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Re: Retales

Publicado: Vie Jun 03, 2011 5:02 pm
por Gineu
jajajajaja que buena! y Gwenn es que habia dejado a la pj al lado del hoyo, que desde antes del reinicio llevaba Keila dandoles la lata a Gwenn y a Celline con el agujero jajajjaa :jester: :jester: :jester: :jester:

Re: Retales

Publicado: Mar Jun 07, 2011 7:26 pm
por Wantu
Retales

El Hoyo del par doble II


http://www.youtube.com/watch?v=11mA2C93bCg


…Y allí estábamos las cuatro, nosotras tres escuchando muertas de miedo a la señorita Lowenwill, ésta parecía querer hacer algo y lo hizo, vaya que si lo hizo. De repente dejó bien colocada su arpa en su tumba, se giró y se encaminó hacia una lápida cercana mientras decía:

Daya Lovenwill :¿Por qué diablos estoy aquí?!

Menuda pregunta, ni siquiera nosotras sabíamos qué estábamos haciendo allí pero en un contagio de locura comenzamos a hablar, temerosas, con la muerta. Keila con razón contestó a la cuestión de la Daya muerta, era un diálogo a cuatro ya.

Keila: Pues ¿por que la enterraron?
Daya Lovenwill: ¡Quien me mantenga alzada se va a llevar una buena tunda

Por mi parte yo hice la misma pregunta en susurros a Keila y ella me contestaba de la misma forma

Daya Lovendil: ¿Y nosotras porqué estamos, keila?
Keila: Por curiosas…

La Daya muerta llamaba a alguien, llamaba a una conocida muy reconocida por nosotras tres

Daya Lovenwill: ¡Keilaaaaaaaaaa! ¡despiertaa!


No pude evitar el pensar de nuevo en los alzadores de cuerpos, en los nigromantes que indiscutiblemente se había dedicado a hacer sus cosillas terribles y temibles

Daya Lovendil: Ayayayayayyy que aquí hay Nigromantes

Aquello era un caos, se llamaban como nosotras y claro, cada vez que indistintamente nombraban a alguna, contestábamos todas, palidecíamos a cada cosa que pasaba.

Gwenn Mörrigann'e: ¿... te llama?

Daya Lovendil: ¡Que te está llamando!
Keila:¿ A mi?
Gwenn Mörrigann'e: Pero se aleja de nosotras

Nuestras caras eran un poema de terror, blancas como el cráneo de un esqueleto

Daya Lovenwill: ¡Keilaaa!

La Daya muerta seguía llamando a su compañera, como se hacía de rogar se puso a patear con suavidad la lápida de su compañera, a bufar cuando no le contestaba mientras que nosotras tres estábamos perplejas observando.


Keila: ¿Dónde va señorita?
Daya Lovenwill: ¿Por qué no se despierta?
Keila: ¿Quien?
Daya Lovenwill: Keila

El rostro de Keila se puso de todos los colores, temblaba, temblábamos como las hojas de un sauce, de un sauce llorón mientras que la Daya muerta señalaba la lápida

Gwenn Mörrigann'e: Busca algo – Susurró mirándome
Daya Lovendil:¡ Ha dicho Keila!

Keila miraba lentamente la lápida, sin querer mirarla claro, pero miró justo para leer

“Aquí yace Keila Minogue, esposa del gran Lublonc”
Keila: Ke Keilaaa Minogue... esposa del gran Lublanc

Fue entonces cuando escuchamos una voz bajo tierra

Gwenn Mörrigann'e: Dioses... ¡atrás, keila!
¿Qué dicees? – Contestó la voz enterrada-

Daya Lovenwill:¿QUÉ DICEEEEES?

Keila se alejó unos pasos, quien dice unos pasos dice media docena, las tres volvimos a agarrarnos mientras yo volvía a los zarandeos nerviosos, así se me pusieron los brazos después, La Daya muerta comenzó a excavar

Daya Lovenwill: Si ya sabía yo que tú estabas despierta...

Keila: ¿La he despertado al leer, la he despertado al leer?

Las tres estábamos de los nervios, con el pelo de punta pero aun así allí que nos quedamos el trío. Gwenn por su parte intentaba aportar algo de tranquilidad y sosiego, nos miraba alternativamente a Keila y a mí, mientras que la Daya muerta seguía en lo suyo hasta que finalmente sale una cabeza, la cabeza de keila, muy muy parecida, con el cabello suelto y unos pendientes de diamante azul que, incluso con la tierra relucen*


Keila: ¡Ay! ¡ay por oghma!
Daya Lovenwill: Venga que te ayudo...

Tanto a Keila como a mí se nos aflojaron las piernas de golpe, menos mal que estábamos agarradas la una con la otra, al fin la Daya muerta tiró de la otra Keila, ésta no era un esqueleto, aquello ya rozaba lo paranormal hasta Gwenn con lo calmada que es estaba ya nerviosa. Y una que es observadora vio los increíbles pendientes en las orejas de la keila muerta, ya se sabe…es que los diamantes son para siempre

Gwenn Mörrigann'e: Tiene que ser una ilusión, eso es
Keila: ¡Que me daaaaaaaaaaaaaaaa!
Gwenn Mörrigann'e: Es igual a...
Keila Minogue: ¡aaaaaaaaaaaaaay ¡
Keila: ay ay ay!!!

La Keila muerta a la cual me referiré como Minogue se quejaba mientras se sacudía la ropa, molesta por ese lamentable estado, nosotras estábamos rozando la histeria ya

Keila Minogue: ¡¡ eso digo yo!!
Daya Lovendil:¡Ay , ay que mala me estoy poniendo!
Daya Lovenwill: No si ya te veo...

Keila Minogue: Estoy hecha un asco
Daya Lovenwill: Como yo... pero lo que te decía cielo, que alguien nos ha alzado otra vez...


Keila Minogue: ¿Que me dices?
Keila: ¡ay por oghma que vamos a despertar a medio cementerio!
Keila Minogue ¿Y quienes son estas?
Daya Lovendil: Que la han alzado ha dichoooo!
Gwenn Mörrigann'e: Deberíamos escapar... ahora que podemos

La señorita Minogue vestía un vestido que antaño debía de ser lo más caro del mundo entero chicharrachero

Keila: ¡ Han salido solas nosotras no fuimos!
Daya Lovendil:¿ Hacia donde Gwenn?
Daya Lovenwill: Ellas me encontraron..
Gwenn Mörrigann'e: Hacia el poblado, quizás la salida esté allí...
Daya Lovenwill: Y... además la pelirroja se parece mucho a mí.
Daya Lovendil: ¡Pero no te levantamos!
Keila Minogue: ¿Dónde está mi Lublanc?
Gwenn Mörrigann'e: Nosotras no.. os hemos levantado...
Daya Lovenwill: No pienses ahora en Lublanc!Decía la Daya muerta mientras le endosaba un pellizco a la Minogue

Keila Minogue:...pero si no me duele
Daya Lovenwill: Que estás muerta te digoooo
Keila Minogue: ¡¡Que no me digas eso!!
Daya Lovenwill: Vale...
Keila: Madre madre..se parecen discutiendo a nosotras Daya

Efectivamente, nadie discute más que Keila y yo pero no consiento que alguien le haga daño

Daya Lovenwill: Vamos al turrón...
Keila: ¿No quereis descansar en paz o algo?
Gwenn Mörrigann'e: Se parecen mucho... esto tiene que ser una ilusión, amigas
Daya Lovenwill: Claro que queremos descansar en paz
Keila Minogue: Yo ahora que he vuelto pues no...

La Daya muerta propinó un nuevo pellizco a la Minogue

Daya Lovendil: Eso, eso…descansad
Keila Minogue: ¡Daya!
Daya Lovendil: ¡Que!
Daya Lovenwill: ¿Quée?
Keila Minogue: ¿Tú te llamas Daya?
Daya Lovenwill: Parece mi doble, sí
Daya Lovendil: De toda la vida, si si si
Keila: que no es a ti…
Keila Minogue: ay ay ay...
Keila Minogue: Aquí falta alguien

Daya Lovenwill: ¡Gwenn!
Gwenn Mörrigann'e: No... puede ser cierto...
Daya Lovendil: Y yo que sé, si es que se llama…
Keila Minogue: Pero ella no murió aquí ¿no?
Keila: ojalá esté viva esa Gwenn
Daya Lovenwill: Sí, murió antes que yo

Keila: Vale, no he dicho nada
Daya Lovenwill: Cuando el desierto comenzó a expandirse por los Phaerimms
Keila Minogue: Voy a buscarla
Keila: ¡jouuu! ¿despertaremos a otro muerto?
Daya Lovenwill: ¡Espera!
Gwenn Mörrigann'e: ¡Que esto es una ilusión! No puede estar ocurriendo esto...
Keila: ¡que se va!
Keila Minogue: ¿Está aquí no?

Daya Lovendil: ¿Que despertar ni que? que no hemos sido nosotras!
Daya Lovenwill: Eso creo
Keila: Ahí debe haber un ser malignos, hay runas mágicas de contención!
Keila Minogue: No, no
Keila Minogue: Aqui

Daya Lovendil: Eso mismito!
Daya Lovenwill: La que se está liando…

Ya no sabía si estábamos locas, si estábamos soñando, si estábamos sumidas en el terror o qué, pero aquello era digno de las mejores obras de terror de todo Faerum

Daya Lovendil: Ay, que no estaba presa
Keila Minogue: ¡Gweeeeeeeeeenn!

Gwenn Mörrigann'e: No lo toquéis entonces, no sabemos qué puede salir de ahí!
Daya Lovenwill: Espera que te ayudo ¡Gwenn!

Keila: Gwenn no leas la lapida que saldrá la muerta!
Keila Minogue:¡Gweeeenn!
Daya Lovenwill:¡Gweeeenn!
Daya Lovendil: Que la sacan!
Gwenn Mörrigann'e: Ni me acercaré
Keila Minogue: De siempre ha sido la más calmada
Keila: Aunque si es como tu quizás si despierta de luz a este asunto
Keila Minogue: ah mira… por aquí hay un hueco
Daya Lovendil: En eso tiene razón la señorita Minogue
Daya Lovenwill:¿A ver?
Keila: ¡que se mete dentro!
Keila Minogue: Daya
Daya Lovendil: Pues tapamos y ya está
Daya Lovenwill:¿Qué?
Daya Lovendil: ¿Qué?
Keila Minogue: Aquí no está...

Yo insistía en contestar cuando escuchaba mi nombre, porque era mío, que la otra estaba muerta

Keila: ¿Y si despierta y nos ayuda a poner fin a esto? a ti
Daya Lovenwill: Entonces la han sacado
Gwenn Mörrigann'e: Dicen que no está
Keila Minogue: O se ha ido sola
Keila: ala..
Daya Lovendil:¿Y donde iba a ir?
Keila Minogue: menos mal que me fuí de este pueblucho
Daya Lovenwill: Sí mona, pues mira donde yacen tus restos ahora
Keila: Gwenn lee la tumbita a ver si ayuda
Keila Minogue: ¿Sigue estando la torre?
Gwenn Mörrigann'e: ¿Queréis que la lea?
Daya Lovenwill: ¿Nos ayudáis?
Keila Minogue: Voy a ver
Daya Lovendil: ¡Que ha dicho que si la ayudamos!
Keila Minogue: ¿Por dónde se iba?
Gwenn Mörrigann'e: No sé de qué hablan, pero...
Daya Lovendil: Esto es que no puede ser verdad, si seguro que hemos bebido más de la cuenta y estamos soñando
Gwenn Mörrigann'e: ¿Hay algo escrito?
Keila: O nos dimos un golpe
Daya Lovendil: Eso mismo, o las dos cosas


El epitafio de la lápida rezaba así seguido de una hermosa poesía a las que también acostumbra mi dulce y calmada Gwenn, sin pausa Gwenn leyó mientras Keila y yo apostillábamos:

Aquí yace Gwen Stefani. La flecha encantada
Keila: Gwenn Stefani..
Daya Lovendil: Gwenn Stefani

“Rápida y veloz, queda y calmada, contorno borroso, fugaz mirada. Terribles sacudidas las de mi corazón al encontraros,
Terrible el pesar al dejaros, tristeza que perdura con el paso del tiempo, pero mi dulce flecha, siempre seré vuestro”

Daya Lovendil: ¿Dónde ha ido la Minogue, Keila?
Keila: A buscar una torre creo
Daya Lovendil: Que bonitooo epitafio
Keila: Vaya tenia un enamorado…
Daya Lovendil: Es precioso

Realmente escuchar esos versos en boca de Gwenn fue un momento sublime, nos quedamos Keila y yo extasiadas con su voz, con su maravillosa voz.


Daya Lovenwill: Os parecéis mucho a nosotras... ¿y Keila?


Daya Lovendil: Aquí
Keila: tu amiga, se fue a buscar una torre creo
Daya Lovenwill: ¡La torre!
Daya Lovendil: Ah no, que es la otra...
Daya Lovenwill: Vamos allí

Las cuatro fuimos en dirección al este, en el lugar que Daya muerta recordaba, nos apremiaba y realmente era porque algo no iba bien. Keila (la viva) preguntaba acerca de quién vivía en esa torre, sus preguntas fueron contestadas por Daya, la muerta.

Daya Lovenwill: Un arcano Nezherino, el esposo de Gwenn...

Gwenn Mörrigann'e: ¿No será un nigromante?
Keila: Ohhh
Daya Lovenwill: Fue quien creó el pueblo.¿Nigromante? No, además era estupendo

Keila: ¿Qué pasa Gwenn?


Nos mirábamos las tres convencidas de la locura de las demás, pero a decir verdad el miedo, la incertidumbre, y el no saber nos estaba ya avocando a la histeria mental, no era para estar cuerda la situación.

Daya Lovenwill: A ver... os explico, que os veo más para allá que para acá
Daya Lovendil: Pues sí, porque esto no nos pasa mucho
Daya Lovenwill: Cuando nosotras vivíamos, era el auge Netherino

Magia pesada por aquí, magia pesada por allá... Pergaminos de Nether Y bueno, uno de los arcanos Netherinos, el esposo de Gwenn, creó este pueblo con su magia…
Y creó la torre donde guardaba un pergamino de Nether

Keila: Vaya y ¿cómo se llamaba?
Daya Lovenwill: No me acuerdo del nombre... y es raro
Keila: Es raro si, quizás keila Minogue si se acuerde
Daya Lovenwill: Esto de las lagunas no me gusta nada. Sí, se llevaba muy bien con él, de hecho fue quien le presentó a Lublanc

Keila: ¿Era arcano también?
Daya Lovenwill: Arcano con brillante armadura, lo que a ella le gustaba

Keila: ¿Y vos no teníais marido?
Daya Lovenwill: ¿Yooo?
Keila: Ahá

Realmente si la Daya muerta se parecía a mí, no sería persona de casamientos, Vivir el momento con quien deseas y amas pero sin ninguna atadura a ojos de los demás, simplemente mantener una unión de alma, de mente y de cuerpo sin nada más.

Daya Lovenwill: Si estuviese casada no estaría aquí

Keila:¿Entonces estaba sóla en cuestion de hombres?
Daya Lovenwill: Mi corazón se fue con un hombre al que nunca volví a ver
Keila: Vaya... lo siento
Daya Lovenwill: Y no quiero hablar más de ello
Keila: ¿Vamos a buscar a su amiga?
Daya Lovenwill: Sí
Daya Lovendil: Si, a esa torre
Daya Lovenwill: Keila ya debe de estar en la torre.Es por aquí, seguidme

Gwenn Mörrigann'e: A ver si ella recuerda el nombre de ese arcano

Daya Lovenwill: Era por aquí... sí. A ver...sí, creo que era por aquí

Daya Lovendil: Uy que de niebla
Keila: Pues vos diréis…
Daya Lovenwill: Con esta niebla no logro ver bien
Gwenn Mörrigann'e: ¡Todo tiembla!
Daya Lovendil: ¡Ay..y..ay!

Todo comenzó a moverse bajo nuestros pies, la tierra revolviéndose en un torbellino y de ella comenzaron salir manos huesudas, cuerpos que arremetieron contra las cuatro, nos costó contenerles, ya era difícil la situación pero más difícil se estaba poniendo con todo aquello. Deseábamos marchar de aquel lugar, despertar del que estaba convencida, era un sueño, pero la cruda realidad seguía presente. Conseguimos salvar ese obstáculo entre las cuatro como en otras ocasiones habíamos hecho nosotras tres.

Daya Lovenwill: ¡Vamos rápido... temo por Keila!
Keila:¿¿pero por donde???
Gwenn Mörrigann'e: Ya estáis muertas...
Daya Lovenwill: Cuidado aquí
Daya Lovendil: Ay que no veo nada!
Keila: una pasarela...
Gwenn Mörrigann'e: Cuidado
Daya Lovenwill: Esto aprece que se va a caer de un momento a otro..
Keila: si viera el otro lado podriamos ir por un conjuro pero no veo nada
Gwenn Mörrigann'e: Vamos, ¡seguid!
Daya Lovendil: ¡Vamos que hay más!
Daya Lovenwill: vamos!
Keila: corred corred

Corrimos a través de la inmensa oscuridad atravesando la escuálida pasarela que en otro tiempo unió el suelo con esa torre

Daya Lovenwill: Aquí es, la torre está aquí...aunque no se vea un pijo
Keila: ¿Y ahora?


La Daya Muerta se parecía bastante a mí, en ocasiones tierna, en ocasiones pícaruela y en ocasiones, malhablada.

Daya Lovenwill: La puerta está cerrada...
Keila:¡¡ Keila!!!

Daya Lovenwill: ¡Keilaaaa!
Daya Lovendil: keilaaaaa!

Durante largo rato estuvimos llamando a la señorita Minogue sin obtener respuesta, pero no desistimos, continuamos la búsqueda sin dudar. Atravesamos puertas gracias a algún truco que aprendí hace un tiempo pero sin resultado. Keila buscaba algún rastro de la presencia de Keila (la muerta)

Daya Lovenwill: ¿Pero dónde se ha metido?
Keila: No contesta nadie
Daya Lovenwill:N-no abbbbbbbre
Daya Lovendil: A ver si le ha pasado algo
Keila: sin duda ha pasado por aquí
Daya Lovenwill: Ayudadme a empujar
Keila: Ha entrado en la torre, de so no hay duda.
Daya Lovenwill: Es cierto, podemos conjurar mejor.
A ver esto debe estar medio podrido, ¿como que no se abre?
Gwenn Mörrigann'e: ¿Empujamos?
Daya Lovendil: Claro
Daya Lovenwill: ¡Abierta!
Keila: Vayamos con cuidado
Daya Lovendil:¿Quien entra primero?
Daya Lovenwill: Vamos con cuidado, sí. A mí no me miréis porque ya esté muerta...

Keila: Pues la que conoce el lugar ¿no?
Keila: pero tu conoces la torre nosotras no
Daya Lovendil: Es que conoces el camino ¿o no?
Daya Lovenwill: No recuerdo el interior de la torre, era Gwenn quien la conocía mejor

Daya Lovendil: Aish...
Keila: Pues tu Gwenn no está
Gwenn Mörrigann'e: Entraré a echar un vistazo si queréis
Keila: Vale gwenn, te seguiremos
Daya Lovendil: Si, si, pero cuidado Gwenn
Daya Lovenwill: Vamos..
Keila: ¡Animo Gwenn!

Logramos entrar las cuatro, pero sólo para ver una estancia con un largo pasillo y una puerta tras otra, una a una fuimos logrando abrirlas, muy útiles esos pergaminos. Casualmente al usar Keila y Gwenn (las vivas) sus iouns, Daya (la muerta) preguntó si eran piedras ioun, una respuesta afirmativa por parte de ambas y un comentario de Daya (la muerta ) al respecto. Sin duda sería toda una experiencia poder compartir conocimientos y experiencias con Daya (Muerta) pero eso es algo imposible.

Daya Lovenwill: ¿Acabáis de usar piedras de Ioun?
Keila: Así es
Daya Lovendil: Yo no
Daya Lovenwill: Sabía que llegaría lejos

Daya Lovendil:¿Quien llegó lejos?
Daya Lovenwill: Ioun, su creador
Keila: Vaya ¿conociste a su creador?
Daya Lovendil: ¿Le conocisteis? Vayaaa
Daya Lovenwill: Claro, era Netherino
Gwenn Mörrigann'e: Las crearon los netherinos... Tened cuidado, no sabemos que habrá detrás. Vamos.

Daya Lovenwill: Increible

En la sala que seguía a los pasillos, se podía ver un gran número de estanterías con libros cubiertos de polvo y telarañas, un gran saber acumulado y perdido en los confines del tiempo, proseguimos dejándolo atrás con pesar. Más allá un pentagrama dibujaba el suelo.

Daya Lovendil: Mirad, un pentagrama en el suelo
Daya Lovenwill: Todavía parece funcionar...
Daya Lovendil: Cuidado a ver si va a ser peor...
Daya Lovenwill: Traslación, teleportación
Keila: uhm
Keila:¿Lo has usado antes?
Daya Lovenwill: Creo que... una vez. Pero no fui yo quien lo activó

Keila: ¿Y dónde lleva?
Gwenn Mörrigann'e: ¿Dónde finaliza?
Daya Lovendil: Y quién lo hizo?
Daya Lovenwill: Creo que llevaba a una de las ciudades Netherinas, creo que… Lumel
Keila: ¿y crees que Keila ha ido allí? A ver si ha entrado por esa puerta

Gwenn Mörrigann'e: Esas ciudades fueron destruidas si no me equivoco...
Daya Lovenwill: Ah....
Daya Lovendil:¿Crees que la señorita Minogue lo habrá activado?
Daya Lovenwill: No no lo creo. Pero si está por aquí, le voy a dar una buena ¡mira que cerrar las puertas!

Daya Lovendil: Bueno, bueno... a ver si aparece antes
Gwenn Mörrigann'e: Busquémosla más adelante... sin pisar ese pentagrama mejor.
Daya Lovendil: Está bien
Daya Lovenwill: Está bien
Keila: Veo pisadas a la siguiente puerta
Daya Lovenwill: Debe de ser Kei
Daya Lovenwill: Yo he bajado la primera… ahora le toca a otra ir delante. A ella... eso

Keila: despacito Gwenn
Daya Lovenwill: Ish... de nunca me ha gustado este sitio
Daya Lovendil: Ni a mi me está gustando. Esto es inquietante


Keila: Pues las pisadas iban hacia aquí
Daya Lovenwill: No me gusta nada...
Gwenn Mörrigann'e: Hay que seguir adelante...
Daya Lovendil: Es que es idéntica a tí keila, igualiiito el gusto por ir a buscar
Keila: Pero yo no voy sola. Ni me quiero casar, no nos parecemos, que conste.

Daya Lovendil: No, me llevas a mí a acompañarte. ..si es queee..si esqueee

Daya Lovenwill: Si es quee... si hubieses visto a Lublanc... otra nota sonaría
Keila: Bah, al final son todos iguales

Daya Lovenwill: Claro que Keila cambió con el tiempo, se volvió más frívola, la de veces que discutimos por ello

Keila: ¿La hizo cambiar ese hombre?

Continuamos la charla las cuatro, aun seguíamos buscando a la señorita Minogue sin resultado por el momento. Además comprobamos lo iguales que éramos a nuestros reflejos en carácter, siempre enzarzadas en una discusión siempre en un constante “ni contigo, ni sin ti”.

Aun nos aguardaban misterios que cambiarían algo dentro de cada una de nosotras…



//Continuará (Qué risas madre, que risas, conste que yo riéndome no puedo ni rolear!)

Esta vez meto los diálogos porque merece la pena verlos, Gracias por leer la tochada XD

Re: Retales

Publicado: Mar Jun 07, 2011 11:39 pm
por Gineu
jijijijijiji que bueno! :jester: :jester: :jester: :jester:no es serio este cementerio XDDD :mrgreen:

Re: Retales

Publicado: Mié Jun 08, 2011 1:24 am
por JRJ
¡Qué buena la guiada y lo que nos divertimos XD!

8)

Re: Retales

Publicado: Mié Jun 08, 2011 1:09 pm
por Wantu
Retales


El hoyo del par doble III -desenlace-


Aseguro que será difícil olvidar este suceso, en principio nos parecía terrible, agobiante y singular. Ahora aunque sabíamos que ellas estaban muertas, sé que las tres las consideramos como si fuesen parte de nosotras, tres trovadoras que por los azares del destino encontramos al final de los retorcidos caminos que los dioses deparan. Estábamos acompañando a un ser con alma, pero fallecido mucho antes de que ninguna de las tres hubiese nacido, temíamos las artes nigrománticas así que nuestra disposición a llegar al final de todo para así dar descanso a las tres almas, proseguía. Daya Lowenwill nos hablaba de sus amigas, las tres teníamos un fiel reflejo de nosotras en ellas, éramos mucho más parecidas de lo que imaginábamos, de físico y de carácter, así pues seguimos conversando las cuatro.

Daya Lovendil: Es lo que tiene el matrimonio...
Daya Lovenwill: Es lo que tiene... pero Gwenn era feliz
Keila: Es lo que tienen los hombres a las que se dejan llevar por ellos

Keila tiene cerrado el corazón a cal y canto, no es que no tenga sentimientos pero aunque le gustan los hombres no desea compartir nada con ellos, no de la forma que se espera. De la misma forma que yo me cerré cuando sucedió lo de Valts, y de la misma forma que es totalmente improbable el que contraiga matrimonio ni con Malakai ni con ningún otro. Gwenn por el momento no contempla esa posibilidad de compartir, pero es feliz así, todas lo somos.

Daya Lovendil: Siempre te hace evadirte y claro…te evades
Gwenn Mörrigann'e: ¿Uhm?
Daya Lovendil: Hazme caso, no te cases
Keila: mira al menos una lo era
Daya Lovenwill: No… si Keila también era feliz

Daya (la muerta) mascullaba por lo bajo mirando a Keila (la viva) parecía recordar cosas pero si fue así, lo guardó en los susurros. Por su parte Keila (la viva) se reafirmaba en que Lublanc la cambió convenciéndose aun más de no querer compartir su vida con nadie. Por su parte mi Gwenn nos miraba desconcertada.

Daya Lovenwill: Bueeno, ¿se abre la puerta o no?
Daya Lovendil: Eso ¿se abre o no?
Keila: ¿Está cerrada mágicamente?
Gwenn Mörrigann'e: Yo no sé abrir este tipo de cerraduras
Daya Lovendil: A ver si...
Keila: Puff cerraduras
Daya Lovenwill: Mal vamos entonces

Desenrollé entonces otro pergamino procediendo a entonar cada indicación escrita en él

Daya Lovendil: Menos mal que no son muy caros... o habrá que empeñar un pedrusco de la Minogue
Daya Lovenwill: ¿Ha funcionado?
Gwenn empujó la puerta ante la atenta mirada de nosotras tres mientras yo pensaba en la cara que me iba a poner Humo cuando le contase todo esto. En el fondo le encanta que le cuente todas mis locuras. El pergamino hizo su función cruzamos la puerta justo antes de que se nos cerrase a nuestra espalda. Y entre bromas y bromas protesté por el derroche de pergaminos que iba a tener que llevar a cabo.
Daya Lovenwill: ¡La puerta!
Daya Lovendil: Madreeee esto va a ser un derroche de pergaminos! ¡Con la crisis que hay!
Keila: Pues no queda otra que seguir
Daya Lovenwill: Y luego salir
Gwenn Mörrigann'e: Esto parece un laberinto en el que se nos va cerrando la posibilidad de escapar... cada vez más adentro...
Daya Lovenwill: No me gusta nada de nada, ¡Keila!

Daya Lovendil: Cucha…más puertas
Gwenn Mörrigann'e: No llaméis la atención, por favor
Gwenn Mörrigann'e: No sabemos qué nos espera
Daya Lovenwill: Tenía que haberme ido al sur... no al norte, nuunca al norte

Yo hice el mismo comentario que Daya (la muerta), cada vez que pasa algo recuerdo como me decían camino de la Marca eso mismo, no vayas al norte. No es que me arrepienta siempre, porque aquí he encontrado cosas que valen una vida entera

Daya Lovenwill: Pues la próxima vez ya sabes... fuera del norte

No se escuchaba nada tras las puertas, por más intentos que hacíamos por hacerlo, no oíamos nada, abríamos las puertas y nada encontrábamos, seguíamos buscando a la Minogue y por ende a Gwenn (la muerta) . Keila por su parte se afanaba en encontrar alguna huella, supongo que Beli la habrá enseñado. He de reconocer que ya apenas quedaba señal de la incertidumbre y miedo que teníamos, era como estar las tres a solas pero con alguien que era un reflejo de lo que pudo haber sido nuestra vida o quizá, de lo que será.

Daya Lovendil: Habrá que seguir buscando, no queda de otra.
Gwenn Mörrigann'e: Bien, pues...
Keila: Menos mal que tienes esos pergaminos Daya
Gwenn Mörrigann'e: Laira te ha sonreído, se acaba de abrir.
Gwenn Mörrigann'e: Una biblioteca
Daya Lovendil: Mira Keila, el sueño de un buen Oghmita
Keila: las huellas siguen hacia allí, hacia el oeste
Daya Lovendil: Vamos a ver…

Todo estaba lleno de libros netherinos con la magia antigua, saber de antaño, perdido, pero rico, rico. Ninguna dudaríamos en llevarnos los tomos con nosotras pero sin embargo seguimos nuestro camino, Gwenn encontró un libro que resistió entero, el resto se desmoronaba por el paso del tiempo

Daya Lovenwill: Por aquí siguen las huellas, esta está abierta
Daya Lovendil: Chicas, esta está abierta
Gwenn Mörrigann'e: Esperad, comprobemos que no hay peligros
Daya Lovenwill: Con cuidado…

Se escuchaba con claridad el sonido de gotas de agua al caer, el murmullo que algunas corrientes de agua levantaban en el agua acumulada, cabía la posibilidad de que fuese elementales acuáticos de los que tanto Gwenn como yo, teníamos malos recuerdos. Tomamos precauciones para continuar, teníamos que encontrar a Minogue. A nuestro paso las muestras de cosas extrañas y de magias se sucedían una y otra vez.

Gwenn Mörrigann'e: Bien, abriré la puerta un poco
Daya Lovenwill: Vale...
Gwenn Mörrigann'e: ¿Un jardín?
Keila: Hay elementales?
Daya Lovenwill: No recuerdo nada de esto
Gwenn Mörrigann'e: Podrían nacer de la laguna artificial, pero… no lo sabremos hasta que no aparezcan
Keila: Es hermoso este lugar
Daya Lovendil: Veis a Keila?
Daya Lovenwill: No
Gwenn Mörrigann'e: Hay una puerta al otro lado, a unos metros
Keila: Al lado del obelisco
Daya Lovendil:¿Seguimos?
Daya Lovenwill: Sigamos entonces

De repente algo comenzó a moverse dentro del agua, dimos unos pasos atrás y nos preparamos para lo peor, sumado al peligro estaba nuestro cansancio. Ante nosotras apareció un ser enorme, un saurio gigantesco era fiero pero igualmente torpe, entre las cuatro acabamos con él pero entonces comenzaron las preguntas. Era muy posible que la señorita Minogue hubiese sido devorada por esa cosa. Olvidábamos con frecuencia que ya estaban muertas, era una situación muy rara. Sólo había una forma de saber, abriendo en canal al saurio y buscando en su interior, cosa que hicimos dejando salir el hedor insoportable de las tripas de la criatura. Nada había que nos interesase. Proseguimos no sin antes escuchar la duda de Daya (la muerta) sobre la señorita Minogue. No encontramos rastro de ella pero indudablemente las huellas nos conducían al lugar donde estábamos.

Daya Lovenwill: Tal vez se encuentre más adelante. Vamos
Daya Lovendil: Pues vamos, que al final viene una ballena
Daya Lovenwill: Y como venga una ballena nos engulle a todas
Gwenn Mörrigann'e: Parece no haber peligro, amigas

Entramos en la última puerta siguiendo el sendero del jardín, cruzando el umbral con cautela y lo que allí vimos nos dejó más heladas aun .Aquello parecía un laboratorio, había tubos de cristal y en uno de ellos, como si estuviese sumida en un plácido sueño, Gwenn (la muerta) un líquido parecía contenerla dentro. La cara de Gwenn palideció aun más de lo que está habitualmente e instintivamente dio unos pasos atrás. Era tan hermosa como es Gwenn, Daya (la muerta) parecía sentir adoración por ella al igual que yo la siento por mi Gwenn. Fue entonces cuando Gwenn se acercó al tubo poniendo ensimismada la palma de la mano sobre él con suavidad.

Daya Lovenwill: Gwenn... ¿Qué te han hecho?
Demiliche: ¡Me molesta tu intrusión!

Dimos un respingo las cuatro ante la voz salida de la nada, no sabíamos que era pero algo nos decía que no era nada bueno, todas formamos piña, las cuatro dispuestas a enfrentar lo que fuese, haciendo acopio de un valor que siempre dicen sacamos en los momentos decisivos, Malakai tiene razón, soy más valiente de lo que pienso.

Gwenn Mörrigann'e: ¡Dioses! ¿Qué fue eso?
Keila: No se
Daya Lovendil:¿Eso que fue?

Demiliche:¡ ESTÚPIDAS ¿CÓMO OSÁIS PROFANAR MI SANTUARIO?!

El ser tomó forma, era lo peor que podíamos encontrar, no teníamos poder suficiente para acabar con algo así, no lo creíamos al menos. Un demiliche, la criatura muerta más temible y terrible, nosotras solo éramos tres trovadoras, cuatro a decir verdad pero nunca con un poder suficiente para enfrentar aquello. Inmediatamente el mal hizo acopio de su poder, iba a acabar con nosotras, con las tres, puesto que Daya estaba ya muerta. Recordamos lo necesario para resistir el primer envite. Conseguimos que la voracidad de poder del Demiliche se desatase.

Gwenn Mörrigann'e:¡No hemos venido a profanar nada!
Demiliche: NADIE ME ROBARÁ A MI GWENN! ¡MORIREIS!

Ninguna de nuestras aseveraciones servía, iba a matarnos por la intrusión y fue entonces cuando Daya (la muerta gritó para lanzarnos a por él. La criatura intuía a cada hechizo nuestro poder, nuestro potencial solo le haría más fuerte. No sé como lo logramos pero acabábamos de matar a un Demiliche lleno de rabia lanzando todo su poder hacia nosotras, entonando conjuros de muerte sobre nosotras y trayendo de los mismos infiernos a un enorme balor. Keila (la viva) cayó ante nuestra desesperación, miré a Gwenn que afortunadamente estaba viva y luego vi lo demás.
Keila estaba muy mal herida, Gwenn ya se estaba ocupando de ella pero ante mí, vi los restos de Daya. Sí, se había interpuesto entre el conjuro de muerte del Demiliche y yo, me salvó la vida a coste de su momentánea existencia.
La ilusión que era la vida de Daya desapareció quedando solo sus huesos machacados por el conjuro del nigromante, me arrodillé ante ellos abatida comenzando a llorar como si me hubiesen arrancado parte del alma y tratando de unir sus huesos machacados. Gwenn atendía con éxito a Keila, después comprobó como Gwenn (la muerta) había corrido la misma suerte que Daya, sus huesos estaban amontonados dentro del tubo roto, Gwenn lloraba también por ella. A los pies de Gwenn más restos. Eran los de Keila Minogue, habia encontrado a Gwenn Stefani al fin. Ahora conocíamos el porqué de nuestra aventura allí.

Daya Lovendil:¿Qué hemos hecho, Gwenn?
Gwenn Mörrigann'e :¿Te puedes levantar?
Keila: Si, si…creo
Daya Lovendil: Se despertaron para esto... y el nigromante tenía encerrada a Gwenn
Gwenn Mörrigann'e: ¿Querían… salvar a Gwenn del arcano?

No podíamos hacer más que llorar, las dos habíamos visto como caía Keila y ambas vimos como Daya Lowenwill se interponía para salvar mi vida. Era la peor sensación de congoja que jamás he notado. Del pasado más desconocido y a través de la muerte, alguien se interponía entre la parca y yo. No sabía como agradecer eso, jamás lo he sabido. Las tres, con Keila aun malherida recogimos los restos de nuestro reflejo pasado, las tres descansarían juntas y nosotras volveríamos juntas como siempre
Salimos en silencio con los restos de cada una de las tres trovadoras del tiempo, yo llevaba los de Daya Lowenwill junto a mi corazón, abrazándolos envueltos en mi capa.
Decidimos enterrarlas juntas en el centro del camposanto, las tres descansarían en paz de forma anónima, nadie nunca más las alzaría. Una vez sepultadas junto con nuestras lágrimas, deposité varias flores sobre su tumba, ahora entonaríamos una tonada para ellas y solo para ellas. El mismo cielo comenzó a llorar por ellas, la fina lluvia caía sobre nosotras.
Keila: Descansad en paz trovadoras amigas, que paséis toda la eternidad unidas
ejemplo sois del buen hacer, que hasta el final la amistad debió ser…
Daya Lovendil: Una flor para cada una de las flores

http://www.youtube.com/watch?v=kf_9V_uoJJM

Keila: El cielo llora, ante la perdida de las tres trovadoras
Daya Lovendil: Tres hermanas en el tiempo y la música...
Keila: Pero su legado perdurará, como la música que nunca morirá
Daya Lovendil: Y su recuerdo perdurará en cada brisa que el viento nos traiga...


Nuestro canto más sublime fue para ellas, nosotras emprendíamos la marcha hacia casa, hacia el oeste hasta que nuestros pasos nos llevaron hasta el bosque donde se haya el Fuerte Ghorin.

Daya Lowenwill, Keila Minogue, Gwenn Stefani, jamás os olvidaremos, descansad en paz y que la música en el tiempo os haga volar.
FIN



//Pues aquí termina la aventura del Hoyo que descubrió Keila y a la que arrastró a sus compañeras de canturreos. Mil gracias Mystra, por montarnos esta alocadísima guiada, dos días de risas y de increíble diversión, gracias también a los que la habéis leído, no todo el mundo ve una tochada así y lee hasta el final, y por último, gracias a Gineu y Pimpo por el ratillo.

Re: Retales

Publicado: Mié Jun 08, 2011 3:12 pm
por JRJ
¡Un final muy triste para esas trovadoras en el tiempo! Ellas desaparecerán, pero su música siempre nos acompañará... :cry: :cry: :cry:


PD: Ju, no vi al clon de Gwenn :x

Re: Retales

Publicado: Mié Jun 08, 2011 5:19 pm
por Gineu
Que querias pimpo que siguieran por ahi medio podridas las pobres jajaja

PD: gracias a tod@s ;)

Re: Retales

Publicado: Dom Jun 12, 2011 11:09 pm
por Wantu
Retales


-La inocencia perdida-



Mis manos estaban llenas de sangre, mi cuerpo aun temblaba por el acto de muerte, mi mente se debatía entre lo correcto y lo que no lo era, pero allí estaban los dos. Ella yacía sin vida entre mil formas desterradas al olvido y él a mi lado, lamentando ver mis manos manchadas de sangre, ¿pero como dejar que fuese él el que acabase con la vida de un igual? Le debía mucho más que un remordimiento, le debía no sentirse culpable por acabar con un ser como él. Allí yacía el cuerpo sin vida de karen y junto a ella mi inocencia. Mi amor hacia él será lo que nos lleve a olvidarnos el uno del otro, el miedo a que alguien sepa que para los dos somos el único punto débil, pero quiero ser egoísta pues no puedo dejar de sentirle conmigo, de tocarle e incluso de solo mirarle.

Todo empezó como una casualidad, necesitaba liquidez monetaria y que mejor que llevar un buey hasta Sundabar, un dinero fácil, muy fácil.

Así, el buey y yo avanzamos por el camino que lleva al bosque y allí mismo la vi aparecer.

Karen era una elfa, de rasgos suaves, bella y muy resuelta, me llamó la atención su descaro. No tenía la menor idea de quien era, pero ella parecía conocerme muy bien.
No es que fuese algo extraño, soy una de las cronistas de la Villa y no me pareció inusual, aunque sí me pareció que conociese mi apellido y que de inmediato me preguntase donde estaba él.
-¿Dónde está?- interrogó karen
-¿Dónde está quien o qué cosa? –respondí yo sin entender.
-Humo, Frias…Malak-

Aquello si que me desconcertó. Sólo yo llamo así a Malakai y que una desconocida le llamase así me puso en alerta. Recordé las palabras que hacía años me dijo Rael, nunca confíes, y así obré. No dije nada salvo que no sabía donde estaba, no mentí pues era evidente que nos había estado observando en nuestra intimidad. Quise saber y precisamente saber, fue lo que acabó por disparar mis alertas.

Frente a mí comenzó a transformarse, era una cambiante sin lugar a dudas, pero nadie ni siquiera Malak había tomado mi apariencia. Casi rozándome, altiva y juguetona pareció retarme. Sin duda me había estudiado, luego echó a andar entre carcajadas añadiendo que estaría por la villa e inquiriéndome a decir a Humo que le esperaba.

La volví a ver en alguna ocasión más, adoptando diversas formas, de mestiza orca, de vampiresa, incluso de dulce niña… comenzaba a fraguarse lo que nunca pensé.

Días más tarde, encontré a Humo. Tenía adoptada una de sus formas, la Arpía le permitía ciertas cosas, ciertas dotes de vigilancia tan necesarias en el bosque durante estos tiempos y así, le encontré de nuevo.

Después de saludarle como hago siempre, le indiqué la necesidad de contarle lo pasado. Por su gesto pensó que sería una más de mis alocadas historias, no creo que evite pensar a veces lo que todo el mundo piensa, que soy una frívola, pero si lo fuese ahora no tendría esta congoja, ni este sentir ahogado.
Comencé mi relato de lo acontecido, sabía ya que era una cambiante poderosa, casi tan poderosa como Humo, quizá más y su reacción no me sorprendió. Humo estaba solo, no sabía el porque de sus formas, no conocía sus orígenes puesto que no gozaba de la memoria que todos poseemos, siempre quiso conocer a otros como él, tuvo incluso un discípulo pero marchó hace tiempo. Entiendo su soledad, y aunque procuro que no lo sea tanto sé, que nunca podré satisfacer sus necesidades de aprender y de compartir con alguien como él. Su mirada se iluminó al saber de ella, pero también sé que siempre temió encontrarse al mal en alguien de su naturaleza.

Marchábamos ya hacia Neves, era muy posible que Karen anduviese por la villa. No tardaría ni medio día en conocerla pero los dioses gustan de llevarnos por otros caminos.

Una niñita, dulce y preciosa apareció corriendo sorprendida de encontrar artemisas, estaba sola. De repente un grito. Nos vio a Malak y a mí, pero Humo estaba transformado en el ser monstruoso que resulta a la vista una Arpía, la pequeña se asustó mucho.
Acurrucada en un rincón temblaba señalando a la bestia, yo me acerqué; intentaba que en su mundo infantil abriese la mente a algo maravilloso como era mi amor, como era Humo, costó hacerlo pero poco a poco dí gracias a la bendita inocencia infantil.

Advertí de los peligros del bosque para una pequeña niña esperando no volverla a ver por allí, pregunté por sus padres pero dijo que era huérfana y que vivía en el Hospicio. ¿En el Hospicio de Malzhamor? Extraño cuánto menos, jamás vi niños allí.

Posiblemente sería una excusa infantil, fue entonces cuando se acercó a Malak. Lejos de amedrentarse por su impactante forma se puso de puntillas diciendo “Yo quiero…
Adiviné lo que pretendía y la alcé tomándola por debajo de los brazos, ella quedó muy cerca de Humo, y lo que pasó nos dejó tanto a él como a mí, de piedra.
La niña besó a Malak, pero no un beso infantil sino un beso profundo y adulto. Entonces entendí que era ella, era Karen.

Me encendí en celos, quise que pagase su atrevimiento pero no hice nada. Humo se encargó de contenerme recordándome que sus besos siempre serían míos y que su corazón era compartido con el mío. Me tranquilizó, sabe como hacerlo y sé que lo que me dice es cierto.
Después cuando hube vuelto a la calma me hizo prometerle algo más. Él la iba a buscar, la haría partícipe de lo que era su mundo, intentaría tenerla como aliada puesto que si era al contrario no tendríamos suficientes lágrimas con que llorar nuestros caídos.

-Daya, no te muestres hostil con ella, no la ataques pues temo por ti. Es poderosa y si lo haces podría dañarte e incluso matarte. Deseo aprender y que aprenda conmigo, quiero contar con ella como aliada-
Estaba dispuesta a cumplir mi promesa, no era dueña de Humo, no podía imponerle mi voluntad por muchas razones. Los dos decidimos compartir no pertenecer, él me consiente y yo estaba dispuesta a consentirle a él. Prometo que no me importó, prometo que mi rabia hacia ella se esfumó.

Días más tarde fue Humo el que me buscaba con preocupación.

Llenaba las cantimploras de viaje cuando alguien me llamaba la atención, un caballero desconocido me saludaba invitándome a ver un caballo precioso digno de una princesa como yo. Estaba perpleja pero al tenerle cerca me susurró y me dejó ver quien era.
-Tengo que contarte algo muy importante, pero no aquí. Ella puede vernos- Humo estaba inquieto.
Asentí y le seguí, Cuando llegamos al bosque lejos de todo, me inquirió a cruzar un portal, obedecí.

Estábamos en Eterlund, Humo me llevó hasta allí para tener la certeza de que no nos seguirían, y allí me pidió consejo.

Había encontrado a Karen, pero con su forma de mediano. Ella había cometido un error, no actuó de forma inteligente sin duda. Ella propuso al que creyó mediano, un trabajo.

Pidió a Malakai que secuestrase a una dama, que la llevase atada y amordazada a la posada que hay en Villanieve, pero sin hacer ningún daño a la presa. Imagino la sorpresa de Humo al escuchar que la dama era yo. No sabía que hacer pero ahora entendía que yo estaba en peligro.

Yo misma le dije lo que haríamos.

-Seguiremos el plan, harás el trabajo que Karen te hizo, fingiré una gran borrachera y tú podrás conducirme a la posada sin levantar sospechas. Alguien bebido siguiendo a un mediano. Una vez en el lugar acordado átame y amordázame. Cuando llegue sabremos qué quiere exactamente-

Humo aceptó, estaba preocupado por supuesto, si algo salía mal no habría forma de consolarle.

Llegamos a la posada de mala muerte que se alza en Villanieve, interpreté a la perfección mi papel hasta que una camarera hizo acto de presencia.
Acusó a Humo transformado en mediano de secuestro, no podíamos arriesgarnos así que derribándola le hizo tragar un bebedizo que la haría dormir. Si salíamos con ella a cuestas siendo una camarera, tendríamos muchos problemas así que me quité la ropa y se la quité a ella intercambiándola, yo sería un camarera y ella una joven bebida hasta la inconsciencia.

De esta guisa nos dirigimos hacia las montañas que conduce a Sutchard.
Cuando ella abrió los ojos, yo estaba sentada a su lado, Malakai con la forma mediana, de pie. No sabíamos como iba a salir aquello pero de nuevo la intentamos hacer creer que las dos éramos sus presas. Ella por hacer que no cumpliese su trabajo de rapto, y yo porque era la presa a entregar. Cada vez se ponía peor el asunto, ella gritaba y yo me solté de las fingidas ataduras, leí dos pergaminos de dominación, uno en ella y otro en humo de forma improvisada, quizá Karen estuviese viéndolo todo y sobre todo, debía guardar a Humo.

Huí como me gritó la camarera, ocultándome pero cuando estuve suficientemente lejos aumenté el conjuro de ocultación. De nuevo desanduve mis pasos hasta llegar a ellos.

Ambos estaban enzarzados en una discusión y en un momento algo sucedió, fueron quizá las palabras de Humo las que la hicieron mostrarse. La camarera no era otra que karen. Me quería cerca porque era la única forma de atraer a Humo, su verdadera presa.

Escuché todo, vi como Karen tomaba la forma reptiliana que tanto usa Malakai, discutían y él tomaba la misma forma. Humo le repetía que podría ser amiga, que podría compartir las cosas con el Círculo, que la ayudaríamos pero no, ella tenía fijado un objetivo.

Ella quería a Malakai, quería poseerle como compañero, como amante, como pareja, no sé si con vistas reproductivas…no lo sé.
Malakai le repetía una y otra vez, pero ella solo incrementaba su ira por no llevarse lo que quería, por verse rechazada.

-¿Es por ella? ¿Es por esa humana?
¿¡Cómo puedes sentir algo por una estúpida y tonta humana, un ser imperfecto, inacabado!? – cada reproche era respondido por Humo pero ella continuaba.

-¡Tu tienes que ser mío, me perteneces!- gritaba ella manteniendo la forma de reptil a lo que Malak añadía que no era un objeto, que no pertenecía a nadie pero ella proseguía.

-¡Te has dejado enredar por una Humana! ¡Estás ligado a ella como un idiota!- escupía llena de impotencia-
-No, ni siquiera a Daya, soy libre y puedo desligarme pero tú no serás la causa, nunca – No sé si las palabras de Humo me agradaron o no, no éramos de ataduras pero yo ni siquiera había pensado en la posibilidad de desligarme de él, ahora no sé si mi amor le hace bien o será su perdición.
Karen siseaba, estaba enfadada pero su sangre bullía por poseer a Humo, por eso soltó lo que nunca debió, por eso se llegó al punto de no retorno.

-A las semi-elfas pueden pasarle cosas muy malas… cuida la espalda de tu inacabada criatura, cuídala bien –
-No te atrevas a tocarla, si tocas a Daya, si la dañas te mataré Karen…no te atrevas-
-¿Qué te gusta tanto de ella? Yo puedo ser ella…- Karen tomó entonces mi forma, como había hecho lunas antes cerca del bosque, tomó mi voz mientras se acercaba a Humo tentadora, Malak retrocedió perplejo
-Puedo ser lo que quieras, puedo ser ella, ¿no te gustaría? Yo puedo ser lo que ella nunca será, puedo darte lo que jamás podría darte, somos iguales Humo- le llamaba Humo, el nombre cariñoso con el que yo le había conocido antes de conocerle de otras formas. Malak la paró con la mano, dudando víctima de sus encantos.
-¡No, no eres ella, jamás tendrás su canto, ni su dulzura, ni sus detalles, no eres ella!- Karen no iba a rendirse, al contrario, acarició insinuante la mano que le paraba pero Malakai resistió y reaccionó.
Viéndose rechazada la lucha tuvo lugar.
Ambos se transformaron en la forma más poderosa de todas, un dragón rojo, la lucha era encarnizada y yo observaba todo oculta a ambos, obedeciendo por una vez a Humo.

El alma se me encogía, mi corazón parecía escucharse por toda la montaña y eso hizo que mi concentración desapareciese y con ella, la magia que me ocultaba. Karen me vio y su aliento de fuego me alcanzó.
Humo me gritaba que corriese, él dirigía la lucha lejos de mí. Obedecí.

Les perdí de vista antes de que el silencio lo llenase todo, corrí montaña abajo hasta que la lanza de karen paró puntiaguda cerca de mi cuello. Estaba malherida, pero aun era una criatura poderosa, me mataría con el último aliento que le quedase, no dudé y mi estoque se dirigió a su cuello, las dos en igualdad de condiciones, yo también estaba herida por sus llamas.

-Ahora somos tú y yo Karen- Lo dije con todo el sosiego que pude reunir, no sabía donde estaba Humo, si vivía o si le había matado, ya nada importaba.
-Tú…tú debes…- No terminaba la frase, pero intuía lo que quería decir, en esos momentos apareció Malakai con la forma Kobold

-Daya… no, no lo hagas, no seas tú- Apenas podía hablar la lucha de toda su vida, la más temida había tenido lugar.
Yo miraba a karen, a él y la situación, ahora lo veía todo claro, no iba a consentir que Malakai segase la vida de una igual a él, eso sería demasiado, por el contrario si lo hacía yo tal vez alguna vez lograse que en lo recóndito de su ser, perdonase mis actos, pero la mano me temblaba, apuntaba decidida el cuello de karen, al igual que ella hacía conmigo, hube de sujetar el estoque con las dos manos. Karen desfalleció en ese momento pero no tardaría en recuperarse y si lo hacía, estaríamos muertos.
No sé cuantas veces me rogó Malakai que no me manchase las manos de sangre pero se lo debía, le debía mi vida, le debía el hacerme vivir después de estar muerta en vida, se lo debía.

Las últimas palabras de Karen fueron “Yo, te quiero…tienes que ser mío”, las mías fueron una súplica sincera a los dioses, les rogaba que perdonasen lo que estaba a punto de hacer, les imploraba perdón por perder la inocencia. Mis manos se mancharon de sangre protegiendo a mi amado, sin consuelo, llorando y con la mirada perdida noté el abrazo de Humo, quizá alguna vez podamos olvidar…



//Muchas gracias a Talos por la escena de hoy y de días anteriores. Menudo cachondeo con Karen *;..;*

Re: Retales

Publicado: Dom Jun 12, 2011 11:24 pm
por Gineu
nena que chulo el relato!! eh eh y fue en defensa propia!!!! jajajajjaja ;) :assassin: :assassin: :assassin: :assassin:

Re: Retales

Publicado: Lun Jun 13, 2011 2:10 pm
por --Talos--
Como ya dije, tambien me he divertido llevando a Karen.
Un gran relato y una gran experiencia. :idea: