[Extracto del diario de Daya]
Había llegado el momento para adelantarse. Katy, Norisse, Ricewen, Drum, Hazzim (guardia mandado por el capitán Mannock) y yo acordamos llegar hasta Yalanzhar. Usaríamos el aire puesto que, de todos es sabida, la situación en el Rauvin. Ricewen viajaría el primero y desde allí, abriría un portal a Nevesmortas por donde el resto, llegaríamos. Lamentablemente, los portales se abren en un lugar indeterminado y es por eso que además, cruzaron las hermanas Wend y un desconocido.
Una vez en Yalanzhar tomamos los primeros contactos para averiguar. Fue allí mismo donde les puse al corriente de lo que realmente íbamos a hacer.
Tanto Drum como Norisse se quedaron acompañando a Danila en la villa, Hazz probablemente se quedó dormido tras la comilona.
El posadero, al que dirigí mis primeras preguntas dijo que en efecto se alojaba allí un tal Melnar, el nombre real del que buscaba aquel que se rodeaba de sombras y que yo, llamé Sombra. Siguiendo las indicaciones de la nota y recomendaciones del posadero, alquilamos varias habitaciones del piso superior. Tal y como el raído escrito que me mostró Mannock, entramos en la última habitación de la izquierda, allí encontramos un pasadizo que ninguno sabíamos donde llevaba. Más de media hora recorriendo ese espacio hasta que por fin, ante nosotros se abrió una especie de mausoleo. La arquitectura parecía Mulhoradina según un apunte de Katy. Caminamos por aquel lugar agobiante, sabíamos que no estábamos solos y pronto comprobamos qué tipo de criaturas moraban en ese lugar. Nos enfrentamos a los primeros, con tan mala fortuna que mi clave de sol se vio seriamente dañada. Tendré que pagar buena cantidad de oro por su arreglo pero es sumamente importante para mí ese estoque, por lo que de mil amores pagaré su restauración.
Continuamos la marcha hasta que por fin descubrimos una puerta que se confundía entre las parees de piedra, a pesar de eso, Katy demostró su estupendo oído. Detrás de ella había alguien. Siguiendo las debidas precauciones cruzamos el umbral y allí, de pie, mirándonos con cara igualmente de sorpresa y pocos amigos una figura.
¿Sería aquél el que buscaba Sombra? No tardaríamos en averiguarlo.
Listo para la carga nos preguntaba quienes éramos, la verdad es que nosotros hacíamos lo mismo deseosos de saber, yo al menos cada día que pasa siento más curiosidad por saber donde llevará esto.
Pregunté directamente si era Melnar
-¿Melnar...? ¿Quién es Melnar? - dijo el hombre.
Reconozco cuando alguien me miente mucho más a menudo de lo que la gente piensa y ese hombre, estaba mintiendo. Katy con su deje particular comentaba lo inadecuado del lugar para una cita mientras que Arilyn era de todo menos prudente así fue como dijo:
-Mira amigo podemos arreglar esto de dos formas, por las buenas o por las menos buenas-.
La reacción de la figura no se hizo esperar
-¿Vienes aquí a amenazarme?-
-¿Por qué últimamente todo el mundo se empeña en tomarme el pelo?- Apostillé yo, tratando de parar el avance de la figura armada, tras lo que mandé callar a Arilyn, ya estábamos en una situación comprometida como para que ella empezase a amenazar. Me puse entre ellos mientras Rice recomendaba a la Wend que me dejase el hablar a mí. Aquel tipo respondió a una brabuconada con otra.
-¡Aparta, y deja que esa se ponga delante, si tiene pelos donde debe tenerlos!- inquirió el desconocido.
Tras ese instante preguntó: -¿Por qué buscáis a Melnar?- .Yo iba contestando haciéndome la dura, algo se aprende de la gente que te rodea, sin duda.
Mirad me duele el chichón que me hice y llevamos mucho tiempo andando, desde la Cocatriz...
-¿Buscarte a ti, Melnar...? Melnar no encontrará a quien no se hace buscar, muchacha y de todas formas la nota decía que llevases una cinta-
Yo, por mi parte, iba añadiendo datos sobre la nota que me enseñó Mannock mientras Katy aconsejaba con su deje particular que no era adecuado ir perdiendo notas por donde se pasaba.
-¿Se perdiese? ¿Cómo que se perdiese? -
Fue entonces cuando averigüé el nombre del muerto, Sador. Nuestro obligado anfitrión me preguntaba qué fue lo que me dijo, y que si aceptaría el trabajo. Fue en ese instante cuando decidí contarle la verdad de cómo y porqué llegué hasta ese lugar y lo sucedido días atrás en Nevesmortas, pero no antes de que nos narrase de qué se trataba todo aquello….
Sombraoscura
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Re: Sombraoscura
Última edición por Wantu el Mar May 08, 2012 7:28 am, editado 2 veces en total.
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
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Re: Sombraoscura
[Extracto del diario de Daya]
...Sabiendo ya el nombre del finado, seguimos con las preguntas retóricas.
En el fuego, esa era la última indicación en la nota. A medida que pasaba el tiempo en aqueñ diminuto habitáculo nuestro anfitrión parecía más cómodo con nosotros cuatro. Continué hablando sobre lo acontecido tiempo atrás en la villa.
-Sador -a partir de entonces le llamé por su nombre- me dijo que buscaba a alguien, algún miembro de cierta organización local.
-Bien, cuando le vea, te enviaré el lugar donde debes ir. Bueno, debéis... hay que aniquilar el problema de raíz, os contaré lo que me dijo Sador. -
La cara de Ricewen era un poema, no parecía entender nada de nada. En ese instante comencé a anunciar que Sador había fenecido unas deckanas antes en La Posada de la Rosa.
-Me temo que Sador está algo llamémosle... impedido, así que tendréis que de qué se trata.-
-Loren Nottiams, será vuestro objetivo. No le conocéis, y dudo que hayáis oído hablar de él pero si algo habéis oído, y es bueno, es falso. Ese desgraciado hijo de perra es lo más vil que haya pisado Faerum. Antaño, fue un comerciante, un poderoso mercante asociado a Degor Halast.
Controlaba gran parte de los negocios de Argluna, cuando aun permaneció en la sociedad con Halast.
Degor, siempre buscó la prosperidad para la organización y la familia. Se conocían de muchos años, y sus familias eran uña y carne... eran.
El destino hizo que los hijos de uno y otro, Lhak Halast y Zola Nottiams se enamoraran...-
-Problemas de familia… vaya vayaaa...- dijo Katy con su peculiar deje –
Continuó hablando nuestro anfitrión, narrando el origen de toda la trama.
- Aquello unía más a las familias, y forjaba el futuro de la compañía, pero sin saber por qué, el día de la boda, sucedió lo inesperado.
Cuando todos esperaban en el altar del templo, la familia Nottiams no se presentó... al completo. Ni un miembro asistió al lugar -
¿Ni ni la novia? – quiso saber Ricewen-
-¿Por qué? Aún no lo sabemos, pero estamos en ello... ni la novia.
Al cabo de dos semanas, los almacenes de la empresa ardieron en un gran fuego, y cuando fueron al lugar donde almacenaban el oro, estaba vacío.-
Fue entonces cuando acabé de explicarle el motivo de nuestra presencia allí.
-Es posible que alguien esté interesado en que no se sepa… hay cierto tipo por ahí que pregunta demasiado... se hace rodear de sombras.- .
-De un día para otro, los Nottiams se esfumaron del lugar...- continuaba nuestro anfitrión-
-¿No lo conocerás, ¿eeeh?-interrogaba Katy al anfitrión mientras confirmaba mis palabras- Y las utiliza cariñito...¡se esfuma en eellas!-
Sobresaltado, el anfitrión saltó con aire vengativo...
-Los has visto. ¡¿Dónde?!
-En Nevesmortas, justo en un improvisado campamento al este, junto a la Orden de caballeros-
-Nevesmortas... ¿Sundabar? – preguntó.
Ricewen parecía bastante perdido en todo aquello, quizá debiera explicarle con calma todo esto, mientras tanto Katy contestaba al anfitrión.-
Cerrcaaa...cerca. Al oeste de Sundabar, siguiendo el camino de la Bifurcación.-
-Buscaban a Sador, le buscaban-susurraba el anfitrión pensativo.
Rice acertó a preguntar si en efecto le buscaban, en plural. Nuestro anfitrión le sacó de dudas.
-Sombraoscura, aquellos que ha contratado Loren Nottiam para aniquilar a los Halast.
Una horda asesina, sanguinaria, cruel... solo podrían juntarse con ellos los Nottiams...
Pero los Nottiams no saben lo que hemos averiguado: que su hija escapó, entre la duda del amor a la familia o a Lhak... y se mudó a un villorrio, Puntalhuven, cerca de Argluna.
Os buscarán a vosotros, antes o después de dar con los Halast.
-Por eso, no pueden encontrarnos- apunté de inmediato mientras que el anfitrión seguía hablándonos.
-Aún hay que encontrar su guarida, y acabar con ellos. No estamos solos. Si queréis defenderos, tendréis que uniros. Si Sador os manda aqui, cuento con ello.-
-Sabed, que aquel que os busca, no conoce el dato más importante- dije yo.
-¿Cuál? ¿Quién me busca?¿Quién es?¿Vendrá aquí?-
-Tu nombre, querido... no sabe tu nooombre- respondió Katy .
Tras narrarle lo acontecido en aquel bosquecillo del este de la villa, él siguió hablando. Le comuniqué que había logrado mentir a ese tipo que se rodeaba de sombras y que bajo ningún concepto debía encontrarme.
-¿Alguien que no sois vosotros me busca? perp...¿qué pasó con la nota?¿Quién os la entregó?-
-El portador de esa nota está muerto- anuncié al fin.
-¡¿Qué...!?¡Mientes...!-
-Y el que se rodea de oscuridad, me buscó para averiguar un nombre...-
- Repite eso, Sador Halast... Sador, hijo de Degor Halast... ¿Muerto?-
¡¡Nottiaaaammmms!! - gritó desesperándose, derrumbándose.
-¡Escuchadme bien!- Pedí todo lo enérgica que fui capaz esperando que reaccionase y no se dejase llevar por la ira y el dolor.
-¡Loren... Loren Nottiams! – repetía una y otra vez desesperado.
-No creo que ese tipo tarde en saber que le mentí y cuando lo sepa, os buscará y de paso me matará o mejor dicho...nos matará- Debía hacerle ver nuestra situación a como diese lugar.
-Primero deshonras al hijo que iba a ser tu yerno... luego abandonas al padre, tu amigo, y quemas su futuro. No contento con eso, matas a su otro hijo... -
-Se lo pondremos difícil- dijo Arilyn tratando de otorgarle consuelo.
-Lo único que tenemos, es la ventaja, así que dejaos de lamentos y pensad- jamás imaginé que me hubiese vuelto así de insensible al dolor , francamente me sorprendía la poca mella que el sufrimiento ajeno me imponía, era ya suficiente con mi propio dolor por todo lo que tuve y ya no tenía.-
-Juro por todo lo sagrado, juro ante vosotros, y ante este lugar... que Loren Nottiams morderá el polvo delante mio, antes de rogar por su vida... y mi estoque le arrancará su último aliento... Sombraoscura… ¿caerán? Sador contaba contigo. Realmente, no era a ellos a quienes iba a dar la nota, sino a alguien del Puño. ¡Pensad, el tiempo apremia. ¿Si?¿No? No aceptaré otra respuesta-
Parecía nuestro anfitrión estar atando cabos con lo que le habíamos contado, proseguía haciendo planes sobre un ajuste de cuentas entre dos bandos.
Aclaré como, cuando y quién le dijo a Sador donde encontrar a los mercenarios que buscaba, es decir, a Richard. Katy por su parte aclaró que era un anciano retirado en Nevesmortas y que antaño había liderado una compañía de mercenarios.
-No sé quién es Richard y si es un anciano, menos aún. Contadme si lo haréis ¿si o no?-
A las alturas en las que estábamos no habría sido yo si hubiese dado un paso atrás sin descubrir lo que ocultaba todo aquello, así que mi respuesta fue que si, Mannock me proporcionaba cierta cobertura legal.
- Te buscaré en una dekhana, en Nevesmortas. Buscaré ese lugar más allá de Sundabar-
-¡Gira al sur aantes de llegar a la Posada del Descanso de los Páramos...!- indicó Katy antes de que se escuchase jaleo fuera de aquel lugar.
-¡Rápido, salid de aquí!-
...Sabiendo ya el nombre del finado, seguimos con las preguntas retóricas.
En el fuego, esa era la última indicación en la nota. A medida que pasaba el tiempo en aqueñ diminuto habitáculo nuestro anfitrión parecía más cómodo con nosotros cuatro. Continué hablando sobre lo acontecido tiempo atrás en la villa.
-Sador -a partir de entonces le llamé por su nombre- me dijo que buscaba a alguien, algún miembro de cierta organización local.
-Bien, cuando le vea, te enviaré el lugar donde debes ir. Bueno, debéis... hay que aniquilar el problema de raíz, os contaré lo que me dijo Sador. -
La cara de Ricewen era un poema, no parecía entender nada de nada. En ese instante comencé a anunciar que Sador había fenecido unas deckanas antes en La Posada de la Rosa.
-Me temo que Sador está algo llamémosle... impedido, así que tendréis que de qué se trata.-
-Loren Nottiams, será vuestro objetivo. No le conocéis, y dudo que hayáis oído hablar de él pero si algo habéis oído, y es bueno, es falso. Ese desgraciado hijo de perra es lo más vil que haya pisado Faerum. Antaño, fue un comerciante, un poderoso mercante asociado a Degor Halast.
Controlaba gran parte de los negocios de Argluna, cuando aun permaneció en la sociedad con Halast.
Degor, siempre buscó la prosperidad para la organización y la familia. Se conocían de muchos años, y sus familias eran uña y carne... eran.
El destino hizo que los hijos de uno y otro, Lhak Halast y Zola Nottiams se enamoraran...-
-Problemas de familia… vaya vayaaa...- dijo Katy con su peculiar deje –
Continuó hablando nuestro anfitrión, narrando el origen de toda la trama.
- Aquello unía más a las familias, y forjaba el futuro de la compañía, pero sin saber por qué, el día de la boda, sucedió lo inesperado.
Cuando todos esperaban en el altar del templo, la familia Nottiams no se presentó... al completo. Ni un miembro asistió al lugar -
¿Ni ni la novia? – quiso saber Ricewen-
-¿Por qué? Aún no lo sabemos, pero estamos en ello... ni la novia.
Al cabo de dos semanas, los almacenes de la empresa ardieron en un gran fuego, y cuando fueron al lugar donde almacenaban el oro, estaba vacío.-
Fue entonces cuando acabé de explicarle el motivo de nuestra presencia allí.
-Es posible que alguien esté interesado en que no se sepa… hay cierto tipo por ahí que pregunta demasiado... se hace rodear de sombras.- .
-De un día para otro, los Nottiams se esfumaron del lugar...- continuaba nuestro anfitrión-
-¿No lo conocerás, ¿eeeh?-interrogaba Katy al anfitrión mientras confirmaba mis palabras- Y las utiliza cariñito...¡se esfuma en eellas!-
Sobresaltado, el anfitrión saltó con aire vengativo...
-Los has visto. ¡¿Dónde?!
-En Nevesmortas, justo en un improvisado campamento al este, junto a la Orden de caballeros-
-Nevesmortas... ¿Sundabar? – preguntó.
Ricewen parecía bastante perdido en todo aquello, quizá debiera explicarle con calma todo esto, mientras tanto Katy contestaba al anfitrión.-
Cerrcaaa...cerca. Al oeste de Sundabar, siguiendo el camino de la Bifurcación.-
-Buscaban a Sador, le buscaban-susurraba el anfitrión pensativo.
Rice acertó a preguntar si en efecto le buscaban, en plural. Nuestro anfitrión le sacó de dudas.
-Sombraoscura, aquellos que ha contratado Loren Nottiam para aniquilar a los Halast.
Una horda asesina, sanguinaria, cruel... solo podrían juntarse con ellos los Nottiams...
Pero los Nottiams no saben lo que hemos averiguado: que su hija escapó, entre la duda del amor a la familia o a Lhak... y se mudó a un villorrio, Puntalhuven, cerca de Argluna.
Os buscarán a vosotros, antes o después de dar con los Halast.
-Por eso, no pueden encontrarnos- apunté de inmediato mientras que el anfitrión seguía hablándonos.
-Aún hay que encontrar su guarida, y acabar con ellos. No estamos solos. Si queréis defenderos, tendréis que uniros. Si Sador os manda aqui, cuento con ello.-
-Sabed, que aquel que os busca, no conoce el dato más importante- dije yo.
-¿Cuál? ¿Quién me busca?¿Quién es?¿Vendrá aquí?-
-Tu nombre, querido... no sabe tu nooombre- respondió Katy .
Tras narrarle lo acontecido en aquel bosquecillo del este de la villa, él siguió hablando. Le comuniqué que había logrado mentir a ese tipo que se rodeaba de sombras y que bajo ningún concepto debía encontrarme.
-¿Alguien que no sois vosotros me busca? perp...¿qué pasó con la nota?¿Quién os la entregó?-
-El portador de esa nota está muerto- anuncié al fin.
-¡¿Qué...!?¡Mientes...!-
-Y el que se rodea de oscuridad, me buscó para averiguar un nombre...-
- Repite eso, Sador Halast... Sador, hijo de Degor Halast... ¿Muerto?-
¡¡Nottiaaaammmms!! - gritó desesperándose, derrumbándose.
-¡Escuchadme bien!- Pedí todo lo enérgica que fui capaz esperando que reaccionase y no se dejase llevar por la ira y el dolor.
-¡Loren... Loren Nottiams! – repetía una y otra vez desesperado.
-No creo que ese tipo tarde en saber que le mentí y cuando lo sepa, os buscará y de paso me matará o mejor dicho...nos matará- Debía hacerle ver nuestra situación a como diese lugar.
-Primero deshonras al hijo que iba a ser tu yerno... luego abandonas al padre, tu amigo, y quemas su futuro. No contento con eso, matas a su otro hijo... -
-Se lo pondremos difícil- dijo Arilyn tratando de otorgarle consuelo.
-Lo único que tenemos, es la ventaja, así que dejaos de lamentos y pensad- jamás imaginé que me hubiese vuelto así de insensible al dolor , francamente me sorprendía la poca mella que el sufrimiento ajeno me imponía, era ya suficiente con mi propio dolor por todo lo que tuve y ya no tenía.-
-Juro por todo lo sagrado, juro ante vosotros, y ante este lugar... que Loren Nottiams morderá el polvo delante mio, antes de rogar por su vida... y mi estoque le arrancará su último aliento... Sombraoscura… ¿caerán? Sador contaba contigo. Realmente, no era a ellos a quienes iba a dar la nota, sino a alguien del Puño. ¡Pensad, el tiempo apremia. ¿Si?¿No? No aceptaré otra respuesta-
Parecía nuestro anfitrión estar atando cabos con lo que le habíamos contado, proseguía haciendo planes sobre un ajuste de cuentas entre dos bandos.
Aclaré como, cuando y quién le dijo a Sador donde encontrar a los mercenarios que buscaba, es decir, a Richard. Katy por su parte aclaró que era un anciano retirado en Nevesmortas y que antaño había liderado una compañía de mercenarios.
-No sé quién es Richard y si es un anciano, menos aún. Contadme si lo haréis ¿si o no?-
A las alturas en las que estábamos no habría sido yo si hubiese dado un paso atrás sin descubrir lo que ocultaba todo aquello, así que mi respuesta fue que si, Mannock me proporcionaba cierta cobertura legal.
- Te buscaré en una dekhana, en Nevesmortas. Buscaré ese lugar más allá de Sundabar-
-¡Gira al sur aantes de llegar a la Posada del Descanso de los Páramos...!- indicó Katy antes de que se escuchase jaleo fuera de aquel lugar.
-¡Rápido, salid de aquí!-
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
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Re: Sombraoscura
[Extracto del diario de Daya]
-Clave de sol-
Realmente no puedo decir cuán importante es ese estoque de titanio engarzado con dos preciosas gemas, para mí. Hace tiempo que encargué forjarlo a los herreros del clan Barbayunque, no fue precisamente barato pero su calidad bien mereció el desembolso de oro. Cuando lo tuve entre mis manos supe que debía tener un nombre propio y como no podía ser menos le dí el nombre de una nota musical, Clave de Sol.
No pocas desventuras ha sufrido mi estoque, apenas lo había estrenado cuando lo perdí por primera vez. En una incursión al Palacio de hielo una de las gigantescas moles heladas que lo protegen logró arrancármelo de las manos antes que yo cruzase el portal de huida hasta Cumbre. Hubiera sido una pérdida de un arma sin más pero tras perseguirme por el portal, el gigante sembró el caos y la destrucción en la aldea hasta que pudimos darle muerte. Las autoridades de la villa, encontraron entre los restos del gigante de hielo mi estoque empezando la investigación que llevase al propietario. Tardamos un tiempo en deshacer el entuerto y que al fin me devolviesen mi Clave de Sol.
En esos días, tras recuperarlo, mandé engarzar otra valiosa gema, una gema planar. Ésta daba aun más valor a mi arma aunque de forma temporal, así pues se convirtió en mi compañera en tantos y tantos viajes difíciles.
Uno de ellos fue sin duda el que hicimos tratando de esclarecer una muerte en Nevesmortas, la muerte de un desconocido.
Se había convertido la investigación en un desafío, ni siquiera las autoridades acertaban a descubrir quién era el difunto asesinado a vista de todos en la Posada de la Rosa. Nosotros, los que quedábamos en la investigación estábamos ya seguros de su identidad pero en el camino de encontrarla mi Clave de Sol sufrió un nuevo revés del que quizá no podría recuperarse.
Caminábamos adentrándonos en la ciudad de Abdar, en la zona abandonada de ésta llegando desde allí a un lugar desconocido, igual que desconocidas eran las criaturas que allí aguardaban.
A través de la oscuridad, con la única luz que nos daban nuestros objetos imbuidos con la magia avanzábamos por las galerías de aquel lugar lleno de mausoleos. Algo se movía, casi reptaba hasta nosotros y al fin le vimos.
Parecía una masa informe, pero con una fuerza y poder sobre el que nada podíamos hacer salvo alejarnos y defendernos con la seguridad que da un buen arco. No obstante uno de ellos se acercó demasiado a mi haciéndome comprobar cual era el verdadero peligro del ser. Su sangre y su tacto corroían el metal de forma inmediata y mi Clave de Sol fue mi primer escudo, me salvó la vida.
Tras acabar con la criatura, puede ver los daños producidos en mi estoque de Titanio. Apesadumbrada comprobé que el metal de la hoja estaba seriamente dañado, al menos lo que quedaba de él en el cuerpo del arma. El potente ácido había corroído todo lo que tocó a su paso dejando solo la empuñadura y una de las gemas, aunque posiblemente habría que retirarla.
Envolví mi arma en un paño, al volver a casa ya me encargaría de buscar quién pudiese forjarla de nuevo.
Así fue que de buena mañana me dirigí al tablón de la plaza de Nevesmortas, me aseguré de quienes eran los maestros artesanos que conocía y con esta información me dispuse a poner un anuncio. Es posible que Tymora me sonriese pues en ese preciso instante me crucé con Jerdrhum, el artesano de la Flecha. Éste era un afamado fundidor, y yo aun disponía de la oferta especial que nos aseguramos tras firmar el contrato publicitario con la compañía artesana. Maese Jerdhrun se encargaría de unir los pedazos de un estoque con historia y gran valor sentimental. Pero no iba a ser todo tan sencillo, había que buscar el mineral, titanio, y eso conllevaba gran riesgo para todos pues habría que adentrarse en lugares que me prometí no volver a pisar jamás. Recordé entonces las palabras de Malakai, “Lo que sientes ahora se suavizará, el odio que sientes hacia ellos te hará más fuerte y llegará el día en que debas regresar allí” no se equivocaba, ese día había llegado y yo, estaba más que preparada.
En el mismísimo corazón de la infraoscuridad conseguimos el ansiado mineral, no sin antes sortear innumerables riesgos, muchos de ellos nos hubiesen llevado a la muerte o algo infinitamente peor como es la sumisión sin voluntad a los azotamentes.
Una vez teníamos el mineral, llegaba la hora de la forja. Para eso tendría que acudir a Hazzim, quien comenzaba a trabajar el titanio. Así mismo para concluir con la recuperación de Clave de Sol, contaría contra todo pronóstico con Tuii, el gnomo arcano. Supongo que sería por curiosidad innata y ganas de aventuras por lo que desde un principio se ofreció a acompañarme en la búsqueda.
Todos los pasos que debía dar estaban dados, ahora solo faltaban ellos…
Titanio para forjar
Tu estilizada hoja
Valor para hallar el
Preciado metal
Fuerza para de nuevo
Su hoja formar
Destellos y música
Para su brillo
Otorgar
Manos maestras
Para recuperar
Arma estandarte
Para la voz
De esta Trovadora
De música y canción.
//Esto es una rama dentro de la trama"Sombraoscura" pero crreo que debía colocarla por aquí.
-Clave de sol-
Realmente no puedo decir cuán importante es ese estoque de titanio engarzado con dos preciosas gemas, para mí. Hace tiempo que encargué forjarlo a los herreros del clan Barbayunque, no fue precisamente barato pero su calidad bien mereció el desembolso de oro. Cuando lo tuve entre mis manos supe que debía tener un nombre propio y como no podía ser menos le dí el nombre de una nota musical, Clave de Sol.
No pocas desventuras ha sufrido mi estoque, apenas lo había estrenado cuando lo perdí por primera vez. En una incursión al Palacio de hielo una de las gigantescas moles heladas que lo protegen logró arrancármelo de las manos antes que yo cruzase el portal de huida hasta Cumbre. Hubiera sido una pérdida de un arma sin más pero tras perseguirme por el portal, el gigante sembró el caos y la destrucción en la aldea hasta que pudimos darle muerte. Las autoridades de la villa, encontraron entre los restos del gigante de hielo mi estoque empezando la investigación que llevase al propietario. Tardamos un tiempo en deshacer el entuerto y que al fin me devolviesen mi Clave de Sol.
En esos días, tras recuperarlo, mandé engarzar otra valiosa gema, una gema planar. Ésta daba aun más valor a mi arma aunque de forma temporal, así pues se convirtió en mi compañera en tantos y tantos viajes difíciles.
Uno de ellos fue sin duda el que hicimos tratando de esclarecer una muerte en Nevesmortas, la muerte de un desconocido.
Se había convertido la investigación en un desafío, ni siquiera las autoridades acertaban a descubrir quién era el difunto asesinado a vista de todos en la Posada de la Rosa. Nosotros, los que quedábamos en la investigación estábamos ya seguros de su identidad pero en el camino de encontrarla mi Clave de Sol sufrió un nuevo revés del que quizá no podría recuperarse.
Caminábamos adentrándonos en la ciudad de Abdar, en la zona abandonada de ésta llegando desde allí a un lugar desconocido, igual que desconocidas eran las criaturas que allí aguardaban.
A través de la oscuridad, con la única luz que nos daban nuestros objetos imbuidos con la magia avanzábamos por las galerías de aquel lugar lleno de mausoleos. Algo se movía, casi reptaba hasta nosotros y al fin le vimos.
Parecía una masa informe, pero con una fuerza y poder sobre el que nada podíamos hacer salvo alejarnos y defendernos con la seguridad que da un buen arco. No obstante uno de ellos se acercó demasiado a mi haciéndome comprobar cual era el verdadero peligro del ser. Su sangre y su tacto corroían el metal de forma inmediata y mi Clave de Sol fue mi primer escudo, me salvó la vida.
Tras acabar con la criatura, puede ver los daños producidos en mi estoque de Titanio. Apesadumbrada comprobé que el metal de la hoja estaba seriamente dañado, al menos lo que quedaba de él en el cuerpo del arma. El potente ácido había corroído todo lo que tocó a su paso dejando solo la empuñadura y una de las gemas, aunque posiblemente habría que retirarla.
Envolví mi arma en un paño, al volver a casa ya me encargaría de buscar quién pudiese forjarla de nuevo.
Así fue que de buena mañana me dirigí al tablón de la plaza de Nevesmortas, me aseguré de quienes eran los maestros artesanos que conocía y con esta información me dispuse a poner un anuncio. Es posible que Tymora me sonriese pues en ese preciso instante me crucé con Jerdrhum, el artesano de la Flecha. Éste era un afamado fundidor, y yo aun disponía de la oferta especial que nos aseguramos tras firmar el contrato publicitario con la compañía artesana. Maese Jerdhrun se encargaría de unir los pedazos de un estoque con historia y gran valor sentimental. Pero no iba a ser todo tan sencillo, había que buscar el mineral, titanio, y eso conllevaba gran riesgo para todos pues habría que adentrarse en lugares que me prometí no volver a pisar jamás. Recordé entonces las palabras de Malakai, “Lo que sientes ahora se suavizará, el odio que sientes hacia ellos te hará más fuerte y llegará el día en que debas regresar allí” no se equivocaba, ese día había llegado y yo, estaba más que preparada.
En el mismísimo corazón de la infraoscuridad conseguimos el ansiado mineral, no sin antes sortear innumerables riesgos, muchos de ellos nos hubiesen llevado a la muerte o algo infinitamente peor como es la sumisión sin voluntad a los azotamentes.
Una vez teníamos el mineral, llegaba la hora de la forja. Para eso tendría que acudir a Hazzim, quien comenzaba a trabajar el titanio. Así mismo para concluir con la recuperación de Clave de Sol, contaría contra todo pronóstico con Tuii, el gnomo arcano. Supongo que sería por curiosidad innata y ganas de aventuras por lo que desde un principio se ofreció a acompañarme en la búsqueda.
Todos los pasos que debía dar estaban dados, ahora solo faltaban ellos…
Titanio para forjar
Tu estilizada hoja
Valor para hallar el
Preciado metal
Fuerza para de nuevo
Su hoja formar
Destellos y música
Para su brillo
Otorgar
Manos maestras
Para recuperar
Arma estandarte
Para la voz
De esta Trovadora
De música y canción.
//Esto es una rama dentro de la trama"Sombraoscura" pero crreo que debía colocarla por aquí.
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.