El antifaz de seda

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Javymetal

Re: El antifaz de seda

Mensaje por Javymetal »

//gracias xD se agradece lo mas grande. Es que es de agradecer lo que escribes xd
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TanisHAnderson
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Re: El antifaz de seda

Mensaje por TanisHAnderson »

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Malar
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Re: El antifaz de seda

Mensaje por Malar »

El color mejora muchísimo la lectura, por lo demás, sigue escribiendo

:idea:
La Bestia (parda)
Goyth

Re: El antifaz de seda

Mensaje por Goyth »

*Se desliza entre las telarañas de su cubil, achina los ojos*

Me ha gustado muchísimo éste relato. Nunca me había imaginado el pacto del Danzarín Sombrío así. ¡Te sigo leyendo! :idea:
Libelul@

Re: El antifaz de seda

Mensaje por Libelul@ »



Cruce de miradas y una sala de por medio cubierta de cadáveres, mis heridas apenas me permitirán permanecer en pie, pero por más memoria que intento hacer, no recuerdo su dolor, no conseguían penetrar más allá de lo que acontecía en ese lugar…

Ambos empezaron a moverse lentamente a un lateral, analizando a su contrincante, acotando su espacio y buscando ese punto débil donde hincar el diente. Nada me hubiera gustado más que abalanzarme para participar en dicho festín, pero sabía que eso no la ayudaría, era su momento, no podía ser de otro modo.

-¿al final me vas a hacer que tenga que partir esa bonita cara? – chasqueó la lengua.

Ella sonrío levemente – no malgastes la fuerza por la boca réquiem, o esto va a acabar antes de que pueda llegar a disfrutarlo- parecía que siempre sabia que palabras usar con ese despojo para encenderlo, y eso, era algo que sin duda en combate le convenía, la ira siempre ciega la destreza del enemigo y hoy era vital para ella.

Sumidos en casi una total oscuridad, los dos oponentes se prepararon para su último enfrentamiento. Uno, altivo y confiado en sus posibilidades, la otra, malherida debido a la paliza pero con la entereza intacta.

- Sabes como acaba esto - dijo él con alegría mientras volteaba su espada.

- Como siempre - respondió Seda al cabo de un rato - como siempre.


Él la contemplo una vez más, ella estaba sosteniendo sus dagas, embutida en una armadura que se ajustaba como una segunda piel sobre sus sinuosas curvas, adoptando una postura como la de un depredador que se permite unos segundos antes de abalanzarse sobre su presa. Allí estaba, tan bella como siempre, tan letal, en breves instantes saltaría sobre él, como impelida por un resorte... La había visto derrotar a hombres mucho más grandes y avezados que ella como si fuese algo tan fácil como robar a un viejo. Esos oponentes habían sobrestimado a Seda, ¿lo haría él? Demasiados datos del pasado faltarían para contestar a esa pregunta, pero por el ambiente que se respiraba parecía todo lo contrario.

A través de su antifaz percibió el destello de sus ojos y el leve temblor de sus muslos, ya venía. Con una pirueta se arrojó al suelo, girando sobre si mismo en dirección a la mujer. Casi sin verla sabia que ella había saltado en una dirección para cambiar por completo la misma con una magnifica acrobacia, intentando cogerle desprevenido y lanzarle un golpe al flanco. Con su movimiento, había quedado por delante de lo que ella esperaba, se incorporó y lanzo una estocada al lugar en el que había estado momentos antes. Ella paró el golpe con facilidad.




- Atrévete a saltar hacia mí, Réquiem - Seda notaba el sabor cobrizo de su propia sangre mientras hablaba, le dolía todo el cuerpo, pero se obligó a mantenerse en pie por aquella silueta que la miraba desde el fondo de la sala. - Ven y esta vez te rajare de arriba abajo-
- Primero tendrías que tener algo con qué hacerlo, querida.- añadió cuando sus armas yacían en el suelo tras un brusco ataque que hizo sangrar ambas manos.

Réquiem se lanzó hacia delante, rodando por el suelo una vez más en dirección hacia la mujer, preparándose para adelantar sus espadas una vez acabado el giro y poder saltar sobre ella y atravesarla con ambas hojas. Quería ver el dolor y el miedo reflejado en su rostro. Un fuerte golpe hizo que su cabeza rebotase contra el suelo a mitad de la pirueta, alguien más se había unido al combate. Se revolvió en el suelo y se levantó como pudo, buscando el muro para poder cubrir su espalda mientras analizaba la situación, pero lo que vio le dejó perplejo, ante él tan solo estaba Seda, pero armada con una de sus propias espadas dentadas.
- ¿Te importa si cojo la tuya?-

Aunque había parado su golpe, ella no lo esperaba. Había quedado desequilibrada, cosa que aprovechó para seguir con su estrategia. Volvió a lanzar un golpe preparando la otra mano para atacarla cuando hubiese parado su arma. Ocultaba una pequeña cuchilla en su guante que sacó en el último momento. Seda paro su golpe, pero no la pequeña hoja. La sangré comenzó a brotar….

Él sabía que debía aprovechar su oportunidad sin demora. Tomo de nuevo el arma con ambas manos y comenzó a descargar una rápida sucesión de golpes sobre la mujer. Ella los esquivó, desvió y contraataco, pero la iniciativa no era suya.
Haciendo molinetes la llevo hacia un rincón donde no podría valerse de su agilidad.
Algo fallaba. En su mente repaso una vez más el combate que había estado imaginando, pero algo faltaba. Ella debía haber salido ya de su ataque. Lo estaba engañando. Se detuvo en seco. Seda no esperaba eso.

Réquiem comenzó a lanzar cuchillos sin compasión, ella salía de la senda que dibujaban los mismos pero más de uno consiguió rozarla, agravando aun más el estado en el que se encontraba.

-Confiesa de una maldita vez dónde está- -esto no debía acabar así- gritó y por una vez una sombra fugaz de sentimiento asomó sobre el rostro de ese hombre con nombre fúnebre.

-él no merece que derrames ni una sola gota de tu sangre…- por primera y única vez, ese ser despreciable y yo, estábamos de acuerdo en algo, casi sentía ganas de ayudarle a persuadirla y que lo dijera de una maldita vez…

-Tienes razón, no lo merece, merece que le entregué la tuya, la de un baenita traidor- añadió tartamudeando un poco y con una mano sujetándose una hemorragia latente.

-Sea pues Seda, que sea tu cabeza decapitada lo que lo atraiga hacia mí- ni puedo describir el escalofrió que sentí cuando escuche esa frase.

-Pues entonces espera a que ponga mi mejor sonrisa- escupió ella, siempre manteniendo su viperina lengua por encima.


Él sonrío y volvió a mostrar las fauces de su arma, ella volvió a recuperar la compostura como pudo y cobijarse en su agilidad.

Todo pasó tan rápido, acero, piel y sangre se juntaron en un frenesí inacabable…y…entonces…


El acero penetró en ambas, yo no sangraba, yo no tenía el acero incrustado en mi cuerpo, pero nos dio a las dos, a la vez, sin distinción, el dolor lacerante que arremetió contra mí fue tan grande que deseé que me arrancaran la piel a tiras para sacarlo antes que seguir sufriéndolo, su sangre era mi sangre y ahora se hacía dueña del lugar sin contemplaciones, arrastrando mi cordura con ella. ..



Continuará… (lo sé, me vais a matar pero es que ando de bloqueo mental total! lo intento mañana de nuevo, lo prometo!)



Hoar

Re: El antifaz de seda

Mensaje por Hoar »

Si acabo por esperar a que acabes la serie para bajármela entera y verla del tirón, que sepas q la culpa es tuya.
Libelul@

Re: El antifaz de seda

Mensaje por Libelul@ »



Se quebró, todo se nublo, la sala no paraba de dar vueltas, el parpadeo de mis ojos hacia rato que no daba señales de vida…el resonar de una espada cayendo rompió el silencio, era la espada de Réquiem. Se acercó a ella con pesados pasos, como si intentara frenar lo que iba a presenciar, se arrodillo ante ella y observo su quietud por un momento, trago saliva lentamente y apartó un par de mechones que cruzaban su rostro.

-Le haré pagar lo que nos ha hecho Seda, lo juro- susurró.

Inclinó su cuerpo hacia ella, hacia su rostro, buscaba la despedida que ella nunca le hubiera brindado, sus labios anhelaban los suyos, ambos se rozaron, aun podía notar su calor, su perfume, cerró los ojos y por un momento se entregó a todo lo que tenía escondido en lo más profundo.

Un beso que escondía más de lo que parecía a simple vista, un beso con tal poder, que consiguió pedir una tregua a la muerte para dar respuesta, y como no, una vez más, las sabias palabras de ella volvieron a sentenciarlo; “debías entrar vacía a la batalla, como un animal, sin lastres que puedan nublar tu mente.”

Ambos se miraron una última vez, él atónito sin dar crédito a lo sucedido, ella cubriendo su gélida mirada con toda la frialdad que podía inundar esos ojos ensangrentados. Réquiem se acerco a sacarse la pequeña daga, pero sabía perfectamente que ya era tarde, el veneno había penetrado. Apenas le quedaba tiempo antes de seguir teniendo posesión de la voluntad de su cuerpo.

-Ya sabes cómo acabará esto Seda- añadió a regañadientes con las pocas fuerzas que le quedaban.
-Como siempre Réquiem, como siempre- acabó por decir mientras la sangre hacia su aparición con una repentina tos.

El cuerpo de réquiem acabó paralizado junto al de ella, inerte…- Ary-…ella susurró como pudo…

Salí de mi cárcel mental al oír eso y corrí hacia ella, busqué su mirada y algún trozo de tela para parar la sangre, había tanto daño al que acudir que no sabía ni por dónde empezar, hasta que un nuevo susurro de ella me frenó - Ary, escúchame bien-
-Te pondrás bien…te pondrás bien…- no sabía si me lo decía a mí o a ella , -Ary- volvió a repetir en un tono más imperativo, -escúchame bien-

-Pronto vendrán más, tienes que irte - ¿qué, cómo que irme?...- no, nos vamos juntas, te sacaré de aquí... - - Ary, haz lo que te digo maldita sea- nunca me había hablado así, pero tampoco habíamos pasado por algo así ni jamás creí que pasaría.

-Ary, coge mi medallón- observé su medallón una vez más, siempre lo llevaba puesto, era un azabache en el que ni la luz conseguía reflejarse – vamos, cógelo- añadió volviendo a toser.

Tomé el medallón en una mano confusa –debes ir con él - ella nunca aportaba el camino fácil, no lo iba a hacer ahora tampoco.
No podía ser que haya dicho lo que creo que he oído, no podía ser, mi mente me estaba jugando una mala pasada…

-¿con él…?! , ¿con él??!....lo mataré...lo mataré cuando te pongas bien...- grité enfurecida.
-No ary no –sus fuerzas flaqueaban aun más y tomé su mano mientras una lágrima hizo acto de presencia sin previo aviso.
-Es tu padre Ary- aquello cayó como un jarro de agua fría, como una pesada losa sobre mí…el ser que había conseguido desgarrar mi alma, era mi…jamás iba a salir de mis labios lo que era…negué y negué una y otra vez entre lágrimas, - Ary- apretó como pudo su mano con la mía y me miro ahora sin testigos con la dulzura que solo ella es capaz de otorgar, -siempre estaremos juntas, ahora tu senda debe seguir con él, esa senda volverá a unirnos algún día, lo sé- me derrumbé y la abrace llorando como nunca hubiera podido imaginar que podría ser capaz de hacerlo. Ahora ya no había mascaras, ahora no había escudos, ahora no había nada más que…

Una madre y su pequeña hija…

Besó mi frente una última vez y volvió a obligarme a que me marchara, pronto estaría plagado el refugio de más esbirros, pero sobre todo, creo que no quería que la viera perecer, nunca iba a mostrar flaqueza, y menos ante mí, quería que esa lección la dejara bien aprendida.

Me fui con el medallón y una de las espadas que ella me tenía reservada para cuando fuera el momento en una vitrina, pero ese momento tomo ventaja antes de tiempo, siempre me decía que algún día me contaría la historia de esa espada…y ahora…

Observé el medallón mientras salía de allí con una lucha interna sobre si debía hacerlo o no, al darle la vuelta noté que había una parte rugosa, como añadida a posteriori, tras trastearlo en el punto exacto, se hizo mil pedazos y la gema dio lugar a dos pequeños papiros, uno con un mapa y otro parecía una especie de carta. En esos dos trozos de papel arrugados se encontraba el resto de mi futuro, apreté la mano con fuerza y volví a notar como la llaga de mi dolor seguía sangrando…

Cuando conseguí salir a la calle, un impulso brutal me hizo retroceder para volver al refugio, y otro del mismo tamaño me hacia salir…entraba y salía, entraba y salía..ARRGHH!!. Golpeé un muro y acabe deslizándome sobre él hasta tocar el suelo.

Allí morimos ambas, allí dejamos de existir para este mundo cuando nos abrazamos y ahora, debía recorrer la nueva senda sombría para volver a estar juntas…Y con una puñalada irónica del destino, debía ser a manos del ser que había perpetrado todo esto.

¿Sería capaz de conseguir la frialdad necesaria para lograrlo?... ¿o mi sed de venganza me nublará buscando su sangre?...El telar del destino aun no había tejido la respuesta…



¿Fin?
Tymora
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Re: El antifaz de seda

Mensaje por Tymora »

http://www.youtube.com/watch?v=f0Lj-1jXPVk

No puedo decir más. (De momento)
"Lanzadora profesional de bolas infernales"

LARGA VIDA A MIS ENEMIGOS PARA QUE SUFRAN CON MIS VICTORIAS
Libelul@

Re: El antifaz de seda

Mensaje por Libelul@ »

Gracias wapi :)
Norisse

Re: El antifaz de seda

Mensaje por Norisse »

Espectacular!
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