Su padre le tenía en brazos, sonreía emocionado ante aquel espectáculo de ver a su recién nacida, una criaturita tan parecida a él, pensó incluso que ella era un ser divino como un ángel por su delicada apariencia y tonos blancos. Con velocidad le enseño la pequeña a su madre , una elfa solar que lucia cansada por el extremo esfuerzo de darle a luz, pero a ella no le emociono, ni le importo, apoyo su cabeza en la almoadilla.
-Limpiala
-¿No es preciosa? ¿Cómo le pondremos, cielo mio?
-Llamale Veldrin
-¿Veldrin? ¿Estas segura? Con ese nombre sera difícil para ella...
-Se llamara Veldrin te he dicho.
Su marido el elfo lunar, se quedo en silencio luego de esa brusca decisión, sabía que ese nombre solo se usaba entre los no deseados.
Vivían en SiempreReunidos, esa isla donde la mayoría de la población eran elfos del sol, pero ellos se habían conocido lejos de esas tierras, y se habían enamorado, pero el padre de la pequeña había sufrido bastante en conseguir ser correspondido, por eso mismo conocía a su mujer, sabía que no le haría la vida simple a su hija, ni que le tuviera estima solo por haberse parecido a él, pero aun así había albergado la esperanza de que su hija hubiera nacido idéntica a ella, o que pese a la diferencia, por el hecho de ser su hija le hubiera amado desde el primer momento, cosa que no ocurrió.
La madre era quien siempre tomaba las desiciones en el hogar, y además el corazón de esta esposa y madre era totalmente oscuro. La niña se llamo Veldrin como ordeno, mientras su padre adoraba a su hija, su madre se dedicada a hacerle la vida horrible, en un pequeño resumen Veldrin creció encerrada en su cuarto muchas horas al día hasta llegar su padre con quien se entretenía, teniendo un estrecho vinculo. Mientras la niña le tenía respeto a su madre, y como buena hija inocente le tenía cariño las veces que ella le enseñaba cosas herroneas, Veldrin era el entretenimiento para cometer maldad dandole ideas erroneas de la vida, que causaban la inadaptación y poca tolerancía del resto de los ciudadanos, comenzando con que todo lo que le enseño era lo más odiado por los elfos, todo lo referente a sus desterrados bajo el mundo.
Solian discutir sus padres, pero el hombre le amaba demaciado a su mujer para no dejarle hacer casi todo lo que deseaba, y Veldrin crecía con el tiempo, sintiendose amada por su padre, pero odiada por el resto del mundo tanto así que termino odiando su entorno, y encerrandose en si misma y su padre, aunque no mentire ella tenía amigos, gente silenciosa que tenía interes en los oscuros conocimientos de esta joven.
Con su madurez Veldrin no soportaba ya vivir en su hogar, había atentado contra su vida como cualquier ser, pero su padre siempre estaba allí para salvarla, más de alguna vez recibio esos abrazos tiernos que solamente sabía darle el con lagrimas en los ojos muy triste por los acontesimientos, recordandole que ella era la razon de su existir, aunque a veces ella solía sentir celos de su madre, también un fuerte pensamiento le invadía a veces: Una de las dos tenía que irse, cada vez pensaba con mucha mas fuerza en ello.
-Madre, madre, ya no te quiero
-Pero qué dices mujer-contesto ella sin inmutarse
-Sí, nunca me he sentido apreciada por ti ¿te das cuenta que mi vida es horrible?
-Sí, es lo que has logrado por nacer asi.
-No, yo no creo así, siento que has sido tu quien ha hechi de mi vida esto.
-¿Eso es todo?
-No, no es todo madre, quiero irme de aquí, dejame huir de ti.
-Que lamentable recordarte que no puedes, y yo tomo las desiciones aqui.
-Sabía que diria eso, pero yo ya no te soporto.
Veldrin mancho sus manos con la sangre de su progenitora, sabiendo que su padre tal vez se le destrozaría el corazón al verlo. Ella huyo entonces y vivió tal vez una libertad llena de peligros, con la culpa de lastimar al ser que más amaba, y a veces arrepintiendose de haber hecho aquel crimen que le alejo de su amado padre.
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Gracias a los lectores, y espero que este bien
