Rumores. A veces solo simples bulos. Otras, cuchillas hirientes. Las más de las veces, raudos y veloces. Altos y claros, o apenas un susurro. Incluso en ocasiones simple verdad,verdad tergiversada incluso solo minimamente distorsionada. Pero cuando toda una villa, habla por lo bajo del mismo...algo pasa.
El blasón es todo un hervidero. Otra conversación no se tercia. Tertulianos, testigos o no del hecho, comentan o susurran a curiosos que escuchan. Entre copas y embriaguez, las conversaciones se cruzan, mezclan e incluso se confunden:
"...4 nada menos. Dos de ellos portandolos y otros dos, de escolta"
"...No es cosa baladí y no seré yo, quien cruce los caminos a solas"
"...Alguien dijo que al cadáver lo descubrieron guardianes de la naturaleza...a saber si fueron ellos"
"...demasiado chascarrillos para unos simples bandidos violentos bah"
La jovialidad de Jédrick "El martillo" y la sonrisa de Rosa, se ven apagados. Los rumores sin duda llegaron, ensombreciendo ánimos. Los distintos guardias, de distintas funciones en la villa congregados, hablan por lo bajo apesadumbrados. Guardan sepulcral silencio cuando alguien más se les acerca.
Morwena ha perdido los nervios. Ha echado entre gritos de "El morbo, de puertas para afuera de mi establecimiento!" y empellones a algunos clientes.
Los niños ya no juegan en los alrededores, sin la atenta mirada de sus mayores.
A Argayle se le ve nervioso, más que de costumbre y ante cualquier ruido sospechoso, desaparece, dejando tan solo algun gesto y la voz en un conjuro.
Las calles tampoco son ajenas de comentarios y a la amalgama de olores, se unen las de voces y conversaciones:
"Lo encontraron al oeste, cerca del río, maniatado, torturado y desplumado"
"La manta en la que estaba envuelto estaba completamente manchada de sangre..."
"Que horror...¿donde vamos a llegar?"
"Quien sabe, tal vez se le fuera la mano a los guardias..."
"¿Es que nadie va a pensar en los niños?"
"¡No! El cadaver que portaba la guardia. ¡Que desfachatez!"
"Dicen que fue a las afueras de la villa, al norte"
El templo mantiene respetuoso silencio, mientras la Dama, aun no se pronuncia o parece tener intención al respecto. "Cautos" dicen algunos. "Dejados" los detractores.
La guardia se dobla, más nerviosa, alerta y quisquillosa.
Jaskar hace negocio, el morbo y el cuchicheo son bienvenidos a su establecimiento, pues con ellos, llegan los propietarios de dinero.
"Habría que colgarlos a todos...esto no volvería a pasar"
"¿Será cosa de un loco?"
"Pues a mi me da en la nariz, que no será ni el primero ni el último, si no, al tiempo"
"A ver ahora a quien contrato para mover mis mercancias por los caminos..."
Trente trabaja dando rienda suelta a su rabia en el entrechocar de la forja y el martillo.
En Villanieve, pocos salen. No solo está el temor a lo sucedido, también el hecho de que cargar muertos, a los que cargan con fama es cosa no singular, precisamente. Y la gente de esta calaña, saben andarse bien en estos menesteres.
Tan solo un habitante de la villa parece ajeno...más preocupado por alchol y buen vino, que por sucesos...
Rumores...
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