Ficha de Shyntayne - En construcción

Nombre: Shyntayne (Que se traduce como Lunática Oculta)
Raza: Drow
Lugar de origen: Ched Nassad
Alineamiento aparente: Caótico.
Deidad: Lolth
Casa: Rilynviir
Rango: Maestra del Comercio, Faern, Noble (Adoptada).
Yuyus por sobredosis: 1.
Drow de perenne sonrisa y curiosa mirada violácea. Es relativamente menuda, apenas alcanzando el metro cincuenta de estatura, lo que la situa por encima de la media entre los varones, pero por debajo de las mujeres. Salta a la vista que cuida mucho su apariencia, hecho que se reafirma en sus cabellos, que suelen estar perfumados y recogidas en diversas coletas y un pequeño moño.
Sus vestimentas suelen estar compuestas de sedas de orígenes tan exóticos como inciertos. Llama la atención la vaina con motivos arácnidos que cuelga de su cinturón, en la que carga habitualmente un estoque. Así como una cadena de mithril desgastada que mantiene sujeto su grimorio a su cinturón.
Se puede ver a simple vista que es bastante flexible, que su cuerpo está acostumbrado a las largas travesías y que la fuerza, valga la redundancia, no es su punto fuerte.
Cuando no hay sacerdotisas a la vista suele mostrar un carácter risueño, abierto y sobretodo pragmático, siendo en apariencia mucho más tolerante con las clases bajas o las razas que considera inferiores. En presencia del clero o criaturas más influyentes y poderosas que ella, suele mostrarse dócil y sumisa, totalmente dedicada a cumplir con las ambiciones de sus superiores. Esta fachada es una viva imagen de su carácter superviviente.
Por lo general puede deducirse que es una mujer de mente ágil y fácil de complacer, no muy dada a la traición si no se siente amenazada. Salta a la vista su codicia cuando se trata de conocimiento arcano o gemas, así como la debilidad por los estupefacientes, no siendo raro verla bajo sus efectos. En esas situaciones su carácter suele ser bastante voluble, pasando de la agresividad a la completa sumisión según la sustancia que haya consumido.
Nacida y criada en Ched Nassad, pertenecía a una humilde familia plebeya. Sin la protección de ninguna casa se ganaba la vida como chatarrera, ladrona, masajista y comerciante, según afloraran sus necesidades. Esta situación cambió radicalmente cuando en una noche más, una partida noble atacó la barriada donde vivía. No era una situación extraña que los más poderosos buscaran diversión regodeándose del pánico de los vulnerables e indefensos plebeyos, sobretodo cuando alguna sacerdotisa había repartido castigos más humillantes de la cuenta.
Lo único que cambiaba en aquella ocasión es que el edificio donde vivía fue uno de los atacados. Perdió gran parte de su familia –con la que tampoco tenía vínculos demasiado grandes- y fue capturada por uno de los magos participantes en el asalto.
Si bien el objetivo inicial del faern era usarla como conejillo de indias, viendo su docilidad y sumisión acabó convirtiéndola en su asistente. Su ingenio y su facilidad por retener teoría arcana propiciaron que más adelante lograra convertirse en su aprendiz. Su formación estaba ya muy avanzada cuando el entusiasmado mago de la casa intercedió ante la matrona para que adoptara a la prometedora iniciada en artes mágicas.
Los siguientes años fueron bastante provechosos para sus intereses: contaba de algún modo con el soporte de la casa y estaba aprendiendo más rápido de lo que se esperaba en ella. Era consciente de que algunos varones estarían celosos o verían como una intromisión que una mujer entrara en su ámbito, y algunas discusiones acabaron generando su aislamiento.
Y por ese motivo, acabó apoyando una de las patrullas en busca de recursos naturales. Aquellos quitinosos eran de gran provecho para la casa Rilynviir, que en aquellos tiempos colaboraba con los Teh'Kinllerz. La sorpresa ocurrió en el retorno, cuando pudieron los integrantes de la expedición vieron como su ciudad natal estaba envuelta por el humo y las llamas.
Tras esa situación, el exódo con el resto de miembros supervivientes de la casa fue inmediato... pronto llegarían a Bel'Aragh tras superar diversas penurias.
Raza: Drow
Lugar de origen: Ched Nassad
Alineamiento aparente: Caótico.
Deidad: Lolth
Casa: Rilynviir
Rango: Maestra del Comercio, Faern, Noble (Adoptada).
Yuyus por sobredosis: 1.
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Descripción física: Drow de perenne sonrisa y curiosa mirada violácea. Es relativamente menuda, apenas alcanzando el metro cincuenta de estatura, lo que la situa por encima de la media entre los varones, pero por debajo de las mujeres. Salta a la vista que cuida mucho su apariencia, hecho que se reafirma en sus cabellos, que suelen estar perfumados y recogidas en diversas coletas y un pequeño moño.
Sus vestimentas suelen estar compuestas de sedas de orígenes tan exóticos como inciertos. Llama la atención la vaina con motivos arácnidos que cuelga de su cinturón, en la que carga habitualmente un estoque. Así como una cadena de mithril desgastada que mantiene sujeto su grimorio a su cinturón.
Se puede ver a simple vista que es bastante flexible, que su cuerpo está acostumbrado a las largas travesías y que la fuerza, valga la redundancia, no es su punto fuerte.
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Descripción psicológica (a simple vista): Cuando no hay sacerdotisas a la vista suele mostrar un carácter risueño, abierto y sobretodo pragmático, siendo en apariencia mucho más tolerante con las clases bajas o las razas que considera inferiores. En presencia del clero o criaturas más influyentes y poderosas que ella, suele mostrarse dócil y sumisa, totalmente dedicada a cumplir con las ambiciones de sus superiores. Esta fachada es una viva imagen de su carácter superviviente.
Por lo general puede deducirse que es una mujer de mente ágil y fácil de complacer, no muy dada a la traición si no se siente amenazada. Salta a la vista su codicia cuando se trata de conocimiento arcano o gemas, así como la debilidad por los estupefacientes, no siendo raro verla bajo sus efectos. En esas situaciones su carácter suele ser bastante voluble, pasando de la agresividad a la completa sumisión según la sustancia que haya consumido.
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Breve historia: Nacida y criada en Ched Nassad, pertenecía a una humilde familia plebeya. Sin la protección de ninguna casa se ganaba la vida como chatarrera, ladrona, masajista y comerciante, según afloraran sus necesidades. Esta situación cambió radicalmente cuando en una noche más, una partida noble atacó la barriada donde vivía. No era una situación extraña que los más poderosos buscaran diversión regodeándose del pánico de los vulnerables e indefensos plebeyos, sobretodo cuando alguna sacerdotisa había repartido castigos más humillantes de la cuenta.
Lo único que cambiaba en aquella ocasión es que el edificio donde vivía fue uno de los atacados. Perdió gran parte de su familia –con la que tampoco tenía vínculos demasiado grandes- y fue capturada por uno de los magos participantes en el asalto.
Si bien el objetivo inicial del faern era usarla como conejillo de indias, viendo su docilidad y sumisión acabó convirtiéndola en su asistente. Su ingenio y su facilidad por retener teoría arcana propiciaron que más adelante lograra convertirse en su aprendiz. Su formación estaba ya muy avanzada cuando el entusiasmado mago de la casa intercedió ante la matrona para que adoptara a la prometedora iniciada en artes mágicas.
Los siguientes años fueron bastante provechosos para sus intereses: contaba de algún modo con el soporte de la casa y estaba aprendiendo más rápido de lo que se esperaba en ella. Era consciente de que algunos varones estarían celosos o verían como una intromisión que una mujer entrara en su ámbito, y algunas discusiones acabaron generando su aislamiento.
Y por ese motivo, acabó apoyando una de las patrullas en busca de recursos naturales. Aquellos quitinosos eran de gran provecho para la casa Rilynviir, que en aquellos tiempos colaboraba con los Teh'Kinllerz. La sorpresa ocurrió en el retorno, cuando pudieron los integrantes de la expedición vieron como su ciudad natal estaba envuelta por el humo y las llamas.
Tras esa situación, el exódo con el resto de miembros supervivientes de la casa fue inmediato... pronto llegarían a Bel'Aragh tras superar diversas penurias.