Richard.
Publicado: Sab Ago 09, 2008 5:37 pm
EL PRINCIPIO DEL FIN.
La noche era oscura y el aire denso, no se oía ningún ruido aparente cerca de la casa, todo estaba en silencio y no se veía a nadie por las oscuras calles de Calimport, lo poco que iluminaba el lugar era la luna que aparecía en el oscuro cielo, expectante de algo que tardaría poco en suceder...
... Richard llegó a su casa rápidamente, pese a la lejanía. Fue a entrar en ella sin pensarlo, pero algo le dijo que no se apresurara...
Frotando uno de los anillos con el dedo pulgar lo activó, volviéndose invisible. Empujó la puerta poco a poco sin conseguir ver nada, solo se escuchaba el rechinar de los goznes de la puerta y bastante ruido en una de las habitaciones.
Una vez pasada la puerta principal, consiguió ver una luz de un único candil que salía de la habitación donde estaban los secuestradores. Se acercó a la puerta consiguiendo ver a su padre y dos desconocidos armados, estos gritaban y golpeaban sin fuerza al padre de Richard.
- Aonn parece que tú hijo te dejará tirado... y morirás como su asquerosa madre...
- Además con el mismo arma. *Sonrie*
Apostilló el otro desconocido. Después comenzaron a reír.
Richard escuchaba extrañado la conversación sin saber como reaccionar...
Aonn – Espero que mi hijo no se entere de que su madre no murió cuando el nació, sino que fue asesinada por vosotros…
En ese momento se paso el efecto del anillo, apareciendo Richard con los brazos cruzados esbozando su característica media sonrisa.
El asesino de mayor corpulencia se encaró a Richard a varios metros de distancia, mientras el otro, agarró por el cuello a Aonn levantándolo y colocándole una daga en el mismo.
- Vaya, vaya… al fin aparece el mocoso por aquí… *mientras deslizaba la daga por el cuello de Aonn sin llegar a cortar, parecía que solo estaba jugando*
- ¿Tienes lo nuestro? *Miraba risueño a Richard*
Richard – Después de enterarme que vosotros asesinasteis a mi madre. ¿Queréis que os pague por algo que no es vuestro? *Se desata del cinturón una bolsita llena de oro.*
Richard - *Con la bolsita en la mano y el cordón de la misma desatado.* ¿Deberás lo queréis? * Lanza la bolsa hacia el asesino que le encaraba, saliendo todas las monedas desperdigadas*
El asesino en un intentó de coger las monedas se olvidó del resto, Richard desenfundó una de las katanas y se abalanzó sobre él, asestándole un corte transversal de abajo hacia arriba, cayendo muerto con el brazo derecho amputado.
En ese instante, el segundo asesino, desesperado, apuñaló a Aonn por la espalda cayendo éste desplomado al suelo.
La mirada de Richard estaba llena de ira, en sus ojos se podía ver un vivo fuego que ni en el mismísimo infierno se podría contemplar.
El asesino separándose del cuerpo de Aonn lanzó un cuchillo al candil, dejando la habitación iluminada tan solo por la tenue luz de la luna que entraba por la ventana.
Mientras se escondía entre las sombras, susurraba burlón a Richard:
- Parece que el mocoso ha crecido… Pero eso solo servirá para llenar más la casa de sangre…
Pronto verás a tu hermosa madre y a tu estúpido padre.
Richard – Tienes razón, la casa se llenará de sangre… Pero esta vez será la tuya.
Richard estaba en posición de defensa esperando un paso en falso del asesino, mientras que éste continuaba sigiloso entre las sombras.
Pasaban los segundos, eternos y el asesino no se decidía a atacar. Richard tenía una venganza que consumar y no estaba dispuesto a dejar con vida al asesino de sus padres.
Por un momento pensó que el asesino había huido puesto que no veía a nadie y llevaba un rato sin escuchar los susurros del asesino, en ese instante notó que el aire no corría con fluidez por su espalda. En un acto reflejo, se agachó ligeramente y sin girarse, soltó una estocada hacia su espalda. Sintió como su katana atravesaba un cuerpo, a los pocos segundos se oyó un golpe de metal contra el suelo de madera. Era el arma del asesino, Richard había conseguido atravesarle por completo.
El asesino balbuceaba algo, imposible de entender por la cantidad de sangre que le manaba por la boca. Richard extrajo el arma del cuerpo, se giro y se quedó mirándole a los ojos durante un tiempo, mientras el asesino se desangraba arrodillado ante él.
Cuando cayó al suelo inmóvil, Richard se dirigió donde se encontraba en el suelo Aonn, aun estaba con vida.
Aonn - *Con la voz entrecortada* Ri… Richard… tengo algo… que decir…te.
Trascurrieron unos minutos en los que Aonn le explicó el porqué de lo sucedido y la causa de la muerte de su madre, Richard escuchaba atento hasta que observó como la mirada de Aonn se fundía con la eternidad, cerró sus ojos lentamente y salió de la casa.
Richard estaba apoyado en el quicio de la puerta con los brazos cruzados, su cerebro parecía un ciclón de pensamientos que se mezclaban entre sí.
En un ataque de nostalgia, entró de nuevo en la casa observando con detenimiento todo a su alrededor. Transcurrido un momento de reflexión en los que recordó experiencias vividas en la casa, tomó una decisión.
Cogiendo el candil que se encontraba tirado en el suelo, derramó parte de su contenido sobre el cuerpo inerte de su padre y continuó esparciendo su contenido hasta la entrada de la casa. Acto seguido encendió su antorcha y la arrojó sobre el reguero del líquido inflamable que había esparcido.
Contempló unos instantes como la casa comenzaba a arder. Justo cuando las llamas envolvían por completo su casa, dándose media vuelta se marchó…
//Significa que esto puede ser una despedida. Quizá temporal o quizas no. De momento me despido por unos dias.
De todos modos espero que os guste.
//Pd: Edito el título, porque escribiré una continuación en la que explica mi regreso.
La noche era oscura y el aire denso, no se oía ningún ruido aparente cerca de la casa, todo estaba en silencio y no se veía a nadie por las oscuras calles de Calimport, lo poco que iluminaba el lugar era la luna que aparecía en el oscuro cielo, expectante de algo que tardaría poco en suceder...
... Richard llegó a su casa rápidamente, pese a la lejanía. Fue a entrar en ella sin pensarlo, pero algo le dijo que no se apresurara...
Frotando uno de los anillos con el dedo pulgar lo activó, volviéndose invisible. Empujó la puerta poco a poco sin conseguir ver nada, solo se escuchaba el rechinar de los goznes de la puerta y bastante ruido en una de las habitaciones.
Una vez pasada la puerta principal, consiguió ver una luz de un único candil que salía de la habitación donde estaban los secuestradores. Se acercó a la puerta consiguiendo ver a su padre y dos desconocidos armados, estos gritaban y golpeaban sin fuerza al padre de Richard.
- Aonn parece que tú hijo te dejará tirado... y morirás como su asquerosa madre...
- Además con el mismo arma. *Sonrie*
Apostilló el otro desconocido. Después comenzaron a reír.
Richard escuchaba extrañado la conversación sin saber como reaccionar...
Aonn – Espero que mi hijo no se entere de que su madre no murió cuando el nació, sino que fue asesinada por vosotros…
En ese momento se paso el efecto del anillo, apareciendo Richard con los brazos cruzados esbozando su característica media sonrisa.
El asesino de mayor corpulencia se encaró a Richard a varios metros de distancia, mientras el otro, agarró por el cuello a Aonn levantándolo y colocándole una daga en el mismo.
- Vaya, vaya… al fin aparece el mocoso por aquí… *mientras deslizaba la daga por el cuello de Aonn sin llegar a cortar, parecía que solo estaba jugando*
- ¿Tienes lo nuestro? *Miraba risueño a Richard*
Richard – Después de enterarme que vosotros asesinasteis a mi madre. ¿Queréis que os pague por algo que no es vuestro? *Se desata del cinturón una bolsita llena de oro.*
Richard - *Con la bolsita en la mano y el cordón de la misma desatado.* ¿Deberás lo queréis? * Lanza la bolsa hacia el asesino que le encaraba, saliendo todas las monedas desperdigadas*
El asesino en un intentó de coger las monedas se olvidó del resto, Richard desenfundó una de las katanas y se abalanzó sobre él, asestándole un corte transversal de abajo hacia arriba, cayendo muerto con el brazo derecho amputado.
En ese instante, el segundo asesino, desesperado, apuñaló a Aonn por la espalda cayendo éste desplomado al suelo.
La mirada de Richard estaba llena de ira, en sus ojos se podía ver un vivo fuego que ni en el mismísimo infierno se podría contemplar.
El asesino separándose del cuerpo de Aonn lanzó un cuchillo al candil, dejando la habitación iluminada tan solo por la tenue luz de la luna que entraba por la ventana.
Mientras se escondía entre las sombras, susurraba burlón a Richard:
- Parece que el mocoso ha crecido… Pero eso solo servirá para llenar más la casa de sangre…
Pronto verás a tu hermosa madre y a tu estúpido padre.
Richard – Tienes razón, la casa se llenará de sangre… Pero esta vez será la tuya.
Richard estaba en posición de defensa esperando un paso en falso del asesino, mientras que éste continuaba sigiloso entre las sombras.
Pasaban los segundos, eternos y el asesino no se decidía a atacar. Richard tenía una venganza que consumar y no estaba dispuesto a dejar con vida al asesino de sus padres.
Por un momento pensó que el asesino había huido puesto que no veía a nadie y llevaba un rato sin escuchar los susurros del asesino, en ese instante notó que el aire no corría con fluidez por su espalda. En un acto reflejo, se agachó ligeramente y sin girarse, soltó una estocada hacia su espalda. Sintió como su katana atravesaba un cuerpo, a los pocos segundos se oyó un golpe de metal contra el suelo de madera. Era el arma del asesino, Richard había conseguido atravesarle por completo.
El asesino balbuceaba algo, imposible de entender por la cantidad de sangre que le manaba por la boca. Richard extrajo el arma del cuerpo, se giro y se quedó mirándole a los ojos durante un tiempo, mientras el asesino se desangraba arrodillado ante él.
Cuando cayó al suelo inmóvil, Richard se dirigió donde se encontraba en el suelo Aonn, aun estaba con vida.
Aonn - *Con la voz entrecortada* Ri… Richard… tengo algo… que decir…te.
Trascurrieron unos minutos en los que Aonn le explicó el porqué de lo sucedido y la causa de la muerte de su madre, Richard escuchaba atento hasta que observó como la mirada de Aonn se fundía con la eternidad, cerró sus ojos lentamente y salió de la casa.
Richard estaba apoyado en el quicio de la puerta con los brazos cruzados, su cerebro parecía un ciclón de pensamientos que se mezclaban entre sí.
En un ataque de nostalgia, entró de nuevo en la casa observando con detenimiento todo a su alrededor. Transcurrido un momento de reflexión en los que recordó experiencias vividas en la casa, tomó una decisión.
Cogiendo el candil que se encontraba tirado en el suelo, derramó parte de su contenido sobre el cuerpo inerte de su padre y continuó esparciendo su contenido hasta la entrada de la casa. Acto seguido encendió su antorcha y la arrojó sobre el reguero del líquido inflamable que había esparcido.
Contempló unos instantes como la casa comenzaba a arder. Justo cuando las llamas envolvían por completo su casa, dándose media vuelta se marchó…
//Significa que esto puede ser una despedida. Quizá temporal o quizas no. De momento me despido por unos dias.
De todos modos espero que os guste.
//Pd: Edito el título, porque escribiré una continuación en la que explica mi regreso.