pensaba que eramos desviados.. Que eramos pareja.
- ¿Quiieeen? ¿Tú y yo?
- ¡No mujer!
Le expliqué, señalando a Dell y luego a mí.
Volvimos a reir y las invitamos a acompañarnos a la taberna.
- Chicos.. Me gustaría formar una expedición.
-¿A un sitio bonito?
Dijo Beli, sonriendo.
- A bosque Alto.
Confirmó Dell.. Yo nunca había estado en ese bosque, pero por lo que hablaban, parecía haber barbaros no-muertos pululando por allí.. Aún así, tenía curiosidad, empezamos a caminar hacia la posada.
- Es que dicen que hay unas ruinas dónde los elfos se reunian cantando, dicen que son mágicas, yo quiero verlo.
Dijo Dell.
- Yo también, me gusta la música.
Respondí, mientras abría la puerta de la posada.
- ¡A mí tambien! ¡Y canto muy bien!
Dijo Beli, dando un saltito.
-¿En serio Beli? ¡A ver canta!
Dije, animándola a que nos cantase algo.
- ¡¡OOOOH MI POSADAAAA!!
Cantó Nerea, por detrás, haciendo que diese un respingo.. Menudo vozarrón.
- ¿Qué pasa? ¿No lo hago bien?.
- Si si si...
Respondimos Dell y yo al unísono. Cualquiera le dice que no.
- Mentirosillos..
Reimos y volvimos a mirar a Beli, espectantes.
Ella carraspeó.. Yo me esperaba una dulce voz....Pero...
- ¡AAA LA LUUUZ DEL FAAAROOL SIN SABER QUE ME ESPERABAAASSSS!
La voz de pito de Beli se me metió en el oido cómo si fuese una flecha.. Por los dioses..Pero era tan mona, que no se le podía negar un aplauso.
- ¡Gracias gracias! Firmas no firmas no.
Dijo Beli, por un momento se creía una estrella.
- Yo sé cantar también.Siempre canto a la luz de la luna.
Dijo Dell, mientras nos sentabamos. Lo miramos y entonces.....
- MARRRAMIA MIAAAUUU MARRAMIAUMIAU MIAUUUUUU MARRRRAAAMIIIAUUU
Alomejor en forma de pantera tenía su aquel.. Pero..
-¡Socorrrooooo!
Dijo Nerea, mientras Beli se tapaba los oidos diciendo "Bravo bravo".
Empecé a reir a más no poder.
- Yo también se cantar, por supuesto.
Dije, alzando un dedo.
- ¿Sí Ishan?
Me dijo Nerea. Me hizo gracia como pronunciaba mi nombre.
- Izzzz Izzhan, con Z, nerea.
Le dije, riendo.
- Vale, te llamaré Iz entonces.
Me dijo. Yo la sonreí y carraspeé.. Dispuesto a cantar una cancioncilla que me acababa de inventar.
- Pero, cuando de golpecitos en la mesa, teneis que repetir lo que yo diga ¿eh?
Dije, divertido.
Dell y Beli asintieron.
- Si hombre, aquí se trata de que hagas el rídiculo tú solo, no todos.
Dijo Nerea.
Le dediqué una mirada asesina, pero luego reí y comencé a cantar..
- ¡Habia una veeeez!.
Y dí un golpe en la mesa.
- Marramiauuu
- Había una veeez
Cantaron Beli y Dell.
- ¿Un niño?
Dijo Nerea y me entró la risa.
- ¡Un caracol col coool.. Bajo la sombra de una flor flor flor!
Yo esperaba echar a todos de la taberna con mi horrible voz.. Pero no me salió tan mal al final.
- ¡Canta tú Nerea!
Creo que dijo Beli, si mal no recuerdo.
- Vaaale.. Está bien.
Nos callamos y observamos a la mujer..
- Hace algún tiempo en este lugar.. Dónde los bosques se visten de espino..Se oyó la voz de un poeta gritar.. Caminante no hay camino.. se hace camino al andar
Me sorprendió.. Tenía una voz tan potente cómo cristalina.
Empezamos a aplaudir.
- Me gusta tararear ésta cuando viajo lejos, me divierte.
Nos explicó Nerea.
Seguimos charlando un rato más, sin pedir nada aún para comer ni beber. . Y cómo Beli decía, si nos ve el dueño nos echa de allí a patadas.
Re: Caprichos del destino
Capítulo VI : Nueva sensación
http://www.youtube.com/watch?v=w1xEQSPN ... re=channel
Miré hacia la puerta y ví allí a Zeras. Le pregunté cómo se encontraba pues el día anterior fuimos a buscarla a la cueva de los Osgos, Naldina nos avisó de que les habian atacado y Zeras había caido. Por suerte, Nerea curó sus heridas a tiempo.
Ella me asintió. Siempre hablaba en elfo, alguna que otra vez la he oido hablar común, pero le cuesta.
Le pregunté que a dónde íba y me dijo que a la cripta de la villa.. Que había estado ahí abajo y había visto un bicho enorme gelatinoso.. Es curioso, pues es el mismo ser que vimos Beli Yäroth, Aegón, Eowaran y yo cuando bajamos.
- Mm pues.. Lo siento pero no puedo dejarte sola, lo sé, soy un pesado, pero voy a bajar contigo.
Me dijo que no sabía que hacer con las trampas de abajo, así que me acorde del mediano que contrató Aegon. Pensaba que se encontraba en el hospicio, menos mal que Daya apareció y me dijo que se encontraba en la posada.
- Izhân cuando vuelvas.. ¿Puedo hablar contigo?
Me dijo Daya, mientras dejaba al posadero arruinado de galletas.
- Claro, ¿estarás por aquí?
Me asintió.
Dell y los demás no querían ir, así que contraté al mediano que entiende de trampas y cerraduras, para volver a bajar allí con Zeras.
Mientras caminabamos, miraba de reojo a la elfa.. Su rostro estaba marcado por una cicatriz, pero era hermosa, sin duda..
- Podriamos coger una muestra de ese ser.. Y llevarsela a alguien que entienda.
Ella estaba de acuerdo, miraba al frente, con porte firme, parecía tan segura de sí misma..
Entramos en la cripta y dejé que ella guiase, ví cómo me observaba.. Evaluándome, quedándose con cada movimiento mío.Nos encontramos con uno de esos no-muertos.
Oía las flechas de Zeras silbar cerca de mí, pero confíaba en su destreza.
Cuando acabamos con él, ella me giró para que la mirase.
Sacó unos ünguentos y los puso sobre el golpe.
Agradecí con una sonrisa la cura y su atención.
Seguimos caminando y entonces escuchamos algo que se arrastraba tras el pasillo..
Intentamos retroceder para prepararnos pero era demasiado tarde, la gelatina gigante ya había divisado a sus presas.
Comenzamos a atacar, cerré los ojos y murmuré esa canción que hace siempre que me sienta seguro de mí mismo.. Que hace que me sienta incluso más fuerte.
Al final, conseguimos derrotarlo.
Me arrodillé, dispuesto a tomar una muestra de la biscosidad.
- Se té da bien seguir el ritmo al pelear.
Me dijo, en élfico.
Sonreí y la mire de reojo.
- Me anima.. Y me hace sentirme más fuerte.
Le expliqué, levantandome con el vial lleno.
- Tú música anima a la gente al luchar.
- Me alegro de que sea así
Le dije, mirándola un instante y dedicándole otra sonrisa.
Seguimos un poco más adelante, aún quedaban los no-muertos.
Llegamos a una sala, y cuando el mediano abrió la puerta, un vampiro se lanzó a por nosotros, poco pudimos hacer... Caí, junto con Zeras.. Y al despertarnos, nos encontrabamos en la Atalaya.
- Izhân, ¿Estás bien?
Me dijo.
- Menuda paliza..
Dije sonriendo cómo podía.. Me ardía el pecho.
- Al menos cogimos la muestra..
Ella me asintió y se acercó a mí sacando un frasco de pomada, empezando a untarmelo en la herida del pecho. Jamás había tenido una herida de ese tamaño.. Aunque el frescor del ünguento de Zeras, aliviaba.
Subí la vista para buscar su rostro.. Estaba seria, apenada..
- ¿Porqué estás triste?..
- Últimamente no estoy en el mejor momento de mi vida..
Me dijo, mientras suspiraba y sonreía levemente.
- Si necesitas algo.. Aunque sea entrar en una cripta infectada de muertos..
Dije, riendo leve.
- Sabes que puedes contar conmigo..
Ella asintió y se cayó hacia atrás, mareada por las heridas
Me acerqué arrastrándome a ella, cogiendo su cabeza.
- Zeras.. ¿Me escuchas?..
Le dije, preocupado.. Mientras le daba toquecitos en la mejilla con los dedos.
- No cierres los ojos.. ¿Vale?..
- Vale..
Me dijo, con voz débil.
Comencé a acariciarle la mejilla. Me sentía impotente por no poder hacer nada por ella.. Y el clérigo aún no había llegado.
- Háblame.. cuentame cosas de tí..
Intentaba que no se desmayase.. No sabía que hacer.
- Nunca.. Me han dicho que les cuente cosas de mí.. Sólo Calo lo hace..
Sonreí y le acaricié la frente.
Entonces una luz muy muy diminuta salió de mis dedos.. Era la primera vez que me pasaba algo así.. La luz recorrió las mejillas de Zeras.. Quitándole la palidez del rostro.. Aunque sus heridas aún seguían estando..
Emitió un suspiro y cerró los ojos.. Más relajada.
Yo seguía observándola.. Acariciando sus mejillas, cuidando de ella cómo buenamente podía..
Entonces pareció dormirse.. Su rostro duro y serio que intenta mantener se suavizó..haciendo que se marcase más la cicatriz.
Me enterneció..
Jamás nadie había cuidado tan bien de mí, con tanta atención cómo en la cripta.. Incluso en el templo.. Gastó su ungüento con mi herida en vez de con las suyas..
Entoné una débil melodía.. Susurrandosela a ella.. Jamás había sentido cómo alguien se relajaba tanto en mis brazos.. De hecho jamás nadie había estado así.. ni de esa forma ni en otra..en mis brazos.
Se movió un poco.. Y se acurrucó más a mí.. Daba la impresión de que no acostumbraba a dormir sola.. Al principio me sentí algo incómodo.. O mejor dicho.. Algo tenso.. Pero sonreí y la abracé de una forma protectora.
Cuando el cansancio también pudo conmigo, me quedé dormido.
Al despertar y ver que habiamos dormido abrazados, dí un respingo, bastante nervioso.. Nunca había dormido con una mujer, y aunque no estaba planeado.. No fué una mala experiencia..
Le pregunté cómo se encontraba, al igual que ella a mí.. Entonces ví cómo el clérigo nos miraba.
- Vamos a que nos mire las heridas..
- A mí no me atenderá.. Nunca lo hace, Izhân.
- ¿Porqué no?
- Parece ser que sus creencias son distintas a las mías..
- Dejame hablar con él.. Debería sanar a todos los heridos, sean cuales sean sus creencias o sus razas..
Hablé con el clérigo y no tuvo ningún problema en ayudar a Zeras, sanó sus heridas y también las mías.
Salimos del templo y me miró.
- Gracias por todo Izhân.. Iré a dar un paseo.. Que sylvanus te guíe.
- Lo mismo Zeras, cuídate..
Y se marchó..Tal vez no se había dado cuenta de que acababa de marcar mi vida, con nuevas sensaciones.. Con nuevos sentimientos, cómo el que ella me enseñó.. Ese gesto altruista al curar mis heridas y no las suyas..
http://www.youtube.com/watch?v=w1xEQSPN ... re=channel
Miré hacia la puerta y ví allí a Zeras. Le pregunté cómo se encontraba pues el día anterior fuimos a buscarla a la cueva de los Osgos, Naldina nos avisó de que les habian atacado y Zeras había caido. Por suerte, Nerea curó sus heridas a tiempo.
Ella me asintió. Siempre hablaba en elfo, alguna que otra vez la he oido hablar común, pero le cuesta.
Le pregunté que a dónde íba y me dijo que a la cripta de la villa.. Que había estado ahí abajo y había visto un bicho enorme gelatinoso.. Es curioso, pues es el mismo ser que vimos Beli Yäroth, Aegón, Eowaran y yo cuando bajamos.
- Mm pues.. Lo siento pero no puedo dejarte sola, lo sé, soy un pesado, pero voy a bajar contigo.
Me dijo que no sabía que hacer con las trampas de abajo, así que me acorde del mediano que contrató Aegon. Pensaba que se encontraba en el hospicio, menos mal que Daya apareció y me dijo que se encontraba en la posada.
- Izhân cuando vuelvas.. ¿Puedo hablar contigo?
Me dijo Daya, mientras dejaba al posadero arruinado de galletas.
- Claro, ¿estarás por aquí?
Me asintió.
Dell y los demás no querían ir, así que contraté al mediano que entiende de trampas y cerraduras, para volver a bajar allí con Zeras.
Mientras caminabamos, miraba de reojo a la elfa.. Su rostro estaba marcado por una cicatriz, pero era hermosa, sin duda..
- Podriamos coger una muestra de ese ser.. Y llevarsela a alguien que entienda.
Ella estaba de acuerdo, miraba al frente, con porte firme, parecía tan segura de sí misma..
Entramos en la cripta y dejé que ella guiase, ví cómo me observaba.. Evaluándome, quedándose con cada movimiento mío.Nos encontramos con uno de esos no-muertos.
Oía las flechas de Zeras silbar cerca de mí, pero confíaba en su destreza.
Cuando acabamos con él, ella me giró para que la mirase.
Sacó unos ünguentos y los puso sobre el golpe.
Agradecí con una sonrisa la cura y su atención.
Seguimos caminando y entonces escuchamos algo que se arrastraba tras el pasillo..
Intentamos retroceder para prepararnos pero era demasiado tarde, la gelatina gigante ya había divisado a sus presas.
Comenzamos a atacar, cerré los ojos y murmuré esa canción que hace siempre que me sienta seguro de mí mismo.. Que hace que me sienta incluso más fuerte.
Al final, conseguimos derrotarlo.
Me arrodillé, dispuesto a tomar una muestra de la biscosidad.
- Se té da bien seguir el ritmo al pelear.
Me dijo, en élfico.
Sonreí y la mire de reojo.
- Me anima.. Y me hace sentirme más fuerte.
Le expliqué, levantandome con el vial lleno.
- Tú música anima a la gente al luchar.
- Me alegro de que sea así
Le dije, mirándola un instante y dedicándole otra sonrisa.
Seguimos un poco más adelante, aún quedaban los no-muertos.
Llegamos a una sala, y cuando el mediano abrió la puerta, un vampiro se lanzó a por nosotros, poco pudimos hacer... Caí, junto con Zeras.. Y al despertarnos, nos encontrabamos en la Atalaya.
- Izhân, ¿Estás bien?
Me dijo.
- Menuda paliza..
Dije sonriendo cómo podía.. Me ardía el pecho.
- Al menos cogimos la muestra..
Ella me asintió y se acercó a mí sacando un frasco de pomada, empezando a untarmelo en la herida del pecho. Jamás había tenido una herida de ese tamaño.. Aunque el frescor del ünguento de Zeras, aliviaba.
Subí la vista para buscar su rostro.. Estaba seria, apenada..
- ¿Porqué estás triste?..
- Últimamente no estoy en el mejor momento de mi vida..
Me dijo, mientras suspiraba y sonreía levemente.
- Si necesitas algo.. Aunque sea entrar en una cripta infectada de muertos..
Dije, riendo leve.
- Sabes que puedes contar conmigo..
Ella asintió y se cayó hacia atrás, mareada por las heridas
Me acerqué arrastrándome a ella, cogiendo su cabeza.
- Zeras.. ¿Me escuchas?..
Le dije, preocupado.. Mientras le daba toquecitos en la mejilla con los dedos.
- No cierres los ojos.. ¿Vale?..
- Vale..
Me dijo, con voz débil.
Comencé a acariciarle la mejilla. Me sentía impotente por no poder hacer nada por ella.. Y el clérigo aún no había llegado.
- Háblame.. cuentame cosas de tí..
Intentaba que no se desmayase.. No sabía que hacer.
- Nunca.. Me han dicho que les cuente cosas de mí.. Sólo Calo lo hace..
Sonreí y le acaricié la frente.
Entonces una luz muy muy diminuta salió de mis dedos.. Era la primera vez que me pasaba algo así.. La luz recorrió las mejillas de Zeras.. Quitándole la palidez del rostro.. Aunque sus heridas aún seguían estando..
Emitió un suspiro y cerró los ojos.. Más relajada.
Yo seguía observándola.. Acariciando sus mejillas, cuidando de ella cómo buenamente podía..
Entonces pareció dormirse.. Su rostro duro y serio que intenta mantener se suavizó..haciendo que se marcase más la cicatriz.
Me enterneció..
Jamás nadie había cuidado tan bien de mí, con tanta atención cómo en la cripta.. Incluso en el templo.. Gastó su ungüento con mi herida en vez de con las suyas..
Entoné una débil melodía.. Susurrandosela a ella.. Jamás había sentido cómo alguien se relajaba tanto en mis brazos.. De hecho jamás nadie había estado así.. ni de esa forma ni en otra..en mis brazos.
Se movió un poco.. Y se acurrucó más a mí.. Daba la impresión de que no acostumbraba a dormir sola.. Al principio me sentí algo incómodo.. O mejor dicho.. Algo tenso.. Pero sonreí y la abracé de una forma protectora.
Cuando el cansancio también pudo conmigo, me quedé dormido.
Al despertar y ver que habiamos dormido abrazados, dí un respingo, bastante nervioso.. Nunca había dormido con una mujer, y aunque no estaba planeado.. No fué una mala experiencia..
Le pregunté cómo se encontraba, al igual que ella a mí.. Entonces ví cómo el clérigo nos miraba.
- Vamos a que nos mire las heridas..
- A mí no me atenderá.. Nunca lo hace, Izhân.
- ¿Porqué no?
- Parece ser que sus creencias son distintas a las mías..
- Dejame hablar con él.. Debería sanar a todos los heridos, sean cuales sean sus creencias o sus razas..
Hablé con el clérigo y no tuvo ningún problema en ayudar a Zeras, sanó sus heridas y también las mías.
Salimos del templo y me miró.
- Gracias por todo Izhân.. Iré a dar un paseo.. Que sylvanus te guíe.
- Lo mismo Zeras, cuídate..
Y se marchó..Tal vez no se había dado cuenta de que acababa de marcar mi vida, con nuevas sensaciones.. Con nuevos sentimientos, cómo el que ella me enseñó.. Ese gesto altruista al curar mis heridas y no las suyas..
Re: Caprichos del destino
Capítulo VII: El reencuentro
Fuí con Beli en busca de Daya, cuando la encontramos fuimos hacia la posada.. Estuvimos hablando un rato sobre la discursión que tuvimos Malakai y yo, entonces llegó Gwenn.
La saludamos y se sentó a mi lado Íbamos a pedir algo cuando la puerta se abrió de nuevo.
Era ella.. Orlyan, La cazadora, cómo la llamaban algunos..
Siseé para llamar su atención y se acercó a la mesa.
- Ya que estás de pie ¿puedes ir a pedir?
Dijo Beli.
- Podría. Pero luego no os quejeis si os envenenais.
- Mejor voy yo.. ¿Qué haces por la villa?
- Te estaba buscando.. Y mira a dónde me haces venir, a un cuchitril mugriento..
- Vamos.. No está tan mal.. Deja de dejarte
- ¿No? Aquí es a dónde van los borrachos del pueblo a ahogar sus penas.
- ¿Me estás llamando borracho de pueblo?
Reí leve y miré hacia la mesa.
- Vámonos, tengo una cosa para tí
Dijo Orlyan, acercándose hacia la puerta.
- Chicas..Os veo luego ¿vale? Os invito a lo que pidais.
- Claro, ten cuidado.
Dijo Gwenn.
- ¡Adiós Don Juan!
Se despidió también Beli, junto con Daya.
Salimos de la villa y yo la miraba de reojo.
http://www.youtube.com/watch?v=WoPbnyP8 ... re=related
- ¿Es un regalo?
- Oh, sí..
- ¿Y me va a gustar?
- Puede.
Siempre tan directa y tan fría... Pero no sé que tiene que a mí me llama tanto la atención.
Quizás su pasado.. Ese que intenta ocultar.
- ¿Sabes? Hoy he conocido a una discípulo.. Portaba unas alas rojas y tenía muy mal caracter.
Le dije, mientras caminabamos hacia el norte.
- ¿Sí? Una zorra cromática roja.
Yo negué con una leve sonrisa..
- ¿A dónde vamos?
- Aquí cerca
Llégamos a un claro, cerca del río.. Había una piedra con algo grabado junto a nosotros.. Y unos árboles de los que caían sus hojas, adornando el suelo de varios colores.
- Siéntate. He descubierto a dos sierpes..Una se encuentra en Anaurokh, la otra en Bosque Alto.
Ladeé la cabeza, escuchándola.
- Si tienes dudas, siempre puedes ir a buscar a una de ellas. Conseguir información o quizás su ayuda y beneplácito... Y,O beneplácito..
- Pues un amigo quiere hacer un viaje a Bosque Alto..
- Ah.. No me interesa.
Siempre es así, seca, dura.. Pero a mí me divierte.
- Quizás le haga una visita cuándo vaya allí, Simpática.
Le dije con ironía.
- Soy toda amor
Me contesto, riendo luego.. Me gusta su risa..
- Sí, sín duda.
- Sah.
Tengo una cosa para tí.
Le dije.
- ¿Para mí?
Pareció sorprenderse.. o quizás sólo fingía.
Le indiqué con el dedo que se acercase.
- Ven, claro que es para tí. Es una cosa para que te acuerdes de mí, si es que quieres acordarte de mí, claro
Dije riéndo levemente, mientras ella se acercaba en silencio, sólo me miraba detenidamente.
- Tomaré tu silencio cómo un sí.
Saqué de mi bolsillo aquello que le había hecho hace tiempo en la forja..
Era la punta de una flecha de metal, y cómo pude, la había sujetado a un trozo de cuerda, formando un colgante.
Giraba y giraba, la paré con dos dedos y miré a Orlyan.
- Es..Vaya..
Me dijo, mirándo el colgante.
- No sabía que regalarte.. Para agradecerte lo que has hecho por mí.
- Un buen regalo, tienes mi agradecimiento.
Entonces comenzó a nevar.
-¿Y?.. ¿Qué quieres a cambio? No acostumbro a recibir regalos así que..
- No íba a pedirte nada a cambio..Bueno.. Quizás sí.
- ¿Me dejas ponertelo?
Dije, alzando un poco más el collar.
- ¿Es lo que quieres a cambio?
Negué y la sonreí
- Lo que quiero es otra cosa.
- ¿Y?..
- Quiero verte sonreir, me gusta tu sonrisa.
- Me duelen las mejillas al sonreir..
Me contesto, primero sonriendo y luego emitiendo una ligera risa.
- No creo.. Por que lo hagas un momento no te va a doler..
Y entonces, alzó la cabeza y me sonrió..
- Mm.. Me vale éso.
Le dije, me conformaba con verla sonreir aunque fuese, para mí.. Que alguien cómo ella me sonría, es mejor que cualquier otra cosa.
- A mí no.
- ¿Qué te vale a tí?
Le dije, extrañado.
- Ahora quiero que hagas algo, mi sonrisa vale más que el regalo.
- Pide pues.. Pero no pienso comerme ning..
Y callé tras oirla..
- Bésame.
Se paró el tiempo para mí, seguramente hice el ridiculo, no recuerdo bien.. Y seguro que se me quedó cara de idiota o algo parecido.
Ella no dejaba de analizarme.. mirándome fijamente.
Alargué el brazo, algo temeroso y cogí su antebrazo, aferrándola a mí..Nunca la había tenido tan cerca..
Apretaba su colgante con la mano, con fuerza.. Intentando tranquilizarme. Pero era inútil.
Busqué sus ojos ardientes.. Pero ellos me encontraron antes a mí.
- Por el infierno ardiente.. Lo haré yo
Y entonces se bajó la capucha y juntó sus labios con los míos..
Son suaves.. Y no le sale veneno de la boca cómo algunos se creían..
He de reconocer que me puse nervioso.. Algo tenso..
Ella lo notó y cogió mi cara con las manos.. Sin separarse de mí..
Se me puso la piel de gallina.. Mi cuerpo estaba frío por la nieve que no dejaba de caer.. Pero mis labios ardían junto a los suyos..

Se separó de mí sin apartar la vista de mis ojos..
- ¿Te ha gustado?
Me preguntó.
- Mmm.. Debería probarlo otra vez para asegurarme.
Y sonreí levemente.
- Me tomaré éso cómo un sí.
Sin perder la sonrisa, pasé la cuerda por su cuello, colgandole el colgante.
Y entonces, se lanzó de nuevo a mis labios, con pasión..Con tanta vehemencia cómo los demonios tienen al chafar mortales.
Hizo incluso que me inclinase un segundo hacia atrás.. Puse una de mis manos en su espalda.. Sentía su aliento cálido chocar con mi rostro.. Cómo una droga que me embriagaba..
Quise seguir.. No quería separarme aún...
- Ya.. Ya es suficiente..
Dijo, separándose despacio de mí.
- Ve a Bosque Alto entonces.
Me quedé sin habla.. Sólo la miraba.
Cuando reaccioné le dije.
- ¿Porqué no vienes conmigo?
- Lleva cuidado, yo allí no volveré.. No voy a dar mi vida por tí.
- No te he pedido que hagas éso.
A veces tan dulce.. Otras tan agria.. Pero no me dolían sus palabras..
- Creéme que si vuelvo a entrar, me darán muerte
- Lo entiendo.. Pero ¿te veré a mi regreso?..
- Quizás.
Me dijo, con una sonrisa.
- Depende de tí.
Dijo, subiendose la capucha.
- Si depende de mí.. Entonces sí quiero volver a verte.
- No, no Izhân.. Depende de si sales con vida de Bosque Alto.
- Qué poca confianza tienes en mí, claro que saldré vivo de allí.. Aún me quedan muchas cosas por hacer aquí.
- Confianza ninguna, no cuando se la clase de criaturas que frecuentan el bosque.
- Qué tierna.. Cómo se preocupa por mí.
Le dije, irónico, pero sin borrar la sonrisa de mis labios.
- Saldré vivo, descuida..
- Vive. Me marcho
Me dijo, antes de girarse.. Y por primera vez.. Miró hacia atrás.
- Suerte
- La tendré.
Y se fundió con las sombras de los árboles cercanos..
Desde aquel día no dejo de pensar en ella.. Tan mortal como un cuchillo en la garganta.. Pero a la vez parece tan dulce..
Quiero pensar que no sólo soy para ella una distracción.. Quiero pensar que quizás ella también a veces piense en mí, cómo hago yo..
"Y dejaré una rosa en cada lugar en el que mis ojos te vean.. "

Fuí con Beli en busca de Daya, cuando la encontramos fuimos hacia la posada.. Estuvimos hablando un rato sobre la discursión que tuvimos Malakai y yo, entonces llegó Gwenn.
La saludamos y se sentó a mi lado Íbamos a pedir algo cuando la puerta se abrió de nuevo.
Era ella.. Orlyan, La cazadora, cómo la llamaban algunos..
Siseé para llamar su atención y se acercó a la mesa.
- Ya que estás de pie ¿puedes ir a pedir?
Dijo Beli.
- Podría. Pero luego no os quejeis si os envenenais.
- Mejor voy yo.. ¿Qué haces por la villa?
- Te estaba buscando.. Y mira a dónde me haces venir, a un cuchitril mugriento..
- Vamos.. No está tan mal.. Deja de dejarte
- ¿No? Aquí es a dónde van los borrachos del pueblo a ahogar sus penas.
- ¿Me estás llamando borracho de pueblo?
Reí leve y miré hacia la mesa.
- Vámonos, tengo una cosa para tí
Dijo Orlyan, acercándose hacia la puerta.
- Chicas..Os veo luego ¿vale? Os invito a lo que pidais.
- Claro, ten cuidado.
Dijo Gwenn.
- ¡Adiós Don Juan!
Se despidió también Beli, junto con Daya.
Salimos de la villa y yo la miraba de reojo.
http://www.youtube.com/watch?v=WoPbnyP8 ... re=related
- ¿Es un regalo?
- Oh, sí..
- ¿Y me va a gustar?
- Puede.
Siempre tan directa y tan fría... Pero no sé que tiene que a mí me llama tanto la atención.
Quizás su pasado.. Ese que intenta ocultar.
- ¿Sabes? Hoy he conocido a una discípulo.. Portaba unas alas rojas y tenía muy mal caracter.
Le dije, mientras caminabamos hacia el norte.
- ¿Sí? Una zorra cromática roja.
Yo negué con una leve sonrisa..
- ¿A dónde vamos?
- Aquí cerca
Llégamos a un claro, cerca del río.. Había una piedra con algo grabado junto a nosotros.. Y unos árboles de los que caían sus hojas, adornando el suelo de varios colores.
- Siéntate. He descubierto a dos sierpes..Una se encuentra en Anaurokh, la otra en Bosque Alto.
Ladeé la cabeza, escuchándola.
- Si tienes dudas, siempre puedes ir a buscar a una de ellas. Conseguir información o quizás su ayuda y beneplácito... Y,O beneplácito..
- Pues un amigo quiere hacer un viaje a Bosque Alto..
- Ah.. No me interesa.
Siempre es así, seca, dura.. Pero a mí me divierte.
- Quizás le haga una visita cuándo vaya allí, Simpática.
Le dije con ironía.
- Soy toda amor
Me contesto, riendo luego.. Me gusta su risa..
- Sí, sín duda.
- Sah.
Tengo una cosa para tí.
Le dije.
- ¿Para mí?
Pareció sorprenderse.. o quizás sólo fingía.
Le indiqué con el dedo que se acercase.
- Ven, claro que es para tí. Es una cosa para que te acuerdes de mí, si es que quieres acordarte de mí, claro
Dije riéndo levemente, mientras ella se acercaba en silencio, sólo me miraba detenidamente.
- Tomaré tu silencio cómo un sí.
Saqué de mi bolsillo aquello que le había hecho hace tiempo en la forja..
Era la punta de una flecha de metal, y cómo pude, la había sujetado a un trozo de cuerda, formando un colgante.
Giraba y giraba, la paré con dos dedos y miré a Orlyan.
- Es..Vaya..
Me dijo, mirándo el colgante.
- No sabía que regalarte.. Para agradecerte lo que has hecho por mí.
- Un buen regalo, tienes mi agradecimiento.
Entonces comenzó a nevar.
-¿Y?.. ¿Qué quieres a cambio? No acostumbro a recibir regalos así que..
- No íba a pedirte nada a cambio..Bueno.. Quizás sí.
- ¿Me dejas ponertelo?
Dije, alzando un poco más el collar.
- ¿Es lo que quieres a cambio?
Negué y la sonreí
- Lo que quiero es otra cosa.
- ¿Y?..
- Quiero verte sonreir, me gusta tu sonrisa.
- Me duelen las mejillas al sonreir..
Me contesto, primero sonriendo y luego emitiendo una ligera risa.
- No creo.. Por que lo hagas un momento no te va a doler..
Y entonces, alzó la cabeza y me sonrió..
- Mm.. Me vale éso.
Le dije, me conformaba con verla sonreir aunque fuese, para mí.. Que alguien cómo ella me sonría, es mejor que cualquier otra cosa.
- A mí no.
- ¿Qué te vale a tí?
Le dije, extrañado.
- Ahora quiero que hagas algo, mi sonrisa vale más que el regalo.
- Pide pues.. Pero no pienso comerme ning..
Y callé tras oirla..
- Bésame.
Se paró el tiempo para mí, seguramente hice el ridiculo, no recuerdo bien.. Y seguro que se me quedó cara de idiota o algo parecido.
Ella no dejaba de analizarme.. mirándome fijamente.
Alargué el brazo, algo temeroso y cogí su antebrazo, aferrándola a mí..Nunca la había tenido tan cerca..
Apretaba su colgante con la mano, con fuerza.. Intentando tranquilizarme. Pero era inútil.
Busqué sus ojos ardientes.. Pero ellos me encontraron antes a mí.
- Por el infierno ardiente.. Lo haré yo
Y entonces se bajó la capucha y juntó sus labios con los míos..
Son suaves.. Y no le sale veneno de la boca cómo algunos se creían..
He de reconocer que me puse nervioso.. Algo tenso..
Ella lo notó y cogió mi cara con las manos.. Sin separarse de mí..
Se me puso la piel de gallina.. Mi cuerpo estaba frío por la nieve que no dejaba de caer.. Pero mis labios ardían junto a los suyos..

Se separó de mí sin apartar la vista de mis ojos..
- ¿Te ha gustado?
Me preguntó.
- Mmm.. Debería probarlo otra vez para asegurarme.
Y sonreí levemente.
- Me tomaré éso cómo un sí.
Sin perder la sonrisa, pasé la cuerda por su cuello, colgandole el colgante.
Y entonces, se lanzó de nuevo a mis labios, con pasión..Con tanta vehemencia cómo los demonios tienen al chafar mortales.
Hizo incluso que me inclinase un segundo hacia atrás.. Puse una de mis manos en su espalda.. Sentía su aliento cálido chocar con mi rostro.. Cómo una droga que me embriagaba..
Quise seguir.. No quería separarme aún...
- Ya.. Ya es suficiente..
Dijo, separándose despacio de mí.
- Ve a Bosque Alto entonces.
Me quedé sin habla.. Sólo la miraba.
Cuando reaccioné le dije.
- ¿Porqué no vienes conmigo?
- Lleva cuidado, yo allí no volveré.. No voy a dar mi vida por tí.
- No te he pedido que hagas éso.
A veces tan dulce.. Otras tan agria.. Pero no me dolían sus palabras..
- Creéme que si vuelvo a entrar, me darán muerte
- Lo entiendo.. Pero ¿te veré a mi regreso?..
- Quizás.
Me dijo, con una sonrisa.
- Depende de tí.
Dijo, subiendose la capucha.
- Si depende de mí.. Entonces sí quiero volver a verte.
- No, no Izhân.. Depende de si sales con vida de Bosque Alto.
- Qué poca confianza tienes en mí, claro que saldré vivo de allí.. Aún me quedan muchas cosas por hacer aquí.
- Confianza ninguna, no cuando se la clase de criaturas que frecuentan el bosque.
- Qué tierna.. Cómo se preocupa por mí.
Le dije, irónico, pero sin borrar la sonrisa de mis labios.
- Saldré vivo, descuida..
- Vive. Me marcho
Me dijo, antes de girarse.. Y por primera vez.. Miró hacia atrás.
- Suerte
- La tendré.
Y se fundió con las sombras de los árboles cercanos..
Desde aquel día no dejo de pensar en ella.. Tan mortal como un cuchillo en la garganta.. Pero a la vez parece tan dulce..
Quiero pensar que no sólo soy para ella una distracción.. Quiero pensar que quizás ella también a veces piense en mí, cómo hago yo..
"Y dejaré una rosa en cada lugar en el que mis ojos te vean.. "

Re: Caprichos del destino
Una pesadilla
http://www.youtube.com/watch?v=sqxbZq7d ... re=related
Esta noche he tenido un sueño, me encontraba en aquel claro dónde nos reunímos la otra vez.. La esperaba a ella, dándo vueltas nervioso.
Entonces apareció de la nada, abrazándome por detrás.. Acariciaba mi cuello.. Sentía el roce de su nariz en mi nuca.. Parecía tan real...
Me giré y cogí su cara con las manos, acariciándo sus mejillas.. Intenté decirle algo.. Pero mis labios estaban sellados, no podía hablar..
Ella negaba y con una sonrisa me dijo.. "No debes tener miedo"..
Entonces todo se oscureció.. una niebla espesa rodeaba nuestros cuerpos.. Y sentí el dolor.. El dolor en mi espalda.. Algo que subía por mis tripas y me hacia tener ganas de vomitar.
Caí al suelo, retorciendome.. La miraba.. Y ella en silencio, me observaba.. Sin alarmarse..
Sentí cómo mis huesos se rompían.. Cómo se me desgarraba la piel a tiras..
Y sólo mis alaridos se oían..
Volví a mirarla.. Los ojos me sangraban..
Entonces sentí como de mi espalda, unas grandes alas negras se desplegaban.. Mis colmillos crecían desmesuradamente..Mis uñas eran alargadas y negras.. Duras.. Cómo garras.
Me arrastré hacia el lago y ví mi reflejo en él..
Unos ojos cubiertos de oscuridad.. Sin pupilas.. Sin brillo..Toqué mi rostro.. Cubierto de sangre.. Mis manos pálidas..

Me levanté del suelo y la miré..
De nuevo intenté hablar.. Pero ninguna palabra salía de mis labios.
Ella se acercó y cogió mi rostro con suavidad y volvió a decir.. "No debes tener miedo"..
Me sentía sucio por dentro.. Sentía inseguridad.. Y ella me abrazó..
Envolví su cuerpo con aquellas alas negras.. Hundiendo mi cabeza en su cuello..
Quería gritar.. Pero tampoco podía.. Me entraron ganas de llorar.. Pero mis ojos sin vida no derramaban más que sangre..
La niebla se disipaba y cerré los ojos.. Cuando los abrí.. Ella ya no estaba.. Ni tampoco esas alas.. Ni las garras... Toqué mi rostro y volví a mirar mi reflejo en el lago.
Volvía a ser yo.. Mis ojos de nuevo brillaban y la sangre había desaparecido.
Entonces desperté..
No encuentro significado a ese sueño.. Quizás sea causa del miedo que a veces siento, pensando en el futuro, en lo que me espera..
Quizás ella estaba allí porque es lo que yo deseo.. Que siga volviendo a buscarme incluso cuando ya no sea el mismo..
Todos me dicen lo mismo.. Que me estoy equivocando.. Que no es de fiar.. Mi hermano, al principio me intentaba convencer de alguna manera para que abriese los ojos y me diera cuenta..
Y cuando parece que casi la olvido..Vuelve a buscarme y entonces sonrío..
Y siento algo en el estómago que hace que desee ir con ella a cualquier lugar..
Cómo si se tratase de un hechizo que me domina.. Que hace que la siga.. Hasta el mismo infierno.
Es que la necesito, me siento vacío a veces cuando no noto que la tengo cerca.. Y con sólo imaginar que me besa.. Hace que me estremezca.
Tiene veneno por dentro... Pero soy inmune a su efecto.. A veces parece que intenta ver de lo que soy capaz, cuando me hiere con sus palabras.
Pero las palabras se las lleva el viento.. y sólo quedan los actos.. Los actos y el calor de su aliento recorriendo mis labios..
...Voy a volverme loco..
http://www.youtube.com/watch?v=sqxbZq7d ... re=related
Esta noche he tenido un sueño, me encontraba en aquel claro dónde nos reunímos la otra vez.. La esperaba a ella, dándo vueltas nervioso.
Entonces apareció de la nada, abrazándome por detrás.. Acariciaba mi cuello.. Sentía el roce de su nariz en mi nuca.. Parecía tan real...
Me giré y cogí su cara con las manos, acariciándo sus mejillas.. Intenté decirle algo.. Pero mis labios estaban sellados, no podía hablar..
Ella negaba y con una sonrisa me dijo.. "No debes tener miedo"..
Entonces todo se oscureció.. una niebla espesa rodeaba nuestros cuerpos.. Y sentí el dolor.. El dolor en mi espalda.. Algo que subía por mis tripas y me hacia tener ganas de vomitar.
Caí al suelo, retorciendome.. La miraba.. Y ella en silencio, me observaba.. Sin alarmarse..
Sentí cómo mis huesos se rompían.. Cómo se me desgarraba la piel a tiras..
Y sólo mis alaridos se oían..
Volví a mirarla.. Los ojos me sangraban..
Entonces sentí como de mi espalda, unas grandes alas negras se desplegaban.. Mis colmillos crecían desmesuradamente..Mis uñas eran alargadas y negras.. Duras.. Cómo garras.
Me arrastré hacia el lago y ví mi reflejo en él..
Unos ojos cubiertos de oscuridad.. Sin pupilas.. Sin brillo..Toqué mi rostro.. Cubierto de sangre.. Mis manos pálidas..

Me levanté del suelo y la miré..
De nuevo intenté hablar.. Pero ninguna palabra salía de mis labios.
Ella se acercó y cogió mi rostro con suavidad y volvió a decir.. "No debes tener miedo"..
Me sentía sucio por dentro.. Sentía inseguridad.. Y ella me abrazó..
Envolví su cuerpo con aquellas alas negras.. Hundiendo mi cabeza en su cuello..
Quería gritar.. Pero tampoco podía.. Me entraron ganas de llorar.. Pero mis ojos sin vida no derramaban más que sangre..
La niebla se disipaba y cerré los ojos.. Cuando los abrí.. Ella ya no estaba.. Ni tampoco esas alas.. Ni las garras... Toqué mi rostro y volví a mirar mi reflejo en el lago.
Volvía a ser yo.. Mis ojos de nuevo brillaban y la sangre había desaparecido.
Entonces desperté..
No encuentro significado a ese sueño.. Quizás sea causa del miedo que a veces siento, pensando en el futuro, en lo que me espera..
Quizás ella estaba allí porque es lo que yo deseo.. Que siga volviendo a buscarme incluso cuando ya no sea el mismo..
Todos me dicen lo mismo.. Que me estoy equivocando.. Que no es de fiar.. Mi hermano, al principio me intentaba convencer de alguna manera para que abriese los ojos y me diera cuenta..
Y cuando parece que casi la olvido..Vuelve a buscarme y entonces sonrío..
Y siento algo en el estómago que hace que desee ir con ella a cualquier lugar..
Cómo si se tratase de un hechizo que me domina.. Que hace que la siga.. Hasta el mismo infierno.
Es que la necesito, me siento vacío a veces cuando no noto que la tengo cerca.. Y con sólo imaginar que me besa.. Hace que me estremezca.
Tiene veneno por dentro... Pero soy inmune a su efecto.. A veces parece que intenta ver de lo que soy capaz, cuando me hiere con sus palabras.
Pero las palabras se las lleva el viento.. y sólo quedan los actos.. Los actos y el calor de su aliento recorriendo mis labios..
...Voy a volverme loco..