
Raza: Semielfa
Clase: Hechicera (Herencia Faérica)
Descripción:
Ivae es una semielfa solar de ojos verdes y cabello rubio que a menudo lleva cubriendo sus orejas acabadas en punta. Con cerca de 1,80 de altura es una muchacha alta y esbelta con un aspecto agraciado que la hace destacar fácilmente entre la multitud.
De carácter generalmente alegre, acostumbra a bromear sin pensar demasiado en las consecuencias y a menudo resulta un poco bocazas. Tras iniciar sus andanzas como aventurera valora la libertad e independencia por encima de todo, es propensa a los cambios de humor rápidos aunque sus enfados no suelen durar demasiado.
Anotaciones sobre su origen:
Natural de Argluna, Ivae ha pasado en la Gema del Norte la gran mayoría de su vida. Criada en la tranquilidad de la ciudad por su madre, Vestela, tuvo una infancia tranquila y feliz. Durante la adolescencia empezó a manifestar su aptitud para la magia y centró todos sus esfuerzos en su formación como arcana. A pesar de dedicar todo su tiempo y esfuerzo durante los últimos años se rechazó su entrada a la escuela de la dama por no ser considerada lo suficiente apta para poder costearse los estudios a cambió de prestar servicio en la guardia sortílega. Lo que la llevó a tomar la decisión impulsiva de abandonar la ciudad para irse de aventuras y demostrarse a si misma de lo que podía ser capaz.
PNJS de su trasfondo:
Vestela

Tras abandonar Siempre Unidos en su juventud, Vestela tiene a sus espaldas toda una vida de aventuras. De caracter reservado, habla poco sobre su pasado aunque a veces gusta de contar antiguas aventuras y batallitas a sus seres mas cercanos. Pasado el ecuador de su vida decidió asentarse en Argluna, embarazada de Ivae. Poco se sabe de su padre, del que nunca parece querer hablar. Decidió bautizar a su hija con ese nombre (Luz brillante) para que nunca se dejara amedrentar por su origen mestizo.
Daoin (En elfico significa Estrella)

Cuando todavía era una niña, Ivae conoció a Daoin en un claro cercano a Argluna cuando acompañaba a su madre a visitar a un artesano elfo que fabricaría un arco para al niña (Y se pondría en evidencia la falta de talento de Ivae con el arco para decepción de Vestela). El hada y la chiquilla congeniaron al instante y al día siguiente Ivae descubrió que la había seguido hasta casa. A partir de entonces esas visitas se hicieron frecuentes hasta que al adquirir la edad y conocimientos necesarios, ambas decidieron crear el vínculo entre hechicera y familiar.
Diario:
(Previo al inicio en el servidor)
*Tres días antes de la partida de Argluna. Entrada del diario*
No me lo puedo creer, han rechazado mi solicitud de entrada en la escuela de la dama. Ese puñetero viejo que me hizo las pruebas decía que saber lanzar un proyectil mágico y un conjuro de invisibilidad no era suficiente. De nada ha servido repetirle que no fueron uno sino dos proyectiles mágicos, con lo que me ha costado evocar mas de uno y los ha mirado como si mirase a un burro abanicarse con la cola.
Tal vez no debería haber tratado de hechizarlo después de eso para que cambiara de opinión. ¿Pero que opciones tenia? A penas domino unos pocos conjuros y tenía que enseñar mis aptitudes. ¿Tan difícil es verlo de esa manera?
Pues por lo visto para los profesores lo es, no se que voy a hacer ahora. Si continuo así me ahogaré entre estos muros, puede que Daoin tenga razón y lo que necesite sea salir a ver el mundo mas allá de Argluna como hizo madre.
*El día anterior a la partida de Argluna. Entrada del diario*
Me ha costado casi todos los ahorros que me quedaban pero lo he hecho, he comprado un pergamino de teleportación. Lo utilizaré para viajar lejos a algún lugar menos peligroso que la Marca Argentea donde pueda iniciar una nueva vida como aventurera.
No me gusta la idea de irme sin despedirme de madre, pero ella no lo entenderia. Me trata como si fuese una niña. No entiende que no soy como ella, que no puedo esperar a los cien años antes de irme por mi cuenta.
*El día de la partida de Argluna. Entrada del diario*
Hoy todo ha sido un desastre. Hemos acabado en la villa de Nevesmortas y todavía no se que ha podido salir mal, estaba segura de que estaba visualizando Aguas Profundas al leer el pergamino. O como me imagino Aguas Profundas al menos, no la he visto nunca pero los dibujos tienen que parecerse ¿No? La verdad es que ya no estoy segura. Mientras lanzaba el conjuro se me pasó por la cabeza el bosque en el que conocí a Daoin, una cosa llevó a la otra y cuando me quise dar cuenta estábamos en la villa.
Además le dije a Denoroth que viniese conmigo y ahora ha acabado también aquí, quizás no debí hacerlo pero no me atrevía a irme yo sola. Puede que haya sido mejor así, no le dije donde íbamos y si hubiésemos acabado al otro lado de Faerun seguramente no se lo habría tomado bien. Y por si eso no fuese suficiente he encontrado en un bolsillo la nota que le iba a dejar a madre.
Ahora estoy demasiado cansada para pensar. Hemos llegado a una posada, La Rosa y el Martillo, pasaremos aquí la noche y mañana pensaré que hacer. Algo se me ocurrirá cuando este descansada, siempre se me ocurre algo.