Nombre: Daxton Dex Jivundus
Raza: Elfo Drow
Categoría: Guerrero
Deidad: Lloth
Aspecto general: De anchos hombros y altura estándar para un drow, posee pelo largo y platinado generalmente atado en una cola de caballo y unos ojos oscuros penetrantes.
Historia (1ra persona):
Mi nombre es Daxton Dex Jivundus, pero no siempre fui conocido por este nombre. Antes era conocido como Daxton Birl’igh de la 15ta casa noble de Ched Nasad. Era el 4to hijo y el 2do varón, lo cual trajo varios disgustos en mi casa al nacer.
Mi tortuosa infancia no se aleja mucho de la de un Drow Noble. Al cuidado de mis hermanas cuando era pequeño, aprendiendo a latigazos como debe ser respetada una mujer y, sobretodo una sacerdotisa, abrace la gloria de Lloth y aprendi sus designios, los que serían mis códigos por el resto de mi vida.
No puedo describir con palabras la cara de desilusión de mis hermanas y de mi madre al descubrir que tenía dotes para ser un Sargtlin (guerrero). Creo que mi castigo no fue tan severo porque mi hermano mayor (al que odiaba tanto como a mis hermanas) ya se encontraba en las filas de la magia arcana.
Entrene y conocí la magia en Sorcere, mas bien nunca me agrado. Y fue cuando aun siendo un adolescente llegue a Melee y conocí a mi único amigo que me acompañaria el resto de mi vida. La simbiosis entre ambos fue instantánea, reflejandome sobre el filo de su hoja y entendiendo los giros de muñeca y volteretas que pude hacer con ella el primer día. Entonces mi primer y única arma fue una espada larga.
Ya convertido en un Sargtlin, que aunque debo decir que era diestro con la espada no era el mejor en la academia. Pero eso no implica que pueda triunfar aún más. Que equivocado que estaba. Por ese entonces no sabia que se estaba iniciando algo más grande que escapaba a toda mi imaginación.
Ched Nasad es una ciudad poderosa. Y todo poderoso tiene enemigos poderosos rondando.
Luego de pasar varios años al servicio de la casa Birl’igh y de hacer varias patrullas por la infraoscuridad ya me había convertido en un guerrero nato. Fue así en una de estas patrullas donde lo conocí.
La patrulla estaba compuesta de 5 drows, incluyendome. Todos guerreros. El líder de la patrulla era un drow alto que manejaba dos espadas. Los demás aparte de mi carecen de importancia, podría haber acabado con cualquiera de ellos con los ojos cerrados. Pero nuestro líder en ese momento era un verdadero luchador. He visto como acababa con cavernarios y osos Buho en un santiamén. Tal proeza no podía provocar más que admiración… y envidia. Pero algún día el alumno puede superar al maestro.
Al 7mo dia de abandonar Ched Nasad notamos algo extraño en el ambiente. Fue así cuando una enorme criatura de 3 metros con unos enormes cuernos en su cabeza y un mazo que podría aplastar a cualquiera de un golpe salio de entre las sombras. Que demonios hacia un minotauro por esa zona? Acabamos con él con facilidad, más eso no era ningún peligro comparado con lo que se avecinaba. Encubiertos en las rocosas paredes se veían unos humanoides de atuendos elegantes. Más sus rostros poseían unos tentáculos que evidenciaban su identidad. Ilícidos.
Al ver a tan despreciable criatura nuestro líder se lanzó al acecho con un vendabal de golpes. Como se atrevía a intentar lastimar a tan noble criatura? Era un insulto para mi. Entre en una rabia terrible y junto con mis compañeros tratamos de evitar que nuestro líder lastime a nuestros nuevos y queridos amos. Cuando cerciono a uno de los Ilícidos lagrimas de dolor caían por mi rostro. Mi sufrimiento era solo comparable con mi odio hacia él. Entre los 4 logramos contenerlo a raya mientras nos decía cosas carentes de sentido: “los están controlando”, “estupidos, van a ser sus esclavos”. Pobre iluso, se ve que había perdido el juicio. Mis otros compañero cayeron inevitablemente bajo su espada, más yo no iba a ser tan fácil. Creo que el amor que tenía por mis nuevos amos pudo más que todo, y luego de que casi termine con mi vida con una estocada pude devolverle el favor, pero mi estocada fue certera al corazón. “Ahí tienes ingrato” escupí. Y cayo sin vida al suelo.
Luego paso algo extraño… Volví de nuevo a mis cabales. Mirando a mi alrededor descubrí los cadáveres de no menos de 7 ilícidos. Un enorme miedo hacia lo desconocido corría por mis huesos y me hacia temblar hasta el punto de costarme sostener el arma. Delante de mí se levantaba majestuosamente un enorme Dragón, que parecía mirarme divertido. Lo próximo que dijo quedara grabado a fuego en mi mente: “Vendui` drow. Mi nombre para ti es Triltyrmaik`en. No te preocupes, hoy no serás mi cena. Tengo otros planes para ti. Vengo siguiendo vuestros pasos hace tiempo y me interesas. No tienes que agradecerme, odio más a estos desuellamentes que lo que puedo llegar a odiar a los drows algun día. Más ahora recuerda quien te salvo la vida. Ve y vuelve con los tuyos, quedate con toda la gloria. Y cuando tu casa caiga debes seguir mi consejo: huye para vivir otro día o morirás. Deberás ir a un asentamiento drow al este llamado Bel`aragh. Ahí comenzara tu destino”. Dicho esto se escucharon unas palabras y sentí como algo entraba en mi casa (Nota offrol: Geas). Luego cuando levante la vista el Dragón no se encontraba más.
Corte la cabeza de un ilícido y me retire de vuelta a Ched Nasad. Las pocas criaturas que me vieron en el camino fueron lo suficientemente inteligentes para no atacarme (todos conocen y temen a los ilícidos, y algo que pueda derrotarlo debe ser muy poderoso), o bien fueron lo suficientemente estupidas para caer bajo mi espada. Al llegar a la ciudad fui recibido con honores en mi casa. No cualquiera sobrevive a un Ilícido y vuelve para contarlo. Fue ahí donde fui conocido como Daxton Dex Jivundus, “aquel que causa dolor” en mi lengua natal.
Lo que queda por contar son detalles. Pasaron varios ciclos, varios años y nuestra casa se mantenía en la 15ta posición. Hasta que una noche se inicio una cruel y sangrienta batalla con una casa más baja que la nuestra, pero apoyada por una superior. Todavía no entiendo bien porque, pero solo sé que cuando sucedió todo eso pude escabullirme del fragor de la batalla (no antes de llevarme un par de esclavos a la tumba) y escape. Escape de Ched Nasad.
Mi próximo destino era Bel`aragh. Todavía no puedo explicar tampoco como pude sobrevivir a los peligros de la antípoda oscura y llegar en soledad a tan alejada ciudad. Quizás tuve suerte… una suerte con escamas, de eso estoy seguro. Lo único que ahora importa es que soy un descastado, un Shebali, en una nueva ciudad, donde puedo empezar a hacerme un nombre de verdad. Y por Lloth, juró que lo haré.
Espero que les haya gustado y perdón por los errores infraoscuros. Cualquier comentario me levantara un poco la autoestima porque no se que tan bien quedo la historia jeje. Aluve y saludos.
Daxton Dex Jivundus
Moderadores: DMs de tramas, DMs