Neithand Vanglaris
Publicado: Lun Ene 22, 2007 3:13 pm
Tristes son los dias en que la muerte de un padre se avecina....
El valor y el honor son causa de respeto entre la gente, pero también son y serán causa de muerte para aquellos que defienden un ideal, pensamiento o dios de una forma ciega.
La vida de Neithand había llegado ya a su décima primavera, sus ilusiones y felicidad crecían como las plantas buscando el calido sol que se extendia al cielo. Aguas Profundas era una ciudad resplandesciente,para entonces baluarte de hombres de honor y caballeros. Ideales y modales que el pequeño observo con respeto y curiosidad.
El tiempo pasaba lentamente a través de sus ojos, disfrutando de su vida y del estatus de su padre, paladin de Lazhander y caballero de Aguas Profundas.
Pero después del día, siempre espera impaciente la negra noche. Noches que empezaron a ser oscuras, tempestades a lo lejos, oscuros susurros en los callejones, aullidos...llantos a media noche. Un manto oscuro cernía cerca de la ciudad, con él, extraños sonidos de pasos y tambores. La ciudad se movilizo, siguiendo la llamada del deber los caballeros partieron para hacer frente a la oscuridad. Era una lucha por el equilibrio.
Curioso y amante del peligro, Neithand siguió a los nobles caballeros hasta la misma llanura donde tendría lugar el suceso que trastornaría su vida para siempre. Aun no sabe que le impacto mas, si ver a su padre caer en batalla o observar como la oscuridad consumía la luz que los guardianes portaban a su paso. Perplejo y sin aliento, la luz se consumió...dejando tras ella susurros llevados por el viento.
No se supo nada mas de aquel niño por la ciudad, su búsqueda, aunque larga e intensa cesó con el paso del tiempo y la esperanza. Pero el niño no estaba solo, a su lado, un anciano le cuidaba como un hijo des de que decidió llevárselo tras la victoria en la llanura.
Su relación fue siempre una mezcla entre odio, respeto y ambición. El anciano le instruyo bien en las artes de la guerra y la política, asi como hizo crecer en él sus creencias hacia “la dama”. Poco a poco, el niño se convirtió en un joven atractivo y astuto, y llegado el día acordado, se marcho de la protección del anciano siguiendo sus deseos. Un mundo nuevo se abría tras él, ahora sabia que estaba solo, pero no le daba miedo, sentía la protección de su dama cerca de él. El camino fue largo, lleno de historias y miradas, hasta llegar a un pequeño pueblo....
El valor y el honor son causa de respeto entre la gente, pero también son y serán causa de muerte para aquellos que defienden un ideal, pensamiento o dios de una forma ciega.
La vida de Neithand había llegado ya a su décima primavera, sus ilusiones y felicidad crecían como las plantas buscando el calido sol que se extendia al cielo. Aguas Profundas era una ciudad resplandesciente,para entonces baluarte de hombres de honor y caballeros. Ideales y modales que el pequeño observo con respeto y curiosidad.
El tiempo pasaba lentamente a través de sus ojos, disfrutando de su vida y del estatus de su padre, paladin de Lazhander y caballero de Aguas Profundas.
Pero después del día, siempre espera impaciente la negra noche. Noches que empezaron a ser oscuras, tempestades a lo lejos, oscuros susurros en los callejones, aullidos...llantos a media noche. Un manto oscuro cernía cerca de la ciudad, con él, extraños sonidos de pasos y tambores. La ciudad se movilizo, siguiendo la llamada del deber los caballeros partieron para hacer frente a la oscuridad. Era una lucha por el equilibrio.
Curioso y amante del peligro, Neithand siguió a los nobles caballeros hasta la misma llanura donde tendría lugar el suceso que trastornaría su vida para siempre. Aun no sabe que le impacto mas, si ver a su padre caer en batalla o observar como la oscuridad consumía la luz que los guardianes portaban a su paso. Perplejo y sin aliento, la luz se consumió...dejando tras ella susurros llevados por el viento.
No se supo nada mas de aquel niño por la ciudad, su búsqueda, aunque larga e intensa cesó con el paso del tiempo y la esperanza. Pero el niño no estaba solo, a su lado, un anciano le cuidaba como un hijo des de que decidió llevárselo tras la victoria en la llanura.
Su relación fue siempre una mezcla entre odio, respeto y ambición. El anciano le instruyo bien en las artes de la guerra y la política, asi como hizo crecer en él sus creencias hacia “la dama”. Poco a poco, el niño se convirtió en un joven atractivo y astuto, y llegado el día acordado, se marcho de la protección del anciano siguiendo sus deseos. Un mundo nuevo se abría tras él, ahora sabia que estaba solo, pero no le daba miedo, sentía la protección de su dama cerca de él. El camino fue largo, lleno de historias y miradas, hasta llegar a un pequeño pueblo....