Extraños sucesos.

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Nymiël Silvermoon

Extraños sucesos.

Mensaje por Nymiël Silvermoon »

Extraños Sucesos.

Capítulo I

Aquella mañana Nym había salido de casa más temprano que de costumbre para hacer unas pequeñas compras de urgencia. Dejó a Leonard practicando sus diarias oraciones del alba ante la efigie de Lathander, su Dios; así que seguramente cuando ella regresara a casa el desayuno estaría ya listo. Ese pensamiento le hizo andar más presurosa entre las casitas de Nevesmortas Este pues le rugían las tripas del hambre que tenía y no se lo quería encontrar frío.
Iba tarareando una vieja melodía cuando al llegar a la altura de su casa se encontró a Leonard en el jardín vestido con pijama y zapatillas gritando a alguien a quien Nym no veía mientras empuñaba su espada en la mano derecha y en la otra el escudo. La elfa se paró en seco y con el ceño fruncido se quedó mirando atónita la escena.
- ¡Cariño!, ¡menos mal que has llegado! – Leonard parecía nervioso.
- ¿Qué haces aquí fuera de esta manera? – lo miraba Nym de arriba abajo incrédula -. ¿Y con quién estás hablando? – alzó el cuello para ver detrás de su marido pero no vio a nadie.
- ¡Oh Nym, hay fantasmas en casa!!, creo que es una broma de Phandaal – susurró con una mueca.
- Cariño, creo que estás cansado. Venga, entremos en casa y te prepararé una copita de coñac para que te calmes – sonriendo comprensiva.
- S…sí…sí…será lo mejor – asentía mientras se rascaba la cabeza algo confuso.

Nym cerró la puerta tras de si y dejó escapar un leve suspiro de preocupación. ¿Qué le estaba ocurriendo a su marido?, ¿estaría trabajando demasiado?. Mil pensamientos inundaron la mente de la elfa a la que no le gustaba ver desvariar a su amado Leonard cuando de repente un grito rompió el silencio y sacó a Nym de sus elucubraciones.
- Cariño ven aquí, ¡corre! -. Fue corriendo al salón.
- ¡Mira el sillón, ha desaparecido! – gritaba Leo nervioso.
- Pe…pero no puede ser!! - miraba ella atónita el hueco en el que antes estaba el sillón preferido de su marido-. ¡Esto han sido los gnomos!, ahora mismo vuelvo. ¡Me las pagarán!! – gritaba mientras se dirigía hacia la puerta principal.
- No…¡no te vayas Nym!, ¡te digo que hay fantasmas en casa!! –. Nym paró en seco y se giró hacia Leonard - Está bien, vamos a inspeccionar la casa – dijo ella en tono cansino.

Los dos recorrieron los pasillos de su hogar con cautela, Leonard delante con la epada en alto y Nym a unos pasos de él algo escéptica. Cuando Leonard cruzó la puerta que llevaba a su dormitorio esta se cerró sola de un golpe seco dándole a Nym en las narices y quedando Leo encerrado en la habitación.
- ¡Aaaaaah! – gritó Leonard.
- Genial, creo que la puerta se ha atascado – musitó ella mientras empujaba en vano la puerta-. ¡Leo sal por la ventana!
De repente una voz femenina llegó del otro lado de la puerta- Leonard cariño,ven… .
- ¡¿Quién demonios hay allí Leonard?! – espetó Nym que ya se estaba comenzando a poner nerviosa.
- !Está aquí cariño, el fantasma! – gritaba Leo asustado.
- ¡¿Un fantasma?! - ironizó Nym -, yo he oido a una muj… -. La puerta de repente se abrió sola y Nym entró corriendo, buscando por todas partes.
- Estaba aquí hace un momento…- Leo estaba azorado.
- ¡¿Quién Leo?!, ¡he oido perfectamente a una mujer que te llamaba! – gritaba enfurecida mientras lo revolvía todo.
- Pe…¡pero cariño!.
- ¡¿Qué es esto Leonard?! – rugió Nym al encontrar un sensual camisón de mujer sobre la cama que no le pertenecía-. ¡¿Me quieres decir que diantre hace esto aquí?!- se lo tiró a la cara con los ojos brillantes de ira.
- Y…yo…¿no es tuyo? – Leonard iba retrocediendo hacia atrás con el camisón en la mano.
- ¿Mío eso?!, ¡me ofendes Leonard!, ¡yo jamás me compraría una basura así!
- Mi amor…te juro que no se de quien es – decía Leo en tono suplicante -. ¡Tienes que creerme!.
- ¿Qué tengo que creer?!, ¡me has engañado y todo era una mentira para que tu amante pudiera escapar!- ya fuera de sus cabales.
- Pe…pero amor, Nymiël… yo solo te amo a ti - tragó saliva -. Eso ha sido el fantasma, ¡tienes que creerme! – desesperado.
- Me has engañado… ¡tú! – acusando a Leo con el dedo y los ojos entrecerrados-. ¡Tú que me prometiste fidelidad ante tu Dios!, ¡pagarás por ello! – rugía ella fuera de si.

Mientras discutían o mejor dicho, mientras Nym discutía un extraño ser incorpóreo apareció en la estancia.
- Ven conmigo Leonard, amor – dijo el ser con voz sensualmente femenina.
- Pe…tu…¿tu quién eres?!, ¡lárgate!. ¡¿Lo vés Nym?!, ¡es un fantasma! – Leonard estaba al borde del colapso.
- !Cállate mala mujerona y deja a mi marido en paz!. ¡¿Por qué quieres destruir mi matrimonio?! – le temblaban las orejas de ira.
- Quizás porque vuestro matrimonio era una mentira – reía el ser-. Vamos cielo, ven conmigo – dirigiéndose a Leonard.
Sin pensarlo dos veces, Nym echó mano de la espada que siempre llevaba colgada del cinto y con un alarido de furia cargó contra ese extraño ser que de repente desapareció.
- ¿Lo ves amor?, era un fantasma…- razonó Leo intentando mantener la compostura.
- ¡O una maldita hechicera! – Nym estaba cada vez más alterada. - ¿Pero sabes qué?, ¡que se acabó eso de ser la Nym buena de siempre!-. Mientras se dirigía hacia la puerta y Leo tras ella intentando pararla sin conseguirlo ella se giró hacia él y con los ojos llenos de furia, antes de salir dando un portazo espetó con rabia- Pagareis por esto, ¡todos!.


...

Nymiël Silvermoon
Última edición por Nymiël Silvermoon el Lun Jul 09, 2007 12:03 am, editado 1 vez en total.
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TanisHAnderson
Mas pesado que Rusillo con los Tejones.
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Mensaje por TanisHAnderson »

//anda.... no soy el unico con reververaciones psicoplasmaticas a mi alrededor :lol:
eso os pasa por dejar pasar a la Muerte a vuestra linda casita :roll:
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RellSham :mago:
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Val Heleanor
Nymiël Silvermoon

Mensaje por Nymiël Silvermoon »

//Ya te digo, dentro de poco tendremos a la Caroline diciendo: "Ya están aquiii" :lol:

El próximo capítulo en breve :) (o eso espero).
LordWill

Mensaje por LordWill »

//Pq estas cosas no le pasan a Lirdiargur? xDD con lo que me iba a divertir intentando razonar la situacion! xDDD O intentando volver loco al fantasma xDD
Dalorian_alargentea

Mensaje por Dalorian_alargentea »

//Ostias leches, lo que no le pase a Leonard... tenias que haberte puesto la gema y haber dejado que Aravan "controlase" a la fantasma... *sonrie maliciosamente*
Lloth

Mensaje por Lloth »

No sabeis como me alegra que cada vez mas posteeis los sucesos de vuestros personajes y el servidor en el foro, animo y a seguir asi.
Talthalra

Mensaje por Talthalra »

A mi me da miedo, yo no leo más ! XD pero si te incito a escribir :P dale a ello!.
Nymiël Silvermoon

Mensaje por Nymiël Silvermoon »

//Gracias por el apoyo, me animan mucho vuestros comentarios :idea:

Ahi va el segundo capítulo.
Nymiël Silvermoon

Mensaje por Nymiël Silvermoon »

Capítulo II


Al salir fuera llovía tanto que la elfa se caló la capucha y comenzó a correr por entre las gruesas cortinas de lluvia sin rumbo fijo. Corrió y corrió hasta que se cansó y detrás de un muro se dejó caer pesadamente apoyando la espalda contra la pared. En ese mismo instante a causa de la rabia y las emociones contenidas rompió en un amargo llanto a la vez que un cúmulo de sentimientos recorrían y estremecían su ser. Sentía ira, rabia, frustración…pero sobretodo sentía tristeza por haber tenido que abrir los ojos a lo que según ella pensaba en ese momento, sería lo más doloroso que sintiera jamás en su vida, el engaño.

Por otro lado, Leonard salió en su búsqueda. Recorrió toda la zona residencial gritando su nombre desesperadamente y preguntando a cuanta gente se encontraba en el camino, a sus compañeros los guardias incluidos. Miró por todos los jardines y rincones posibles sin éxito y al cabo de unas horas decidió volver a casa a mirar por si casualidad había decidido regresar.
Entró y con paso decidido se fue directamente hacia la habitación.
- Nymiël, mi amor!! – Leonard se acercó a ella con cautela – me tenías muy preocupa…
- Alejate de mi!! – interrumpió ella mientras iba sacando cosas de los cajones frenéticamente entre sollozos. – No digas ni una palabra más, ahora mismo me marcho de aquí.
- Pero mi vida, tienes que creerme - imploraba Leonard –, todo esto ha sido obra de algo que yo no…Aaaaaaaah, Nym mira!- Se giró y vio a su marido con los ojos fuera de sus orbitas mirando hacia un punto concreto. Siguió su mirada y el jarrón que en esos momentos sostenía ella en las manos se cayó estrepitosamente al suelo rompiéndose en mil pedazos a causa de la grotesca imagen que ante ellos se proyectaba. Trozos de suelo de todos los tamaños levitaban a unos piés de altura por toda la estancia. Tan atónitos estaban que no vieron a parecer a la derecha de la habitación a ese extraño ser incorpóreo que tanto les estaba atormentando cuando una estridente risa burlona les sobrecogió. Automáticamente los dos se giraron hacia esa dirección y el ser se fue corriendo hacia el pasillo. La pareja lo siguió corriendo pero cuando llegaron al vestíbulo una vez más, se había esfumado.
- Debemos pedir ayuda Nym – dijo Leo.
- Haz lo que te venga en gana, yo me largo de aquí – murmuró ella.
- Pero Nym, ¡no ves que yo no tengo nada que ver en esto! – Leo calló de repente al ver la extrema palidez del rostro de su esposa y el sutil movimiento que estaba haciendo al desenfundar su larga espada -. ¿Qué pasa Nym?, ¿qué…que haces? – asustado.
- ¡Corre, a por ellos! – Entonces vio como ella se abalanzaba sobre un numeroso grupo de seres incorpóreos que avanzaban lentamente hacia ellos y con unos rápidos y expertos giros de muñeca consiguió tumbar a unos cuantos. Sin perder un momento Leonard desenvainó su arma y raudo fue en su ayuda.
Después de una encarnizada lucha y sin demasiados problemas consiguieron acabar con ellos. Los seres uno a uno, fueron evaporándose sin dejar rastro alguno de que allí se hubiera librado una feroz batalla.
Jadeante y agotada por todo lo acontecido, la pareja se dirigió al salón en silencio. Leonard se apoyó en una columna y Nym dejó caer al suelo su espada y escudo abatida.
No sabía que decir así que se sentó en una silla y sumergió su cabeza entre las manos esperando a que la tierra se la tragara cuando notó unas cálidas manos que le acariciaban delicadamente la nuca.
- Nym, mi amor – susurró Leonard.
- Yo…yo lo siento, si…siento no haber creído en ti – hipaba y sollozaba la elfa -, ¿cómo he podido estar tan ciega?
- Ahora no es momento de lamentaciones querida, debemos buscar ayuda enseguida – seguía susurrando Leo ayudando a Nym a levantarse de la silla -. Venga vamos – la rodeó con el brazo.

Corrieron hasta llegar al centro de la Villa, no sabían muy bien a quien buscaban pero sus ojos escudriñaban frenéticamente cada rincón esperando encontrar una respuesta.
- Hola Leonard, tengo que hablar contigo – Miroku se acercó a la pareja-. Vaya, ¿qué os pasa?, parecéis nerviosos.
- Ahora no Miroku, hay espectros en nuestra casa y necesitamos ayuda – susurró nervioso.
- ¿Fantasmas?, ¡Oh…yo soy especialista en eso! – espetó el clérigo como si nada.
- ¡Y yo! – dijo alguien más. Todos se giraron y vieron a un señor de mediana edad que los miraba timidamente.
- ¿Y tú quien eres? – preguntó Nym entrecerrando los ojos.
- Me llamo Ashal, Ashal Binson – dijo en voz baja.
- ¡Ashnar!, el sabrá que hacer. ¡Vamos a la Atalaya! – Dijo Leo apresuradamente mientras enfilaba el camino al templo arrastrando a Nym de la mano.

Entraron en el templo a trompicones y se dirigieron hacia Ashnar, Líder del templo de Lathander de la Villa y maestro de Leonard que estaba atendiendo a unos mendigos.
- Señor… - Leonard hizo una leve reverencia –, pasan cosas extrañas en nuestra casa, necesitamos su ayu…
- ¡Sí, señor…las cosas vuelan y…y hay seres raros y…y quieren destruir nuestro matrimonio! – interrumpió Nym apresurada.
- Yo soy especialista en fantasmas, si me permitís… - puntualizó Miroku.
- ¡Y yo! – dijo Ashal.
- A ver chicos…calmaos y hablad de uno en uno por favor – dijo el clérigo en tono afable juntando las manos.
Leonard se acercó a él y un tanto nervioso le relató lo sucedido.
- ¡Leonard! – la voz imponente de Ashnar resonó en todo el templo y los demás se quedaron mudos -, ¡como Señor del Alba que eres debes encontrar tú la solución a lo que ocurre!, ¡¿A caso no recuerdas lo que te enseñé del capítulo treinta y cinco del libro sagrado?! – suspiró y bajó el tono de voz - . Ve, corre hacia tu casa y no te demores más, Lathander os guiará en las sombras. Yo rezaré por vosotros.
- S…si señor, ya vamos señor… – Leo hizo una torpe reverencia a su maestro y los cuatro salieron presurosos hacia la casa.

Nada más entrar Leonard hizo saber a los demás que notaba una fuerte presencia maligna en la casa así que armas en mano fueron mirando otra vez por cada rincón y estancia. De vez en cuando Miroku tiraba gotitas de agua bendita al aire y Nym lo miraba como a un bicho raro.
No se veía nada fuera de lo normal hasta que entraron en el dormitorio. Los cuatro se quedaron paralizados en el umbral al ver un gran agujero en el suelo y a unos dos metros sobre él, una calavera sin cuerpo levitando con una sonrisa grotesca enmarcada que los miraba con un brillo rojizo en el lugar en el que debería haber tenido ojos. Así es, un Demiliche.
- ¿Quién eres tú? – espetó Miroku que no parecía tener miedo alguno -, ¿Y porqué molestas a mis amigos?
- ¡Este es mi hogar! – salió una voz cavernosa y pastosa de la calavera que helaba la sangre –, esta casa está construida sobre una antigua cripta y si no os vais…¡moriréis!, – Al ver los rostros congestionados de los otros tres, la voz de la calavera se tornó un siniestro chirrido que pretendía ser una risa que se regocijaba de su sufrimiento hasta que reparó en el escudo que portaba Leonard con el símbolo de su Dios. Fue entonces cuando murmuró un poderoso conjuro llamado por los conocedores El lamento de la Banshee que dejó a Nym inconsciente en el suelo al borde de la muerte. Cuando despertó, gracias a las curas de los dos clérigos aquel horrible ser ya no estaba, Miroku armado de valor había terminado con él pero el inquietante agujero seguía estando allí.
- ¿Qué ha ocurrido? – murmuró Nym aturdida.
- Miroku lo ha matado – dijo Ashal como si nada.
- ¿Matado?, ¿a quién? – la elfa no recordaba nada.
- Ahora no hay tiempo para eso amor – Leo la ayudó a levantarse -, tenemos que bajar a esa cripta y ver que demonios ocurre.
Nym tragó saliva y miró el gesto grave que se veía en el rostro de su marido. Al rato se armó de valor y ajustándose los brazales de su armadura dijo – Está bien – respiró hondo -, si no queda otra y hay que ir, se va.

Así pues, los cuatro se prepararon para la expedición y uno a uno fueron descendiendo por el boquete sin saber a ciencia cierta que les deparaba aquel submundo de tinieblas y oscuridad. Solo con la certeza de que fuera lo que fuera, no iba a ser fácil terminar con ello.


...

Nymiël Silvermoon
Última edición por Nymiël Silvermoon el Lun Jul 09, 2007 9:46 pm, editado 1 vez en total.
Leonard

Mensaje por Leonard »

//^^muy fiel a lo que pasó,a los personajes y me gusta el estilo narrando tambien, a ver...mmmm... ahora es cuando.....
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